A/N: Siento haberles hecho esperar tanto :'( Quería estar segura de como terminarlo así que fue un poco complicado ponerme de acuerdo conmigo mismo (?

Creo que este será el último capítulo, aunque pienso hacerle un epílogo. :) Muchas gracias por comentar, subscribirse, ponerle upvote y sobre todo leer <3 Se los agradezco infinitamente, no saben cuanto! Cada comentario alegra mis días, así que muchas gracias a todos. <33 Espero que les guste este capítulo tanto como me gustó a mí. Me he enamorado de Taeyeon, alguien consígame dos para llevar, por favor :'(

El capitulo de hoy = *cries*

Canción del día:

A Thousand Years - Christina Perri

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Taeyeon se veía tan hermosa esperándome en el pasillo, con un delicado vestido blanco de primavera, un sombrero y sandalias a juego y sin maquillaje. Se veía tan natural, tan perfecta ante mi mirada. Tenía una mano alzada esperando que yo entrelaze nuestro dedos para seguir andando juntas. Me había perdido en la hermosa mujer frente a mí hace unos cinco minutos y ella seguía esperando por mí.

-"Yah! ¡Fany-ah! Mi mano extraña a la tuya. ¡Ven aquí!" Hizo un puchero fingiendo estar molesta. Reí al verla tan infantil y me acerqué corriendo a ella. Nuestras manos se juntaron a mitad del camino, encajando perfectamente la una con la otra, como si fueran dos piezas de rompecabezas. Los anillos de promesa brillaron al momento de juntarse. -"Mucho mejor. ¿Vamos, princesa?" 

 No sé si tomé la desición correcta al decirle a Taeyeon si podía esperar por mí después de su propisición en Paris, pero ella acepto mi petición diciendo que no importara cuanto la haría esperar, ella siempre estaría ahí para mí. Y aunque no acepte al mismo instante, seguimos andando juntas agarradas de las manos. Ella se notaba un tanto triste y perdida, me destrozaba verla así, además de saber que la razón por la cual ella estaba así era yo. No era que no la quería, si no, que quería estar segura de nuestros sentimientos. Quería conocerla en todo aspecto, hasta ahora no me había decepcionado en nada. Mas bien, cada día me enamoraba un poco más. Al llegar a la Torre Eiffel se arrodilló, sin importarle las miradas curiosas que nos daban los turistas y visitantes, sacó un cofresito color rosado haciéndome reír por tanta consideración. Sacó dos anillos idénticos y antes de que pudiera preguntar el por qué, me puso uno diciéndome que era su cursi promesa de amor y lealtad.

Desde ese día no me lo he quitado y ella tampoco, cada noche me lo quito y lo veo, pasando mis dedos por la inscripción con su nombre. Ella tenía uno con mi nombre y yo uno con el suyo. Francia y Suiza me hicieron conocer a la verdadera Taeyeon; pero Italia me hizo enamorarme perdidamente de ella.

-"¿Te hice esperar mucho?"

-"Ya te lo he dicho, esperaría por ti..."

-"Una vida entera, ya lo sé. Cursi romántica TaeTae." Bromée mordiendo su hombro mientras caminabamos. Me había acostumbrado a mostrar afecto público con ella donde estemos, usualmente era un abrazo o un beso en la mejilla, pero mi favorito definitivamente era moderle el hombro o su brazo. La cara de cachorrito que ponía después de mis 'cariños', era el mejor premio de todos. 

-"¡Tengo muchos moretones por tu culpa! A veces me preguntó como serán tus golpes si estos son tus cariños..." Me sacó la lengua juguetonamente y yo me acerqué a ella con intención de mordersela.

-"¡Rawr!"

La gente que pasaba por nuestros lados murmuraba que buena pareja hacíamos y cuan tiernas nos veíamos juntas. Yo estaba más que de acuerdo. Taeyeon y yo nos complementabamos muy bien, definitivamente me veía pasando mi vida junto a ella.

-"Puppy Fany en acción."

-"Admite que te gusta cuando te muerdo." Le dí un ligero beso en la mejilla mientras la jalaba a ver una tienda de ropa. Si Taeyeon me había demostrado que era una romántica sin causa y la persona más dulce del mundo, yo le había demostrado que era una compradora impulsiva con una extraña costumbre de morderla cuando podía.

-"Oh no..."

No iba a culparla si no se quedaba todo el tiempo conmigo dentro de una tienda, la dejaba investigar las ciudades por ella sola cuando yo estaba de compras. Siempre venía con alguna sorpresa para mi o algo de comer. Mis ojos br