— ¿Qué haremos ahora?

— A que te refieres.

— Perdimos a Beast—gritó—. Además, ese niño ahora tiene protección y no es cualquier guardaespaldas de segunda.

Ryu Kitagawa estaba sentado despreocupadamente, escuchando como uno de sus socios despotricaba sobre el hecho de que sus planes se fueron por la borda. Beast era un sicario bastante bueno, fue una pena que haya acabado así.

—Tenemos a otras personas que pueden hacer el trabajo sucio, Dongyul.

—Pero Beast era el mejor Ryu, era eficaz — dijo con desespero Dongyul—. No tenemos a nadie así para que compita con ella.

—Tienes razón perdimos a alguien de valor —Ryu caminaba alrededor—, pero eso no significa que estamos acabados amigo mío.

Ryu fue y se sirvió un vaso de whisky con hielo y se lo tomo de un trago. Con fuerza azoto el vaso en su escritorio.

—Aún tenemos a alguien.

Estelle golpeaba la bolsa que le presto Jungkook, tenía que quitar a frustración con algo. Lanzaba cualquier tipo de golpes a la bolsa. Gacho izquierdo, jab, swing, patadas, la fuerza con la que golpeaba le dejo un poco sorprendido a Jungkook. Nunca vio a una chica con semejante fuerza y no solo era fuerza también tenía una agilidad combinada con rapidez que resultaba ser letal.

—¿Normalmente hacían esto en esos lugares? —Preguntó Jungkook.

Estelle adivino que él estaba hablando sobre el lugar donde la reclutaron.

—Nos enseñaron de todo, muay thai, judo, boxeo —tomo una pausa para dar dos patadas más—. Artes marciales en general, controlar nuestros poderes.

—Pero eran lugares horribles —termino diciendo Jungkook.

— Eran un infierno, me alegro de que todo haya terminado, todos los que fueron allí sufrieron mucho.

—Pero si lo odiaban tanto ¿Por qué no hicieron algo? —señaló— Ustedes eran más fuertes que ellos.

—Ellos tenían ventaja sobre nosotros —añadió Estelle—, Nos recogían a la primera manifestación de nuestros poderes, nadie tenía control total sobre ellos de igual forma nuestra familia eran sus rehenes.

Jungkook se quedó silencioso por unos breves segundos, reflexionando.

—Lo siento.

—No te preocupes, al final todos lo superamos.

Cuando terminó le agradeció a Jungkook por su generosidad y se fue a dar una ducha. Quería evitar pensar sobre esos oscuros días que vivió a pesar de todo no lograba sacar esos recuerdos de su cabeza. Al salir de la ducha se dirigió a su habitación, se cambió la ropa. Consideró escuchar música, tomando su reproductor de música busco en el internet algo que la calmara.

Los chicos tenían día libre ese día por ende todos estaban en casa, medito sobre qué clase de música escucharía y pensó en las siete personas ruidosas que tenía que cuidar. Desde su primer día deseaba escuchar más canciones de ellos, son tan famosos que ella no sabía la razón por la cual no los había escuchado antes.

Dio un pequeño toque al botón de reproducción y cerro sus ojos. La música empezó, no tenía ni idea si la canción era reciente o si era parte de uno de sus primeros álbumes. No dio muchas vueltas a ello y solo disfruto.

"Un día
Escribí una larga, larga carta a la luna
No sería más brillante que tu
Pero encendí una pequeña vela

En un polvoriento parque
Un pájaro sin nombre canta
¿Dónde estás?
Oh tu
¿Por qué estás llorando?
Tú y yo somos los únicos aquí
Tú y yo
Oh tu

Siguiendo dentro de la profunda noche
El sonido de tu canto
Trae la roja mañana
Un paso y otro paso
El amanecer pasa
Y cuando esa luna se queda dormida
La sombra azul que se quedó conmigo
Desaparece

Incluso hoy, vivo moderadamente
Camino en el lugar, con un desgaste moderado
El sol me sofoca
Y el mundo me desnuda
No puedo evitarlo, no hay otra manera
Me recojo a mi mismo, quien está hecho añicos bajo la luz de la luna
Yo te llamo hijo de luna
Somos hijos de la luna
Respiro el aire frío de la noche
Si, estamos viviendo y muriendo
Al mismo tiempo
Pero puedes abrir tus ojos por ahora
Al igual que cualquier película, como la línea
El mundo entero es azul dentro de la luz de la luna

En un polvoriento parque
Un pájaro sin nombre canta
¿Dónde estás?
Oh tu
¿Por qué estás llorando?
Tú y yo somos los únicos aquí
Tú y yo
Oh tu

Siguiendo dentro de la profunda noche
El sonido de tu canto
Trae la roja mañana
Un paso y otro paso
El amanecer pasa
Y cuando esa luna se queda dormida
La sombra azul que se quedó conmigo
Desaparece

Siguiendo dentro de la profunda noche
El sonido de tu canto
Trae la roja mañana
Un paso y otro paso
El amanecer pasa
Y cuando esa luna se queda dormida
La sombra azul que se quedó conmigo
Desaparece

El amanecer pasa
Y cuando esa luna se queda dormida
La sombra azul que se quedó conmigo."

La voz era preciosa, modulada, grave. Todo eso la hizo dormirse, se sentía como si esa persona le estuviera cantando una canción de cuna.

Despertó abruptamente con golpecitos en su puerta,siendo cuidadosos no obstante ella se sobresaltó casi cayéndose de la cama. La música aun sonaba por sus audífonos con otra melodía más movida. Se levantó de la cama a abrir la puerta a quien sea que esté detrás de ella.

—Hora de cenar Estelle —Taehyung informó—, Jin hizo bulgogi.

Ella le siguió a la cocina, se dio cuenta que fue muy irresponsable de su parte quedarse dormida, pero el mejor descanso que tuvo en mucho tiempo.

—Esperemos que te guste el bulgogi.

Bulgogi es carne de ternera, cortada en tiras, marinada en salsa soja, azúcar, aceite y ajo. Obviamente para Estelle sonaba delicioso en esta semana Jin y sus dones para la cocina no la defraudaron. Expectantes todos la observaban, esperando su juicio. Estelle no pudo evitar soltar un gemido de lo rico que estaba.

— ¡Delicioso Jin!

Estelle casi nunca sonreía, pero la comida de Jin le hacía recuerdo a la cocina de su madre, el amor que le ponía a cada platillo, Jin era igual, le ponía amor a cada cosa que hacía, su felicidad se notaba cuando todos los que se sentaban en la mesa disfrutaban de su comida.

Cuando era ya hora de dormir todos le desearon las buenas noches a Estelle, ella les contestaba lo mismo. Lo siguiente que ella hacía era tirarse en la cama y esperar a quedarse dormida, preparaba las alarmas de emergencia antes para cualquier percance.

Ella bostezo, acomodándose en la cama y subiendo hasta su cuello el cobertor de cama. En el instante que todo estaba silencioso, tranquilo sucedió lo peor que podía pasar, una llamada de sus superiores. Gruño y pateó sus sabanas después se levantó de mala gana para contestar.

— Agente Estelar reportándose, numero 2666.

— ¡Estelle! Querida te extrañamos aquí.

Ella rodo los ojos, había dos hombres que reían nerviosos en el holograma. Eran sus jefes, sus superiores, Matt MacIntyre activista por los derechos de los súper, como cualquier persona con poder él era un millonario. Fue el que financio las campañas por todo Estados Unidos después de saber que su hijo manifestó sus poderes. Sam Stone era su otro superior, uno de los agentes más fuertes de seguridad nacional, su poder era un control excepcional de la telequinesis, con su mente podía levantar toneladas de peso.

Ambos Sam y Matt eran buenos amigos, se conocían desde que eran adolescentes resulta que ahora trabajaban juntos. Ella se llevaba bien con ellos, eran agradables y ellos confiaban mucho en ella, en cada misión de alto riesgo Estelle estaba allí.

—¿Cómo le va a su hijo, señor? — preguntó Estelle.

—Ya va a salir de la preparatoria, esta emocionado de entrar a la universidad — contestó Matt.

Charlaron de sus familias ambos hombres durante unos minutos, Estelle solo escuchaba.

—Bueno a lo que teníamos que hablar desde un principio.

Sam y Matt hablaron sobre el problema de los secuestros, algo no andaba bien, eso era evidente secuestros de gente con poderes, había una teoría, pero realmente no querían que eso sucediera. Todos los que nacieron con dones solo tienen uno, no más. Estaban en el año 6076 había una posibilidad de que se haya descubierto una forma de darle a un humano más de un poder, en realidad justo antes de que todas las academias fueran reformadas había experimentos sobre ello aun así era muy peligroso el cuerpo no soportaría tanta energía dentro. Después de las reformas todo experimento fue cancelado.

Después de hablar sobre ese tema delicado ambos amigos se pusieron a discutir sobre que pedirían para comer, eso ya no era asunto de Estelle entonces para no parecer maleducada se despidió, aunque ellos la ignoraran y colgó.

Salió de su habitación temporal para ir a la cocina a beber algo refrescante. Necesitaba enfriar su mente para no perder la calma, necesitaba escuchar esa canción para relajarse. Sintió sus parpados caer al escuchar nuevamente esa voz, la voz profunda de Kim Taehyung.

Antes de quedarse profundamente dormida sintió un toque delicado alrededor de ella después de eso solo se rindió y decidió dormir sin preocupaciones.

Pero una explosión en la madrugada sobresaltó a todos, la alarma en segundos estaba sonando estrepitosamente. Los escudos se activaron y los drones armados disparaban a quien estaba afuera.

Todos los que estaban en ese apartamento salieron disparados a la sala, veían como el campo de fuerza solo los protegía, se podía ver desde la pared que se rompió algo intentaba entrar. Despertaron de su letargo cuando vieron a Estelar salir de su cuarto totalmente equipada. Tenía dos armas de gran tamaño en sus manos, también ahora estaban añadidos a su piel los extraños tatuajes en su piel.

—¡Rápido salgan de aquí! —llamó a los siete chicos que estaban en shock y no se movían.

Después de escuchar la voz enojada de ese pacifico ser que vivía temporalmente con ellos, salieron corriendo del departamento. Ya sabían con exactitud que un helicóptero los estaría esperando en la parte más alta del edificio donde vivían. Solo era subir veinte pisos, para nada difícil lo que no se esperaban era el sonido de otra explosión que dejo a todo el edificio sin luz, por ende, no había elevador.

No se molestaron en pensar que cada uno tenía pijamas cada vez más vergonzosas, era escapar de una muerte segura y que Taehyung este a salvo. Subían con rapidez las escaleras cada vez acercándose más al último piso, tropezaban al subir, pero no les importaba el dolor. Cinco pisos antes de llegar sintieron como el edificio tembló y cayeron, se vieron cada uno a los ojos, conectando sus miradas, dándose ánimos de que todo estaría bien.

Entre todos se levantaron para seguir subiendo las gradas, apoyándose cada uno, estando juntos lograron subir las escaleras, aunque sus piernas temblaran. Como lo prometió su ahora amiga el helicóptero estaba listo, las aspas moviéndose a toda velocidad. Solo debían subir, el helicóptero ya estaba programado para dirigirse a un lugar seguro. Se dirigían al helicóptero, corriendo para alcanzarlo hasta que una explosión cerca de ellos movió todo nuevamente, de repente vieron como todo alrededor de ellos se volvía azul, dirigieron su mirada encima de ellos, Estelar estaba encima de ellos ahora con un arma diferente en su espalda, parada sobre el campo de fuerza.

Una explosión ilumino todo y vieron como Estelar saltaba ágilmente esquivando los golpes del que tenían que escapar. Estelar también devolvía los golpes, tenía una defensa excelente así que el hombre no tuvo mucha oportunidad, ella lo dejó herido al disparar cuando él se estaba recuperando de los golpes que ella le dio.

Eso les dio el tiempo suficiente se subir al helicóptero, solo faltaba Estelar antes de subir al helicóptero nuevamente ocurrió otra explosión, se dio media vuelta dejando que los chicos se vayan.

—¡Estelar! —gritó Taehyung.

Quiso saltar del helicóptero después de que Estelar los dejara ir solos, pero no pudo mover ni un músculo, tenía que confiar en ella. Estelar era fuerte.

Todos llegaron a su destino, asustados sin poder mover ni un dedo, los agentes que los recibieron les ayudaron a bajar del helicóptero, dos hombres demasiado grandes y sus uniformes se pegaban a sus cuerpos como una segunda piel. Fueron escoltado por ellos a un salón con una mesa gigante al centro y sillas alrededor. No se dieron cuenta de que estaban sucios y sus pijamas algo dañadas, pero nada de eso importaba, estaban preocupados por Estelar tratando de pensar que ella era lo suficientemente fuerte para mantener a ese matón a raya.

Nuevamente alguien entro al salón, una señora con ropa elegante y un peinado perfecto. Solo Taehyung la reconoció, no olvidaría esa mirada misteriosa y sonrisa dulce. Lee Byul directora de seguridad nacional, una mujer desconocida para varios porque a ella no le gustaba mostrarse al público.

—Gracias a dios están todos aquí — Lee Byul dijo con un suspiro.

—Estelar ¿Ella estará bien? ¿Verdad? — preguntó Taehyung.

—Disculpe ¿Quién es usted? —preguntó Jungkook

— Obviamente es la que manda aquí.

— Yo pienso lo mismo, usa un traje bonito.

Lee Byul podía respirar, no les paso nada, casi ni un rasguño, pensó para sí misma que la agente Estelar realmente era eficiente.

— La agente Estelar no está sola, antes de que ustedes llegaran uno de los más fuertes agentes que tenemos fue con ella— Byul al final les dedico una sonrisa que ella esperaba que los tranquilizara.

—¿Podemos confiar en usted?

—Por supuesto, yo soy la persona que vela de la seguridad de este país.

—¿Qué haremos ahora?

—No se preocupen, esto se va a resolver...

Paso media hora, cada uno de los chicos estaba con un vaso de chocolate caliente entre sus manos, esperando alguna noticia de la chica que los protegía. El ambiente estaba silencioso, nadie quería decir nada, estaban demasiado conmocionados, claramente cada uno con sus pensamientos.

Jungkook no podía borrar de su mente el miedo que sentía cada vez que temblaba el edificio, como si fuera un terremoto haciéndolo caer. Namjoon no dejaba de pensar en los demás, como sus miradas de miedo se reflejaban en sus ojos, como no podía hacer nada para asegurarles que estarían juntos en esto. Jimin no dejaba de maldecir a sus piernas que temblaban como fideos, como no pudo controlar sus emociones y termino llorando, enojado por ser débil. Yoongi como siempre tenía una expresión neutral, pero estaba tan asustado que casi moja los pantalones. Seokjin estaba enojado con las personas que decidieron perturbar la paz de sus amigos y por hacerle las cosas más difíciles a Estelar. Hoseok perdió el brillo en sus ojos pensando en lo peor que podría suceder.

Taehyugn estaba sin habla, no había nada en su mente, no había nada en su mirada. Se sentía inútil, una carga por tener esos poderes que tanto odiaba. Si tan solo fuera normal como sus amigos, sin secretos ni nada que ocultarle al mundo.

Les llevaron a una habitación llena de camas, acomodaron una oficina para que todos juntos duerman y les dieron ropa para dormir, aunque solo faltaban dos horas para que amanezca. Pero para ser sinceros ellos, lo último que necesitaban o querían era dormir. De todas maneras, cedieron a Morfeo rezando para no tener pesadillas y que al despertar Estelar este con ellos en su silencio característico, degustando la comida de Jin y sonriendo mientras lo hacía.

—Sí que eres fuerte.

Estelar estaba herida, el hombre de las explosiones era bastante escurridizo. Ahora que los chicos estaban a salvo Estelar debía analizar la situación, mantener a quien quiera que sea él en este lugar.

—Niña inmunda, hiciste que pierda a mi presa.

Su tobillo estaba lastimado para Estelar esto no era para nada bueno.

Debia actuar con cautela cuando su enemigo era prácticamente violento, su escondite sería descubierto prontamente.

Uso sus poderes para crear un arma muy diferente a las que ella usa. Estelar estaba acostumbrada a armas pesadas, pero ahora con su tobillo lastimado necesitaba algo más ligero para moverse fácilmente.

Como pudo se aguantó el dolor y salió de su escondite para arremeter contra su enemigo. No iba a ser fácil pero tampoco era imposible vencerlo. Estelar tenía varios años de entrenamiento y su enemigo era un tosco matón con un fuerte don.

Dio un salto y disparo, como ella lo planeó su enemigo reaccionó lento y no pudo defenderse. El trastabilló, saliendo un grito de dolor de su garganta. Estelar volvió a disparar, el hombre se cubría los oídos y gritaba de dolor.

Estelar sintió como su tobillo empeoraba cada vez más, al aterrizar después de su segundo disparo sintió otro dolor insoportable en esa zona, dejándola inmóvil. El hombre enfurecido le tomo por su brazo izquierdo y la estampo contra el piso. Estelar sintió como sus huesos se rompían quedando ahora inmóvil en el piso.

—Parece que no eres tan fuerte como todos dicen.

El hombre hizo explotar su arma, esta quedo hecha pedazos después. Estelar estaba desesperada, sus músculos dolían y no pensaba con claridad. Perdió la calma completamente, el hombre le dio una patada en su estómago y Estelar escupió sangre.

—Ahora dime donde fueron, si no respondes me daré el gusto de matarte aquí.

Estelar respondió con una risa cosa que no le gustó a su atacante que volvió a darle otra patada en su estómago.

—No estoy mintiendo —amenazó—, no me hagas golpear tu lindo rostro.

Aun con todo el dolor que sentía Estelar le respondió de la misma manera y nuevamente encolerizado el hombre arremetió contra ella tomándola por su tobillo lastimado y golpeándola contra el piso varias veces, agrietando el concreto en el que estaban parados.

Si bien ella tenía una especie de armadura que la protegía de golpes con gran impacto, esto no significaba que ella quedaba intacta y sin ningún rasguño. Ahora después de esos golpes su cabeza sangraba y podría asegurar que su tobillo estaba roto.

Se le acabaron las ideas, nunca pensó que llegaría a ese punto sin retorno donde ya no tendría sentido pelear. Esta fue su primera derrota y podría ser la última. Espero su destino con los ojos cerrados, pensó en su familia, en sus superiores, en los siete chicos que debía proteger y pensó también en Taehyung.

Antes de que todo terminará para ella deseo con todo su corazón que todo esto termine y que Taehyung pueda vivir una vida normal, era su deseo, su anhelo, Taehyung era especial para ella

Fue levantada una vez más, pero esa vez no sintió dolor en todo su cuerpo. Se atrevió a abrir sus ojos nuevamente, y vio a un lado, desparramado sobre el concreto al hombre que llevaba más de diez minutos agrediéndola.

—Pero qué demonios —se preguntó.

Con todo su esfuerzo trato de levantarse, su vista estaba borrosa, pero vio aun en sus últimos segundos de conciencia como una persona iniciaba el combate con su agresor. Lo siguiente que vio fue oscuridad.