Tiffany POV

Sentí unas caricias sobre mi muslo, dormía apenas en short de pijama así que mis piernas quedaban al descubierto. Abrí los ojos con lentitud, mi vista trataba de enfocarse y pude notar el sol golpeando mi habitación, así que llevé mi vista hacia el lugar donde venían las caricias y di un pequeño salto por la impresión de ver a Taeyeon. En mi habitación. Sentada en mi cama.

— ¿En serio? ¿Quién te dejo entrar?

— Subí por tu casa y entré por la ventana.

La miré con los ojos abiertos, me senté sobre la cama para lograr verla con más cercanía.

— Es broma, Phany. Tú papá me permitió entrar. 

Vi la sonrisa de Taeyeon y yo solo negué con la cabeza. La tomé del cabello y pegué mi frente con la de ella, pensando en que después me quejaría con papá por dejar que entren tan fácilmente a mi habitación.

— Seré clara contigo... nunca había sentido esto por alguien.

Acabé con la distancia entre ambas, robando un beso de los labios de Taeyeon, deslizándolos dulcemente, siguiendo un ritmo lento. 

— Pues que bien, vamos en la misma página entonces.

Taeyeon se alejó y me miraba atenta, acariciando mi mejilla apenas con su dedo pulgar.

— Ven a cantar conmigo, Phany.

— ¿Cantar? ¿Dónde?

— La primera parada es Arizona.

Robé un último beso de sus labios y aproveché para morder un poco su labio inferior, sonriendo ante la travesura.

Taeyeon POV

Tiffany se levantó finalmente de la cama para dirigirse a la ducha, por lo que solo me levanté a esperarla fuera del baño. Traía los cascos protectores entre manos, observando algunos objetos de la habitación de Tiffany, era un pequeño rincón acogedor. Finalmente escuché el agua parar y Tiffany salió envuelta en la toalla, por lo que creí que me daría un paro cardíaco. 

— ¿vienes en motocicleta? Ni loca me subiré ahí si vienes alcoholizada.

— No, no, Phany. No he pensado en tomar en ningún momento. 

— Eso espero. Ahora baja, te alcanzo allá. 

Asentí mientras Tiffany cerraba la puerta, por lo que bajé las escaleras y me topé on el papá de Tiffany junto a los señores que trabajaban con él.

— ¡Taeyeon! Ven, siéntate con nosotros.

Sonreí amablemente y me dirigí a ellos, tomando lugar al lado del papá de Tiffany. 

— Sabes, Taeyeon... en mis tiempos de joven, solía cantar.

— ¿de verdad? 

— Sí, la gente solía confundirme con Sinatra:

— ¿Frank? ¿Frank Sinatra? 

Vi que sus compañeros estallaron en risas, mientras Leo les gritaba que se callaran, realmente no entendía la gracia pero solo me reí junto a ellos. 

Tiffany bajó finalmente las escaleras y me sonrió, así que nos subimos en la motocicleta y tomamos camino. 

Afortunadamente no había tráfico y la autopista estaba libre. Era temprano, y se sentía bien la brisa golpear contra mi cuerpo con la combinación de sentir los brazos de Tiffany sobre mi cintura, sosteniéndose con fuerza. De vez en cuando, una de mis manos se colaba hasta su muslo para acariciarlo y ella se quejaba de que me concentrara en manejar. Después de unos minutos, decidimos hacer una parada en un restaurante, nos había ganado el hambre y entramos a un pequeño local que se veía apetitoso.

— ¿Qué estás haciendo? 

Tiffany había sacado un pequeño cuaderno, mientras comía con la otra mano, se mantenía escribiendo. 

—Escribo algo que tengo pendiente, de repente me llega inspiracion. 

— ¿de verdad? ¿Cómo suena?

Dum dum dum, dadada 

 I'm alone in my house
I'm out on the town
I'm at the bottom of the bottle
I've been knocking them down 

Sonreí por la inteligencia de Tiffany y su canto, era una genio. 

— Llevo solo la mitad, creo que podría sonar bien.

— Desde ya suena bien.

— Gracias... y dime, ¿qué se siente estar en éste lugar después de tanto tiempo?

— Casi no me gusta venir. El aire, los recuerdos, no sé. Compré las tierras de papá donde vivíamos y se las regalé a Jiwoong, allí sepultamos a papá.

—¿por qué no vamos a visitar?

— ¿quieres ir?

Tiffany asintió repetidas veces y continuamos comiendo, acordando ir una vez que termináramos. 

Después de acabar salimos y nos montamos en la motocicleta, ésta vez tomé el camino hacia el lugar donde estaba papá y las tierras estaban como desierto, era un parque eólico y no era como lo recordaba. 

Bajé de la moto y le indiqué a Tiffany que parara mientras yo buscaba la tumba de mi padre, dando algunos pasos, hasta que gritó mi nombre y me percaté que ya estaba bastante lejos. Me incliné y tomé un puño de tierra, dejándolo ir entre mis dedos. No habían nada. Sentí enojo porque no había e rastro de la tumba, de mi padre, no había rastro de lo que  recordaba. Necesitaba explicaciones.

De nueva cuenta tomamos el camino hasta el lugar donde sería el concierto esa noche. Bajé rápidamente en busca de Jiwoong, visualizándolo a lo lejos, hablando con algunos chicos del staff. 

Me acerqué a pasos acelerados y él len observó, parecía estar enojado por mi retraso pero era lo que menos importaba. Mi mano se extendió y solo se escuchó la cachetada que le di, sintiendo de inmediato cómo algunas personas me tomaban de la siesta manos para detenerme, pues Jiwoong casi caía al piso por la fuerza que puse. 

— ¡Vendiste las tierras de papá! Ahora es un puto parque eólico. ¿Dónde está la tumba de papá?

—Se la llevó una puta tormenta. No quedó nada. Te lo dije... pero estabas ebrio, como siempre.

— Eso no te da derecho a nada

Finalmente me acerqué hasta quedar pocos centímetros de Jiwoong, veía con rabia sus ojos, estaba exaltada.

— Todo lo que ese hombre te dejó fue una adicción. Si estuviera vivo, seguramente serías su compañero de borrachera. Yo he estado ocupado limpiando tu mierda, Taeyeon. 

— Claro, es la mejor excusa para justificar que eres un fracasado. Tú nunca tuviste nada para decirle a la mundo.

— Tú me robaste esa oportunidad.

— Eras demasiado orgulloso para cantar lo que yo componia. 

— Ahora sí tengo algo que decir. Renuncio. 

Vi cómo Jiwoong retrocedía y se iba del lugar. Mis ojos se colocaban borrosos, la sangre lágrimas salían furiosamente, estaba decepcionada. Sentí unos brazos sobre los hombros, Tiffany me abrazaba por detrás y me dejaba pequeños besos en los brazos, mientras dejaba caricias en mi espalda también. Me di media vuelta para abrazarla y finalmente rompí en llanto entre sus brazos.

— Tiffany... canta conmigo.

— Haré lo que me pidas, cielo.

Sentí sus labios sobre mi frente, acariciaba mi cabello y regresé a la realidad de que tenía un concierto en unas pocas horas. En los brazos de Tiffany nos dirigimos al camerino, esa noche sería la primera del tour en la que ella oficialmente se integraba.