Le escuchaba tantas veces, le imaginaba tantas veces, todo en menos de dos días… quizás si hubiera sido un día como cualquiera y su memoria atrajo una extraña petición, ella al frente mientras la seguía la líder, parecían disgustadas tenía intenciones de preguntar… pero no pudo hacerlo por aquel extraño comentario “mantenla cerca de ti” y esa sonrisa. Yuju y Yerin parecían escoltarla, tal vez se abrieron demás mientras que ella y la otra menor estaba detrás de las cuatro “mayores” y algo de ese cosquilleo de que algo no cuadra en tu día, cuando sabes que ni siquiera debes levantarte de cama, por inercia tomó la mano de mi amiga, e intentó acercarse al resto con intención de quedarnos juntas. Pero, no fue posible.

Ahhh! --- la opresión de su pecho le hace levantarse inesperadamente, todo obscuro y aun cuando la ventana permite la entrada de luz del exterior, noto al borde de su cama se hallaba recargada su excompañera de habitación, dormida apoyada en sus brazos en la cama mientras su regazo yacía en el suelo, estaba profundamente dormida pero aun conservaba las claras marcas en sus mejillas, una bandita en la barbilla que parecía despegarse de uno de sus extremos. Ella fue más fuerte fue su primer pensamiento no lo había meditado… prácticamente la había dejado sola.

Fue solo una fracción de segundo en que su propia mente le recordó que nada había sido un sueño o mejor dicho que la pesadilla era real, apretó sus puños y entre ellos parte de la cobija que le cubría. Era verdad… su mejor amiga ya no estaba, la tuvo en sus brazos; observo sus ojos a punto de cerrarse ¿Por qué? Ella es una persona tan bella; fue su pensamiento cuando con ayuda de su staff llegaron a la furgoneta ¿tenían acaso derecho sobre ella?... habían pasado 3 días que ya no hablo con ella, hace 3 días en las cuales pasadas las 2:11 p.m. saliendo de la KBS. Esa impresión de impotencia ante la petición hecha; había considerado a sus fans como personas normales cuando ellas no estaban en escena, chicos y chicas que hacían actividades de escuela, de amigos, de salir con novios o novias; de paseos en familia y con mascotas, talvez con alguna idea rara pero solo rara no tenía ¿por qué tener un mayor significado? ¿Qué sangre podrían tener de quitar una vida? Era claro que tenían corazón, pero ¿de qué tipo?

Sentía contraerse el rostro de un dolor, tratando de no hacer ruido… tratando de no sentir su pecho oprimido mientras tantas imágenes, recuerdos y tactos se hacían presentes en su piel, el grito atorado en su garganta, lo llevaba contenido desde el momento en que la vio caer. No tenia caso, su rostro ya se humedecía por si solo con su llanto entre abrió los labios solo para dejar escapar un gemido tenue… aún no estaba lista.

La ira recorrió sus brazos terminando en sus puños dejando a sus nudillos casi se tornaban blancos de la presión que ejercía, quería golpear todo. Quería tener a ese chico de frente y partirle a golpes, dejarlo inconsciente y aventarlo en cualquier zanja cobrar la vida que él había quitado por la extraña estupidez que le predominaba, quería que ese tipo le devolviera a su amiga. Ella solo quería a su amiga de toda la vida.

Fue derrotada, el llanto era incontrolable cubría sus mejillas, su mentón y sus labios; de su nariz ya fluía el líquido sin control en tanto ardía su garganta pon un control que ya no tenia de sí misma. El dolor era demasiado, todo contenido que le sofocaba. Un abrazo fue su bálsamo.

Se aferró a su brazo, ni siquiera pensaba si lo humedecía o si lo manchaban sollozaba como años atrás y aun cuando el abrazo era cálido, el aroma era distinto no era su mejor amiga…su ángel personal; tal vez era su otra mejor amiga. Pero no podía ser Eunha no podía evitar notar las diferencias, sin embargo, se sintió tan protegida TAN desesperadamente protegida y salvada por ella que en un acto reflejo le mordió por encima de su suéter. Su rabia no podía ser para menos, sentirse completamente inútil de no haber hecho algo más; al igual que el resto de sus amigas, necesitaba ahogar sus gritos, sus malas palabras y malos deseos para quien se atrevió a hacerle daño.

Perdóname… --- fue lo único que escucho --- perdóname no logre ayudarte. – se sintió más débil, la pelinegra sabia cuán importante era Eunbi, en la vida de Hwang dejo de morder el hombro de la otra menor ¿era un pecado ser feliz? Es ¿acaso prohibido tener todo en la vida? Aunque sea por un tiempo.

¿Por qué le habían arrebatado a su confidente? A esa chica que le había hecho aceptar que estaba enamorada, la bajita le enseño tanto a pesar de no ser tan mayor a ella. Su unnie, finalmente

No pude, no…--- el sollozo no le permitía hablar con claridad --- ¿Por qué?, Umji… dime ¿Por qué?

El abrazo fue más fuerte… no escucho respuesta alguna, pero aun en el dialogo de una persona, ambas se sostenían.