Las vacaciones de verano siempre han sido mis favoritas puesto que puedo ir a la playa, disfrutar del sol, la arena y el hermoso mar. Ver el atardecer o incluso el amanecer sin tener que pensar en la escuela. Sí, las vacaciones eran lo mejor.

Había viajado con mi familia a nuestra casa de playa en Gyeongpo, me encantaba viajar ahí porque cerca estaba Gyeongpodae, un lugar donde se podía ver la salida del sol y la luna. En conclusión, era el lugar perfecto para mí. 

Me encontraba en el sofá jugando en mi celular, eso era algo típico de mí, mi vida se basaba en jugar, ver televisión, comer y dormir. Sí, era algo aburrida para muchos pero no me importaba. 

—Hija, ya nos vamos —Mi madre habló haciendo que levantará mi mirada del móvil—. Si sales, cierras bien.

—Esta bien, mamá. Se cuidan —Mis padres habían salido a cenar, siempre solían hacer eso cuando veníamos acá. Yo no era de salir mucho pero esta noche sí que saldría. Vería la luna a todo su esplendor.

Me levanté del sofá y me fui a cambiar. Me hubiese gustado que mis mejores amigas vinieran pero ellas se fueron a Japón con sus familias. Triste pero ya estaríamos juntas de nuevo. Me terminé de cambiar y salí de la casa, no sin antes cerrar muy bien y caminé hasta Gyeongpodae, sólo era un kilómetro de distancia, no tardé mucho. Caminé por la arena y me detuve casi en medio de la playa. Observé a todos lados y estaba vacío, no había ninguna alma. Miré hacia arriba y ahí estaba la luna, era tan hermosa, tan brillante. Suspiré. Me acosté en la arena para seguir observando aquella maravilla. 

Por un momento cerré mis ojos, el sonido del mar me relajaba tanto pero de pronto, ya no sólo era el sonido del mar lo que se escuchaba, sino un llanto. Abrí mis ojos y con mi mirada busqué a la causante de ese sonido y culpable de destruir mi tranquilidad. A los lejos, vi a una chica de rodillas en la arena, sí, era ella la que lloraba. Volví a observar a mi alrededor y no vi a nadie más, ¿qué estará haciendo aquí? Y lo más importante, ¿por qué llorará? ¿Por qué me importa?

Quise ignorar a aquella chica pero me fue imposible, su llanto era desgarrador y la verdad estaba sintiendo algo de pena. Me levanté de la arena, me sacudí un poco y caminé hasta aquella chica, cuando lleg