All this time... it was you

All this time... it was you

Jimin solía observarle desde lejos, siempre había considerado que Kim Taehyung era una persona curiosa. Quien a pesar de ser alto, con la piel un poco bronceada y con un tono de voz atractivamente grave, su uniforme siempre en orden,  siendo siempre el favorito de los maestros no sólo por ser el portador de la sonrisa más encantadora y sincera que Jimin había visto sino también porque sus calificaciones eran siempre las mejores. Sin embargo así como Jimin consideraba que Taehyung era la clase de persona que merecía ser apreciado, consentirle de cualquier manera posible también habían otros que lo veían como un blanco fácil para hacerle bromas que la mayoría de las veces no eran inocentes.

 

Comenzó con algunos compañeros lanzándole bolas de papel en clase pero incluso con ello Jimin podía ver como esas cosas le afectaban, en especial cuando se dio cuenta que esos papeles iban dirigidos con insultos hacia su pequeño ángel.

 

Tampoco ayudaba a que debido a la personalidad callada y tímida de Taehyung solían burlarse de su forma de hablar, lo cual irritaba a Jimin hasta lo más profundo de su ser, es decir, ¡¿Quién en su sano juicio podía hacer eso?! No era culpa del menor ser tartamudo, le disgustaba ver cómo otros se aprovechaban de su condición o como le acorralaban empeorando su situación. Es por ello que Jimin tomó cartas en el asunto.

 

Sabía que no era buena idea dado el hecho que debido a sus pobres calificaciones sus maestros siempre lo tenían fichado, o que a menudo se metía en problemas, pero cuando recordaba sus razones hacía que todo valiera la pena. Es por ello que al terminar la jornada de clases se acercó al grupo de niños que sabía que habían arrojado los apuntes de Taehyun por la ventana y...bueno, bastaba decir que se sentía orgulloso de haber terminado sólo con un labio roto.

 

Había intentado acercarse a Taehyung en repetidas ocasiones pero el menor siempre se la pasaba huyendo de los demás. Aun así Jimin no se daba por vencido. Una de las cosas que le fascinaba era ver cómo el menor se ruborizaba cada vez que recibía cumplidos y más aún cuando se daba la oportunidad de sonreír formando un rectángulo perfecto con su sonrisa.

 

Es por ello que a la mañana siguiente cuando veía que el menor iba unos pasos delante de él antes de entrar a la escuela, se apresuró hasta estar a su lado y pasó su brazo alrededor de los hombros de Taehyung, haciendo que éste se sobresaltara y se tensara por unos segundos hasta notar que se trataba de Jimin.

 

-Buenos días mi pequeño rayo de sol.- Incluyendo una enorme sonrisa en el rostro de Jimin, el joven se sentía contento al ver como el menor se ponía nervioso.

 

-B-Buenos días.- El primer impulso de Taehyung era zafarse del abrazo de Jimin tomando en cuenta que la mayor parte de las veces el exceso de contacto físico con las personas le hacía sentir incómodo, pero por alguna razón en esta ocasión se sentía diferente. No estaba seguro si era porque el brazo de Jimin no se sentía opresor o rígido sino que al contrario era un toque delicado como si temiera lastimarlo o el hecho de ver el golpe que Jimin tenía en su rostro.

 

Estaba seguro que el día de ayer el mayor portaba un rostro libre de imperfecciones -como siempre-  pero esta mañana podía notar un ligero color púrpura sobre su mejilla y un labio roto. Taehyung no era tonto, podía ser callado y tímido pero no era tonto y en realidad era muy observador y además había escuchado cosas. Estudiantes que decían haber visto a Jimin pelear fuera de las horas de clases y “casualmente”  solían ser las personas que le molestaban a menudo. Él lo sabía, sabía que Jimin se estaba metiendo en problemas a causa suya y se sentía culpable.

 

- ¿… Taehyungnie?-  No se había percatado que el mayor le había hecho una pregunta y ahora solo podía ver el rostro expectante del otro...Tal vez, sólo tal vez el hecho que la distancia entre ellos fuera muy reducida le dificultaba pensar con claridad.

 

-¿..Di-dijiste algo?-

 

-Preguntaba… ¿Qué cómo era posible que esta mañana te vieras más atractivo de lo normal?- Jimin soltó una dulce risa, le encantaba ver el rostro de Tae ligeramente nervioso cuando él era la causa, decidió soltarle y caminar a su lado el resto del camino sabiendo que podía incomodar al menor. -No te preocupes no debes de responder, tal vez no eres consciente de ello pero, eres condenadamente atractivo Kim Taehyung, no dejes que nadie te diga lo contrario ¿entiendes?.- Mientras decía esto último se limitó a apretar una de las mejillas del menor, era algo que moría por hacer desde hace semanas y pensó que era tiempo de armarse de valor.

 


La mayor parte de sus días eran como una rutina, cualquiera podría esperar que Jimin siendo el caballero de brillante armadura dándole su merecido a los que se atrevían a molestar a Taehyung se frenaria antes de actuar y que consideraran sus acciones antes de entrometerse con él pero… parecía todo lo contrario.

 

Incluso con el paso de los días la situación no cambiaba, Taehyung sentía su corazón pesado cada vez que sus ojos pasaban por Jimin en el salón de clases, algunas veces con su cabeza recostada sobre la mesa cansado, portando diferentes golpes, incluso por su postura al caminar o por algunas de las exclamaciones que hacía cuando se le acercaba para saludarle pero estaba seguro que debajo de sus ropas se encontraban más moratones por su cuerpo. Quiso ser más autosuficiente, poder cuidarse por sí mismo pero… cada vez que intentaba afrontar a sus compañeros estos no lo tomaban en serio, lo cual le frustraba más empeorando su tartamudeo.

 

Las cosas sólo parecían empeorar cuando Taehyung veía como Jimin aparecía cada vez con más golpes. En una ocasión llegó con una mascarilla cubriendo su rostro haciéndole creer a todos que estaba enfermo. Se había pasado el resto de la mañana adormitado hasta que la maestra le llamó la atención pidiéndole que si se encontraba enfermo que pasara a la enfermería a descansar un rato. El menor sabía que esa mascarilla no se debía a que se encontraba resfriado sino que cumplía la función de ocultar algo. Cuando la jornada de clases terminó Taehyung se dirigió a la enfermería con un paso apresurado, Jimin no había regresado en el transcurso de la mañana así que asumió que siguió el Consejo de la maestra y se quedó descansando.

 

Sus sospechas fueron confirmadas cuando encontró al mayor recostado sobre una de las camas de la enfermería, se había quitado la mascarilla para dormir y el corazón de Taehyung dio un vuelco. El mayor seguramente se había enfrascado en otra pelea el día anterior,  y las puntadas en su rostro lo demostraban, no podía perdonarse si se enteraba que Jimin ahora adjuntaba una nariz rota a su historial de heridas.

 

No quiso interrumpir el sueño del mayor por lo que se acercó a una silla que se encontraba al lado de la cama lo más silenciosamente posible. Tal vez hasta ese momento pudo pensar con profundidad viendo a Jimin tan de cerca y sin tener que sentirse nervioso porque éste le devolvía la mirada pero, Jimin era realmente atractivo. Podía  ver como las niñas se giraban para verle cuando caminaba por los pasillos, estaba seguro que había recibido confesiones de sus compañeras además que su personalidad solía atraer a varios amigos, hacían que a menudo se preguntara ¿Por qué se interesaba tanto en Taehyung? Es decir, él era todo lo contrario y consideraba que no tenía nada de atractivo para el otro sin embargo Jimin continuaba acercándose a él para preguntarle sobre su día, para sentarse con él en los almuerzos, para preocuparse por el con el trato que a veces  recibía de los demás. Mientras que él sólo se sentía culpable por que parecía que Jimin resultaba más dañado que él mismo.

 

No se percató en el momento en que su cuerpo se movió por sí solo y se encontró pasando su mano por el cabello del mayor. Siempre había pensado que había sido valiente de su parte el haber desafiado las autoridades y el reglamento  de la escuela al teñirse el cabello de un color platinado, así como también el haber perforado sus orejas. Aún podía recordar el día en que la directora personalmente le llamó la atención y le escoltó a su oficina. Todos sabían que Park Jimin sería castigado y le harían cambiar su estilo de nuevo pero sorprendió a todos -tal vez incluso a los maestros- al desobedecer las autoridades y mantener su tinte y sus aretes.

 

Jimin siempre había sido muy bueno en los deportes, tal vez su rendimiento académico no era el mejor y necesitaba un poco de ayuda pero sabía que el mayor podía dominar con facilidad cualquier tipo de deporte, en especial el fútbol. Taehyung consideraba que tal vez por eso aún los maestros le tenían un poco de consideracion decir, el menor le había visto en algunas de las prácticas y debía admitir que Jimin sabía lo que hacía, incluso había logrado llevar al equipo de la escuela a muchas competencias regresando siempre con trofeos y victorias.

 

-¿Por fin te enamoraste de mí?- El menor se sobresaltó al escuchar esa voz adormitada, había estado tan absorto en sus pensamientos que no se había percatado del momento en que Jimin se había despertado y le observaba con detenimiento. Cuando Taehyung intentaba responderle pero su cerebro no parecía colaborar al formular algo coherente se dio por vencido y se limitó a negar con la cabeza perdiéndose la triste sonrisa en el rostro del mayor.

 

-¿La profesora te envió por mí?- El menor negó nuevamente con su cabeza mientras Jimin se incorporaba sobre la cama. Al ver que Taehyung se mantenía con la mirada en el suelo el mayor se inclinó para poder verle a los ojos. -¿Entonces estabas preocupado por mí?- el ver como el menor se sonrojaba fue suficiente para él y se limitó a reír un poco. 

 

-L-lo si-siento.-

 

-¿Qué dijiste?-

 

-...L-lamento que r-resultes heri-rido por m-mi culpa.-

 

- No tienes nada por que disculparte Taehyungnie. Es más ni siquiera sé de qué estás hablando.-

 

- Se lo q-que ha-haces… las peleas.- En el momento en que dijo eso Jimin instantáneamente pensó en su nariz, había olvidado que se había quitado la mascarilla. No sabía desde hace cuándo es que Taehyung sabía de ello pero creía que había sido sutil. Siempre esperaba a que el menor dejara el campus de la escuela antes de ir a buscar a los tontos que solían molestarle.

 

-N-no tienes que ha-hacerlo. No m-me gustan las pe-peleas, ver a al-alguien más l-lastimado por mi causa. Intenté en-enfrentarlos por m-mi mismo pero….E-estoy seguro q-que solo te ca-causo problemas. - Le frustraba el hecho de no poder expresarse bien con los demás de lo difícil que era algo tan sencillo como hablar y pensar mucho en ello sólo empeoraba las cosas.

Jimin puso una mano sobre las de Taehyung, tomándolas entre las suyas y trataba de calmarle. Le pareció una imagen graciosa, las manos de Jimin eran muy pequeñas en comparación a las de Taehyung, sin embargo intentaba serle de consuelo y apoyo.

 

- Yo debería de disculparme, por no poder cuidarte como se debe.- No fue consciente de sus palabras hasta que vio como el menor levantaba la mirada con sus ojos muy abiertos. Jimin siempre se la pasaba haciendo comentarios por el estilo pero por alguna razón en esos momentos el menor sentía que tenían un sentimiento diferente. No iban acompañados por las sonrisas pícaras de Jimin, o con caricias juguetonas sino que al contrario sólo se encontraba con una mirada triste y...honesta. Taehyung volvió su mirada a sus manos entrelazadas pensando cómo alguien tan pequeño podía tener un gran corazón.

 

Sin decir más se levantó de la silla e incluso antes que Jimin pudiera protestar vio como el menor se acercaba al botiquín que se encontraba en un escritorio, lo tomaba y regresaba a su asiento. Aún sin decir una palabra se puso a buscar unas gasas y desinfectante, tomó una de las manos de Jimin y comenzó a tratarla. El mayor había olvidado que sus nudillos estaban un poco lastimados a causa del intercambio de golpes que había tenido con los mediocres el día anterior. Su madre se había escandalizado cuando lo vio llegar a la casa y se apresuró a llevarlo al hospital pero sólo se enfocaron en revisar si su nariz estaba rota, lo cual para su fortuna no lo estaba pero eso no evitaba que doliera como un demonio. Es por ello que le habían recetado una gran cantidad de analgésicos que eran los que habían hecho que se sintiera un poco letárgico y cansado al día siguiente. Su madre había insistido en que se quedara reposando en casa pero Jimin como el testarudo que era, no obedeció.

 

Dejó de pensar en ello cuando sintió un ardor en su mano haciéndole soltar una exclamación de dolor, el menor se disculpó y prometió ser lo más gentil que pudiera. Taehyung se concentró en su tarea y se propuso a tratar de ayudarle esta vez y las que fuera necesarias para hacerle saber que estaba agradecido, no era muy bueno con las palabras así que era lo menos que podía hacer, mientras que Jimin en su interior daba gracias por tener la oportunidad de pasar más tiempo con el otro.

 


 

Taehyung sabía que podía ser peor, quería por primera vez dejar sus obligaciones y correr por los pasillos hasta encontrarlo, pero era muy cobarde para tomar la iniciativa. El maestro le había pedido que le ayudara con la revisión de los exámenes que habían realizado hace unos días y siendo el encantador y aplicado estudiante que era dijo que sí, pero no contaba con que al día siguiente sus compañeros llenaran su casillero con bombas de agua estropeando todos libros que se encontraban ahí, había sido una suerte que llevaba consigo los ensayos que debía presentar en sus clases así como el resto de sus tareas.

 

Sin embargo esa misma mañana Jimin le había acompañado en su camino a la escuela insistiendo en acompañarle hasta su casillero, no es como si le molestara en realidad podría decirse que le agradaba la idea de poder llamarle su amigo. Incluso si sus instintos le gritaban que no confiara en nadie no podía evitarlo, con tan sólo observar la honestidad en los ojos del mayor le hacían olvidarse de sus preocupaciones. Le gusta tenerle cerca, en los últimos días habían pasado tiempo juntos, Se había vuelto una rutina el que Jimin le acompañara a su casa cuando terminaban las clases, seguía buscándole para compartir tiempo en los recesos y Taehyung trataba de hacer lo posible por recompensarle -e incluso si Jimin insistía en que una sonrisa del menor era suficiente, Taehyung no se sentía a gusto- es por ello que en los recesos trataba de ayudarle con sus heridas y rasguños que sabía que recibía por su causa. También le había ofrecido al mayor ayudarle con sus estudios, le había invitado a su casa y su madre había estado extasiada de poder conocer un amigo de Taehyung.

 

Es por ello que esa mañana cuando el casillero de Taehyung explotó en un mar de agua Jimin había tenido suficiente. Los culpables se encontraban al final del pasillo riéndose de las desgracias del menor, de no haber sido por el sonido de la campana que indicaba el inicio de clases y los profesores caminando hacia los salones Jimin les hubiera pateado el trasero en ese mismo lugar.

 

Taehyung pasó todo el día nervioso, sabía que Jimin buscaría a esos niños luego de clases y sabía que si intentaba detenerlo el mayor haría caso omiso de sus peticiones. Sintió que la mañana pasó demasiado rápido y cuando la campana sonó el maestro llamó a Taehyung para que le ayudara así que trató de hacer su trabajo lo más rápido posible, mirando constantemente el reloj. Cuando por fin terminó corrió lo más rápido que sus piernas le permitían, corrió buscando la salida buscando a Jimin.

 

No se había equivocado, el mayor se encontraba en la parte trasera de la escuela golpeando a un grupo de estudiantes, dos de ellos se levantaban del suelo para correr huyendo mientras que el otro se encontraba en una disputa con el mayor. Taehyung no escuchó lo que decían pero cuando vió como Jimin se lanzaba sobre el otro propiciando un puñetazo en el rostro y cómo tomaba ventaja de la sorpresa del golpe, Jimin lo derribó y se sentó en el abdomen del otro propiciándole más golpes. El menor no quería que las cosas se complicaran más ya habían llegado demasiado lejos así que corrió hasta encontrarse al lado de Jimin y lo detuvo. Lo tomó por el brazo y comenzó a empujarlo hacia atrás para distanciarle de la pelea, El mayor trató de liberarse del agarre pero Taehyung era más fuerte de lo que parecía.

 

Lograron salir de ahí antes que algún maestro los encontraran, si se enteraban que Jimin estaba involucrado en una pelea como esa podía ser suspendido o en el peor de los casos expulsado de la escuela y Taehyung no podía siquiera considerar esa idea.

 

Los padres de Taehyung aún se encontraban fuera, es por eso que el menor optó por arrastrar a un molesto Jimin hasta su casa. Ambos sin dirigir ninguna palabra en el camino pero sin soltarse de las manos, al contrario parecían sujetarse cada vez con más fuerza. El disgusto de Jimin no duró mucho, le era imposible mantener ese tipo de sentimiento cuando se encontraba en presencia de Taehyung.

- ...Prometiste q-que ya no te me-meterías e-en problemas.- Taehyung fue el primero en romper el hielo, mientras obligaba a Jimin a sentarse en su cama y él se enfocaba en buscar lo necesario en el botiquín de su casa.

 

- Y tú prometiste hablar con los profesores al respecto.-

 

-E-ellos no ti-tie..-

 

-¡Claro que deben saberlo Taehyung! - Al ver como Taehyung negaba con su cabeza se volvió a sentir un poco molesto de nuevo. -Rayos no entiendo porque tampoco has hablado con tus padres al respecto, ¡Ellos podrían haber hecho algo!-

 

- ..No. N-no pueden sa-saberlo.-

 

-¿Por qué no? ¡Ellos merecen ser castigados Tae! Si no dejas que yo lo haga al menos habla con los maestros, estoy seguro que te creerían, es más apostaría a que alguno de ellos ya tiene sus sospechas.-

 

- N-no.-

 

-¡Maldita sea! ¡¿Por qué no?!-

 

-¡Me obligarían a irme!...Yo n-no. N-no quiero ca-ambiar de e-escuela.-

 

Por alguna razón Jimin no había considerado ese posible escenario ante la situación en la que se encontraban, había conocido a los papás de Taehyung y estaba seguro que ellos compartían sus pensamientos, sólo querían que Tae fuera feliz, que se sintiera cómodo en el entorno que se encontrara.

 

-Tal vez… tal vez eso sea lo mejor.-

 

-¡No! No...N-no quiero q-que nos s-separen.- Jimin no sabía si llorar de felicidad o tristeza al escuchar como la voz del menor se quebraba y trataba de contener las lágrimas.

 

-No seas tonto pequeño, yo tampoco dejaría que eso sucediera.- Limpió una de las lágrimas que se escapaban de los ojos del menor y el otro podía ver como lo único que expresaban los ojos de Jimin era adoración y cariño. -Te seguiría hasta el último rincón… para asegurarme que recibas el trato que mereces, para poder cuidarte de cualquier peligro, para poder cuidar y mantener tu felicidad. Además, ¿crees que echaría a perder nuestro tiempo juntos luego del tiempo que me llevó poder acercarme a ti? Piénsalo dos veces Tae.-

Sabía que el menor trataría de negarse de nuevo pero lo único que Jimin deseaba era limpiar todo rastro de tristeza del rostro de Taehyung, de ser capaz de hacerlo sonreir y que sus lágrimas fuera de reír demasiado sin ningú tipo de pensamiento negativo rondando por su cabeza. Tomó el rostro de Taehyung en sus manos y se acercó lo suficiente para rozar sus labios con los suyos. Jimin siempre recordaría su primer beso como una sensación de euforia y felicidad.

 

 

 

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