[POV Tercera persona]

Lu Han despertó sin signo alguno de que Se Hun yacía a su lado. Miró el reloj de pared, "¿Ya son las 7 de la noche?". Se levantó de la cama, frotándose los ojos adormilados y peinando con sus dedos la cama sucia. Cuando por fin volvió en sí, se dio cuenta de que había pétalos de rosa esparcidos por el suelo. Montones de ellos. Curioso por lo que estaba pasando, Lu Han se hizo camino fuera de la habitación y fue recibido en la sala por una vela encendida con flechas de color rosa que le indicaban que las siguiera. Luego caminó lentamente, siguiendo las flechas con cuidado y cuando abrió la puerta principal, una carta cayó hasta él. La carta estaba escrita a propósito, de inmediato llegó a la conclusión que era de Se Hun. Una sonrisa apareció en su rostro mientras leía el contenido.

Nunca supe lo que era la felicidad hasta que te conocí. Tú le pones color a mi vida y pintas una sonrisa en mi rostro. No hay palabras para poder explicar lo mucho que estoy agradecido contigo. Lu Han, eres un ángel enviado para mí. Solo para mí.

Siguió caminando con la carta cerca de su corazón. Amaba tanto a Se Hun y estas cosas solo lo enamoraban aún más de él. Después de un minuto o dos, luego de seguir la ruta de la flecha, se encontró otra carta en un sobre cerrado encima del suelo. La abrió y su sonrisa se hizo más amplia.

Tu voz es música para mis oídos. Tu sonrisa es el paisaje más hermoso para mis ojos. Tu cálido abrazo es lo único que tengo para pasar una noche fría. Nunca antes he sentido algo como esto. Realmente te necesito en mi vida.

Las lágrimas se empezaron a formar en las esquinas de sus ojos. No era de tristeza, sino de felicidad pura. Desde mucho antes Lu Han nunca se sintió amado, y sabía que Se Hun era el único que le hacía sentir ese tipo especial de sentimiento. Se sentía muy bien ser amado, y él se sentía perfecto al tener a Se Hun en su vida. El último camino lo llevó a un lugar donde había arena con las olas chocando suavemente y la brisa rozando dulcemente contra sus mejillas. "¿Ya llegué a la playa?", las flechas y las cartas le lograron distraerse que no se dio cuenta que él había sido dirigido a la playa. Después de otros 3 minutos de caminata, se encontró con un oso de peluche sentado en la arena abrazando otra carta. Luego se apresuró a alcanzarlo y quitar la arena lejos del peluche. "Awww. Lindo y pequeño osito. ¿Acaso Se Hun te pidió que me entregarás esta carta?", tomó la carta de los brazos del peluche y frotó la nariz del peluche con la suya, "Gracias por ayudar a mi Se Hun. Te llevaré conmigo como recompensa". Leyó la carta mientras caminaba a un ritmo constante. La carta era bastante larga comparada con las dos primeras, pero la amaba de todos modos, ya que era de su querido Se Hun.

Todo en ti simplemente me lleva lejos. Y cada vez que te miro a los ojos, creo que caigo profundamente en ellos. Caigo enamorado profundamente por ti. No puedo construir con palabras lo mucho que significas para mí. Para mí las palabras "te amo" parecen no ser una palabra completa para expresar lo mucho que te amo. ¿Lu Han? ¿Me has puesto bajo un hechizo? No puedo ver a otras personas distintas que tú. Consigues que mi cabeza de vueltas cada vez que me tomas de la mano y haces que mi corazón deje de latir cada vez que nuestros labios se tocan. Me enredo con las palabras, porque todo lo que haces es simplemente hermoso. No puedo apartar mis ojos de ti, hay algo en ti que no termino por comprender. No hay días normales que pasen en mi vida porque tengo a alguien especial como tú a mi lado. No tengo razones para ponerme triste nunca más, porque solo hacerme una idea de tu sonrisa hace que todo sea simplemente mucho mejor. ¿Me puedes prometer una cosa? Toma mi mano y nunca la dejes ir. Quédate conmigo para siempre.

Te amo, Lu Han.

Las lágrimas de Lu Han se deslizaron por sus mejillas después de leer la carta. Él no puede evitar que caigan, cuando de repente sintió un toque cálido sobre sus mejillas limpiándole las lágrimas. "No hice todo esto solo para verte llorar", alzó la cabeza solo para ver a Se Hun sonriéndole. "Sonríe para mí." Entonces Lu Han lo abrazó con fuerza, las lágrimas aún fluían con dificultad.

Se Hun volvió a abrazarlo y dejó un beso en su frente, tratando de calmar el llanto del chico. "S-Se Hun... gracias" Lu Han logró murmurar entre sollozos. "Gracias por amarme", Se Hun luego tomó el rostro de Lu Han y le miró a los ojos con total ternura. "Eres hermoso. Tu eres perfecto para mí", luego se dobló un poco más y los labios de ambos se unieron. El beso fue tan suave y dulce que ambos sentían que tenían las más grandes mariposas en sus estómagos. Parecía que había fuegos artificiales esperando por explotar en el interior de cada uno. Y cuando se separaron, solo podían pensar en una cosa, que se habían enamorado de la misma persona nuevamente.

"Vamos, comamos ya" Se Hun sostuvo la mano de Lu Han y lo llevó a la mesa que se encontraba a unos cuantos metros lejos del agua. Todo era... Romántico. Los ojos de Lu Han brillaban al ver la mesa puesta con comida y velas. El escenario incluso contribuyó a la perfección del acto, la brisa era cálida y las olas danzaban perfectamente. Se Hun situó a Lu Han en una silla al lado opuesto de la suya y antes de sentarse, le entregó un ramo de rosas rojas. "O-oh, Dios mío. Gracias Se Hun." Lu Han no podía imaginar que esta noche fuera a ser aún mejor, estaba muy feliz. "¿Desde cuándo planeaste esto?", preguntó. "Bueno, unos 15 minutos después de que te quedaras dormido. Incluso me asombré yo mismo de poder sacar todo esto junto en menos de dos horas" Se Hun rió. "Es perfecto..." Lu Han dijo alcanzando la mano de Se Hun y este optó por entrelazar sus dedos con los de él. "Cariño, haría cualquier cosa por ti."

Ellos disfrutaron juntos de la noche y hablaron de muchas cosas acerca de su relación de los últimos 4 años. No podían creer que habían estado juntos por tanto tiempo, parecía que hubiese sido ayer. "¿Recuerdas cuando te quedaste dormido en el balcón de la escuela como si no te importara si caías o no?", Se Hun dijo mientras vertía el vino en la copa de Lu Han. "Sí, era como un idiota. Dormía en todas partes", se rió antes de tomar un trago de su copa. "Pero estoy contento de mi idiotez, me llevó hacia ti", Se Hun rió al recordar lo que sucedió ese día. "Y ese día lluvioso también", Lu Han rió en voz alta. "Nosotros terminamos empapados porque ese paraguas se arruinó. De todos modos, ¿dónde lo encontraste?" preguntó Lu Han. "Solo lo escogí al azar en el almacén. No sabía quién diablos era el dueño", "Bien. Me alegro de que me ofreciste un paraguas". Se Hun solo sonrió y se dio cuenta del pequeño peluche que Lu Han había estado llevando consigo durante todo este tiempo. "¿Trajiste el peluche contigo?", preguntó. "Sí", entonces comenzó a apretar el oso entre sus brazos, "Es demasiado lindo para que lo dejara atrás". Una idea se pasó por la mente de Se Hun, "Bueno, entonces, dale un nombre. Por ahora ese será nuestro bebé". "¡¿Nuestro bebé?!" Lu Han parecía estar aturdido, nunca pensó que Se Hun sugeriría algo así, "Eso es muy... extraño para que tú lo digas." Un color rosado tiñó las mejillas de Lu Han, era evidente que estaba emocionado acerca de esa idea. "¿Por qué? ¿No te gustó?" Se Hun trató de encontrar la mirada de Lu Han, quien estaba ocupado mirando hacia la arena. "Me... me encanta." Lu Han miró a Se Hun con una amplia sonrisa en su rostro, nunca se imaginó que tendría un bebé, aunque este fuese imaginario. "Eres muy lindo cuando estás sonrojado" bromeó Se Hun. "N-no, no lo soy...", Lu Han desvió la atención a su osito de peluche. "SeHan" murmuró. "¿Hm? ¿Has dicho algo?" preguntó Se Hun. "Lo llamaré SeHan, ¡nuestro primer osito de peluche!" Se Hun rió viendo cómo Lu Han sostenía fuertemente al oso entre sus brazos. Parecía como una colegiala que acababa de recibir un oso de peluche por primera vez. "Bueno, entonces SeHan..." se aclaró la garganta, "¿Te gustaría ver bailar a mamá y papá?" Se Hun bromeó una vez más. "¿Qué?" Lu Han rió, "¿Le estás preguntando a SeHan?". "Bueno sí, es una muestra de que es parte de la familia", dijo y luego miró a SeHan, "¡Oh, mira! ¡Asintió con la cabeza!" Se Hun fingió una mueca de gran sorpresa y Lu Han no pudo evitar reírse a carcajadas por la cara divertida de Se Hun. Se veía como un idiota que hablaba con un oso de peluche, bueno, la clase de idiota que era lindo-idiota.

"No hay necesidad de que hagas el tonto..." Lu Han finalmente logró decir después de reír "Voy a bailar contigo..." luego puso a SeHan en su silla mientras se levantaba y seguía a Se Hun que ya se dirigía cerca al agua, "Entonces, ¿qué bailaremos?". Se Hun simplemente le sonrió mientras cogía los brazos de Lu Han y los colocaba alrededor de su cuello. Luego puso sus brazos alrededor de la cintura de Lu Han y lo atrajo para tenerlo más cerca. "Un baile lento" Se Hun susurró en la oreja de Lu Han que hizo el otro soltara un largo "Ooohhhh..."

No había música sonando, solo el sonido de sus respiraciones era el ritmo constante que estaban bailando. La luz de la luna les sirvió como su centro de atención, que brillaba solo para ellos. Se Hun dolorosamente anhelaba que esto sucediera. Extrañaba el tacto de Lu Han, tanto que no podía encontrar las palabras para decir lo mucho que apreciaba al otro. Solo pudo apretar el abrazo, indicando su fidelidad hacia el otro. "Te amo...", esas fueron las únicas palabras que Se Hun logró formular. Sintió los labios carnosos de Lu Han besándole y respondió de forma inmediata a aquel gesto. "Te amo más...", contestó. Siguieron estando así durante los 10 minutos después, más o menos, y lo siguiente que Lu Han pudo percatarse fue que Se Hun le llevaba al estilo nupcial. Él solo terminó con sus brazos alrededor del cuello de Se Hun, simplemente disfrutando de cada segundo del momento.

Más tarde en esa noche, Se Hun y Lu Han hicieron el amor. No, no fue salvaje, todo era dulce y lento, y probablemente el o más memorable que tuvieron. Se Hun fue muy amable con todos sus movimientos, los cuales Lu Han amó tanto. Cada roce entre sus labios parecía mágico. Y cada vez que su piel se frotaba contra la otra, podían sentir la emoción desbordante. La emoción de estar enamorándose otra vez y sintiendo el uno al otro como si fuera la primera vez. Ellos apreciaban el cuerpo del otro y no podían conseguir lo suficiente el uno del otro. El amor y la dulzura fueron salpicados por toda la habitación.

Y ese fue el final del Primer Día, todo salió perfectamente. Mañana sería otro día. Otro día para construir recuerdos que durarán... Para siempre.