Capítulo 2: PDV Yuri

               Sentí sonar el despertador, lo apague rápidamente ya que tenía un rato despierta. La razón… tenía que entregar un trabajo para la primera hora y no lo había alcanzado a terminar ya que la noche anterior había ido a una fiesta. A decir verdad, tenía un gran dolor de cabeza, pero no podía permitirme bajar mi rendimiento académico. Mi nombre es Kwon Yuri, tengo 17 años y asisto becada a una academia prestigiosa de Seúl, bueno al menos eso cree el mundo, la verdad es que soy hija ilegítima de uno de los dueños del lugar.

              Él es un hombre egocéntrico, por lo que a pesar de no ser reconocida públicamente, debo estar a la altura de su estatus, por si alguna vez llegaba a necesitarme, la verdad mientras me mantenga no me interesa mayormente, pero no crean que soy su títere, una de mis razones de vivir es demostrarle que no dependo de él, pero aún busco la forma perfecta de hacerlo. Ahora estoy viviendo en una pensión para estudiantes de bajos recursos, mi madre se fue hace años, y no volví a saber de ella, honestamente creo que mi nacimiento solo hecho a perder su vida, pero ¡no era mi culpa que por una calentura se metiera con un hombre casado! y menos que no se cuidara y yo naciera. Bueno volvamos a mí, me considero alta, alrededor de 1,69, creo, tengo el cabello negro y la piel tostada, color poco común en esta zona y que llama mucho la atención. Físicamente soy atractiva, por lo mismo tengo muchos pretendientes, aunque mi atención va más hacia las chicas, ya que son más hermosas y delicadas, cualidades que me gustan. Estoy en segundo de academia, aunque deseo buscar trabajo para independizarme y no tener que justificar cada uno de mis gastos.

-          Yuri ¿estas despierta? – pude escuchar la voz de mi mejor amiga, Sooyoung, a través de la puerta

-          Pasa – la puerta se abrió, pero no voltee a mirarla, tenía toda mi concentración en la maqueta que tenía delante - ¿Qué sucede?

-          ¿Vas a desayunar?

-          No creo que alcance

-          ¿Todavía no terminas la maqueta? – note la incredulidad en su tono, ese trabajo nos lo habían dado hace mucho, al principio me emociones y adelante mucho, pero entre más pasaba el tiempo más lo deje de lado, y ahora estoy terminándola apurada y mal, por los nervios que tengo – pensé que la habías terminado hace mucho

-          Estoy por terminar Soo, si quieres puedes comerte mi desayuno – a pesar de que me quería, sabía que en el fondo para Soo lo primero era la comida, ella era más alta que yo, media 1,71, delgada a pesar de lo mucho que comía, simplemente tenía una puerta a otra dimensión en vez de estómago. Su cabello era color castaño y sus ojos café, un poco más claros que los míos, la piel clara y siempre andaba con una gran sonrisa, además de algo para comer, claro está.

-          Aunque es una oferta tentadora… no vengo por eso – sentí que se paró a mi lado, así que la mire sin saber porque estaba en mi cuarto – levántate – dejo en tono serio

-          Tengo que trabajar Soo, en una hora debo entregar esto terminado

-          Debes comer – sentí como me levanto de la silla sin ningún esfuerzo – yo terminare esto, tu ve a desayunar y arreglarte, además lávate la boca que apesta, podrías matar a alguien con tu aliento, y no estoy dispuesta a atestiguar en tu favor y mucho menos a pagar tu fianza  - sin decir nada más se sentó y comenzó a trabajar

-          ¡Soo te quiero! – la abrace por los hombros, a pesar de lo malo de mi vida, hacerla encontrado era una de las mejores cosas que me había pasado – no puedo creer que pienses en mi antes de la comida, eso me hace pensar que me quieres – decía mientras me limpiaba una lagrima falsa

-          Yul, sabes que te quiero, pero esto no te saldrá gratis

-          ¿Qué?

-          Debes invitarme a comer algo luego – me guiño el ojo, esta amiga mía no daba puntada sin hilo, pero aun así la quería – ve a prepararte rápido, hoy no podemos llegar tarde, además este trabajo era para las vacaciones, te saldrá caro ya que tuviste mucho tiempo para hacerlo

-          Yaa… - sin decir nada salí del cuarto y fui al baño, luego tome mi desayuno y al volver a mi cuarto encontré mi trabajo listo, Soo puede ser todo lo loca y alegre, pero era muy aplicada con sus estudias y excelente en las manualidades, en menos de cuarenta minutos no solo había terminado, sino que había arreglado las partes que por mis nervios estropeaban la maqueta – ¡Soo te adoro! – le grite mientras me lanzaba sobre ella para abrazarla nuevamente

-          Será menor irnos si no quieres llegar tarde – me sonrió y se fue a su cuarto, cinco minutos después ya estábamos en mi auto en dirección a la academia, llevando en el asiento trasero las maquetas de ambas, ya que ambas estábamos en la misma clase de artes - ¿lista para volver a clases?

-          Si y tu ¿Cómo está la resaca?

-          Bien… aunque me duele un poco la cabeza

-          ¿Te divertiste al menos?

-          Si… y mucho, debiste haberme acompañado

-          No me gustan esos ambiente… ¿algo interesante qué contarme?

-          Nada… al menos que yo recuerde

-          ¿Aún piensas en buscar trabajo?

-          Sí, quiero comenzar a independizarme, sino con qué cara le diré que no a mi padre cuando venga a pedirme algo, sé que lo que me da no es gratis, quiero tener algo seguro cuando llegue la hora de romper mis lazos con él

-          Ya veo – su mirada era triste, ella al igual que yo era becada, pero tenía el completo apoyo de sus padres, los que tenían una situación económica que cada vez era más alta, debido al prestigio que estaban ganando los restaurant de su familia – veo que su relación no mejora

-          Ni lo hará, hace años deje de soñar con esas tonterías Soo, el solo compra mi silencio, no le conviene que se sepa que engaño a su mujer, y mucho menos de su hija ilegítima – suspire a recordar los años en que aún creía en ese hombre – solo soy un repuesto en caso que a su descendencia le pase algo

-          Yuri… - pude ver la tristeza en sus ojos, siempre que hablábamos de este tema notaba su tristeza e impotencia al no poder hacer algo para ayudarme - ¿en qué piensas trabajar?    

-          No lo sé, buscare algo parcial, no puedo descuidar mis estudios, quizá una cafetería o  una tienda, estoy dispuesta hasta a entregar propaganda en la calle

-          Eso sería un espectáculo divertido ¿Terminaste los demás deberes de las vacaciones?

-          Si - me estaciones ya que habíamos llegado a nuestro destino, podía ver como como muchos estudiantes caminaba al interior de la academia, casi todos llegaban en autos costosos conducidos por terceros, o en los buses de la academia, que no era nada denigrante. Salimos con nuestros trabajos y llegamos a nuestro salón. Las listas de los cursos habían sido enviadas unos días antes y para nuestra suerte teníamos la mayoría de nuestras horas juntas.

-          Después de clases vamos a un ciber café para buscar trabajos en línea – Sooyoung se sentó a mi lado, casi al final de la fila de la ventana

-          Claro, pero debemos tener cuidado, no quiero trabajar en nada raro – me estire mientras miraba por la ventana, luego volví a mirar a Soo – ¿para qué seré buena?

-          Podrías trabajar de mesera, por lo que se además del sueldo tienen propinas, y como eres linda puede que tengas suerte

-          Mmm…. ¿Cómo mesera? puede ser – me quede pensando en cuál sería el trabajo indicado para mí, mientras pasaba la primera hora.

               Ese día por ser el primero, solo tuvimos clases en la mañana, cuando salimos nos dirigimos a un restaurant familiar que frecuentamos y comimos. Soo como siempre causo problemas y nos peleamos con una de los clientes. Luego de que la chica se fuera buscamos un cibercafé, pero no sirvió de nada, en la red solo ofrecían trabajo que iban en contra de la moral y las buenas costumbre, con eso queda más que claro ¿cierto? Comenzamos a caminar y pasamos a comprar un diario de empleos para leer en el parque, quizá allí podría encontrar algo que me sirviera. 

-          ¿Algo bueno? – pregunto Soo que leía una mitad mientras yo la otra, llevábamos poco más de una hora y ninguna tenia frutos

-          Todas las buenas ofertas son para horario completo, y las que se ven interesantes son muy tarde… no puedo bajar mis calificaciones, necesito descansar bien – mire al cielo un poco, no, muy molesta por mi mala suerte

-          Iré por un helado

-          Recién cominos,  además te robaste mi carne ¿Cómo puedes tener hambre?

-          Tengo un buen metabolismo – vi cómo se alejaba corriendo a comprar

-          ¡Tráeme uno de chocolate! – le grite, ella me hizo una señal con la mano, así que creo que me escucho. Cerré los ojos esperando que regresara, rogándole a Dios para poder encontrar un trabajo pronto, uno en que pudiera ganar bien y comenzar a ser libre

-          ¡¡Yul!! – por el grito de Soo casi me caigo de la banca, pero alcance a recuperar el equilibrio - ¡mira esto! Es perfecto – decía orgullosa de sí misma mientras me entregaba una hoja que traía – y aquí está tu helado

-          Gracias – le di prioridad al helado, a pesar de no ser una Shikshin como ella, el helado me encantaba - ¿Qué es eso?

-          Una oportunidad caída del cielo, creo que tienes muchas posibilidades – me guiño un ojo, leí rápidamente la hoja ya que si ella estaba tan emocionada decía ser algo bueno.