Capítulo 1
HWANG MIYOUNG.
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๑๑๑๑๑

HWANG MIYOUNG HACE PRIMERA APARICIÓN PÚBLICA DESPUÉS DE 5 AÑOS EN AMÉRICA.

[+253 -08] Miyoung-ssi ha crecido tanto.

[+234 -12] Miyoung-unnie siempre mostrando buen gusto y elegancia. Aigoo.

[+198 -05] Su mirada está aún más brillante que antes.

[+195 -12] ¿Será posible que sea la misma chica que conocimos hace once años? ㅋㅋㅋ

Hwang Miyoung, vestido blanco largo, ceñido al cuerpo, con una apertura generosa en la pierna derecha y el cabello castaño recogido en una cola. Zapatos taco nueve y joyas sobrias que resaltaban su elegancia.

Su elección gritaba Chanel desde donde fuese vista y vaya que estaba siendo vista.

Después de algunos años estudiando en el extranjero, la hija del presidente re-electo tuvo una excelente bienvenida y exposición al ojo público. En esta primera gala, todos habían visto en quién se había convertido esta hermosa joven que ahora, además, contaba con un título internacional y pretendía llevar una segunda carrera en Seúl al lado de su familia, como debía ser.

Miyoung era vista como una brillante promesa, excepto por sus amigos, quienes sabían que dentro de esa fachada perfecta e incorruptible, se escondía alguien, más bien, adorablemente caótica y reprimida.

“Dios, ha pasado tanto tiempo, Miyoung-ah”

“Mírate, estás hermosa.”

“Gracias unnie.”

“Y tu cabello está más brillante, unnie, ¿No creen?”

Miyoung sonreía y agradecía la atención, aunque ahora no tenía demasiada costumbre por haber estado lejos, siempre venía bien un pequeño baño de popularidad. Así que mantuvo la sonrisa, postura y elegancia en su punto para poder ser inmortalizada en la cantidad de cámaras.

Hasta que alguien nombró a otra persona.

Y las cámaras voltearon.

Ahora los medios corrían hacia la puerta.

¿Era su idea, o había incluso más periodistas que los que estaban cubriéndola?

Las galas de beneficencia resultaron ser tal como las recordaba, pero la cantidad de medios se había duplicado con el pasar de los años. Habiendo crecido prácticamente toda su vida al lado de una persona pública, sabía que ver una cámara era tan común como tomar desayuno, así que siempre debía verse impecable. De los tres hermanos, era ella quien más lo disfrutaba en silencio. Vestidos elegantes, alta costura, zapatos, perfumes. Nómbralo. Ella podía ser un ícono de moda en la realeza política del país…

Sabiendo eso, era obvio que tendría que molestarle un poco si alguien recibía más atención que ella, así que trató de ver quién estaba tras la muralla de prensa.

¿Quién podría ser más interesante que la hija del presidente luego del presidente?

“—cielos, lo sé…”

¿Qué?

“Es muy hermosa.”

Claro que no.

Miyoung creía pertenecer a la conversación en su cabeza, pero en realidad estaba tan concentrada en la conmoción que se había ocasionado, que no había notado estar caminando lentamente hacia delante.

Yoona la siguió interesada, con dos copas de champagne en la mano.

“¿Hacia dónde vas?” Preguntó ofreciéndole la copa.

“¿Sabes quién es?” La recibió sin dejar de mirar.

“Es Kim Taeyeon.” Dijo Yoona, como si fuese obvio.

“¿Quién es Kim Taeyeon?”

Como por esas cosas del destino, la multitud se abrió con ayuda de la seguridad de la gala y la mujer caminó en la apertura de la muralla, como si se tratase de un mar de gente dividido en dos dejando pasar a una sirena. Así de impactante quizás.

Con el cabello negro, largo, abierto en dos perfectas ondas ligeras sobre su frente, vestido negro con cola blanca y zapatos de la misma tonalidad. Maquillaje natural, sonrisa impecable. Cejas poco espesas, piel blanca…

“¿Unnie?”

“¿Ese no es Heechul oppa?” Preguntó Miyoung saliendo del trance inmediatamente.

Kim Taeyeon fue interceptada por un joven que muchas chicas considerarían perfecto: Kim Heechul, el integrante y líder de una boyband conocida en Corea. El impecable Superboy la tomó del brazo y la llevó lejos.

“Obviamente se conocen…” Afirmó Yoona.

“Quizás ella está aprovechándose de la fama de oppa.” Dijo Miyoung.

“¿Ella?” Preguntó Yoona sorprendida, abriendo sus grandes ojos marrones. “Taeyeon-unnie es la celebridad femenina más famosa del país desde hace un tiempo.”

“¿Ella?”

“Ella.”

“¿Qué hace? ¿Es actriz?”

“Es la cantante más conocida de la SM.”

Miyoung volteó hacia Yoona. “Pensé que era BoA.”

“Unnie, tienes que ponerte al día.” La tomó del brazo.

๑๑๑๑๑

Kim Taeyeon.

Kim Taeyeon.

No había terminado de sacarse el nombre de la cabeza, cuando ella volvía a aparecer en su rango de visión. Aunque nunca lograban cruzar miradas, siempre estaba ahí.

Incluso en la cena tenía vista exclusiva de la cantante y por ratos su sonrisa blanca parecía brillar tanto como un diamante buscando atención. Era molesto. Muy molesto.

Más tarde, después de guardar las apariencias necesarias, la prensa había disminuido en número considerablemente y Miyoung creía que era una buena oportunidad para reunirse con viejos amigos y tener conversaciones simples que la hagan reír un poco.

Pero no importaba a dónde fuera, Kim Taeyeon siempre estaba ahí.

“Vaya que has cambiado considerablemente, Miyoung-ah.”

Ella volteó y encontró al guapísimo hombre tras ella, “¡Oppa!”

“Dale a oppa un abrazo.”

“¿Cómo has estado?”

“Trabajando mucho, tendremos un concierto en mayo. Si te quedas lo suficiente puedo conseguir una vista especial.” Guiñó el ojo y sonrió encantadoramente.

“Me quedaré un buen tiempo.” Dijo ella. “No puedo esperar.”

"¿Cómo está Michelle?"

"Bien, ya sabes, de aquí para allá..."

“Oh, tengo una amiga que quiere conocerte, ¿Puedo presentártela?”

No si es Kim Taeyeon.

“Claro.” Dijo ella forzando una sonrisa labial y calmando su emoción previa.

“¡Kwon Yuri-ah!”

Miyoung frunció ligeramente las cejas. Una ola de decepción la bañó, pero prefirió obviarla. Era ilógico sentirse decepcionada. No había razón alguna. Igual debía mantener la postura.

“Yuri-ah, ella es Hwang Miyoung.” Dijo él.

“Es un gusto, Miyoung-ssi.”

“El gusto es mío.” Respondió haciendo una reverencia.

“Yuri-ah es dueña de una boutique nueva en Seúl y ha conseguido firmar un contrato exclusivo con nuestra agencia.” Explicó Heechul. “Ella está interesada en hacerte una propuesta.”

“Nos encantaría que desfilaras para el Fashion Week, Miyoung-ssi.” Sonrió Yuri.

“¿Desfilar yo?” El brillo en los ojos se desató como fuegos artificiales.

“Eres un ícono de elegancia y sería increíble contar contigo.”

“Nunca he modelado antes.” Ahora, de eso estamos hablando.

“Siempre hay una primera vez, Miyoung-ah.” Pide Heechul.

“Sooyoung-ssi y Taeyeon-ssi pensaban lo mismo cuando empezaron con sesiones para mixxo, hoy la agencia está interesada en sacar una línea de ropa con nosotros. Piénsalo, por favor.” Le ofreció una tarjeta.

Ahí estaba. Taeyeon otra vez.

Parecía estar obstinada en aparecer toda la noche. En presencia o conversaciones.

Los tres voltearon cuando empezó un show de magia de personajes con trajes del medioevo europeo perfectamente diseñados. Las luces se posaron en el centro del salón y la música los embriagó. Yuri sonreía al lado de Heechul, conversando sobre la presentación.

Pese al espectáculo, no podía concentrarse en otra cosa que no sea la idea de verse sobre una pasarela. Darle una oportunidad a lo que más disfrutaba podría ser bueno si conseguía el permiso de su padre y lo analizaban al detalle. Quizás regresar a Seúl no iba a ser tan malo después de todo. Sentía que podía. Que solo tendría que atreverse.

Y sus ojos sin querer se posaron sobre Taeyeon.

Miyoung ya no podía apartar la vista de la pelinegra que estaba parada al otro extremo del círculo rodeando el show. Con una mano sosteniendo su codo derecho y la otra ocupada con una copa de champagne. Concentrada, analizando en silencio.

Parecía aburrida.

Maldición.

¿Cómo podía verse tan espléndida hasta luciendo aburrida? Quizás ahora entendía por qué era tan reconocida. Está bien. No era su talento, era esa forma única de brillar. Era esa cosa inexplicable que tenían algunas personas y las hacía paranormalmente más atractivas que otras.

Está bien. Está bien. Lo aceptaba.

Kim Taeyeon era muy atractiva. Casi magnética.

Kim Taeyeon era hermosa. Era perfecta.

Kim Taeyeon estaba viéndola. Justo ahora.

Miyoung bajó inmediatamente la vista arrepintiéndose de todo lo que había pensado. No supo de qué rincón de su cerebro sacó todo eso, tampoco cómo lo formuló, ni si había estado pensando en voz alta, pero de algo estuvo segura, no iba a olvidar esa mirada con facilidad.

Esa serenidad incorruptible.

Kim Taeyeon era un misterio.

“¡Oye! Miyoung-ah, mira esto.” Heechul se acercó con una gorra de juglar y una espada inmensa que había conseguido de alguna forma. El show había acabado y los personajes se mezclaban con el público para saludar solemnemente.

“¿Seguro que puedes tomar todo eso?” Preguntó ella aún fuera de sí, volteando a buscar la presencia de los medios.

“Son de la agencia.” Sonrió Heechul. “Yuri lo ha preparado todo, dime si no es una gran artista.”

Yuri asintió con modestia.

“Es un excelente trabajo, Yuri-ssi- Eres realmente talentosa.”

“Los trajes tomaron tres meses en hacerse, oppa. Ten cuidado.” Pidió Yuri.

“¿No me veo genial?” Preguntó él acomodándose el sombrero otra vez y cargando la espada como un caballero medieval. “Quiero ser un caballero de su corte, princesa Hwang.”

“¿Unnie, qué haces?” Se acercó Yoona.

“¡Yoona-yah!” Dijo Heechul, “participa de mi honorable conversión a caballero.”

“Yoona-ah, te presento a Yuri-ssi. Yuri-ssi, ella es Yoona, sobrina del primer ministro Lim.”

“Es un placer, Yuri-ssi.” Sonrió Yoona.

“Igualmente.”

Heechul se acomodó de rodillas y le ofreció la espada a Miyoung, agachando la cabeza.

“Oppa, basta.” Ella solo empezó a reír nerviosa. Tomó la espada y se dio cuenta que era realmente pesada. Podría ser divertido, pero no sabía si pasaría desapercibida. Aunque estaba lejos de las verdaderas estrellas de la noche y su padre estaría en alguna sala importante brindando.

¿Qué podría salir mal?

“Ten cuidado, Miyoung-ssi.” Advirtió Yuri preocupada, “es una réplica de las reales. Está hecha de acero templado, podrías hacerte daño.”

Pero ella solo sonrió y la levantó con ambas manos para colocarla sobre el hombro de Heechul. Yoona reía por la escena, hasta que levantó la mirada y quedó sorprendida por la persona que se acercaba hacia ellos saludando a Yuri y siendo correspondida.

Vaya que la mujer realmente brillaba inexplicablemente.

“Kim Hee Chul, yo, Hwang Stephanie…”

“Hwang Miyoung.” Pidió él, con la cabeza agachada.

“Lo que sea—te nombro caballero de la corte suprema. Desde ahora Sir Kim Heechul.” Intentó levantarla del hombro del apuesto joven, pero solo logró moverla un centímetro.

Una voz calmada intervino, “Heechul-ah, ¿Qué estás—” Miyoung cogió fuerza y levantó la espada de golpe… “—ah.”

Heechul se paró rápidamente sonriendo hacia Miyoung por la graciosa escena y ella no podía creer lo que acababa de pasar, así que solo dejó caer la espada, permitiendo crecer el eco de un sonido sordo sobre el piso de mármol, y se tapó la boca.

Todos los asistentes voltearon.

Yoona estaba petrificada como estatua, así que solo dejó pasar a Yuri, quien corrió hacia la recién llegada para ayudarla.

“¿Qué pasó?” Preguntó Heechul dando la espalda a la realidad.

“Acabo de cortarle la cara a Kim Taeyeon.” Dijo asustada.

Heechul volteó.

Taeyeon estaba igual de asustada, quizás, pero mantuvo la calma. Respiró y se cubrió la mejilla herida con una mano. Cuando la sacó, tenía mitad de rostro manchado de sangre, igual que la palma que lo mantenía cubierto.

“Por dios, Taeyeon-ah, ¿Estás bien?” Yuri trató de calmarla.

“¡Taengoo-ah! ¡¿Qué pasó?!” Heechul la tomó de los hombros. “Déjame ver eso.” Frunció el ceño. “Hay que llevarte a la clínica de inmediato…” Propuso él serio. “Vamos, te llevaré-”

“Está bien, oppa. Venía a decirte que ya me iba, no hay problema.”

“No irás sola, Taeyeon-ah.” Dijo Yuri.

“Estoy bien.”

Miyoung no sabía qué decir. Parecía haber perdido el sentido del oído, así que solo veía movimiento delante de ella. Probablemente pedir que la tierra se la tragase entera sería bastante injusto, pero no podía enfrentar la escena que tenía al frente. Aparentemente acababa de arruinarle el perfecto rostro a la mujer más conocida en Corea.

“¿Unnie, estás bien? Vamos…” Dijo Yoona preocupada por la cobertura.

Cuando la hija del presidente reaccionó, Heechul caminaba con Taeyeon hacia la puerta, Yuri iba detrás, alejándola de las cámaras que habían estado cubriendo la escena desde hace un rato.

Estaba segura de haber escuchado obturadores desde lejos.

“Unnie, vamos ahora.”

[HOT!] DUELO DE REALEZA. LA HIJA DEL PRESIDENTE DAÑA ROSTRO DE LA REINA DEL POP EN CONTROVERSIAL ACCIDENTE.

[+687 -102] Esa chica está buscando problemas si ha dañado a la reina Taeyeon.

[+620 -12] Taeyeon-unnie se veía tan hermosa como siempre.

[+431 -198] Aigoo, me pregunto qué hubiese pasado si Heechul oppa no hubiese estado allí.

[+334 -38] ¿Quién es Hwang Miyoung y cómo se atreve a dañar a Taengu?

[+302 -28] Hwang Miyoung, regresa a América por favor.

๑๑๑๑๑

Heechul estaba coordinando algunos cambios en el sonido de la siguiente canción y le daba algunas indicaciones a Kangin quien lo molestaba imitándolo.

“¡Yah! ¿Quieres morir?”

“Te amo hyung.” E hizo sonar su bajo.

Heechul empezó a reír. “¿Están listas, señoritas?” De pronto su celular empezó a sonar.

“Dijiste que nada de llamadas.”

“Donghae está celoso, otra vez.” Dijo Siwon desde la batería.

“Hyung es mío.” Dijo el guitarrista con una voz sensual.

Luego todos empezaron a reír, mientras Heechul caminaba hacia la ventana de la sala de ensayos.

“¿Hola?”

“Heechul-oppa.”

“Ah, Miyoung-ah, ¿Por qué no has llamado? No sé nada de ti.”

“Estaba arreglando algunos asuntos de prensa con papá…”

“Oppa estaba preocupado.” Dijo Heechul. “¿Cómo estás?”

“No muy bien.”

“Oye, la prensa puede ser muy estúpida a veces, tranquila.”

“Me siento muy mal.”

“Todos van a olvidarse cuando salga otro escándalo.”

“No es eso…” Dijo ella, caminando en su habitación inmensa. Se tiró sobre la cama y empezó a morder una uña. “Oppa, ¿Cómo está ella?”

“¿Quién?”

“¡Kim Taeyeon!”

“Ah, estará bien. Casi pierde un ojo, pero va a estar bien.” Dijo con simpleza.

“¡Eso no puede ser bueno, oppa!”

“Tranquila, tranquila.” Insistió, “Tenemos a los mejores médicos.” Hubo silencio del otro lado. “¿Miyoung-ah?”, sin obtener respuesta, “¿Has muerto?”

“Necesito pedirte algo.”

“Oppa te ayudará. Dime.”

“Necesito la dirección de Kim Taeyeon.”

“Oh, no. Oppa no te ayudará.”

“¡OPPA! ¡POR FAVOR!”

“No puedo hacer eso, Miyoung-ah. Es un tema privado… Vamos, sé que por allá pueden conseguirlo con facilidad, tu padre es el presidente, no sé si lo has notado.” Tomó un poco de agua embotellada. “Sé que le mandaron flores a casa.”

“No quieren darme la información.”

“¿Por qué?”

“Porque no debo ir, afectaría mi imagen y algunas otras cosas que no quise escuchar.”

“Pues ahí lo tienes.”

“¡HEECHUL-AH!” Gritó Yesung.

“¡Oppa, por favor!”

“Miyoung-ah…”

“Necesito hablar con ella.”

“Ni siquiera van a volver a verse, Miyoung-ah. Las flores de tu padre la exasperaron lo suficiente.”

“Exacto, de mi padre, todos saben que las mandó él y no yo. Necesito disculparme personalmente, oppa. Que se exaspere con mis flores. No puedo con la angustia.”

“¿Por qué te interesa tanto?” Sonrió. “Me matará si apareces en su puerta.”

“¿Qué pasa si desfilo para Yuri-ssi y la encuentro en la agencia? Las personas quieren ahogarme en el Han. Debo disculparme de alguna forma...”

“Nah, ella se olvidará con facilidad.”

“Por favor oppa. Solo le mandaré flores personalmente y le haré saber lo que siento.”

“Eso suena mejor.”

“¡HYUNG!”

“Debo volver al ensayo. Concierto en mayo, ¿Recuerdas?”

“¡Oppa!”

“Te mandaré la dirección en un mensaje.”

“Eres el mejor.”

“Lo sé.”

๑๑๑๑๑

Taeyeon estaba alimentando a su pequeño poodle negro.

Si había algo que amaba hacer era quedarse en casa, pero eso no se replicaba hoy, porque una cosa es quedarse para descansar y otra cosa es que eliminen tus horarios y posterguen todo por un tema médico. Taeyeon no estaba feliz.

Estaba malhumorada.

Más aun cuando sonó el timbre.

Probablemente era uno de sus managers contándole cómo otra vez habían tenido que reprogramar presentaciones por cuestiones del canal. Hoy odiaba reprogramar. Hoy odiaba las visitas. Hoy odiaba la molestia que sentía en la mejilla.

Una presencia cubierta con tapaboca, lentes oscuros y una gorra rosada, sostenía un ramo de flores también rosadas. Se preguntaba si esta persona si quiera estaba respirando, pero la escuchó atorarse y toser, así que supuso que sí.

“¿Hola?”

En ese momento Miyoung agradeció tener toda la cara cubierta, porque sentía su rostro hirviendo. No sabía si era la voz, o era el rostro aún impecable sin maquillaje, o era la cercanía. No lo sabía, pero prefirió pensar que se trataba de la vergüenza.

Carraspeó. “Hola.” Respondió. Luego le ofreció las flores.

Taeyeon las recibió sorprendida, arqueando solo una ceja, sin entender demasiado la situación. Podría ser una admiradora, pero las admiradoras no llegaban hasta su puerta. A menos que sea una reunión oficial con la presidenta del fanclub. O algo por el estilo…

“Disculpa pero, ¿Cómo llegaste hasta aquí?”

“Heechul-oppa…”

“¡¿HEECHUL?!” Taeyeon abrió los ojos bastante, sin darse cuenta del dolor que sentiría por los puntos en su mejilla. “Ouch.”

“¿Estás bien?”

“¿Quién eres?” Preguntó cogiendo delicadamente su mejilla, sobre el parche que cubría su herida convaleciente. Miyoung se quitó los lentes y Taeyeon la reconoció por los ojos almendrados y radiantes. “Ah, eres tú.” Y volvió a su gesto neutral.

“Soy Hwang Stephanie. O Miyoung. Siento presentarme así,” Se quitó el tapaboca después de ver a su alrededor. “Quería saber cómo estabas y darte esto personalmente.” Señaló el ramo.

“Estoy bien, casi pierdo un ojo gracias a tus juegos extraños. Pero, fuera de eso y de que casi entierro mi carrera artística, estoy viva.”

“Siento mucho lo que pasó.” Miró el suelo. “Espero te agraden las flores.”

“De hecho no me agradan. Pensé que entenderías cuando devolví el ramo rosado que mandaste hace dos días.” Frunció el ceño. “De hecho era igual a este, ¿Qué problema tienes con el rosado?”

Miyoung se fastidió con la actitud de la diva. “Eso fue de muy mal gusto, no creo que hayas devuelto el ramo que envió mi padre.”

“No lo devolví, solo lo envié a donde puedan cuidarlo bien. Las flores son seres vivos y no deberían comercializarlas, ¿Sabes eso?” Levantó el ramo rosa.

“Pudiste hacer lo mismo con las que envié yo. No devolverlas...” Arrugó la nariz molesta.

“Estaba molesta. Y ahora sigo molesta. Así que si no tienes más que decir—”

“Vine a disculparme, pero veo que realmente no vale la pena.”

“Mi rostro lo vale, señorita Hwang.”

“¡QUÉ EGOCÉNTRICA!”

“Uno no llega a casa de alguien más a gritarle sobre lo egocéntrica que es. Es de mal gusto.”

“¡Tú eres de mal gusto!”

“Tus flores son de mal gusto.”

“¡BIEN!”

“Bien.”

Miyoung se colocó las gafas oscuras y se dio la vuelta, caminando hacia el ascensor. Taeyeon pudo ver cómo de lugares escondidos, se movían agentes casi camuflados que estaban cubriendo el piso. Pensó que era una exageración y tiró la puerta.

Una vez dentro del elevador, la hija menor del presidente se acomodó el tapaboca, mientras murmuraba, “¡Qué engreída!”. El equipo de seguridad ya la esperaba abajo.

¿LA HIJA MENOR DEL PRESIDENTE APARECE EN EDIFICIO DE KIM TAEYEON?

[+401 -30] ¿Cómo es que ella llegó a casa de noona? ¿Fue a amenazarla con su espada otra vez?

[+397 -37] Mantente alejada de Taeyeon-unnie. Tsk, tsk… ¿Ella no aprende?

[+387 -18] ¿Soy yo o ella llevaba flores cuando llegó? Omo…

[+267 -23] Nunca entenderé cómo los papparazzis siempre aparecen de la nada.

๑๑๑๑๑

Después de dos semanas Miyoung intentó olvidar lo que había pasado. En redes aún se discutía sobre el accidente de la hija del presidente y la artista, pero la conmoción había bajado.

“Unnie, es normal que esto pase; casi le vuelas un ojo a la reina del pop.” Le había dicho Yoona, pero eso no ayudó en nada a su ansiedad. Prefirió ocuparse de otros asuntos, como buscar un post-grado para completar su carrera, en alguna de las universidades elegidas por su padre. Con alguna especialización… Sugerida por su padre.

Ya llevaba un mes en Seúl tratando de aclimatarse y de seguir en contacto con sus amigos al otro lado del mundo. En ese momento estaba conversando con Jessica de lo difícil que era acostumbrarse nuevamente a la vida pública.

En el primer gobierno del presidente Hwang casi no lo había sentido, pero once años después era obviamente más difícil por el estilo de vida que quería llevar. No estaba acostumbrada a tener una vida desordenada, ella era un ejemplo perfecto de mujer. Pero era joven y se preguntaba qué significaría disfrutar un poco…

“¿Señorita Hwang?” Llamó Minho a la puerta, un hombre de mediana edad que había servido en su casa desde que tenía memoria.

“¡Ahjussi!” Respondió ella, “pase.”

“Señorita Hwang, han venido a buscarla.”

“¿Mwo?” Cerró la laptop y se sentó sobre la cama. “¿Quién es?”

“La señorita Kim Taeyeon.”

“¿Qué?”

“Está esperándola en el garaje.”

“¿En el garaje?”

“Le pedí que pase al salón, pero dijo que necesitaba algo de su auto.”

Miyoung estaba más que sorprendida, asustada. Los nervios estaban impidiéndole pensar correctamente y no se había dado cuenta que ya estaba cambiando su camiseta. Se roció un poco de perfume, pues pensó que debía dar la mejor impresión, como siempre.

Luego se arrepintió, pensando que ella no valía tanta atención de su parte.

Aun así estaba bajando las escaleras oliendo a Elizabeth Arden y arreglando su cabello.

“¿Qué haces aquí?”

“Buenos días, señorita Hwang.”

No estaba segura si el sol estaba favoreciéndola, pero hoy Kim Taeyeon se veía más deslumbrante que antes, parada al lado de su Mercedes Benz deportivo de asientos rojos, sus botas negras y gafas de sol. ¿Por qué tenía que verse tan bien, incluso así?

“Buen día, ¿Qué deseas?”

Taeyeon aún tenía un parche blanco en el rostro, cubriendo la herida, pero era más pequeño que el anterior, lo que Miyoung agradeció, porque querría decir que estaba mejorando. “Vengo en son de paz, ¿No puedo hacerlo?”

“¿Cómo llegaste aquí?”

“Tengo contactos.” Dijo hundiéndose en hombros.

“Eres tan pedante.”

“No. No lo soy.” Se rascó el brazo. “Quiero ofrecerte disculpas por mi mal comportamiento.” Se recostó sobre el auto vencida, mirando el suelo y escondiendo sus manos en los bolsillos del pantalón. “Sé que no lo hiciste a propósito; yo estaba muy molesta por tener que cancelar algunas presentaciones. Y estaba asustada por la cicatriz…”

Miyoung dio un paso adelante y asintió molesta.

“Es estúpido como algo tan simple podría arruinar tu carrera…” Sonrió ella. “Pero es verdad, aquí las cosas funcionan así.” Se rascó la nuca.

Miyoung lo pensó por un momento y se dio cuenta que de una u otra forma tenía razón; ella sabía de la importancia de verse bien en la sociedad sur-coreana, era lógico que su carrera peligre si por una torpeza se dañaba un rostro tan bello. Y luego, otra vez, ¿Bello? ¿De dónde salió eso?

“Entiendo.” Avanzó un paso más y jugó con sus manos. “Discúlpame, Taeyeon-ssi.”

Taeyeon levantó el rostro y le ofreció una media sonrisa. Asintió una vez, casi como una reverencia de respeto. “Te traje algo.” Abrió la puerta del piloto y se estiró hasta el asiento del lado. Era una caja con tapa y hoyos a los lados.

“¿Una maceta?” Preguntó Miyoung pese a verla.

“Y estas,” Taeyeon sacó una pequeña bolsa cuadrada de su bolsillo, “son francesillas.”

“¿Qué?”

La pelinegra se quitó las gafas de sol. “Son semillas de flores, Miyoung-ssi.” Se las entregó. “Francesillas.” Retrocedió hasta recostarse en el lujoso Mercedes otra vez. “Siempre pensé que comercializar flores era terrible, pero es distinto darles un lugar seguro para vivir, ¿No crees?” Sonrió.

Miyoung solo asintió.

“Riégalas frecuentemente, mejor si están a media sombra, no disfrutan estando bajo el sol directamente.” Volvió a acomodar sus lentes. “Ya va a empezar la primavera, es un buen momento para dejarlas crecer.”

“Gracias.” Dijo anonada.

“¿No te agrada mi obsequio?”

“Nunca me habían regalado algo así.”

“Me gusta hacer regalos con significado.” Dijo entrando al auto. “Debo irme, es tarde.” Cerró la puerta del piloto y bajó la luna con la llave en ignición. El motor ronroneó suave. “Buen día, Miyoung-ssi.”

“Stehanie.” Respondió Miyoung. Taeyeon arqueó una ceja. “Dime Stephanie.”

Taeyeon sonrió sin mostrar los dientes, asimilando la información nueva.

El auto aceleró con suavidad, como besando el suelo de la inmensa entrada y saliendo hacia la calle a lo lejos. Stephanie Hwang estaba parada bajo el sol con la caja en las manos, tratando de pensar qué significado tendría ese regalo.

๑๑๑๑๑

“Vaya, no sabía que eras fanática de la botánica.”

“No lo soy.” Dijo Stephanie regando la maceta, como en los últimos días.

“¿Un pasatiempo nuevo?”

“Me las regalaron.”

Michelle se sentó sobre la cama de su hermana y la observó por unos segundos. “¿Un admirador te regaló una maceta?”

“No es una maceta, son semillas. Y no es un admirador.”

“¿Por qué no se la encargas a Minho para que las cuiden en el jardín?” Se acercó para observar el espacio con tierra húmeda.

“No puede estar en contacto directo al sol. Y quiero hacerlo yo.”

“Tú no eres fanática de las plantas.”

“Puedo intentar serlo.”

“¿Quién te lo regaló, Steph?”

“Si te dijera que este regalo significa algo pero no sé qué significa, ¿Qué pensarías?”

“Que alguien te ha visto con cara de jardinera.”

“No bromeo.” Dijo sin voltear.

“No lo sé hermana.” Vio la pantalla del celular recibiendo un mensaje y caminó hacia la puerta mientras respondía. “¿Cada flor tiene distinto significado, no? Qué sé yo… Hoy tenemos una cena en la noche, ¿Usarás negro?”

“¿Significado? ¿Esta noche?”

“¿Negro o verde, Steph?”

“Usaré blanco.” Pensó en la combinación perfecta.

“Bien.” Michelle salió pensando en el vestido que usaría.

Stephanie se quedó pensando en qué debía hacer ahora.

Miró la maceta, con las semillas enterradas aún sin germinar.

“Supongo que solo debo seguir esperando…” Susurró. Esperar por el inicio de semestre, por el concierto de Heechul y la banda, por la cena de esta noche, por volver a ver a Taeyeon…

Se detuvo.

¿Estaba mal querer ver a Taeyeon otra vez?

Se mordió el labio y pensó. No podía ser malo. Le había causado una gran impresión desde el inicio y obviamente quería sentirse más cercana a ella. Naturalmente quería ser su amiga después de la oferta de paz, quería dejar en claro que el accidente había quedado atrás y había buena energía entre ellas. Le haría bien a su vida pública que todo quede en orden.

“Por supuesto.” Asintió ella.

Ahora tendría que encontrar la forma de volverla a ver… Pero ¿Cómo?

La noche llegó más rápido de lo que esperaba.

“¿Qué haces aquí?”

Michelle encontró a su hermana menor en el balcón del salón, lejos de la reunión, disfrutando de la noche fría y despejada. “¿Qué piensas de un desfile de modas?”

“¿Quieres ir a uno?” Michelle lo tomó con simpleza, sabiendo del gusto de su hermana menor por la ropa en general. “Puedo conseguir pases…”

“Una amiga de Heechul-oppa me invitó a desfilar en el Seoul Fashion Week representando a su agencia.”

“¡Oh, dios Steph! Te verás hermosa.” Dijo Michelle tomándole las manos.

“Quizás lo acepte.”

“Por supuesto que aceptarás. Convenceré a papá. Será increíble…”

“Supongo que sí.”

“¿No estás emocionada?”

“Solo estoy muy nerviosa.”

“¿La fashionista está nerviosa? ¿Es en serio, hermana?”

“Estarás ahí, ¿Verdad?” Abrazó a su hermana mayor.

“Tenlo por seguro.” Michelle se alejó con los ojos brillosos. “Por dios, conocerás a Choi Minho…”

“¿A quién?”

๑๑๑๑๑

“Alguien me dijo que viniste a revisar el contrato.” Sonrió Heechul acercándose al recibidor de la agencia. “Y vine para corroborarlo, ¿Cómo estás?”

Stephanie lo abrazó, “seguiré tu consejo, siempre hay una primera vez para todo...” Volteó hacia los pasillos explorando con la mirada.

“Claro que sí. Bienvenida.” Volteó hacia las puertas, “¿Esos son tus guardias?”

“Todos ellos.” Suspiró. Y volteó hacia una puerta de donde salía una mujer. Estaba atenta a cada movimiento.

“¿Ya viste a Yuri?”

“Un consultor de mi padre está hablando con ella y arreglando algunos papeles, preferí salir porque sinceramente no entendía nada.” Respondió mientras miraba disimuladamente hacia su izquierda.

“¿Esperas a alguien?”

“No, ¿Por qué?” Volteó.

“Porque estás buscando a alguien.”

“Claro que no.”

“¡AH!” Dijo él emocionado, “¡Quieres ver a Choi Minho!” La empezó a molestar. “Todas las chicas se ponen nerviosas con Minho.”

“¿Quién es Minho?” Preguntó ella, recordando que el Minho que conocía trabajaba en casa.

“El actor. AH. No tienes que fingir. Yo mismo te lo presentaré. Ven.”

“No, oppa…”

“VEN.” Heechul la tomó del brazo animado y la llevó hacia el ascensor.

“No deberíamos hacer esto.” Dijo Stephanie confundida. Ella no estaba buscando a ningún actor. Pero Heechul ya la había guiado por el inmenso pasillo en el piso 8 hacia una puerta.

“Tranquila. Eres parte de la agencia.”

“Aún no.”

“Papeles, firmas… Lo que sea. Desfilarás. Eres SM.” Entraron y Stephanie encontró una sala de reuniones que se veía bastante cómoda y elegante. Ahí estaba un hermoso joven salido de revista y ¿Kim Taeyeon?

“¿Taeyeon-ah?” Heechul se acercó y la tomó por el cuello con el brazo, en un abrazo fraternal. “¿Qué haces aquí con Choi Minho?”

“Buenas tardes.” Dijo Stephanie desde la puerta, con el corazón saltando.

“¡AH!” Minho se levantó e hizo una reverencia respetuosa reconociendo a la hija del presidente. Taeyeon ni siquiera se movió… ¿Estaba teniendo un ataque de diva otra vez o era su imaginación? “Señorita Hwang, es un gusto tenerla por aquí. Escuché que desfilaría con nosotros.” Sonrió él.

Al menos Minho era realmente encantador.

“Hola.” Dijo Taeyeon volteando hacia Heechul. “¿Desfilar?” Preguntó sin ganas.

“Miyoung-ah también va a desfilar en el Seoul Fashion Week representando a la agencia. Yuri la animó, ¿RECUERDAS?” Respondió Heechul confundido por la pregunta, pellizcando la nariz de Taeyeon. "Pensé que tú--" Fue interrumpido por un codazo de la cantante en el estómago.

“Soy Minho.” Se acercó el joven.

“Es un gusto, Minho-ssi.” Respondió ella.

“Por favor, sin formalidades.” Sonrió él. “Para servirle.”

“¿No tenías algo que hacer, Romeo?” Preguntó Taeyeon con los ojos apretados.

“Noona…” Pidió él. Taeyeon solo echó la cabeza hacia un lado esperando que obedezca. El joven caminó sin ganas hacia la puerta pasando al lado de Stephanie y caminando por el pasillo, “fue un gusto, señorita Hwang.”

Taeyeon rodó los ojos.

¿Estaba molesta?

“Bueno, ¿Qué opinas? ¿Sueño cumplido?” Preguntó Heechul.

“¿Qué sueño?” Intervino la pelinegra.

“Miyoung-ah estaba buscando a Minho.”

“¿En serio?” Dijo ella revisando su celular.

“Claro que no…” Respondió Stephanie.

“Todas dicen lo mismo.” Heechul guiñó el ojo.

“Bueno, debo ir al estudio.” Dijo Taeyeon repentinamente.

“¿Tan rápido?” Preguntó Heechul. Stephanie sentía la misma desilusión por la repentina decisión de la pelinegra. “Pensé que podíamos comer juntos, para que ustedes limen asperezas.”

“¿Qué asperezas? Entre la señorita Hwang y yo no hay asperezas.” Sonrió Taeyeon cínicamente.

Stephanie la miró extrañada. Taeyeon estaba molesta, pero ¿era por el accidente otra vez? Pensó que estaba superado. Aunque había algo más, algo que no quería asegurar, pero…

Le parecía o ¿Eran celos?

No. No. Kim Taeyeon no podía estar celosa.

“Oh, rayos…” Heechul observó la pantalla brillante de su celular. “Debo regresar de inmediato al ensayo, espérenme aquí, ya regreso.”

“Será mejor que regrese también.” Dijo Stephanie.

“No, no, espérame aquí cinco minutos. Donghae me matará.” Corrió hacia fuera, encontrándose con parte del staff de seguridad de la hija menor del presidente.

“Permiso, también debo ir a trabajar.” Taeyeon asintió.

Stephanie la miró y dijo, “¿Señorita Hwang?”

“¿Qué?”

“Me llamaste ‘señorita Hwang’. Pensé que ya teníamos un trato más...” Pausó. “…cordial.”

“¿Cordial?” Taeyeon sonrió sospechosa ante la queja.

“¿Cómo sigue tu mejilla? Luce mejor.” Taeyeon notó el nerviosismo de la hija del presidente. Estaba acostumbrada a ver personas reaccionando así. Bueno, estábamos hablando de la reina Kim Taeyeon. Pero una vez más, ella era la sobria y elegante hija del presidente.

“El tratamiento dio resultados y en unas semanas no tendré rastros.” Caminó hacia la invitada.

“Me alegra mucho.” Dijo nerviosa.

“¿Por qué tan nerviosa, Miyoung-ssi?” Taeyeon se acercó lo suficiente como para acomodar un mechón de cabello tras la oreja de la castaña. “Por un tiempo pensé que eras imperturbable.”

“¿Imperturbable, yo?” Pasó saliva.

“La impecable hija del presidente, perfecta ante cámaras. La misma que fue a gritarme egocéntrica a mi apartamento, ahora hecha un manojo de nervios porque me acerco más de la cuenta…” Mantuvo su posición de diva conquistadora.

“Quizás no debas acercarte más de la cuenta…” Respondió.

Taeyeon la miró analizándola.

¿Era posible?

Sonrió y se alejó como si nada hubiese pasado. “¿Cómo están las francesillas, Stephanie?”

Eso era bipolaridad. “Las estoy cuidando.” Respondió confundida por el cambio de actitud.

“Genial, mándame una foto cuando germinen.” Dijo sonriendo.

“¿Estás bien?”

“Claro que sí, ¿Por qué?” Sonrió la pelinegra

“cambiaste—No. Olvídalo.”

“Será mejor que regrese.” Caminó hacia un mueble para coger su bolso.

Stephanie esperó varios segundos, pero pensó que si no preguntaba ahora, no iba a hacerlo nunca. “¿Qué significa tu regalo, Taeyeon?”

La pelinegra volteó reflejando inocencia. “¿No sabes aún qué significa?”

“Busqué el significado de las Francesillas.” Dijo ella.

“¿Y qué encontraste?”

“Eres muy atractiva.” Respondió Stephanie, sonrojándose.

“Gracias, lo sé.” Sonrió Taeyeon.

“No. La flor significa, ‘Eres muy atractiva’.” Corrigió frunciendo el ceño.

“Y si ya lo sabes, ¿Qué otro significado quieres encontrarle?” Dijo Taeyeon y caminó hacia la puerta, deteniéndose para encontrar a una Stephanie confundida cerca a la salida.

¿Estaba Taeyeon diciéndole que le parecía atractiva?

“No olvides pasarme la foto.”

Stephanie caminó hacia la puerta y la vio alejándose por el pasillo, dándole la espalda. “¿A dónde voy a pasártela? No tengo tu número.”

Se detuvo y volteó aun a pocos pasos de ella. “Heechul puede dártelo. También tiene el de Minho por si te interesa.” Ladeó la cabeza, subió los hombros y los volvió a bajar, como ofreciéndole algo sin importancia.

“No quiero el de Minho.” Aseguró y vio la emoción en el rostro de la pelinegra.

“Bien. Me alegra saberlo.” Volteó. “Te veo luego.”

Stephanie sonrió.

Kim Taeyeon sí estaba celosa.

Y eso no debería importarle.

Caminó con orgullo hacia el ascensor.

Claro que no.

Pfft.

[EXCLUSIVO] HIJA MENOR DEL PRESIDENTE HWANG ESTARÍA TRABAJANDO PARA LA SM.

[+321 -46] Primero a su casa, ahora a la agencia… ¿Esta chica está persiguiendo a unnie?

[+307 -29] ¿Qué podría hacer la hija del presidente en la SM? Sospechoso.

[+299 -59] Siempre pensé que ella tenía material para ser una idol.

[+227 -23] Todos protejan a sus idols, la hija del presidente llegó para atacarlos… ¿Dónde guardó la espada? ㅋㅋㅋㅋㅋㅋㅋㅋㅋ

[+196 -31] ¿Miyoung-ssi en la agencia de Taeyeon unnie? ¿Alguien más piensa que se verían adorables juntas?

๑๑๑๑๑