Soo Ah refregaba sus manos una y otra vez mientras las mantenía bajo el agua, no era consiente pero sus manos temblaban tanto que cada vez que volvía a lavarlas pequeñas gotas de agua salpicaban

-Noona…!- le hablo suavemente Jong Up –Tus manos ya están limpias, si sigues lavándolas te harás daño!-

-Pero… yo aun siento eso tan desagradable… es como si aun estuvieran sucias!- le explico entre cortadamente

-Te prometo que ya están limpias, míralas… si sigues lavándolas te irritaras la piel!- le advirtió con ese tono suave y calmado típico de él, Soo Ah lo miro a los ojos y vio su suave sonrisa que buscaba confortarla, asintió suavemente y permitió que el la alejara del lavamanos, Jong Up la llevo a la sala nuevamente donde Young Jae los esperaba junto a Dae Hyun, el les hizo a los chicos una leve seña que aseguraba que todo iba bien y ayudo amablemente a Soo Ah a sentarse en el sofá

-Ten Noona, bebe esto, te hará sentir más tranquila!- aseguro Dae Hyun mientras ponía frente a ella una taza de manzanilla caliente

-Todo estará bien, así que solo relájate Soo Ah Noona!- afirmo Young Jae y puso un sweeter sobre los hombros de la muchacha, Soo Ah despertó de sus pensamientos en ese momento y se sintió avergonzada

-Lamento mucho estar así…!- les dijo con la voz rasposa –Pero… yo de verdad… de verdad eso fue horrible!- les confeso y Jong Up se sentó a su lado

-Lo sabemos, no puedo imaginar quien tiene esa clase de corazón para jugar esa broma asquerosa contra nosotros Noona, pero te pido por favor que trates en lo posible que no te afecte!-

-Soo Ah aghassi siempre es muy fuerte, por favor se fuerte también esta vez, lamento mucho no haber ido yo cuando el timbre sonó, discúlpame!- le pidió Dae Hyun y eso la hizo reaccionar

-No fue tu culpa, esto es una mala broma de alguien muy enfermo, no hay que culpar a nadie!- respondió la muchacha

-Aun así, por favor no dejes que te afecte mas, por favor!- le pidió Young Jae y Soo Ah trato de sonreír pero solo logro una mueca que nada parecía ser una sonrisa.

Yong Guk llego a casa en compañía de Himchan y Zelo, los tres habían decidió reportar lo sucedido a la policía y con el apoyo de su compañía habían levantado cargos para quien resultara responsable, los tres chicos entraron en silencio al ascensor pensando cada uno en las teorías que tenían

-Por favor nadie diga a Soo Ah lo que realmente había dentro de esa caja y tampoco mencionen que su nombre estaba escrito ahí!- les pidió Yong Guk a ambos y los muchachos asintieron en silencio

-Esto no quedara así!- afirmo Himchan apenas las puertas del elevador se abrieron y los tres nuevamente asintieron, cuando entraron a su departamento de inmediato se toparon con Young Jae, quien les hizo una señal de mantener silencio. Los tres caminaron hasta la sala y en el sofá encontraron a Soo Ah dormida

-Porque ellos…?- pregunto Himchan al ver a Jong Up y Dae Hyun tomando cada uno una de las manos de la muchacha

-Noona no puede dejar de sentir sus manos sucias, las lavo tantas veces que su piel estaba empezando a irritarse, fue lo único que se nos ocurrió para que se calmara!- le explico  avergonzado Young Jae

-Gracias!- dijo Yong Guk sonriendo suavemente y camino hacia ella, les dio un suave asentimiento a los muchachos y con cuidado tomo a Soo Ah en su brazos para cargarla hasta la habitación, la muchacha inconscientemente pareció reconocerlo ya que apenas estuvo en su brazos se acurruco más hacia el buscando su tibieza, Yong Guk sonrió ante el afectivo gesto, la dejo cómodamente en la cama y la observo, ella lucia tan tranquila y segura, tendría el la posibilidad de seguirla viendo allí, dormida y en paz en su cama?, como se descontrolarían las cosas cuando su familia supiera lo que había ocurrido esa noche. Yong Guk conocía los fuertes lazos de la familia Kim y estaba seguro que ellos sobreprotegerían a la miembro más joven de la familia, no había sido necesario que Himchan le advirtiera, el sabia que todos intervendrían y tratarían de mantener  a su Soo Ah alejada mientras las aguas se calmaban, el problema era que para su propia calma el necesitaba estar en constante contacto con la muchacha, verla todos los días y poder abrasarla, besarla y hacerla sonreír, esa se había convertido en su rutina y era lo que lo llenaba de energías cuando él se sentía más cansado.

Yon Guk suspiro profundo y asintió para sí mismo, camino hasta su escritorio y se sentó en el, era tiempo de ser sincero.