POV YURI

Estaba de nuevo en corea… después de un largo tiempo… me tomo volver casi año y medio…

Estaba caminando por el parque donde solía ir hacia mi casa. También fui a la cafetería donde trabajaba narsha… pero al entrar recibí la noticia que ella ya no trabajaba allí… que se fue de vacaciones y que no ha vuelto…

Me pregunto qué será de ella… también asumo que fue mi culpa por no llamarla antes…

Deje toda comunicación hace casi tres años…

Tres años viviendo en china, trabajando y conociendo gente.

Buen salario… buen puesto… buen hogar… buenas amistades… buenas conquistas…

Tuve una relación buena. Todo estaba bien… me encantaba complacerla en la cama… me encantaba que me cocinara… se comunicaba conmigo cuando algo me pasaba… todo estaba perfecto… pero…

Cual fue el problema?...

El amor…

No la amaba…

Si es una estupidez…

La quería… la quise de verdad… pero no me enamore de ella.

No eh estado enamorada desde hace tres años.

Desde entonces no me eh enamorado… a nadie eh amado.

He tratado… lo hice… pero no fue nada bueno…

No, ella no me dejo… yo termine la relación, fue bonito lo que duro… pero no la amaba… a nadie ame…

Le dije que lo sentía…

Le dije la verdad…

Ella me pidió que le diera oportunidad para enamorarme…

Pero me sentía una tonta… una tonta por no enamorarme de ella…

Volví solo para unas últimas cosas que debía solucionar aquí…

Vendería mi casa.

Era un hecho… dentro de poco volveré a china… y de allí iré a nueva york… mi trabajo ha mejorado tanto que ya tengo lista mi oficina en unos de los edificios de nueva york.

Me iré tranquila… bueno no… al menos hasta saber que paso con narsha.

Sé que me matara.

Después de estar sentada un momento y pensar que extrañare este parque, me pare y camine a la casa… sabía que estarían las personas que la quieren comprar… mi agente de vivienda me llamo hace casi media hora que una pareja quería comprarla. Y que la pareja llegaría dentro de poco más de veinte minutos… mire el reloj que tena en mi brazo. Faltaban cinco diez minutos para que llegaran.

Camine y a lo lejos vi al agente de vivienda y al lado una pareja.

Mientras me acercaba tuve una extraña sensación, pero familiar.

Al llegar vi que saludaba el agente y la pareja se dio media vuelta…

Mis ojos no podrían creerlo…

Ante mi estaba mi querida...

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