Making of: grabación

Je m'apelle Heejin

No era la primera vez que Heejin se ponía en frente de un reflector en lo que adornaban su cara. Después de todo, ya había pasado la primera sesión de fotos para los teasers de la primera "Chica del mes". Traducido del coreano al español ese era el nombre que tendría su grupo, aunque se llamaría "LOONA" a nivel internacional. Mientras pensaba en todo aquello (la difusión global, el quienes serían las demás chicas, cómo era que toda su preparación la había llevado hasta estar parada allí, en París...), seguía las instrucciones de varias personas a la misma vez: el director encargado de la filmación, dándole específicas instrucciones de cómo seguir el guión (no era solo mirar a la cámara y sonreír mientras se hace playback al ritmo de la canción, como muchos podrían llegar a pensar); el equipo de maquillaje, buscando producir por completo su rostro y que no se notase imperfección alguna en este; sus vestuaristas, encargados de producir las prendas para que ella vidriera a lo largo de la filmación. No debía de sorprenderse, pensó ella al ver el enorme despliegue de prendas que vestiría durante aquellos días. Sin embargo, imposible fue para ella no recordar aquellos días en los que veía a otras artistas en videos y promociones musicales en la sala de estar de su casa; ahora ella sería una de esas "princesas". Pero... ¿Realmente estaría a la altura? Esa era la gran interrogante: no era ningún misterio de que todos los meses debutaban numerosos artistas, y todos los días nacían nuevas empresas, buscando prenderse al boom internacional de la música coreana... Ya era difícil ser exitoso para un grupo masculino, y en una sociedad en donde la mujer era devaluada y tenida en menos, para un grupo femenino aquello era más difícil aún

Quizá lo más difícil para Heejin fuera el hecho de que tenía restringido el acceso a su teléfono celular. Y ahí en Francia, donde no tenía la oportunidad de hablar diariamente con sus mejores amigas, era donde más se notaba la falta de una adecuada contención y comprensión. Sus maquilladoras eran sus confidentes, los estilistas sus diarios íntimos, y el director del set era su padre, su mentor, su maestro y su mejor amigo. Claro que todos estos roles eran retóricos; ellos tenían un trabajo y ella también. Lo más cercano que podía llegar a tener a una compañera en aquel país europeo eran sus "backdancers", chicas de respaldo que la acompañaban en su coreografía y le hacían sentir no tan sola frente a la cámara... Pero en el fondo, Heejin siempre supo que estaría sola. Nadie se fijaría en las bailarinas que cometieron un error, o si la decoración no era acorde; todo sería culpa de ella. Tenía una clara idea de cómo los idols, indistinto del género, eran atacados si los videos eran de mala calidad... ¿Cuantas veces sus amigas habían criticado a la artista mal maquillada cuando se juntaban a hacer "streaming" de sus videos preferidos? La presión contenida adentro de ella era increíble.

—Heejin-ah... Oye, Heejin-ah... ¡Heejin!— aquellas palabras trajeron a la adolescente a la realidad, a aquel set de filmación, en donde las maquilladoras estaban terminando de ultimar detalles para culminar con el trabajo. Era increíble, pensaba la originaria de Seongnam, el como la luz de un simple foco podía llegar a arder tanto al colocarse en frente, haciendo absolutamente nada y dejando que otros hicieran el trabajo por ella. Pero ahora su atención no estaba puesta en el reflejo del espejo frente a ella, sino en la persona que la había traído de nuevo al aquí y ahora, a los momentos previos a empezar la filmación.

—Lo siento, tenía la cabeza en otras cosas.— confesó la joven, mientas que dedicaba al director una amena sonrisa ¿Cuantas cosas una podía esconder detrás de un gesto facial? ¿Era demasiado evidente que estaba mintiendo? Sea como sea, el encargado de la filmación negó con la cabeza e hizo un pequeño gesto con la mano, restando importancia al asunto; quería que Heejin estuviera con la mente presente en el video que estaban por empezar a grabar. Las tribulaciones, los problemas que podía acarrear consigo podían resolverse luego.

—¿Estuviste leyendo el guión?

—Si, numerosas veces.— Le aseguró la artista por debutar, después de todo vivía con una copia del mismo siempre a la mano; no tenía que hacer más que actuar y hacer "lip sync", pero eso no quitaba que quisiera seguir las instrucciones del mismo a la perfección. Conforme con aquella respuesta cargada de seguridad, el director posó su mano derecha sobre el hombro de ella, como si quisiera inyectarle algo de confianza mediante aquel contacto tan íntimo... pero eso no era demasiada ayuda para Heejin ¿Esto era lo que pasaba por la cabeza de tantos artistas previos a ella? Además, antes no estaba tan "globalizado" el Kpop... con suerte los videos salían de Asia antes, pero ahora países europeos y americanos tenían acceso a los videoclips. Y con eso, se acercaban los contingentes de antifans y haters internacionales ¿Tendría ella haters cuando debutase?

—...¿Escuchaste, Heejin-ah?

—¿Disculpe? No, no le escuché, lo siento...— Se disculpó la joven, mientras el director soltó un irritado suspiro y negaba con la cabeza, ya superado por la situación.

—Tienes cinco minutos, Heejin.— Sentenció antes que la presión de trabajar con una adolescente lo terminase de dejar sin paciencia alguna para lidiar con cosas como esta.Y así quedó la joven, totalmente sola cuando cuando las maquillistas abandonaron el camarín, libre para poder vestirse con el primero de los numerosos vestuarios que tendría que usar durante aquellos días. Mientras se iba poniendo la ropa, no pudo evitar caer en la cuenta de la suavidad de su piel, en lo preciosa que se veía en su reflejo... y por primera vez, estando completamente sola, sonrió al fin con sinceridad. Estaba cumpliendo un sueño, algo que no muchas mujeres tendrían la oportunidad de cumplir como ella lo estaba logrando. Si, tenía numerosos sacrificios aquel sueño, pero realmente valía la pena el luchar por cumplirlo.

Salió de su camerino y se dirigió al set de grabación, ya no siendo la joven Jeon Heejin que se había unido a la compañía "Blockberry Creative", tímida y con miedo al fracaso. Ahora era Heejin, la primera de doce chicas reveladas para un nuevo proyecto musical. La primera integrante de LOONA. Y su nueva vida empezó con una sola palabra.

—¡Acción!

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
No comments yet