Era la séptima primavera que Jinsoul presenciaba. Estaba en el lago con su abuela, esperando a Kim Sangwoo y, la persona que mas ansiaba Jinsoul.

Jinsoul solo puede ver a Jungeun y a Sangwoo tres meses, tres meses en los que ella disfruta demasiado de la compañía de Jungeun. Ella no era de muchas palabras, eso si era obvio, hasta Jinsoul llegaba a pensar que era muda o no sabía hablar bien. Pero sus dudas fueron respondidas cuando si abuela le dijo que solo era una chica tímida. Aunque la señora Choi solo se reprochaba a si misma por mentir de forma indirecta a su nieta.

– ¿Cuanto falta? – pregunta impaciente Jinsoul. Miraba a los costados en busca de alguna señal de ellos.

– falta poco, no te preocupes, son algo impuntuales... Pero cuentame, ¿que te parece Jungeun? – pregunta con curiosidad la señora Jiwoo. Jinsoul solo la mira extrañada, no sabía como tenía que pensar de una persona. 

Porque Jinsoul a visto mayormente a personas sin corazón.

– No lo sé, es bonita – termina respondiendo con inocencia.

– ¿Puedo mostrarle mi árbol a Jungeun? – esta vez pregunta Jinsoul. Jiwoo río un poco y empezó a negar.

– Te encariñaste con ese árbol ¿no?– vocifera Jiwoo enternecida. Jinsoul solo asiente con su cabeza.

– Es que, me gustaría verlo cuando el sol este aquí, ni en la noche, a veces me da miedo – confiesa esto último en un susurro. Jinsoul siempre quiso verse valiente y con mucho coraje en lo que hacía, mas no era así, tenía miedo de muchas cosas, y aunque no se daba cuenta, tenía miedo del mundo y sus habitantes.

– ¿Por que le tienes miedo? – pregunta tratando de sonar comprensiva. Jinsoul da un pequeño suspiro.

– Escuché muchas historias sobre criaturas en el bosque, creo que en la noche es donde mas salen – vuelve a susurrar las últimas palabras, como si alguien las estuviera escuchando.

Jiwoo da un suspiro tratando de saber como ayudar a su “pequeño” temor.

– No puedo decir que esas historias son falsas, no hay pruebas verdaderas de eso, pero tampoco hay falsas, solo queda en nuestra creencia que si creerlo o no – empieza relatando una de las frases que si madre repetía constantemente de niña.

– Tu crees en eso ¿no? – pregunta curiosa Jinsoul, prestando atención atentamente a todo lo que decía.

Jiwoo solo baja su mirada, solo creía en lo que hacía bien en su vida y en los que quiere.

– Es difícil de explicar, eres todavía una pequeña para entender – exclama rascando el cabello de su nieta, mientras la hace reír por este simple acto.

– Me haces recordar a la flor de loto – confiesa, con toda sinceridad posible. 

– ¿Que es la flor de loto? – pregunta sin entender del todo Jinsoul.

– Bueno, es una planta que se origina en los pantanos, lagos y otro mas. La flor es muy bella, e irradia paz y tranquilidad– explica severamente. 

– Pero... ¿Por que te recuerda a mi, abuela? – vuelve a preguntar mas detalladamente.

- Bueno, la la flor de loto florece en los bosques, y mayormente las personas piensan que este es un lugar oscuro, donde las personas no les gusta estar. Pero mira, aquí estamos... –

– Tu espíritu me hace recordar esa hermosa flor, muy en el fondo sabrás lo que está sucediendo y verás cosas que no te gustarán, pero a todas las personas les pasa lo mismo – confiesa mientras ve la cara de confusión de su nieta.

Tal vez Jinsoul no entendía pero Jiwoo no podía solamente decir: “eres una buena alma en un mundo desastroso”.

Los pasos de dos personas hicieron que si conversación se detuviera. Jinsoul, olvidándose completamente de la conversación de su abuela, se levanta y mira rápidamente a Jungeun. Con una sonrisa dibujada en sus labios, va hasta ella en paso apresurado.

Jungeun miraba casi todo extrañada, pero al ver la mirada de su amiga no evita ruborizarse sin razón.

 Ella para en seco al sentir los brazos rodeados de la contraria en su cuerpo. No sabía como sentirse, solo se quedo helada al no saber como reaccionar, solo recibía ese tipo de contactos a lo que ella llamaba padre. Pero estos no eran tan directos.

Jinsoul se aleja y ve el ligero son