Las pastillas

si pudiera decirte que te amo

-¡Este lugar es totalmente fantástico! –exclamó Tiffany abriendo los brazos corriendo por toda mi pequeña habitación, solo atiné a sonreír al ver su aniñada personalidad.

Me senté sobre la cama y Tiffany miraba todos mis adornos.

-Tienes cosas lindas –dijo- ¡Whoa! Tantos libros –sus ojos se alumbraban más de lo normal mientras pasaba sus dedos por los lomos de éstos.

Cuando Tiffany entró a mi cuarto, como surrealismo vi el color blanco y negro teñirse de miles esencias coloridas, si había un aroma que reconocería aún mejor que otro, sería el de Tiff, incluso a veces mi ropa solía tener su olor, ella iluminaba mi cuarto en ese momento.

Ella me miró, pasé el dedo por mi frente y giré mi palma (¿Qué te llama tanto la atención?)

-Me gusta este lugar –dijo segura- ¡Ohh! Reconozco ese osito –se distrajo al otro extremo de mi habitación, la miraba ir allá y acá como si lo más simple fuera lo más maravilloso nunca antes visto, yo solo podía verla a ella.

Se giró a mi computador.

-¿puedo encenderlo? –preguntó y asentí con una sonrisa.

Esperó los segundos correspondientes.

-¡¡ohh!! ¡Yo también tengo este fondo! –gritó alegre, efectivamente era una foto de ambas, para el cumpleaños de Tiff –que había sido hace mes y medio- le regalaron un nuevo celular, si lo pienso bien sólo lo utilizaba para hacernos fotografías con él.

-La música que escuchas –dijo buscando los parlantes- es la misma que me gusta a mí así que... - extendió las palabras- no creo que te moleste si pongo música ¿verdad? –se volteó de la silla, su rostro era una permanente sonrisa que me estaba volviendo cada vez más feliz.

Encendió la música, a un volumen suave, una tonada lenta, una hermosa canción que ambas nos encantaba, Tiff comenzó a cantar desde la silla mientras me daba la espalda, veía su hermoso cabello negro, aquel que hasta el momento caía delicadamente hasta su pecho.

-Canta conmigo –dijo levantándose, casi corriendo hasta mi cama.

La miré irónica y comencé a sonreír con pesadumbre.

-No, lo digo en verdad mira –dijo, cuando la letra se hacía presente Tiff movía las manos indicando los movimientos correspondientes a los gestos que ambas habíamos creado, la miré atónita, Tiffany sonreía con inocencia, y me miraba atenta esperando a que yo la siguiera, pero no podía moverme, sólo veía sus manos, su sonrisa, sus ojos, como si me estuviera hablando, dedicándome aquella canción, ni siquiera era consiente de mi sonrojo.

Pensaba en este momento que todo lo dicho sobre estefany por Tiff, no eran más que verdades ciertas, ella siempre había recibido toda la atención, de su familia, el colegio, a escuchas de las voces que idolatraban a la gemela mayor susurraban entre líneas lo inalcanzable que era, lo perfecta y lo única, pero no... todos estaban equivocados, aquí la única era Tiffany, para mí era la ración de cielo que divinamente se me había concedido, no había persona que quisiera estar conmigo, que no pensara que era aburrida por no poder hablar, que era mucho más que una enfermedad, un silencio, pero Tiff como contradicción fabulosa era todo para mí, más que mi amiga era un alma que acompañaba mi silencio, era mi voz y la sonrisa de mi rostro, de un momento a cada segundo Tiff era pedazo a pedazo más de mí.

-tae ¡tae! –Tiff me desorbitó con su leve zamarreo- ¿qué te pasa? Te ves más paliducha de lo normal –se rio.

Negué riendo, aun no entendía aquella obsesión por el color de mi piel, si bien ella era más ligeramente bronceada era bastante blanca.

-¿sabes? –dijo repentinamente trayendo un libro de mi estantería- Esta historia realmente me gusta –dijo abriendo el libro sobre el príncipe y el dragón- Te dije que era cursi, pero realmente me gusta –no despegó sus ojos de las páginas pero un leve rubor se apoderó de sus mejillas- Espadas, luchas princesas.

Lo que me decía no tenía sentido ¡no es que ella tuviera sentido! Pero ahora sentía que algo en sus palabras no era claro, como si quisiera decir algo pero no le saliera, supongo que así debe sentirse cuando quiero decir algo y nadie podría entenderme, bueno, alguien desconocido, Tiff la mayoría del tiempo sabía perfectamente lo que quería decir.

-¡Hace calor! –Exclamó dejándose caer hacia atrás sobre mi cama, la miré extrañada si bien había mucho sol no era para tanto, agarre mis antebrazos entre mis manos y comencé a frotar- ¿de verdad tienes frio? –se rio, como si fuera lo más raro del mundo.

Se quitó la hermosa chaqueta de cuero que traía puesta, la blusa cuadrillé que vestía era de tonos celestes y rosa, que se apegaba coquetamente sobre su bien definido cuerpo.

-Ten –dijo poniendo su chaqueta en mi espalda, asentí con la cabeza como gesto de agradecimiento, ella comenzó a reír estrepitosamente-¡jajaja! Te pareces a las chicas de los 50's cuando usan la chaqueta del rockabilly –dijo mirándome de pies a cabeza, lo hice también y sí ¡tenía razón!

Estuvimos comentando sobre el libro un rato, escuchando música, riéndonos de cualquier cosa que a Tiff se le viniera a la mente, yo no tenía un sentido del humor muy desarrollado, pero Tiff me hacía reír con cuanta estupidez dijera, desde que ella llegó a mi vida, era mucho más feliz.

-A pesar que estefany se las ha apañado para hacerme sentir inferior, sigo teniéndole cariño del anterior –dijo apoyada a mi cuerpo sobre la cama- Ella solía protegerme, como si los 8 segundos de mayoría de edad fueran años de experiencia, siempre fui muy tímida y llorica –dijo- bueno aún lo soy- sonrió melancólica; la acariciaba, la tenía entre mis brazos y era un paraíso, como si estuviéramos en el árbol del patio trasero.

La puerta sonó, abrí y siwon estaba ahí.

-Chicas –dijo sonriendo- El almuerzo está listo –cerró la puerta y me quede inmóvil en la bisagra.

-¡qué bien, tengo hambre! –dijo empujándome fuera del cuarto.

Nos lavamos las manos, no sin antes que Tiff agarrara la idea de lanzarme agua ¡¿tienes que ser tan infantil?!

Siwon preparó Ehh, ¡¿qué es esto?!

-¿qué es esto? –preguntó Tiff como si estuviese adivinando mi mente, mirando el desordenado plato que estaba humeando frente a ella.

-¡pastel de carne! –gritó animado.

-Pastel estrellado de carne –dijo con ironía.

Miré a siwon sobre la mesa y moví mis manos sobre el plato y girando los dedos.

-¿qué? –siwon se extrañó.

-Dice ¿Qué demonios le pusiste a esto? –dijo Tiff riendo, si bien el "demonios" estaba demás hubiera faltado al no decirlo.

Siwon me miró sorprendido esperando a que diera el asentimiento si era verdad lo que mi amiga había dicho, para mí no era sorpresa que ella me entendiera.

-Tiene carne, verduras, papa molida; está rico ohh vamos –dijo cuchareándolo.

¡Bien! Admito que no se veía nada bien, pero si analizabas los ingredientes por separado de seguro estará bueno.

Antes de que siwon se dignara a probarlo, lentamente insertó el tenedor en la extraña comida, como si fuera a estallar al tocarlo ¡Froté mis palmas entre sí rápido!

-¡tae dice que está caliente! –exclamó Tiffany con una risa, pero ya era tarde y siwon ya estaba quemándose el paladar, mientras Tiff y yo nos reíamos.

Bueno la comida de mi hermano estaba rica, si no la mirabas al comértela, al menos a Tiff le hizo gracia y no parecía importarle en lo absoluto, se veía feliz.

-Vayan a jugar yo ordenaré aquí –dijo siwon quejándose fingiendo.

-Gracias siwi estaba bueno –dijo Tiff acompañándome al cuarto otra vez.

Eran las 2:35pm era la primera vez que Tiff estaba en mi casa y que yo tenía algún acompañante.

Se acostó sobre la cama mal atravesada por cierto, mirando el techo.

-Ahh me encanta tu cuarto ¿puedo vivir contigo? –Dijo agarrándome el brazo jalándome a su costado, puse un rostro como dudoso y luego negué- ¡qué! Oh eres una malvada –me empezó a cosquillear.

No podía quitármela de encima y sus caricias en mis costillas me daban cosquillas, le empecé a golpear lentamente ¡pero la muy maldita se resistía! Hasta que sobre mi cuerpo se detuvo repentinamente.

Su mirada se posó atrayente a un rincón de mi habitación.

-¿qué es eso? –dijo quitándose de mi cuerpo, acercándose a una de mis repisas, me levante arreglándome el vestido.

Ella volteó con el objeto en cuestión, hice un cubo con mis manos y luego con mi mano derecha hice movimientos en mi oído.

-¿una caja musical? –dijo sentándose sobre mi cama, como si nunca hubiese visto una- ¿puedo abrirla?- preguntó con una expresión neutra, el brillo de sus ojos me cautivaba, asentí un poco aunque ella no me miró en lo absoluto, aquel aparato la tenía hipnotizada.

Abrió la pequeña cajita rosada, como efecto instantáneo la hermosa melodía comenzó a palpitar, mi habitación se inundó de aquel embriagador sonido, el dorado de sus entrañas y la forma en que giraba tenía a tiffany completamente a su merced, miraba el rostro de mi amiga que estaba atraído

-Es hermosa... -susurró, esperaba que me mirara para decirle algo al respecto, pero eso no llegaba y la única forma de distraerla era tocándola, aunque no solía hacerlo antes que ella a mí, agarré su barbilla con mis dedos y dirigí su vista a mi rostro.

Junté mis manos, como cuando deseas mantener un líquido entre ellas, los estiré adelante y seguido hice un gesto de arreglarme la corbata que era gesto de padre. (Mi papá me lo regalo)

-Es un lindo obsequio –tomó la caja entre sus dedos.

Empecé a moverme ah error, mi cabeza no recordaba algo que pudiera ayudarme, tomé la inútil libreta de mi velador, la mirada de mi compañera era de un extraño enojo, no era normal que faltaran gestos entre nosotras, agarré el bolígrafo verde que tenía enganchado y escribí.

"Me lo regaló mi papá, cuando cumplí 10 años, era para demostrarme que si el sonido no tenía letra podía ser tan hermoso e incluso más, como yo no puedo hablar nunca seré una canción, pero eso no me impediría ser una melodía"

Tiff leyó cada letra con una sonrisa y una atención entre sus ojos increíble, me miró sonriendo.

-Tu padre tenía mucha razón- dijo con la voz cortada, sus ojos estaban levemente empapados.

Me encontraba sentada sobre la cama apoyada en el respaldo, Tiff se acostó apoyando su cabeza en mi regazo, observándome de abajo, sus ojos se volvieron tristes ¿estaba bien? Quise preguntarle pero su voz aplastó mi deseo.

-Gracias TaeYeon –dijo, era extraño que pronunciara mi nombre completo, incluso creo haberme sorprendido bastante- Muchas gracias por todo...-volvió a susurrar, sus ojos estaban completamente empapados, adornaban sus pupilas con un tenue rojo, la veía hacia abajo al revés, al punto que mis labios podrían besar su frente muy fácil.

Un par de lágrimas cayeron por su costados ¡Estaba llorando! Mi corazón se enfrío.

-Cuando nos conocimos...-decía con la voz llorosa, acariciando mis manos con sus dedos- verás yo...-me evitaba, sus palabras no articulaban bien, pero no pretendía interrumpirla- cuando tenía 14 años...mis padres...decidieron enviarme al psicólogo, porque solía llorar de la nada –comenzó a contar; sobre su vida, respecto a su familia no solíamos decir nada, cuando le pregunté sobre Estefany había sido la primera y última hasta entonces-...me enviaron a muchas sesiones con el tiempo, hasta que ...me diagnosticaron depresión –su mirada me evitaba y yo limpiaba las lágrimas con delicadeza- me recetaron unas pastillas, que me distraían de mí misma –apretaba mis dedos, y sentía mis ojos arder, conversaciones así eran algo habitual... Tiff expresaba su desencanto del mundo conmigo...por mucho que me doliera verla así, intentaba no llorar frente a nadie, pero esta vez era diferente...la estaba abrazando de a poco - ese día... que nos conocimos yo olvidé tomar aquellas pastillas...-volvió a mirarme- empecé a sentirme mal, quería gritar, escapar de todos, me volví loca en ese instante, empecé a correr por el colegio, encontré un lugar alejado para poder distraerme...-su mirada era ítica entre la mía- cuando sentí que ya no podía más, que todo esto me mataría, que no podría superarlo...fue cuando te vi –una sutil y hermosa sonrisa se asomó por su rostro, nostálgica- creí que dirías ¡Oh mira es Tiff! Y mi mundo volvería a derrumbarse- me sonrojé, nunca habíamos conversado sobre esto.

La abracé entre mi cuerpo, es hermosa, perfecta, yo la amo.

-Entonces...-su voz seguía temblorosa- tú...tae-sonreía y lloraba, sin querer mis lágrimas caían sobre su rostro, mi corazón palpitaba y mi cuarto se llenaba de ella- me demostraste que yo...podía ser yo... ese día, dejé mis pastillas sobre una de las repisas... te busqué al siguiente día, estaba desesperándome... pero te encontré, y mi volví a sentirme bien... –apretaba mi cuerpo, sus manos apretaban las mías- creían que mi depresión desapareció como milagro... pero no, yo sabía perfectamente que era gracias a ti...eres muy especial para mí tae- su voz estallo a llantos y sollozaba en mi hombro mientras me abrazaba, no podía evitarlo tampoco, también había cambiado mi vida- yo sólo necesitaba alguien que me amara por ser yo...y yo te amo a ti también, sólo necesitaba alguien que me hiciera feliz, y tú eres quien lo hace.

¿A qué se refería con "Te amo también "? ¿A amar de amigas o amar de romanticismo? Últimamente me sentía confundida, Tiff era más linda a mis ojos y mi cuerpo se desesperaba teniéndola cerca, además ahora sentía el cuerpo de Tiff entre mi cuerpo, "y yo te amo a ti también" resonaba en mis oídos... su olor me enloquecía, deseaba que durara para siempre, no quería separarme de ella, tal como lo había descrito, ella hacía mi vida alegre cada día, creaba un nuevo universo para mí.

Me gustaba su personalidad, como me trataba, como se reía, la forma en que creaba aquellas sensaciones en mi estómago cada vez que me hablaba, la forma en que mi pecho palpitaba cuando decía cosas lindas... sentía la necesidad de tenerla más cerca, desde ese día lo que sentía por Tiffany estaba cambiando.

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Comments

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KimYulBT
#1
Chapter 2: Que minito ;w;
alexakki #2
Chapter 11: Hermosooo necesito un epílogo:( ❣️
Skyth06
#3
Chapter 11: Hermoso
valecita8 #4
Chapter 7: Es muy bueno espero subas mas capitulos .......