Alemania. Semanas después.

Ella estaba sentada en la barra, mientras sostenía una copa de Martini de manzana en la mano. De vez en cuando fijaba su mirada en todos los cuerpos moviéndose debido a la música en la pista de baile.

Ella suspiro y dio otro sorbo a su bebida. ‘¿Dónde estás?’

Al menos espero que tenga una buena justificación, pensó para sí misma.

Y todos los buitres alrededor, le ofrecían bebidas e intentaban convencerla de bailar con ellos, estaba empezando a sentirse realmente molesta. Ella dejó escapar un suspiro de frustración.

Estaba lleno ahí y se desvanecieron las luces, por lo que era difícil distinguir alguna cara.

“¿Dolió?” una voz detrás de ella la distrajo de sus pensamientos y se dio vuelta para encontrarse cara a cara con un hombre de pelo negro. No podía decir si sus ojos eran grises o algo parecidos, pero a ella no le importaba de todos modos.

“¿Disculpa?” ella preguntó, frunciendo el ceño.

“Cuando te caíste del cielo”, él dijo, sonriéndole seductoramente  “¿Te dolió?”

Tiffany rodó los ojos, eligiendo no responder a ese tonto piropo, y simplemente tomó sus cosas y se dio la vuelta, dejándolo atrás. Ella decidió volver al hotel. En realidad no se estaba divirtiendo, aunque observar el baile fue bastante entretenido, pero estaba sintiéndose preocupada por la desaparición de cierta castaña. Así que hizo su camino fuera del club, en busca de un taxi que la llevara al hotel.

“¿Por qué no vamos a algún lugar, tu y yo?” otra voz le hizo dar la vuelta “Estas sola, y yo estoy solo también” el musculoso hombre rubio le dijo “Vamos  a compartir nuestro tiempo y pasarla muy bien juntos.”

Tiffany rodó los ojos de nuevo.

Había un cartel pegado en su frente, invitando a todos a una fiesta bajo su ropa interior, y  ¿ella no era consciente de eso?

“No, gracias.” Respondió ella, girando y alejándose.

“Vamos, te prometo que pasaras un buen momento”, él insistió, tomándola del brazo, haciendo que volteara a mirarlo de nuevo.

“Mira, amigo” ella empezó “No me interesa, ¿De acuerdo?”

Un sonido de alarma de un coche se escuchó al lado de ella, lo que indicaba que la puerta fue desbloqueada, ella lo miro con sorpresa y frunció el ceño. Ese tipo era peligroso. Ella estaba a unos pasos de distancia de la puerta de entrada del club, así que podía gritar….

“¿Hay algún problema aquí?”  Una fría voz se escuchó justo detrás de ella.

Su corazón saltó dentro de ella, pero se dio la vuelta de todos modos, sabiendo muy bien a quien pertenecía esa voz.

Jessica había entrado rápidamente al club y buscaba por todos lados a cierta azabache.  Las luces no ayudaban en su búsqueda. De repente alguien choco contra ella, ella abrió los ojos sorprendida. Y luego frunció el ceño  a cierta pareja que prácticamente estaba teniendo relaciones uales allí mismo, junto a ella, en medio de la pista de baile.

Consíganse una habitación, pensó para sí misma, negando con la cabeza, mientras observaba al tipo deslizando su mano dentro de los pantalones de la chica.

Bien, ahora me siento caliente, ella puso los ojos. OK,  ¿Donde estas Steph?

Se dio vuelta, y un destello de color azabache cruzo su visión. Ella frunció el ceño, pensando que era solo su imaginación. Su no tan inocente imaginación. Para después  dirigirse fuera del club.

Una vez afuera, el mismo destello le llamó la atención de nuevo.

Solo que esta vez, estaba segura que no era su imaginación. Finalmente. La chica estaba de pie justo al lado del coche que había alquilado. Y había un hombre bastante grande insistiéndole.

Ella frunció el ceño, haciendo su camino hacia ellos mientras sacaba las llaves de su bolso y pulsó el botón de alarma.

“¿Hay un problema aquí?” ella pregunto con su fría voz.  

El hombre rubio puso los ojos en blanco. “Metete en tu propios asuntos, chica”

 El tono de voz de Jessica se hizo más serio, y le hizo un guiño a Tiffany.

“Oh. Pero veras, ella es mi asunto.” Afirmo, su aspecto muy serio. Y la expresión de asombro en el rostro del hombre  totalmente valía  la pena.

“¿Estas con ella?” él le pregunto a Tiffany.

La chica de cabello azabache asintió sonriendo, y el hombre volvió a mirar a la castaña de arriba abajo.

“Bueno, eres una chica muy hot” él dijo “Tal vez los tres podríamos ir a algún lugar y pasar un buen rato.”

Esta vez era Tiffany quien tenía una mirada de hielo que el tipo se congeló en su sitio.  Jessica rodó los ojos, abriendo la  puerta del pasajero del coche para que Tiffany entrara.

“Vete a la mierda, Jack”, Tiffany dijo, antes de entrar en el coche. Luego la castaña también subió a este.

“¡Hello, mi nombre no es Jack!” ambas escucharon al rubio gritando tras ellas, como el coche hizo su camino fuera de allí.

“Definitivamente no es inteligente” Jessica rió entre dientes, mirando a la chica de cabello azabache sentada a su lado.

Tiffany asintió con el ceño fruncido. “¿Dónde te habías metido?” ella preguntó seriamente.

“Ok. Sobre eso… ¿me perdí?”  Dijo la rubia, aun con sus ojos en la carretera.

Pero cuando Tiffany simplemente la miro, aun frunciendo el ceño.

“OK. Tuve que hacer algo muy importante.” ella explicó. “Lo siento, Steph.”

“Está bien. Yo solo estaba preocupada. Pensé que te había sucedido algo.” Tiffany dijo finalmente cambiando su tono al ver la sincera disculpa en los ojos de la castaña. 

Jessica la sujeto de la mano intentando alejar su preocupación. Y le  sonrió suavemente.

“Así que… ¿Aun quieres ir a un restaurant o regresar al hotel?” ella preguntó “Es tarde y hay muchos ‘Jacks’ por allí”  dijo divertida.

Tiffany la miro, y estrecho sus ojos “¿Te estás burlando de mi?”

“¿No, porque piensas que lo hago?” Jessica dijo sonriendo, ahora divertida “Pensé que lo asesinarías ahí mismo.”

Tiffany rio también “Claro que no” ella exclamó, riendo.

“¡Dios! ¿Viste su cara? Yo realmente pensé que ese hombre se mojaría los pantalones.” Ella exclamó aun sin dejar de reír.

“Tú eres un diablo” la joven mujer de cabello azabache dijo, riendo, divertida al recordar la cara  de aquel osado sujeto.

“¡Hey, Al menos yo no soy un Jack!” ella se defendió “¡Yo soy una Jessica! No estoy segura si es una cosa buena, pero definitivamente es  mejor que ser un Jack!” ella bromeó

“Luces realmente hermosa” Tiffany dijo cambiando tajantemente de tema.

La castaña rió sonrojada “Gracias.”

El coche se detuvo, y Tiffany miro por la ventana, encontrándose con el nombre de un restaurante. Ella  volvió  mirar a la castaña “Me hubiese gustado verte bailar allá. Cuando lo haces parece que estás haciendo el amor con un fantasma o algo así.”

Esta vez Tiffany  hizo sonrojar profundamente a la castaña, y  le sonrió  añadiendo “Definitivamente tu baile me enciende.”

Jessica se sonrojó profundamente. Ella no podía articular palabra. Tiffany había hecho bien su jugada.

Bien, dos pueden jugar el mismo juego, así que ella aun sonrojada le sonrió a Tiffany.

“Lo dice la chica en minifalda, hermosas piernas y provocativo escote.” Ella replicó. Ahora era el turno de Tiffany de sonrojarse y la castaña sonrió.

“Apropósito…” dijo Jessica acercándose a Tiffany y abotonándole la camisa.

“¿Qué? ¿Celosa?” Tiffany preguntó, divertida con la expresión seria en el rostro de Jessica.

“No” ella respondió. “Pero eres demasiado terriblemente tentadora para tu propio bien.”

Una ceja de la azabache se alzó .

“¿En serio? ¿Es así?” ella preguntó y cuando Jessica simplemente la miro, sus ojos almendrados brillando  traviesos, Tiffany rió en voz baja, desabrochándose la camisa de nuevo “Es una pena.”

Los ojos almendrados fueron de nuevo a su escote, las cejas uniéndose, en una expresión un tanto preocupada.

“Eres peligrosa”, Jessica declaró, mirando de nuevo a los ojos color café.

“¿Lo soy? ¿En serio?” ella le preguntó en broma “Pensé que te gustaba”, dijo ella arqueando la espalda y mostrándole más sus pechos.

“Oh, No me gusta.” Jessica le aseguró, inclinándose sobre ella “Lo amo” ella dijo, antes de juntar sus labios con los de la azabache, sus lenguas danzando juntas.

Un auto golpeó furiosamente  el claxon detrás de ellas interrumpiéndolas, y la castaña le sonrió,  rompiendo el beso, y arranco el coche otra vez, pero ella hizo una vuelta en U Tiffany frunció el ceño.

“Pensé que iríamos por algo de cenar…” ella dijo, confundida.

“Cambio de planes” Jessica dijo “Te acabas de convertir en mi cena”

Tiffany rió, y simplemente dejo a Jessica conducirla  a su hotel.

Apenas habían logrado entrar en el ascensor, cuando sus bocas colisionaron de nuevo.

Era como si su beso anterior hubiese provocado algo dentro de ellas, y no podían mantener sus manos lejos de la otra.

Jessica apenas pudo colocar las llaves del coche en su bolsillo trasero, cuando un gemido escapo de sus labios y dejó caer la cabeza hacia atrás, como los labios de Tiffany comenzaron a dejar suaves y húmedos besos a lo largo de su cuello, lamiendo y succionando la suave y sensible piel. Sus manos deslizándose por debajo de su blusa,  acariciando su estomago hacia arriba y hacia abajo, haciéndola estremecerse y quemándola en cad