Jisoo miraba por décima vez la pantalla de su celular esperando alguna noticia de Lalisa, le había mandado un mensaje y la otra chica lo vio y no respondió, Lisa sabe que a Jisoo nunca le gustó eso, a veces se queda con las ganas de pegarle en la cara cuando lo hace, pero su subconsciente siempre le avisa que no es lo correcto y que puede ser presa y la última cosa que ella quiere es tener una ficha en la policía.

— ¡HOLA, UNNIE! — Escuchó un berrinche a su lado. Lalisa estaba corriendo en su dirección mientras movía los brazos frenéticamente de un lado para el otro.

— ¿Por Dios, por qué eres tan escandalosa? — Dice Jisoo mientras baja su cabeza para no ser vista con la más nueva.

— Aish, no seas tan amargada, unnie. — Empujó a Jisoo por su hombro casi echando a la misma. — ¡MI DIOS, PERDÓN!

— Aaah no, sólo dime de una vez la razón para llamarme aquí a esta hora cuando podría estar durmiendo. — Se sentó de nuevo mientras miraba a Lalisa con una cara para nada linda.

— Esta bien, de todas formas, tengo que irme enseguida para casa. Sábado, tú, Rosé y yo vamos al cine, no puedes faltar. ¿Ok? — Medio pregunta.

— No puedo creer que me llamarás hasta aquí solo por eso… Pero está bien. Hasta el sábado, entonces. — Ya iba levantándose cuando la más nueva la sujeta.

— Tranquila, necesito de tu celular, estoy sin el mío y tengo que llamar a un taxi porque no pienso caminar todo eso una vez más. — Pidió extendiendo su mano derecha con una mirada de dar lastima.

Jisoo entrega su celular a Lalisa y se queda pensando en cómo sería lindo estar en casa. Durmiendo, hasta el día siguiente.

— Listo, gracias y chau, ya puedes irte. — Lalisa dice entregando el celular a su dueña y empujándola lejos, pero no antes de darle un beso rápido en la mejilla.

A Jisoo no le pareció extraño. Ya se había acostumbrado a las rarezas de su amiga.

No demoró mucho en llegar en su casa, pero se quedó más de lo que debía en el baño.

Al entrar a su habitación no le tomó mucho tiempo el ponerse su pijama de patitos y se fue derecho a la cama. Aaah, viernes, Jisoo los ama.

Sintió vibrar su celular debajo de su sabana e intentó agarrarlo.

Jennie Kim:

Hola, linda. ¿Vienes siempre aquí?

Jisoo:

Ay, noo.

¿No te había bloqueado ya, criatura?

Jennie Kim:

Sí.

Pero tengo mis contactos.

Dale mis gracias a tu amiga.

¿Cuál era su nombre?

Ah sí, Lalisa.

Jisoo:

¿QUÉ?

¡AH, AQUELLA IMBECIL!

Jennie Kim:

No digas malas palabras, amor.

Tienes que educar bien a nuestros hijos.

Jisoo:

Vete a la mierda.

Hijos contigo, si, clarooo.

¡Y NO ME LLAMES AMOR!

Jennie Kim:

Amor.

Amor.

Amor.

Amor.

Amor.

Amor.

Jisoo:

¡IDIOTA!

Me iré a dormir ya que gano más así.

Jennie Kim:

¡Buenas noches, mi amor!

Qué sueñes con nosotras haciendo el amor.

Casándonos. *

Ops, sorry! ese autocorrector J