Chaerin cerró la puerta detrás de ellas, luego se puso nerviosa cuando Dara entró en el apartamento.

-Me siento como para tomar una ducha. -Dijo Dara. -Huelo a humo.

-Está bien.

Ella quedó inmóvil en la puerta.

Dara se dio la vuelta y caminó hacia ella.

-¿Chae? Es tarde y las dos estamos cansadas. -Tomó la mano de Chaerin y sonrió. -No estés tan asustada.

-Yo no lo… estoy. -También sonrió.

-Sí. Estás aterrorizada. Ahora, ve a tomar una ducha. -Dijo Dara tirando de Chaerin hacia el baño.

 ***

Cuando Dara se quitó la ropa, ella casi se rió. La mirada en el rostro de Chaerin era de puro terror. Esta mujer fuerte y hermosa tenía miedo de hacer el amor con ella. Tenía miedo de arriesgar su corazón. Dara se miró a los ojos en el espejo ¿Estaba segura de esto? Entonces se acordó de su baile, los besos, el tacto de la mano de Chaerin en su pecho. Se tocó ahora el pecho, sintiendo sus pezones contra su palma, y asintió con la cabeza. Sí, estaba segura. Donghae, de hecho, ningún hombre la había llevado alguna vez tan cerca del borde del descontrol con sólo un beso. Pero Chaerin, oh Dios, Dara había querido olvidar que estaban en un lugar público y acabar de terminar lo que habían comenzado. Ella quería su tacto. Quería tocar a Chaerin más de lo que nunca había querido algo en su vida.

Coloco una camiseta sobre su cuerpo desnudo y cepillo su pelo húmedo. Se había tomado sólo un momento para secarlo. Se encontró con sus propios ojos una vez más. Ahora… ¿Quién tenía miedo?

Chaerin ya estaba en la cama cuando ella salió. Pero no estaba dormida. Sus ojos se encontraron y se mantuvieron. Dara respiró hondo, y luego se trasladó a la cama. Apagó la lámpara antes de tirar de las sábanas, y luego deslizarse dentro de ellas, la pierna desnuda de Chaerin la toco ligeramente.

Chaerin deseó poder decirle que estaba cansada, pero el bombeo de la sangre por sus venas la tenía muy despierta. Ella giro un poco la cabeza, observando el rápido ascenso y caída del pecho de Dara. Coincidía con la suya. Podía sentir el calor irradiado por el cuerpo de Dara y se sintió atraída por él. Sabía que era prudente no tocarla, pero fue incapaz de detener la mano que se movió entre ellas y se unió a los dedos de Dara. Sintió un apretón suave. Entonces Dara se volvió de lado, frente a Chaerin.

-Si no me besas pronto, voy a quemarme aquí mismo, delante de tus ojos. -Susurró. Ella levantó la cabeza, con su boca a sólo unos centímetros de Chaerin -Quiero que me hagas el amor.

Cerró la distancia,  beso a Chaerin a la ligera. Los labios se movían contra los suyos, derritiéndose lentamente. Cerró los ojos, para escuchar a Chaerin gemir tranquilamente. Entonces sintió que cambio, sintió la mano que se deslizaba hacia su muslo, descansando en su cadera. Chaerin la atrajo más cerca hasta que sus cuerpos se tocaron. Dara no podía aguantar por más tiempo. Ella abrió la boca, dejando el interior para Chaerin. Gimió cuando la lengua de Chaerin exploró su boca, y se encontró con la suya. Chaerin se dio la vuelta, inclinándose sobre Dara. Uno de los muslos se deslizó entre las piernas de Dara y se abrió para ella. Apretó con fuerza su centro caliente contra el muslo de Chaerin.

-Oh, Dios. -Murmuró Dara.

Su cuerpo tenía mente propia, ya que se esforzó por tocar a Chaerin. Sus manos se movían sobre su espalda, sintiendo los músculos contraerse bajo sus dedos.

Chaerin la besó con ternura, tirando del labio inferior de Dara.

-No tienes idea de lo mucho que te quiero. -Le susurró Chaerin contra su boca.

-Sí, tengo una idea muy buena.

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