Disclaimer: Historia inspirada en Juegos uales y Scream Queens. Espero sea de su agrado, agradeceré su comentario. :) 

De:@D_k1 
A: xxx_kn.3

¿Has estado bien? ¿Es duro allá? 
Sabes, acabo de instalarme, fui el primero en llegar, conocí a dos de mis compañeros de habitación, uno es muy alto, se llama Yeol y el otro no es tan joven como yo, pero fueron agradables conmigo. Algo curioso, fue que uno de ellos me invitó a una fiesta, dicen que es de la casa más importante de acá. ¡Oh! En estos precisos momentos está entrando alguien más, desde mi lugar (en la segunda planta del cuarto), apenas puedo verlo, es tan alto como Yeol, ¡soy tan pequeño! Me despido de ti, mañana te volveré a escribir. Te amo.

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ACTUALIDAD

Soojung, sentada sobre uno de los asientos del vestíbulo, pensaba en si debía llamar a su hermana o no; llegó antes de lo que le había prometido y no quería molestarla, pero no aguantaba un minuto más en la soledad de su mansión, que a esas alturas pertenecía más a la servidumbre que a la de su familia. La asistente ya le había otorgado la llave de donde ella se quedaría.

Por ser su primer año, la compartiría con tres personas más, antes de que cumplido el tiempo  decidiera ingresar o no a alguna fraternidad.

Aunque ella, no lo deseara, había escuchado hablar de una en particular, su hermana era una miembro, la amaba, pero no compartía aquel estilo de vida. Por ello, había decidido no pertenecer a ninguna otra casa para no molestarla. Aunque quizás su prima sí lo haría, SinB era mucho más parecida a su hermana que ella misma; ambas con personalidades despreocupadas, incluso los rasgos de Soojung no coincidían con los de Jessica.

El tiempo seguía pasando, y tenía vergüenza de pedir ayuda, no solía hacerlo, su personalidad se lo impedía. No tenía un mal corazón, pero fue educada para mantener la compostura y apariencia, cosas que su hermana no logró aprender del todo.

— Mujer, ¿piensas quedarte todo el día ahí sentada? —Una muy simpática señorita, como de su edad, se mantenía parada con unos grandes auriculares que le rodeaban el cuello. Al comprender que no iba a hablar, por sorpresa o pena, sonrió con esa sonrisa que nadie podía odiar—. No me digas que eres de las que no habla con desconocidos, pues de acuerdo, me presentare —Estirando su mano le dijo—, soy Nayeon, ya no soy una extraña, eh.

No encontró maldad en sus palabras, e imitándola, estrechó su mano con la de ella y se presentó: — Soy Jung Soojung, un gusto en conocerle, me puede decir también Krystal si usted gusta.

— Ah; Soojung diagonal Krystal, no seas formal, debemos de tener la misma edad.

La mencionada, asintió con su cabeza.

— ¡Cierto! — Tomó dos de las maletas pequeñas de Soojung— Te estuve observando hace un rato, y entendí que no debes de conocer el lugar —Soojung se lo confirmó  con su mirada— Además que traes muchas cosas, debiste mandar las más grandes en la mañana, antes de la presentación de bienvenida. Pero ya no importa. Te ayudaré con estas, ve llevando una grande, a fuera encontrarás chicos tan despistados como tú sentados en un carrito, ese nos llevará a nuestras recámaras.

Sin dudarlo, Soojung con torpeza registrada, empujó su valija, no recordaba que fuera tan pesada.

Al lograr llegar a la puerta de salida escuchando pequeñas carcajadas de Nayeon, se impulso tirando su cuerpo hacia delante para que las ruedas de maleta pasaran; sin embargo, se dio un fuerte golpe con lo que pensaba era alguien más.

— Ya vi que era lo que te retenía, Nayeon —Un muchacho de cabello azabache, analizaba a la pequeña figura de rostro sonrosado que contrastaba con su cabellera platina. Pasó por su lado, y tomó las dos maletas que se veían más pesadas resguardas por la que quién buscaba. Volvió a rozar el cuerpo de una estática Krystal, le dedicó una nueva mirada, diciéndole algo con ella. Se estaba riendo.

— ¿Respiras? —Nayeon se preocupó al ver que Soojung seguía en el mismo lugar. Alertada por su voz, logró reaccionar, agachando la mirada y arrugando su lindo rostro.

— Eso fue muy vergonzoso.

Sin querer aguantarlo, Nayeon carcajeó, y con una sincera mirada le dijo: — Se le olvidará, o en el mejor de los casos, después de ver de cómo lo miraste e intuyo te gusta, lo recordará para siempre.

Con mayor vergüenza, salió del vestíbulo. A fuera, vio que como dijo Nayeon, se encontraban más muchachos de su edad, sentados en un largo carro sin puertas, parecido a los especiales para el golf, solo que este contaba con más asientos. En la parte de atrás, anexada a él, se amontonaban las otras valijas, y en dónde con quién había chocado, depositaba las suyas sin mucho esfuerzo.

Nayeon se apresuró en jalarla de la mano, llegando al lado de él. Con caballerosidad, y tomando la mano de Soojung, que volvió a teñirse de rojo su rostro ante aquel nuevo contacto, puso lo que traía en mano, como también ayudando a la que había conocido una hora antes, Nayeon.

No dijo más, y se sentó en una de las primeras filas del carrito. La que traía el cabello castaño, jaló a la platinada en los dos últimos asientos. Nayeon la entendía, ella hasta hace no mucho, también había visto a un muchacho que la había dejado sin habla.

Por su parte, Soojung, intentaba dejar de pensar en aquel muchacho, que con el retrovisor de la primera fila, volvía a coincidir miradas. Por lo que, entabló una charla con Nayeon, alguien con quién empezaba a congeniar muy bien. Eran distintas. Y eso le gustaba a las dos, no cabía duda de que serían grandes amigas.

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— ¿Sabes qué es Temptation? —Preguntó Yoona.

— He de ser alguna fraternidad, aunque no había escuchado hablar de ella, al menos mi novio no la mencionó.

— Es el primer día, ¿y ya hacen esto? —Rió. Sentada sobre su cama con las piernas cruzadas, observaba cada detalle de la invitación; en los últimos años solo había asistido a dos fiestas, y su estadía en ellas no pasaba de la media noche.

Levantó su mirada y se topó con una sonriente Taeyeon. — ¿Entonces sí iremos, no?

— Es viernes, y las clases empiezan el lunes —Era así, ¿no? Se acercó a Yoona y a su lado, también volvió a leer la invitación— ¿Dice dónde es?

En letras más pequeñas que las de arriba, se encontraba un párrafo que llevaba la dirección del lugar sumado a una regla “No cámaras, no celular”. Ambas, desconocían la ubicación, apenas supieron llegar hasta sus habitaciones. Las únicas personas con las que podían contar por el lado de Yoona era Jaejoong, y por Taeyeon su novio.

La última, ante la atenta mirada de Yoona, tecleaba en su celular la dirección de Temptation, se encontraba casi al otro extremo de dónde se encontraban ellas, podría aproximarse a más de lo que ellas podrían caminar en tacones, sus pies terminarían muertos antes de llegar allá.

Yoona, marcó el número de su único amigo dentro de ahí, pero se mandaba a casilla de voz, ¿No dijo que podría llamarla? Exasperada, guardó silencio mientras su espalda como la de Taeyeon se reposaba sobre la fría pared junto a su cama.

Simplemente por distracción, Taeyeon volvió a revisar el pedazo de cartón, le dio la vuelta y este decía al centro de este “El transporte especial pasará a las 9:30, no se recogerá a nadie que no tenga la invitación con ella”.

— Creo que ya sé cómo podremos ir.

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El espectáculo ya estaba terminando. Llegó a la mitad, cuando ChaeRin y Jessica en posiciones diferentes daban al público un 69 entre mujeres. Al momento de ingresar, su mirada se topó con la de la rubia, ella era exquisita. No eran novios, pero a la vez sí.

Le gustaba su dominio, ella comprendía aquel lado oscuro que él amaba, ella era receptiva, a ella le gustaba lo duro como a él.

Quiso meterse en el juego, pero no hace mucho se había ya dado una ducha, y como Donghae, Yuri y Siwon, decidió observar. Apagó su móvil, ahora que sabía su amiga ya estaba instalándose, no lo necesitaría por un rato.

Sentándose en el suelo, y con la espalda pegada al sofá en dónde sus amigos estaban, apoyó su brazo en su rodilla que estaba doblada. Al percatarse de eso, Jessica se separó de ChaeRin que ya tenía su clímax, y que finalizado se levantaba a la ducha de su habitación.

Con lo traviesa y dispuesta que estaba, la única mujer desnuda en la sala del primer piso, besó los labios de Jaejoong. A ella no le importaba en dónde hubiesen estado antes. Le gustaba besarlo, y eso era lo único importante.

Eso ya se estaba convirtiendo en algo íntimo, y los tres espectadores, fueron desapareciendo en silencio, dándoles su espacio de pareja no pareja.

— Te extrañé tanto, mi amor —Jessica mimaba a su novio, en esa intimidad ella podía ser brusca como delicada. Jaejoong, enroscaba su mano con dureza en la cabellera de ella, haciéndola gritar, y con la otra, utilizando solo un dedo, lo subía y bajaba por su hendidura trasera.

— ¿Qué tanto me extrañaste, mi niña? —Aumentando la dureza de su agarre en su cabello, la hacía entregarle con disposición su blanco cuello— Hace un rato estuvimos Yuri, Siwon y yo, y me hizo falta mi nena.

Jessica abrió más su boca.

— Aquí estoy, vamos arriba, hazme todo lo que quisiste hacerme.

Ya no le importaba la ducha de hace un rato, se había excitado, y necesitaba que Jessica se lo bajara como ella solo podía hacerlo. La hizo que enrede sus piernas en su cintura, y sin esfuerzo, levantó a ambos. Subía con calma por la escalera principal, sin sostenerse del pasamano, y con sus dos dedos gordos, daba ligeros masajes al trasero de su novia, mientras ella besaba los labios de él en dirección a su habitación.

Llegados ahí, la dejó con delicadeza en el suelo, y cerró la puerta. 

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Había encontrado una razón para escapar de la casa. Se había prometido no cometer más excesos, y si sus amigos se hubieran metido a aquel ruedo posiblemente él también lo hubiera hecho. El o era algo delicioso, él estuvo acostumbrado a llevarlo a otro extremo hace tiempo atrás, y quería calma, por eso cortó comunicación con Temptation en todas las vacaciones.

A pesar de lo que se decía de ellos, él los apreciaba, y sabía que ellos a su manera también lo hacían. Estaba sentado en uno de los locales a punto de explotar en gente, quizás porque él estaba ahí, tomaba una soda helada. Era un exceso tener una mesa únicamente para él cuando había muchos haciendo cola o consumiendo algo de pie.

Pensaba en invitar a quién pudiese a sentarse junto a él.

Las personas, creían que Lee era de los pocos dentro de esa casa con un corazón, puesto era de los que se le había visto tratar no solo con los de su fraternidad sino con simples alumnos o gente nueva, aunque hubo un tiempo atrás en que más miembros como Baekhyun (que decidió irse), Yuri, Yura, Momo, e incluso la calculadora Hyuna sociabilizaban con el resto, pero lastimosamente, de todas ellos, él era el único que no cambió después de un hecho que quedó como un secreto a voces, al menos no en su trato. Algunos estudiantes lo sabían, pero no lo decían o comentaban a su persona más cercana, temían que si abrían las bocas nunca más volvieran a poder hacerlo.

Sumergido en sus pensamientos, y con la vista en la calle no se dio cuenta cuando ya había alguien más a su lado. Fue por ciertas miradas, que la notó.

Quiso sonreír, una delgada chica se había sentado frente a él,  juntó sus manos sobre su regazo y cambió su posición en dirección a ella, a ver, si tenía la decencia de fijarse en él, pues solo prestaba atención a su celular.

Eran más las personas que iban guardando silencio, hasta llegar al punto que no se escuchaba nada. La morena, extrañada, miro a su alrededor y notó que por segunda vez en el día, tenía miradas en su dirección.

Cuando cruzó miradas, con el otro hombre de la mesa, notó que la miraba expectante a algo, ¿pero a qué? ¡Claro!

— ¡Lo siento mucho! —Se apresuró, y bajó la voz— Pero esto está a reventar, y quería sentarme, y este era el único sitio desocupado, ¿no te molesta, no? — ¿Qué sí le molestaba? No, señorita. Él estaba un poco agradecido, así que negó solo con su cabeza—. Menos mal –Volvió a ver a la muchedumbre que aguardaba en silencio. Donghae, agitó su cabeza, y ellos automáticamente volvieron a lo que hacían— Por cierto, mi amiga y su novio ¿pueden sentarse aquí también?

¿Ahora sí preguntaba?

Asintió con su cabeza. 

Ella le sonrió, sin entender que era lo que había pasado antes, suponía que era por sentarse sin avisar.

— ¡Taeyeon, Leeteuk, aquí!

Donghae tensó su cuerpo al oír el nombre del último muchacho, aquella pareja se acercaba con sus comidas en las manos, Taeyeon sonreía, pero Leeteuk había palidecido. Donghae lo notó, y le incomodó aún más.

— Yo me voy, disfrute de su almuerzo. —En forma rápida, Donghae se levantó, observo por un instante a Yoona al hablarle, ignoró a su amiga, pero su atención sobre el otro muchacho denotaba que algo no muy bueno había pasado entre ambos.  
— ¿Lo conoces? —Preguntó Taeyeon.

— No, es la primera vez que lo veo.

— Ten cuidado con él —Murmuró Leeteuk.

— ¿Qué sucede?

Negó. Él no podía hablar. Taeyeon intercambio mirada con Yoona, ambas decidieron cambiar de tema.

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Su andar, tan despreocupado y arrogante, fue lo que trajo su atención,  la conocía, aunque ella no a él.

Hwang Eun Bi, otra niñita pre fabricada, el tipo de mujer con la que detestaba hablar, pero no molestaba follar.

Pudo notar que a Eun Bi le gustaba ser el centro de atención, tan parecida a Jung.

El muchacho se preguntó: ¿Ella era parte del plan?

No le importaba si lo fuera, él iría por todo lo acordado, destruir a Temptation, a cada uno, lentamente, sin que ellos lo supieran. Él quería que desconfiaran el uno del otro, que sintieran todo el dolor que causaron a inocentes. ¿Cuál era su ventaja? Ellos tenían a un infiltrado en la casa, y el plan iba a empezar tan pronto la fiesta diera inicio.

Sacó su celular,  había recibido un mensaje de texto, en el, se mostraba la imagen de quien sería su primera víctima. Sonrió. Iba a disfrutar destruirlo.

Nota:

¡Hola por allá! Este capítulo ha sido un poco aburrido, pero quería por fin terminar la introducción de los personajes principales, ya que como muestra la foto de portada, aparecerán muchos más. ¡Agradezco su leída, agradeceré más su comentario! El fanfic también se encuentra en Wattpad :)