Dio gracias a Youtube. Dio gracias a los fans que subían videos a Youtube. Fancams. De Somi. Jeon Somi, la "centro" de IOI. También dio gracias a Seungkwan, quien decidió quedarse en el estudio trabajando con Dokyum y Woozi en los nuevos temas hasta más tarde.

Con la pantalla de su celular como única fuente de luz en la oscura habitación, estaba agradecido (y sorprendido) porque no sabía cuánto tiempo llevaba mirando videos de Somi en internet sin que nadie le molestara

"Es que acaso, ¿soy un acosador?".

Con los ojos como platos, apagó rápidamente el celular y lo dejó en el piso, a un brazo de distancia. Parpadeó varias veces, fuerte, y ya no quiso abrir los ojos una vez más, así que se puso a pensar.

"Me pregunto cómo estarán papá, mamá y Sofia".

Un flash de Somi sonriendo a la cámara sacudió sus cavilaciones.

"¡Oh, vamos! Estoy tratando de ser un buen hijo".

Apareció Somi negando con un dedo, mientras bailaba, sonriendo nuevamente.

"Esto es inútil".

Vernon y Somi se conocieron hace un año atrás. Pinky los presentó ya que era aprendiz en Pledis, al igual que Vernon y todos los chicos de Seventeen. Cuando la vio por primera vez sabía que había encontrado a su chica soñada, porque su estómago se llenó de mariposas y las palmas le sudaban. Al fin podría responder a los otros chicos cuando le preguntaban cuál era su "tipo ideal". La verdad es que nunca se detenía a pensar en chicas. Vernon estaba muy concentrado en perfeccionarse como artista, de ser mejorro y enorgullecer a su familia y a la compañía. Aunque tampoco era un santurrón: cuando los chicos mayores compartían de esos videos, él también les echaba un ojo. Pero hasta ahí. Hasta que llegó Somi, en realidad.

Números fueron intercambiados gracias a Hoshi diciendo algo de "hablar inglés" y "ser más bonitos que los de Titanic", y ya para el final de ese día ambos sabían sus historias familiares y en qué gastarían su primer sueldo como idols. No se podían ver tanto como querían, pero las veces que lo hacían, ambos lo atesoraban por semanas y semanas, hasta volverse a encontrar. No eran nada más que amigos. Aunque no hay otra cosa que Vernon desee más que ser más que eso.

—A la mierda —susurró y se sentó en la cama, tomando su celular con manos temblorosas.

Sonó tres veces hasta que Somi contestó.

—¿Hansol?

—Ho-hola —respondió tartamudeando.

—¿Está todo bien?

—Sí, ¿por qué lo preguntas?

Vernon la escuchó soltar una carcajada.

—Porque son las 3 de la madrugada y suenas... raro.

"¿Las 3 de la madrugada? Mierda, mierda, mierda. No hay salida".

—¿Te he despertado?

—No, estoy practicando con las chicas, ya sabes, con el debut encima, tengo que dar mi todo.

—¿Comiste?

—Hace unas horas.

—¿Cuándo vuelves a casa?

—Repetimos la coreografía dos veces más y podemos ir a descansar.

Volvió a reír, sorprendida por el comportamiento de Vernon, y para él fue inevitable recordar su sonrisa mientras bailaba, inmortalizada en todos los videos que había visto esa noche.

—Somi... —dijo y el nombre quedó colgando de sus labios.

—¿Sí?

—Necesito preguntarte algo.

Somi suspiró y cuando soltó el aire, tembló contra el micrófono de su móvil.

—Si alguien... un chico, ¡que no es un psicópata!, sino que una persona sana y de buen juicio... ve muchos... muchos videos de una chica... ¿qué pensarías de eso?

—¿Qué... tipo de videos?

—¡No! ¡No es lo que estás imaginando! Sólo... videos de una chica... ¡con ropa!

—Si es una chica cualquiera...

—Así es.

—Diría que le gus-

—¡¿Que le gusta, verdad?!

—Sí.

—Yo pienso lo mismo.

Ninguno de los dos habló por unos segundos.

—¿Eso era todo? ¿No hay más preguntas?

—No más preguntas.

—Si es así, ya debo regresar a practicar.

—Está bien.

"Idiota".

—Somi —Vernon llamó una vez más.

—¿Sí?

—La semana pasada... en Daegu... te veías muy bonita.

—¿Cómo sabes que es-

—Buenas noches.