(...)

Joohyun se retiró después de una reverencia formal y salió. El presidente escuchaba pasos y una conversación en el pasillo. Escuchó la voz de sus hombres de seguridad y también la voz de Michelle. Luego silencio.

Tocaron la puerta.

“Adelante.”

Los pasos se hicieron presentes, pero él no levantó la mirada. “Buenas noches, señor presidente.”

“Buenas—¡Usted!” El hombre dejó los papeles sobre el escritorio. Frunció el ceño.

“Señor Presidente.” La pequeña mujer hizo una reverencia de noventa grados y mantuvo una distancia prudente del escritorio.

“Señorita Kim Taeyeon, ¿Puedo saber cómo entró aquí?”

“Por la puerta.” Dijo inocentemente.

“No tengo tiempo para sus irreverencias. Si viene a hablar de mi hija…”

“Pero sí vengo a hablar de su hija.” Pasó saliva.

“Le ahorraré tiempo. No. No va a salir con Stephanie.”

“No es acerca de eso.”

“Señorita Kim, voy a llamar a seguridad en este preciso instante.”

“Discúlpeme por los problemas que he ocasionado, señor.” Dijo agachando la cabeza. “Le pido cinco minutos de su tiempo, fue casi imposible agendar una cita y realmente necesito hablarle.”

“¿Usted cree que tiene el derecho de hacerme perder tiempo solo porque es una celebridad? Yo soy el presidente, no un artista accesible. Tengo dos reuniones antes de finalizar el día y cincuenta hojas de documentos por leer. Hay un hospital en juego, ¿usted cree que un pasajero amorío juvenil es más importante?” Su espalda recta sobre el respaldar indicaba su poca flexibilidad en ese momento. “Ahora, si me permite…”

“Cinco minutos señor. Y prometo no volver a molestar.”

“Usted debió terminar esta conexión luego de recibir el obsequio de mi familia.”

“Lo agradezco. Llevé las flores a un lugar donde puedan ser cuidadas.” Torció la boca un poco nerviosa. “No estoy de acuerdo con la comercialización de seres vivos. Eso le da al ser humano el derecho de creer que puede controlarlo todo y no debe ser así. Los seres vivos deben ser libres.” El hombre no entendía, así que le dirigió una mirada inquisitiva. “Es por eso que vengo.”

“¿Por las flores?”

“Quiero pedirle la libertad de su hija.”

“Señorita Kim.” El hombre se tomó las sienes. “Mi hija no está recluida.”

“Pero sí lo está.”

“Ha estudiado en otro continente por años, viviendo sola, toma sus decisiones y viaja a donde se le plazca.” Frunció el ceño. “Usted no está en posición para juzgar su estilo de vida.”

“Estudió algo que creía tenía que ver con el estilo de vida de su familia y si sale, tiene una masa de hombres de negro siguiéndola. Si me permite: No es libre señor.”

“¿A QUÉ VIENE, SEÑORITA KIM?”

“Usted sabe quién soy. Sabe cuál es mi estilo de vida y sabe que dentro de la jaula de circo en la que estoy metida tengo pocas formas de tomar decisiones. Por eso hago que cada una de ellas valga la pena y a ella le pasa algo similar. Por favor, señor presidente, deje que Miyoung elija qué desea hacer con su vida.”

“¿Esto es por su relación? ¿Cuánto cree que va a durarle el capricho a mi hija?”

“No es por nosotras. Es por ella.”

“¿Sabe usted qué pasaría si la prensa se entera de que la hija del presidente de Sur Corea sale con una cantante? ¿Una mujer? ¿Tiene una idea de lo que significaría?”

“Esto no se trata del resto.”

“¡Se trata si hablamos de la hija del presidente!” Se puso de pie.

“Está bien señor, entonces habría que esperar los cuatro años que restan de su mandato. Yo estoy dispuesta.” Dijo ella.

“¿Va a esperar—Miyoung no tiene mayor experiencia saliendo con mujeres. ¿Usted cree que esto va a durar? ¿Qué le hace pensar que no es un juego experimental de juventud? Una brecha caliente por la que tiene que pasar.”

“Esto no se trata de nosotras.”

“¿De qué se trata entonces?”

“De que verla sonreír es lo más hermoso que pude ver en estas últimas semanas y no puede hacerlo si sigue encerrada en la presión que conlleva vivir bajo su mandato. Es su hija, señor, no una ciudadana más…” Tomó aire. “Ella podría esperar cuatro años. Y cuando pasen, probablemente se añadirán más porque a usted le darán otro cargo político. Es un hombre joven, respetable, quizás venga un tercer gobierno después… Su vida está resuelta, señor, ¿Y la de ella siempre va a depender de lo que tenga que hacer usted?”

“¿Habla todo esto porque quiere experimentar su ualidad con mi hija?”

“¡No experimentar!” Bueno. Eso no era del todo cierto.

“Miyoung era una chica responsable, precavida e impecable.”

“Lo sigue siendo.”

“Hasta que llegó usted. Alcohol, o, rock n’ roll.”

“Me gusta el rock.” Asintió.

“Y sus amigos. Y las ideas de los desfiles de moda y la agencia de artistas. Y su personalidad bohemia que la obligó a escaparse de sus propios límites.”

“No soy bohemia.” Rascó su nuca.

“Usted es una mala influencia.”

“Yo solo quiero que ella sea feliz.” Miró sus incómodos zapatos con taco.

“¡LO ERA!”

“¿Pero realmente lo era, señor?” Suspiró.

“Retírese del despacho, por favor.”

Taeyeon respiró y supo que debía detenerse si no quería ganarse más problemas. Recordó los ojos tristes de Stephanie y preguntó rendida, “¿Puede al menos dejarla desfilar?”

“SEÑORITA KIM—”

“Yo no pensé que eso iba significar tanto para ella.” Continuó. “Pero verá, creo que más que la moda y los vestidos, le hace bien saber que está haciendo algo que le agrada y que puede hacerlo sentir orgulloso a su manera.”

Las palabras de la elegante artista parecieron caerle como una cascada de alfileres, erizando la piel de la nuca del presidente. “¿Por qué no solo se aleja de mi hija y sigue su vida?”

“No lo sé. Es el magnetismo que me congeló viéndola sonreír, divirtiéndose en la gala. Probablemente también me petrificó verla cuando me estaba rebanando el rostro.” Sonrió nostálgica cogiendo su mejilla ahora curada. “Creo que fue el mismo magnetismo que me llevó a pedirle a Kwon Yuri que la convenza de participar en el evento de la semana de la moda, para tenerla cerca, porque era la única manera de que se diera cuenta que existo…”

“¿Usted hizo qué?”

“Yo solo quería conocerla, porque es muy hermosa.” Asintió. “Sus dos hijas lo son.” Trató de ser respetuosa y cuidadosa.

“POR DIOS, SEÑORITA KIM, ¡¿TAMBIÉN QUIERE ALGO CON MICHELLE?!”

“¡NO!”

“Solo,” se cubrió la frente, “salga de mi despacho, por favor.”

Presionó los ojos, arrugando la frente y nariz. “Señor presidente, déjela construir su vida. Sé que hará algo maravilloso con ella.” Caminó hacia la puerta exhausta. Pareció un largo recorrido, porque el silencio se volvió una masa incómoda que se asentaba sobre ellos alargando el tiempo. Ya pensaría en otra forma de ver a Stephanie.

El hombre miraba de un lado a otro. Le costaba mucho trabajo aceptar que esta joven mujer tenía un poco, quizás solo muy poco, de razón en todo lo que había dicho. Quizás…

Taeyeon cerró la puerta y caminó por el pasillo, escoltada por Michelle, quien entendió todo cuando vio la cara exhausta de la cantante.

“KIM TAEYEON.” Llamó el presidente. Su voz resonó fuera del pasillo y ella volteó asustada.

Taeyeon estaba dispuesta a escuchar la llamada de atención, estaba segura de que nunca más la dejarían entrar a esa casa y probablemente mantener una distancia de al menos medio kilómetro de la familia. Estaba segura. Cada paso era un martirio, hasta que regresó.

Lo miró con respeto, alternando entre sus ojos y el piso para no parecer que lo retaba. Esperó paciente y observó cómo el presidente acomodó los gemelos de oro en sus muñecas y luego sirvió un poco de brandy en un vaso con hielo, a un lado del despacho.

“¿Qué está dispuesta a hacer por mi hija?”

๑๑๑๑๑

[HOT!] ¡TAEYEON CIERRA EXITOSA GIRA EN COREA!

[+983 -18] Como siempre, nuestra Taengoo demostrando que es la reina.

[+958 -36] Necesito más conciertos, solo Kim Taeyeon puede hacerme sonreír así.

[+871 -12] Taeyeon noona, nunca dejes de cantar.

[+671 -23] Kim Taeyeon, ven otra vez a Busan.

[+556 -03] Unnie se ve como una diosa sobre el escenario, aigoo, ¿Cómo puede ser tan hermosa aún después de tantas noches de trabajo?

[+502 -19] Taeyeon-ssi, cuídate del clima. No atrapes un resfriado.

Stephanie miraba por la ventana de su habitación, recibiendo el olor dulce de las flores. Dejaba que el viento entre y le refresque la cara.

No tenía mucho que hacer.

Llevaba demasiados días sin mayor ocupación que ir un par de horas a la agencia y regresar a casa para contemplar el jardín trasero donde estaban plantadas las francesillas. La primavera se acercaba y mientras florecían los colores sobre el inmenso verde, ella sentía que se alejaba más de lo que quería.

Su padre había aceptado que participe en el evento de moda y, como si fuese una extraña coincidencia, cada día que pasaba y se acercaba más el desfile, ella iba alejándose más de Taeyeon.

Al principio creyó que no tenía tiempo por la nueva gira, o por el álbum que empezaría a preparar pronto, pero la cantidad de mensajes disminuyeron hasta desaparecer y las llamadas simplemente se esfumaron como las hojas secas.

Sí.

Obviamente sospechaba de su padre.

¿Pero qué si la cantante se había hartado de todo y la había dejado después de divertirse un rato?

No. Taeyeon no era así.

Aunque sinceramente no la conocía demasiado para saber qué era o qué no era la pelinegra. Solo tenía consigo la fuerte atracción que sentían, los pocos momentos que compartieron, el recuerdo de su olor, el sabor de sus labios… Y el presentimiento de que no era una mala persona.

No parecía serlo.

Suspiró. Sabía perfectamente que su padre tenía algo que ver.

Igual que en algunos otros días, se preguntó si quizás mañana se encontraría con ella en la agencia. Si quizás la pelinegra ya había regresado a trabajar o estaría descansado de la gira. Igual y quizás seguiría ignorándola como venía haciendo por ya casi tres semanas. Ella tampoco daba su brazo a torcer. No iba a ser ella quien inicie el contacto.

Ella era la hija del presidente.

“Que se vaya al diablo todo.” Dijo molesta y cerró la ventana.

“¿Vas a comer eso?”

Heechul le robó un poco de arroz del bibimbap y Taeyeon solo siguió mezclando todo como si fuese café recién hecho.

“¿Puedes dejar de removerlo? Lo estropeas.” Dijo él. Luego ella puso el plato a un lado. “Oye, ¿Olvidarías esa manía tuya de arrimar la comida? Acabas de regresar, tienes que comer y no quiero ninguna excusa sobre tu depresión y mal humor.”

“No tengo hambre.”

“Mira. Me caes bien cuando estás de mal humor, Esa rabia que sientes es lo que hace de tu concierto un éxito, toda la amargura vertida en tus altas notas musicales. Es y.” Dijo él. “Pero está empezando a preocuparme.”

“No tienes por qué.” Cruzó los brazos.

“No entiendo por qué no le hablas y listo. Él no se enterará.”

“Porque va a ser más difícil alejarme.”

“Pero si no puedes dejar de pensar en ella…”

“Hice una promesa y voy a respetarla.”

“No importa cuán enamorada estés, no puedes simplemente rendirte porque crees que eso la hará feliz. Por favor, ella también se ve miserable.”

“No estoy enamorada.” Frunció el ceño.

“Ya.” heechul rodó los ojos.

“¿Sí entiendes que le hice una promesa a su padre?”

“Sí.”

“Y es la hija del presidente.”

“Sí.”

“¿Y pretendes que yo falte a esa promesa?”

“No va a estar tranquila si está pensando todo el día en ti. Él puede creer que esto es una broma de mal gusto o un experimento amoroso, pero creo que ya superaron la etapa de etiquetarlo como algo temporal. Ni siquiera se ven y lloriquean por la otra.”

“Tengo que hacer las cosas bien, oppa.”

“¿Qué está bien para ti?”

“Debo alejarme para que su padre tenga la confianza de que ella no va a hacer nada fuera de los límites mientras trata de rehacer su vida.” Tiró la cabeza hacia atrás y se dejó consumir por la comodidad del sofá. “Y seamos honestos, no hubiese funcionado.”

“¿Por qué?”

“Porque yo soy Kim Taeyeon, Heechul. Y una vez más, ella es la hija del presidente.” Se cubrió la frente con el antebrazo. “¿Quieres algo mediático? Páranos a diez metros de distancia, la una de la otra, será suficiente.”

“Qué egocéntrica.” Se burló él riendo y reconociendo que era verdad.

“No, no lo soy.” Respondió nostálgica.

“Bueno, no veo por qué debas seguir con esto si él no está cumpliendo su parte.” Masticó y luego tomó un poco de agua mientras revisaba su celular.

“¿Qué dices?”

“Yuri y yo la invitamos a almorzar el jueves, pero dijo que debía regresar temprano a casa. El séquito de seguridad insistió en llevarla antes de que se haga tarde.”

“¿Los pingüinos siguen tras ella?”

“Yuri dice que han aumentado.” Tomó agura. "Sin mencionar que terminando el desfile, va a dejar la propuesta de Yuri de lado por clases de política. Me lo comentó hace unos días..." Dijo sin darle mayor importancia.

“¡El presidente es un mentiroso!” Se puso en pie y miró un punto cualquiera.

“Bueno, no lo digas así, su aprobación podría bajar en las encuestas. Lo sabes.”

“Voy a verla, ahora.” Caminó y Heechul la tomó del brazo.

“¡Yah!, tranquila Speedy.” Dijo él y la obligó a sentarse. “Tengo un plan mejor.”

“¿Tengo que meterme en otra caja?”

“Eso fue un éxito acéptalo.”

“Mi rinitis empeoró, muchas gracias por eso.”

“Sí, pero lograste entrar.”

“Solo dime qué hacer.”

“Oppa va a ayudarte.” Sonrió. “A cambio de algo.”

“¿Por qué todos piden algo a cambio?”

“Porque eres Kim Taeyeon.”

“Bueno, sí.”

“Quiero que escuches esto…” Desbloqueó la pantalla del celular y buscó concentrado entre los archivos hasta encontrar lo que buscaba. Play.

๑๑๑๑๑

“¿Tienen que quedarse fuera?”

“Es su trabajo, Steph.”

Stephanie estaba bastante desanimada, pero no podía faltar al concierto. Heechul la había invitado desde hace bastante tiempo y lo correcto era cumplir, pero no iba a negar que se sentía malhumorada y no tenía ganas de estar ahí.

Peor fue su reacción cuando su equipo de seguridad se tomó la molestia de revisar cada rincón de la pequeña habitación especial que Heechul le había conseguido, ubicada sobre el público que abarrotaba el inmenso teatro. Solo ella tendría acceso. Ella y Michelle, quien la acompañó sin objetar… ¿Era necesario asegurarse de que la habitación de menos de tres metros cuadrados sea revisada como si se tratase de un recinto nuclear?

Pidió que las esperen en el auto, pero las órdenes eran estrictas.

Debían quedarse peinando el perímetro.

Era ridículo.

“¡Buenas noches Seúl!” Gritó Donghae desde un punto invisible del oscuro escenario y el público enloqueció porque sabría que empezaría en cualquier momento.

Las luces se apagaron y la luz azul eléctrica se encendió sobre la plataforma revelando la presencia de los cinco muchachos. Siwon empezó con un solo de batería, al que se le unió Kangin con el bajo, Donghae con las guitarra, Heechul en el teclado y finalmente Yesung dio un grito que prendió a la audiencia.

“¡Nosotros somos: Superboy!”

Michelle sonrió emocionada y Stephanie tomó asiento frente al balcón mirando a todos divertirse. Incluso su hermana se divertía. No era lógico… ¿Por qué ella parecía ser la única persona que no estaba disfrutando el momento?

Para ser exactos, llevaba bastante tiempo sin disfrutar algo.

Al menos la relación con su padre había mejorado cuando le dijo que había elegido la opción correcta para continuar sus estudios en política. Las clases empezarían pronto y quería pensar que eso la mantendría ocupada. Con la mente lejos de Kim Taeyeon.

Estúpida y egocéntrica Kim Taeyeon.

“Pediré algo para tomar.” Dijo Michelle.

Habían pasado ya más de cincuenta minutos de música cuando Donghae tomó el micro una vez más, “¿La están pasando bien?” Preguntó y todo el teatro retumbó con la respuesta afirmativa.

“Queremos agradecerles por estos siete años juntos,” Dijo Heechul, “si estamos aquí es gracias a ustedes y por eso quisimos celebrarlo en este íntimo lugar, donde nos presentamos por primera vez con solo la mitad de espectadores. Hoy es nuestro aniversario y el teatro está reventando…” Dijo emocionado y la gente gritó otra vez.

“Esta noche nos acompañan solo amigos cercanos, nuestros más queridos amigos.” Dijo Yesung. “Ustedes son todos ellos.” Sonrió.

“Sí, sí, Choi Minho también está por ahí.” Dijo Heechul.

“Oh por dios, aquí está Minho…” Dijo Michelle. Stephanie rodó los ojos.

“Y hablando de buenos amigos,” continuó Donghae, “aquí está una chica muy especial. Creo que ustedes la conocen…” Volteó hacia Yesung.

“Ella es nuestra hermanita menor.” Dijo Yesung.

“Ah, dae, dae.” Asintió Donghae. “Esta noche va a cantar una canción inédita que escribimos con Heechul hyung y Yesung hyung. Creemos que es perfecta para su voz.”

“OST QUEEN. OST QUEEN.” Dijo Kangin.

“¡Quiero escuchar un fuerte aplauso para Taeyeon!” Dijo Yesung.

Stephanie sintió que su corazón se saltó el ritmo.

Las personas gritaron cuando la pelinegra pisó el escenario con pantalones de cuero, botines, top y chamarra negros que descubrían su estómago plano. Tenía la misma expresión calmada y segura de siempre, pero la bulla la obligó a sonreír nerviosa.

Soltó una carcajada especial cubriéndose la boca.

Desde el balcón Stephanie frunció el ceño. No era justo. No era justo que Taeyeon esté riendo y pasándola genial, viéndose hermosa... Dios, se veía demasiado sensual. Apetecible. Estúpida Taeyeon. Mientras ella estaba sintiéndose miserable, atrapada y furiosa.

"¿Estás bien? Tienes el rostro hirviendo."

“Debo irme.” Dijo parándose.

“Oye, espera—” Volteó.

“No quiero estar aquí.”

“Buenas noches, soy Taeyeon.” Dijo en el micro. Stephanie se detuvo antes de la puerta y volteó esperando a Michelle, quien estaba absorta en el escenario. Ella y su buen humor. “Es un honor para mí estar aquí en el aniversario de Superboy. Estos chicos son mis hermanos mayores y deseo que Superboy sea una banda que siga dándole al mundo buena música.” La gente gritó.

“¿Vas a venir o verás el concierto desde ahí?” Dijo Michelle, no molestándose si quiera en voltear porque sabía que su hermana estaba aún en la pequeña sala.

“Quiero irme.”

“Ya dijiste eso, ahora siéntate.”

“Taeyeon-ah, deléitanos.” Heechul preparó el teclado y Yesung aprovechó para sacar algunas notas en la guitarra. Todos entraron en sintonía y Taeyeon acomodó el micro en la base.

“Esto es Rain.” Dijo Taeyeon. “Para ti.”

El público sintió que era el merecedor de esas palabras, pero Stephanie, parada al lado de Michelle, juraría que la cantante estaba mirándola directamente, como si supiera que estaba ahí. Como si la canción fuese para ella. Tomó asiento y no cortó la conexión visual con el escenario.

Michelle estaba sorprendida, alternando la mirada entre la cantante y su hermana menor.

Ella también notó la conexión.

Las luces bajaron y la oscuridad hizo que resalte la iluminación cyan sobre los músicos. El teclado empezó, con la voz de Taeyeon acompañando con un sonido que casi saboreaba la melodía. La banda, acostumbrada a un sonido más vibrante, se relajó con el sonido fresco de la canción.

Cuando llueve, los recuerdos caen y el dolor se extiende
Miro cómo te vuelcas en abrirme tu corazón
Entonces me quedo congelada en los puntos más claros,
como si me empaparan los recuerdos
Entonces me acuerdo de tu hermosa imagen bajo la lluvia

La hija menor del presidente jugaba nerviosamente con las manos, escuchando la letra y disfrutando de la voz gutural de la pelinegra. El sonido salía tan fácil de entre sus labios, que parecía casi natural como si solo respirara.

Taeyeon la miró otra vez, como si no existiera nadie más.

En este mundo blanco y negro,
tú eras el único rayo de luz
Aparece en la lluvia y ven conmigo,
brilla con fuerza dentro de mí

Taeyeon había desaparecido ya del escenario, pero Stephanie tenía la esperanza de que vuelva a salir. De que vuelva a hipnotizarla con su voz. Era la primera vez que escuchaba a Taeyeon cantar en vivo y jamás podría compararlo con sus búsquedas en youtube.

No era lo mismo.

Y se lo repitió por la siguiente media hora.

“Iré al baño.” Dijo Michelle.

Para cuando Stephanie se dio cuenta que estaba sola, la puerta estaba abriéndose otra vez mientras sonaba ‘it’s you’. Tomó su bolso revisando la hora del celular y dijo, “¿Podemos irnos ya? Es tarde y no quiero atravesar la masa de admiradoras…”

“¿A dónde quieres ir?”

La castaña volteó hacia la fuente de voz, sabiendo que no se trataba de su hermana mayor y sintió su cuerpo escarapelándose. Delante estaba Taeyeon con la misma ropa que usó en el escenario y una polera abierta con la capucha cubriéndole el cabello. Si de lejos se veía sensual, Stephanie trataba de amarrarse mentalmente para no lamer su estómago con sabor a vainilla francesa ahí y ahora.

La sonrisa de la cantante era nerviosa y no podía mantener la mirada fija por mucho tiempo.

“¿Qué haces aquí?”

“Hola.” Taeyeon la miró y luego bajó los ojos. “¿Disfrutas del concierto?”

“¿Qué quieres, Taeyeon?”

“Verte, ¿No es lógico?”

“Un mes después, tú solo apareces de la nada y ahora quieres verme.”

“Sí.”

“Te fuiste como si no hubiese pasado nada y como si pudieses engañarme realmente, SÉ que mi padre está detrás de todo esto.”

“Y eso me hace la buena del cuento, ¿no?” Taeyeon sonrió y dio un paso hacia delante.

“Pensé que eras más que eso. Pero eres una cobarde.” Caminó hacia la puerta, evitando rozar a la pelinegra y se dio cuenta que estaba cerrada con pestillo.

“Oh, está cerrada.”

“¡¿CÓMO QUE ESTÁ CERRADA?! Afuera está todo mi staff de seguridad y tú solo entras y le pones cerrojo a la puerta como si no pasara nada…”

“Es que soy Ki—”

“¡YA SÉ QUE ERES KIM TAEYEON!” Volteó furiosa, “Y me encantaría que eso signifique algo, ¿sabes? Pero no significa en absoluto. Tú simplemente me dejaste ir…” Taeyeon abrió los ojos sorprendida, “Fue tan iluso de mi parte pensar que ibas a enfrentarlo todo, pero solo te rendiste.”

“Estaba de gira... Ppani-ah, eres la hija del presidente, ¿Qué querías que haga?”

“Cualquier cosa menos huir.” Regresó a la silla y trató de mensajear a Michelle pidiendo ayuda.

“Pensé que estaba haciendo algo bueno por ti.”

“¿Desde cuándo sabes tú lo que es bueno o no para mí?”

“Te vi en el Fashion Week, ¿Sabes?” Miró el techo buscando un tema de conversación que elimine la molesta tensión. “Sé que vas a participar en un evento en junio.”

“Empezaré clases. No tengo tiempo para eso.” Fue cortante.

“Estabas hermosa.” Dijo mirando el suelo y Stephanie sintió un estallido caliente en la cara. "¿Qué hay de las francesillas?"

Taeyeon empezó a jugar con las manga largas de la polera. Todo lo que había ensayado hasta el momento, cada palabra, cada nota mental que tenía practicada se esfumó cuando la tuvo tan cerca.

“Cuando te conocí pensé que eras lo que le hacía falta a mi vida.” Dijo la castaña.

“¿o, alcohol y rock n’ roll?” Preguntó Taeyeon, “Porque canto baladas, R&B y no tomo demasiado porque no tolero el alcohol.”

“Libertad, Taeyeon.” Respondió ella exasperada por la ligereza con la que actuaba la pelinegra. “Tú eras la única persona que pensé me dio libertad y terminaste decidiendo por mí, igual que el resto…”

“Soy igual que tú, Ppani-ah. Tengo miedo y hay mucha gente diciéndome qué hacer. Trato de caminar sobre mis límites, pero evito cruzarlos. Yo solo sé actuar y tú no, esa es la diferencia… Pensé que si me alejaba, te ahorraría problemas y tu padre te daría la libertad que mereces.”

“Pues no lo hace.”

“Por eso estoy aquí.” Se arrodilló frente a ella tratando de verla a los ojos. “Si él no cumple su promesa, yo tampoco voy a cumplirla.”

“Es muy tarde.”

“¿Tarde para qué?”

“Para que regreses y pretendas que todo va a ser diferente. Tengo cosas que hacer, compromisos que cumplir, empiezo clases en dos semanas y estoy realmente furiosa. Decepcionada de ti.”

“La gente suele tener altas expectativas de mí.”

“No sería así si no repitieras todo el tiempo que eres la maldita Taeyeon.”

“Wow.” Sonrió la pelinegra. “Eres y cuando te enojas.”

“No seas estúpida.”

“Pero lo soy.” La miró a los ojos y tomó con miedo la mano delicada de la castaña. “Soy estúpida e infantil. Soy egocéntrica y tengo baja estatura. Soy insegura… Soy muy insegura, tanto que jamás pensé que te fijarías en mí cuando te vi en la gala.” Suspiró cansada. “Ya no quiero perder esta oportunidad, Miyoung-ah. La chica que me encanta quiere arriesgarse por mí, ¿Por favor, permite que me arriesgue por ti?”

Esos ojos. Esos labios. Dios, ese rostro amenazaba con chantajearla emocionalmente y eso era realmente bajo. Pero Stephanie Hwang no iba a engañarse. Estuvo esperando tanto por este momento que definitivamente no iba a dejarlo ir... Pero, ¿Valdría la pena?

“¿Te arriesgarás hasta que mi padre te chantajee otra vez?” Soltó su mano del agarre.

“No dejaré que lo haga nunca más.”

“Es el presidente.”

“Yo soy Kim Taeyeon.”

“¿Y si es por mi bien?” Frunció el ceño amarga.

“Te preguntaré primero qué es lo que deseas.”

“¿Y qué hay de mi equipo de seguridad?”

“Mandaré al ártico a esos pingüinos.”

“No puedes entrar a mi casa.”

“Entraré en una caja las veces que sean necesarias.”

“Mi padre dio órdenes claras.”

“Te raptaré. Me inscribiré en tu curso. Me esconderé en el baño de la universidad. Me disfrazaré de Yuri. Cambiaré mi nombre. Te mandaré mensajes... No me interesa. Haré que funcione. Sal conmigo, Stephanie Hwang.”

Stephanie asintió arqueando una ceja, con el mejor gesto empresario que pudo imitar de su hermana. “No decidas por mí nunca más.” Se paró de la silla.

“NUNCA MÁS.” Taeyeon la siguió e intentó acercarse.

“No voy a perdonarte con facilidad.” Volteó el rostro.

“Me esforzaré hasta que lo hagas.” Tomó con delicadeza el mentón de Stephanie y lo giró hacia ella. Estaba a cinco centímetros de sus labios.

“No prometo nada.” Dijo seria, con el rostro colorado.

“Te conquistaré.” Sonrió la pelinegra susurrando.

“Ya veremos.” Stephanie se despegó del magnetismo y caminó hacia la puerta alejándose antes de que pueda besarla. Caminó con firmeza y empezó a tocar la puerta hasta que alguien le abra.

“El pestillo está puesto por dentro. No estás encerrada.” Dijo la cantante sonriendo confiada desde atrás, cruzando los brazos.

Stephanie volteó indignada y giró el pomo con fuerza hasta que hizo click. Furibunda, abrió la puerta aun mirando a la cantante, “¡TE ODIO, TAEYEON!” Salió seguida de un séquito uniformado.

“No, no lo haces.” Sonrió mordiéndose el labio inferior. “No me odia.” Empezó a reír mientras la banda se despedía de sus fanáticos.

“¡Espera Ppani-ah…!” Corrió animada tras ella.

[HOT!] SUPERBOY COMPARTE ESCENARIO CON TAEYEON POR SU ANIVERSARIO.

[+992 -11] Superboy y Taeyeon en el escenario, por favor, tiene que repetirse.

[+962 -17] Yesung oppa y Taeyeon unnie cantando juntos, no lo imagino. Por favor, ¡Tienen que colaborar pronto!

[+902 -22] Aigoo, si Superboy son los reyes, Taeyeon es la reina definitivamente.

[+841 -33] El poder de la SM en el escenario. Minho oppa también estaba apoyando a Superboy y Miyoung unnie también fue a verlosㅋㅋㅋ

[+706 -78] Omo, omo, Miyoung unnie y Taeyeon unnie juntas, ¿Se habrán encontrado? ㅋㅋㅋㅋㅋㅋㅋㅋㅋ TaeNy jjang!

[+622 -12] Heechul oppa es tan perfecto.

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