Dime que los viejos recuerdos no han muerto escuchame ;) 2024 El otoño se hacía presente, con las hojas cafés de los árboles cayendo en una romántica danza con el viento frío que soplaba haciendo romolinos en el suelo levantando ligeramente las hojas secas que se encontraban ya en el suelo. Una chica de cabellera obscuro observa aquel tranquilo escenario, sintiendo por primera vez en dos años una tranquilidad en su ser. La tarea que realizaba era sencilla, ella enjuagada los trastes enjabonados dejándolos secar a un lado. Todo marchaba bien, cuando el reloj marcaba las 6 ok, su pareja no tardaba en llegar. Se encontraba acomodando el último plato en su lugar cuando sus pensamientos se vieron interrumpidos por el constante sonar del teléfono. Sin pensarlo un segundo la dama secó sus manos y contestó. - Si, bueno- la pelinegra habló - hola hola cariño, ¿cómo estas?- la voz al otro lado de la línea le respondió dejándola confundida - disculpa, ¿quién habla?- indagó la dueña de la casa  -¿Quién crees que soy?- la persona replicó con una voz profunda, logrando erizar los cabellos de quién estaba en casa. - para, ¿dime quién eres?- intentó obtener una respuesta pero al momento de escucharla se arrepintió de haber contestado el teléfono - tú sabes bien quién soy, casi escápaste de mi la última vez Soojin- aquella persona respondió con una voz sería que la dama de la casa aún recordaba y la cuál aún la acosaba en sus peores pesadillas. -oh no, no puedes ser tu!- Soojin ahogo un gritó sintiendo sus piernas flaquear al recordar todos los sucesos acontesidos un par de años atrás. - así es mi amor, soy yo - la voz al final de la línea dijo riendo al final . Las extremidad de Soojin dejaron de funcionar haciendo que el teléfono resbalars de sus manos mientras lágrimas rodaban por sus mejillas mientras quién se encontraba del otro lado del teléfono continuaba riendo de manera burlona. Su pareja llega no más de cinco minutos después de que la llamada finalizará, encontrando a Soojin en el piso con manos temblorosas y un llanto desconsolado. Ella preocupada se acerca a su novia rápidamente abrazándola. - Shu-Shu Shuhua- la pelinegra titubea un nombre abrazándose fuertemente a su novia. - ¿Que pasa amor?- la chica pregunta no entendiendo buen que pasa - Shuhua, ella, ella está viva- Soojin dice con voz quebrada y su novia queda petrificada cuando entiende la razón - ¿como, Soojin que pasó?- Miyeon le cuestiono, sosteniendo su rostro entre sus manos, limpiando sus lágrimas. - Ella llamó - y con esa confirmación en el aire Miyeon palidecio - pero, pensé estaba muertas, Soojin, yo, yo le dispare- la chica de cabellera rubia le recuerda a la pelinegra - lo sé, pero te juro que era su voz -  Después de eso ninguna se movió ni dijo una palabra simplemente se abrazaron, una sientiendo un miedo recorrer su cuerpo mientras otra pensaba en que hacer.   ------------------------------- 2015 Hace ocho años, allá por el mes de agosto, la vida de Soojin estaba por dar un cambió drástico, su vida hasta el momento había sido bastante buena, con padres amorosos, amigos confiables, buena educación donde sus calificaciones eran excelente, una vida romántica estable al lado de su novio de preparatoria, Soojin era conocida por ser tímida, amable y ayudar a la gente. Un día al salir de la escuela, Soojin vio como un grupo de chicos acosaban a una chica, la tenían acorralada contra la pared y mientras Soojin se abría caminó hasta ellos pudo escuchar palabras ofensivas sobre la apariencia hacia la pobre muchacha. Al llegar la pelinegra hasta ellos vio que la niña se encontraba llena de un líquido rojo desde su cabeza hasta sus pies al igual que su ropa estaba desajustada y había marcas de pintura. - ustedes, ¿tan inmaduros y poco hombres son que tienen que molestar una mujer para demostrar su hombría?- Soojin los reto firmando así el la apertura para una pelea que los niños aceptaron, poco sabían ellos que la chica que los enfrentaba era cinta negra en taekwondo por lo cual la bola de 5 muchachos encontraron el suelo al intentar acercarse a ella, junto con varios huesos fracturados. - ven, déjame ayudarte - Soojin habló ofreciendo su mano al cuerpo femenino que se encontraba hecho bolita ayudándole a pararse y recolectar los accesorios que los muchachos habían regado por el suelo, notando entre ellos hermosos lienzos que contenían paisajes y rostros. - Tienes un gran talento, tus pinturas son realmente bellas - Soojin confesó entregándole aquel libro de hojas blancas. - Gracias- fue todo lo que la aún asustada mujer dijo con un deje de timidez. -soy Soojin- la pelinegra se presentó - yo, yo soy Shuhua- la chica con acento extranjero se presentó también ajustando un poco sus gafas. - un gusto en conocerte- Soojin ofreció su mano con esa sonrisa tan cálida que la distinguía. Y su mano fue bien recibida con un ligero y tembloroso apretón. Después de presentarse Soojin insistió en acompañar a Shuhua hasta su casa, en primera para asegurarse que llegará con bien y en segunda, Shuhua con su timidez motivaba a Soojin a conocerla mejor tanto asi que en la despedida la mayor entre ellas le pidió su teléfono a quién había descubierto venía de Taiwan, ofreciéndole así ser amigas. Con el tiempo la damisela en peligro y su dama en brillante armadura se volvieron mejores amigas, hacían todo juntas y no había secretos entre ellas, habían formado un vínculo especial que iba más allá que el cariño por una amiga. Soojin cambiaba de amor cada año y las palabras de su amiga siempre la confortaban pero la última vez algo la hizo tener sentimientos encontrados pues las palabras que Shuhua había usado se quedaron como una pelota de ping-pong en su mente: " Nadie te trata tan bien como yo, tal vez deberías quedarte conmigo nada más"  Pero nada preparó a Soojin para lo que encontró un año después de aquellas palabras. La pelinegra había ido a la casa de Shuhua, pues habían quedado en quedarse en casa y tener una noche de chicas, al llegar la mamá de Shuhua invitó a Soojin dentro ofreciéndole esperara a su hija en su alcoba pues está había tenido que trabajar un turno extra en la cafetería a tres cuadras de su casa. Al entrar a la habitación, Soojin se entretuvo con su celular hablando con su actual novio Hui, tratando de matar el tiempo pero al cabo de la hora de aburrió y empezó a pasearse por el cuarto encontrándose en su caminó los dibujos de Shuhua. Cada cuaderno tenía un título y se basaba en una temática había uno que decía "estructuras" y ahí encontró los edificios históricos de la ciudad, otro decía "el mejor amigo del hombre" donde encontró personas en compañía de sus mascotas, los dibujos eran realmente impresionantes, Shuhua tenía un talento que Soojin adoraba, y así indagó en varios cuadernos quedando impresionada con cada uno de ellos hasta que un cuaderno con el título "amor" capturó su atención. Al inicio tenía un pensamiento que decía  "Desdé la primera vez que te vi, el mundo que conocía dejo de existir ahora eres tú quien me hace vivir"  Soojin se emocionó con la idea de que Shuhua estuviera enamorada pero al pasar de las páginas quedó atónita, pues en cada una de ellas lo único que veía era su imagen haciendo alguna actividad o algún rasgo de su persona, podían ser sus ojos, sus labios, su rostro, ella sonriendo, ella bailando pero lo que más la impresionó eran aquéllos dibujos que la mostraban a ella besando a Shuhua o tomadas de las manos. Si bien a Soojin también le iban las chicas nunca había pensado en Shuhua de esa manera, sin pensarlo pasaban mucho tiempo juntas y fuera tal vez la razón de que la taiwanesa se hubiera creado una fantasía. Al Shuhua entrar a su habitación encontró a Soojin con el cuaderno que más atesoraba entre sus manos. - que es esto Shuhua - Soojin le interroga parándose de la cama con una actitud seria, caminando hacia Shuhua quién en ese momento no sabía que decir. - hubiera deseado que no vieras eso - Shuhua dijo tímidamente desviando su mirada. - pues lo vi y me da gusto haberlo hecho ahora sé que esperar de ti- Soojin le entrego el cuaderno abriendo un poco la puerta. - solo para que quede claro, yo no te veo de esa manera así que espero no intentes nada conmigo- la pelinegra habló cerrando la puerta detrás de ella. Cómo era de esperarse después de aquel enfrentamiento su amistad fue colina abajo, Soojin dejo de hablarle y corto de tajo sus interacciones, su error fue contarle a Yuqi quién pronto esparció el rumor y Shuhua se vio afectada siendo acosada por sus compañeros quién le llamaban nombres como bollera e incluso la golpeaban, sus padres y sociedad la trataban de convencerla diciéndole que estaba mal sus sentimientos, que no era correcto ni normal su atracción por las niñas y sus padres siendo tan estrictos la enviaron a un psiquiátrico pensando en su bien, más no sabían la tortura por la cuál Shuhua pasaría. Soojin vio como Shuhua pasaba de ser la chica alegre a un ser humano monótono que solo vivía cada día en rutina, lejos estaban aquellos ojos brillantes o esa actitud entusiasta y solo quedaba aquel ser que solo respiraba y comía por qué tenía que hacerlo no por que disfrutará vivir. Y ahora Soojin reconocía que su actuar no había sido el mejor pero siendo jovén y con aquélla información sacaron lo peor de ella. Más arrepentirse lo ayudaba en nada. Y Soojin nunca se disculpa ni intentó remediar su error simplemente se mantuvo alejada esperando que Shuhua se recuperará. Años más tardé en la verano del 2021 cuándo Soojin se graduó de la universidad escuchó en la radio la muerte desafortunada de los Yeh, al parecer había sido un accidente automovilístico donde Shuhua había resultado herida también, Soojin quiso ir a ver cómo estaba pero decidió no hacerlo. En el 2022 unos meses antes de que Soojin comenzará su nuevo empleo cómo abogada, Soojin había decidido faltar a la reunión de la preparatoria no queriendo ver a Shuhua, si bien los años habían pasado Soojin no se había perdonado y como