- ¿Un sueño? ¿Todo fue un sueño?

- ¿Qué quieres decir? ¿Jessi, estás bien? - la menor le preguntó preocupada al ver el rostro confundido de la mayor

- Espera.... ¿Dónde estamos? - se dio cuenta que la habitación donde estaban era diferente a la de ellas

- Estamos en la casa de campo de Sunny, ¿No te acuerdas?

- ¿Todo fue un sueño? - le preguntó a la menor - ¡Fue un sueño! - se lanzó a los brazos se la menor y sin darse cuenta empezó a llorar

- ¿Jessi? ¿Qué sucede? - aun cuando no sabía lo que le sucedía a la mayor correspondió el abrazo necesitado - ¿Por qué estás llorando? –

- Pensé que todo se había perdido Tiff, pero ha sido un sueño, todo ha sido un sueño - formó una pequeña sonrisa

- Cuéntame tú sueño, tal vez puede entenderte - aun cuando estaba confundida por la reacción de la mayor, la seguía abrazando y tratándola de calmar

Después de unos minutos la mayor acabó contándole todo la pesadilla que soñó, la menor sólo escuchaba atenta sin interrumpirla pesadilla que vivió en sus sueños

- ¿Que te pareció mi sueño? - preguntó la mayor con un poco de miedo

- ¡Oh por dios! ¡Jessi! ¡Todo fue un sueño! - se lanzó a sus brazos - ¡Todo fue un sueño Baby!

- ¿Eh? - la mayor se separó sonrojada - ¿Cómo me has dicho?

- B.A.B.Y - deletreo cada palabra haciendo que la mayor se sonroje - Eres mi bebé, sólo a ti se te ocurre soñar eso

- ¡No me digas así! - se sonrojó - Espera.... ¿Dónde estamos? - se dio cuenta que no estaban en su habitación

- Estamos en la cabaña de Sunny, ¿No te acuerdas?

- Sólo estoy confundida, mis sueños me han confundido con la realidad –

- Te haré volver a la realidad - la menor empujo a la mayor en la cama y se subió encima, para enseguida empezar a besarla primero lentamente, cada una probaba el sabor de los labios ajenos, a cada que pasaba el tiempo el beso se volvió más apasionado, una mordía el labio ajeno, sacando gemidos y pequeños jadeos por el placer que sentían al juntar sus labios, la menor no perdió tiempo e introdujo su lengua en la boca de la mayor, el beso se convertía en una batalla de lenguas peleando por quien dominaba el beso, los gemidos y jadeos eran cada vez más fuertes

- Uhmm Jessi - se quejó la menor al sentir cómo la mayor colocaba sus manos en su trasero y a la vez le daba pequeños masajes - No toques ertida

- La tienes tan grande Tiff, me es imposible no tocarlo - apenas podía hablar ya que el beso seguía siendo pasional - Es tan grande - seguía diciendo

- Eres.... eres una Uhmm ertida - la menor se estaba perdiendo en el placer al sentir como la mayor pasaba sus manos por su bien formado trasero - Ahh Jessi - gritó está vez al sentía como la mayor le daba suaves palmadas

- Me vuelves loca...

- ¡Ah mis inocentes ojos!