Un nuevo amigo

Un chico nuevo en la escuela.

 

-------Riley------- 

Hoy conocí a David, es el nuevo chico de degrassi, viene de vancouver y es muy guapo, me pusieron a cargo de él y lo tomé como oportunidad de conocerle, se ve que es muy frio y aburrido, pero hoy me invitó a su casa, creo que es una buena señal, daré mis mejores movimientos hoy. 

--------David-------- 

Riley y yo estábamos de camino a casa, mientras entablamos una conversación, -que coincidencia, tu casa queda por el mismo camino que la mía- dice Riley, -Si, que coincidencia- seguimos caminando y me paré un momento, me quede fijando mirando una pareja besándome y abrazando pasando cerca mío, no sé por qué pero me deprimió. 

-Hey!, estás bien?- reaccioné al momento que Riley me pregunta -Si, estoy bien, tranquilo- seguimos caminando señalé una casa y dije -ahí es, vamos- nos acercamos, abrí la puerta -pasa tu primero- le dije a Riley, se porque lo dije, luego entré yo. 

-WOW!!!- exclamó Riley, se había asustado por mi perro, se llama Neón, es de raza bóxer, no es muy grande pero si es muy musculoso, le gusta hacer ejercicios. 

-Tranquilo, no hace nada, mientras estés conmigo claro-, -Entonces no me separaré de ti- fuimos a la sala de estar donde tengo un televisor gigante, nos sentamos en el mueble, era uno de esos para dos personas, me gustaba mucho era muy acolchado, mi perro se acostó cerca de nosotros y no le quitaba la mirada a Riley. 

-Oye tu perro me está mirando mucho, es intimidante-

-Tranquilo, que no te va a hacer nada, confía en mí- prendí el televisor, prendí el blu-ray e introduje una película, esta era ''faces in the crowd'', la compré hace poco y no tenía la oportunidad de verlo sino hasta ahora, fui a la cocina y prepare unas cotufas mientras empezaba la película.

 

 -WOW, quieto perrito- un grito de Riley me hizo devolverme a la sala, mi perro se encontraba cerca de él e intentaba morderle, grité -YA NEÓN, VETE A TU CAMA- reaccionó al mismo instante y se fue, Riley estaba agitado. 

-Tu perro casi me mata!- 

-No seas gallina es solo un perro, además el es así, es algo celoso- -Me preguntó si pensará que somos novios- dijo Riley en un tono burlón, no me dio risa, me di media vuelta, y me devolví a la cocina, esperando a que las cotufas se preparasen, Riley entra y me dice – y tus padres?- 

-no vivo con ellos, esta casa es de una tía y me la dejó cuando murió, mis padres estaban muy liados con deudas y les plantee la idea de irme a vivir solo, les pareció bien y aquí me ves- 

-oh ya veo, bueno mejor, más privacidad para ti- 

-si, en parte sí, pero a veces te sientes solo, aun que ya me acostumbre a la soledad, no es como que este acostumbrado a estar acompañado- una lagrima salió y rápidamente me limpié, espero que Riley no se haya dado cuenta; las cotufas terminaron de prepararse y la película estaba a punto de empezar luego de larga publicidad, nos sentamos y la empezamos a ver. De vez en cuando nuestras manos chocaban cuando sacábamos cotufas, a veces sentía que Riley intentaba acariciarla suavemente, pero en realidad solo era mi imaginación, era así, como alguien se fijaría en alguien como yo.

 Las ''señales'' de Riley se hacían cada vez más obvias, comencé a sentirme algo incomodo, no me gustaba este tipo de cosas, y mucho menos con alguien que acababa de conocer.

 En cuanto la película terminó le dije a Riley -Creo que debes irte ya, es tarde y mañana hay clases- lo dije en un tono de ''ensueño'' mientras bostezaba.

 -Bueno, no es muy tarde, puedo quedarme un poco mas- dice él de manera entusiasta. No quería que se quedara más tiempo, sentía que en cualquier momento se me lanzaría encima y no quería. 

-Está bien, subamos a mi cuarto, ahí tengo un Xbox 360, podemos jugar algo si quieres-, él asentó con la cabeza, subimos las escaleras y fuimos directo a mi cuarto, -donde queda el baño?- 

-Es aquella puerta- y la señalé con mi dedo, el fue allá mientras yo entraba a mi cuarto a arreglar el desorden, y prender la consola para jugar. 

Estuvimos un rato jugando y no hubo algo que denotar, cada vez que se acercaba cada vez más a mí me alejaba poco a poco, sin que se diese cuenta o algo así, aprovechaba momentos de victoria o de concentración para moverme de donde estaba y no estar cerca de él. 

A la final terminó yéndose una hora después, le abrí la puerta y lo despedí con un apretón de manos.

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