Tsurara parpadeó varias veces y observó su imagen en el gran espejo. ¿Qué estoy haciendo, es lo correcto?   Cerró sus ojos y recordó lo  sucedido en la estación del tren. 

~~*~~

“Hoy te convertirás en mi mano derecha, serás una estafadora”, le anunció Kurosagi.

“Eh? ……..Nani?”

“Serás una ES-TA-FA-DO-RA”, dijo Kurosagi lentamente.

Al entender las palabras de Kurosagi, ella giró su cabeza hacia ambos lados, indicando un “no”.  No, no puede ser, pensó.

“¿Es-estafadora, yo?  Ehh, yo… ¿necesitas que yo estafe a una persona?”

El estafador negro asintió, luego su cuerpo empezó a moverse hacia ella, hasta quedar a solo unos cuantos centímetros de distancia.  Tsurara sintió que su corazón latía velozmente.   “¿Lo harás?”, dijo Kurosagi.

 Kurosagi se acercó más,  casi rozándole su mejilla, y le susurró al oído: “Baka”.

Tsurara abrió sus ojos.  El estafador negro se distanció de ella y continuó hablando: “Baka, si no sabías lo que ibas a hacer, ¿por qué rayos, aceptaste?”.  Kurosagi estaba molesto, esta chica siempre estaba entrometida en sus asuntos.  Sin embargo, le parecía increíble la acción de ella, aceptar hacer algo desconocido, algo relacionado a él.  ¿Como es posible que exista una persona así?

“Yo…yo no puedo ha-cerlo”.  Tsurara titubeó.  Ella  se convertirá en fiscal, tiene que ser un ejemplo para el país, no puede estafar a una persona.  Ella lo miró.  “Nunca me imagine que se tratara de estafar, lo…”

Kurosagi la interrumpió: “Entonces, ¿qué te imaginaste? Ahhh, ¿que necesitaba ayuda para cocinar la cena de navidad  o para que me ayudaras a decorar mi apartamento? Te he dicho que no te involucres con Katsuragi-san, no sabes de lo que es capaz de hacer”

“No, nada de eso, yo solo quería ayudarte, pensé que tenias un problema”

“Problema…”. Repitió Kurosagi.  “Neeee, regresa a tu casa, Yoshida”, dijo Kurosagi alejándose de ella.  Tsurara permaneció inmóvil.  Sus pensamientos estaban en caos,  por un lado su cerebro le decía que no podía hacerlo, era un crimen.  A la vez,  su corazón sentía un profundo vacío, el chico solitario que vivía a su lado y que tanto había sufrido necesita a alguien…era navidad y él planeaba estafar a alguien…iba a estar solo.  De repente, recordó sus propias palabras”: “Recuerda, no importa donde estés, que estés haciendo, tú no estas solo…recuerda esto, no estas solo, no lo estas, así que, Gambatee!”

Tsurara observó su alrededor, no podía ver a Kurosagi.  Comenzó a caminar, iba de prisa hasta que lo encontró cerca de la salida del andén. 

“Kurosaki… espera...”, gritó.

Kurosagi se detuvo y miró a Tsurara con cara de desconcierto. Ella se acercó. 

“Lo haré, yo…lo haré”, ella asintió con seguridad.

Kurosagi parpadeó varias veces. Esto es increíble. No puedo creerlo.  “¿N-nani?

“Lo prometí, no puedo romper la promesa, lo haré”

Kurosagi tragó.  Sintió esa extraña sensación que le corría por su cuerpo cada vez que estaba con Tsurara.  Odiaba sentir esa sensación, esa parte de el murió junto a su familia, ahora todo lo que tenia era sentimiento de odio y venganza. Ese sentimiento extraño, debía suprimirlo.

“Ja, la futura fiscal Yoshikawa dice que esta dispuesta a hacerlo”, unió sus  manos y aplaudió, “Bravo”…. Kurosagi bajó sus brazos, “Basta, no tengo tiempo para bromas, déjame en paz…”

“No es broma, es la verdad”.  

Es la verdad, verdad… sus palabras seguían repitiéndose una y otra vez en su mente.  Ella esta dispuesta…por una promesa… ¿por mi?… Ahhhh, ¿qué debo hacer?  Luego de pensar por varios minutos, Kurosagi llegó a una conclusión.

Kurosagi se dirigió a Tsurara y la tomó del brazo.  Tsurara sorprendida, le pregunto: “¿Qué estas haciendo, a dónde vamos?”

“Vamos a comprar ropa…no puedo aceptar que mi novia se vista así”

“¿No-novia…cuál novia, que quieres decir?  , Tsurara se detuvo.

“Interpretaras a mi novia…ese será tu trabajo”.  Tsurara abrió su boca tratando de decir algo pero no había palabras que describieran lo que estaba sintiendo. Sintió que volvían a caminar, Kurosagi seguía dirigiéndola en el camino.  Novia, hoy seré su novia, pensó.  En su rostro, se dibujó una pequeña sonrisa.  Aunque solo se tratara de una actuación, no podía evitar sentir cierta alegría.  Tsurara miró a Kurosagi y su sonrisa creció.  ¡Aceptó mi ayuda!

¿Por qué la acepté?, pensó Kurosagi. 

~~* ~~

Tsurara abrió sus ojos.  Se miró en el espejo nuevamente y salió del probador.  “Anou…”, ella susurró.  Kurosagi estaba entretenido con una revista pero al escucharla,  su mirada se dirigió hacia ella.  El estafador negro la observó de pies a cabeza, haciéndola sonrojar.  Viendo lo que provocó en ella, cambió su mirada a la asistente de la tienda. http://www.crunchyroll.com/showphoto?id=20958350

“Esa es la ropa que compraré, por favor, la cuenta”

La asistente le indicó el precio total.  “Yoshida, vamos”.  Tsurara, acostumbrada al apodo de Kurosagi, asintió y lo siguió. 

Tsurara  había seguido a Kurosagi sin hablar, pero la curiosidad empezaba a  atormentarla.  Decidió preguntar.  “Anou… ¿a dónde nos dirigimos?” Kurosagi la ignoró.  “Ne, ¿a quiénes vamos a estafar?... hey, respóndeme!  Kurosagi se detuvo.  “Tengo derecho a saber que sucede, qué tengo que hacer, necesito informarme”.  

“Ahhh”, suspiró Kurosagi.  Ella tiene razón, tengo que explicarle. Cerca de donde estaba, había una café.  Kurosagi retomó su paso y se dirigió al café, Tsurara lo siguió. 

Ambos se sentaron alrededor de una mesa con adornos de navidad.  Era un café acogedor, se podía escuchar la música de navidad, las personas hablando, otras estaban tomando chocolate caliente…

“Eh, Yoshida”.  Tsurara dirigió su mirada hacia Kurosagi. 

“Te explicaré una vez, así que presta atención”

“La Fundación Sakura se dedica a recaudar fondos para sustentar clínicas de enfermos con cáncer.  Esa fundación es dirigida por el matrimonio Matsushima.  Hoy estafaremos a los Matsushima”