UN AÑO DESPUES

La pelirroja tocaba repetidamente la misma tecla del piano de cola que se encontraba en el salón, con la mirada gacha concentrándose en el sonido de esta.

Soy Tiffany. Tengo 19 años y he estado en este lugar más veces de lo que debería estar permitido, he intentado suicidarme en dos ocasiones, obviamente sin éxito –corre la cortina que cubría la ventana mira hacia afuera, hacia un día espléndido para salir a pasear, el hermoso azul del cielo podía tranquilizar a cualquiera que lo viera-  mi mamá lo hizo bien a la primera, ella lo tenía todo, un esposo cariñoso y una hija que la idolatraba… Incluso así nos dejó y se suicidó - toma una fotografía de su familia entre sus manos- - quería más, lo tenía todo… Por eso no creo en las promesas ni en el amor.

-Eres una chica muy bonita –su excreción no era la más deseada, como hacía falta la sonrisa de aquella dulce chica- ¿Cuándo fue la última vez que sonreíste? –Le dio una mirada gélida, tomo su suéter color gris y se lo coloco- ¿vas a estar bien?

-Si –la señora le tendió una bolsa con papeles y esta al tomarlos los aventó dentro de su maleta-

-¿sabes? No quiero volverte a ver aquí, ¿entendiste? –Tiffany se estaba cambiando de jeans parecía que no le ponía atención, pero al contrario escuchaba todo lo que le decía-

-Estaré bien –contesto sin preocupación alguna-

Tiffany dejo las llaves sobre la mesita de la habitación, se dispuso a tomar su maleta y abandono el lugar, al salir los rayos de sol calaban sobre sus ojos se sentó junto a la cera esperando, niños se encontraban jugando por la calle ese día todos se veían bastante felices, felicidad que ella no podía compartir suspiro fastidiada y reviso su móvil marcaba las cuatro con treinta y ocho minutos de la tarde, diviso un auto negro y vio a un hombre bajar de este.

“Es difícil ver que tu papá no sabe qué hacer contigo”

-Hola papá -se acercó con lentitud a este, otro hombre que venía con él se encargó de su maleta-

-¿Cómo estás? –le tomo en un abrazo-

-Mejor

-Gracias por venir

-Está bien, Boa te quiere mucho

-También te quiere mucho a ti –coloco uno de los mechones de la contraria tras su oreja- ya verás que todo va a estar mejor –ambos abordaron el auto y se dispusieron a irse- al aeropuerto –ordeno al chofer-

Por su parte Taeyeon se encontraba en su casa disfrutando de un baño, evitando tragar el agua ya que esta caía sobre su cara, demoro unos minutos y después salió, secaba su rubia cabellera con suma tranquilidad, poso sus manos sobre ambos oídos tapando estos y gritaba un par de veces, su boca emitía distintos sonidos pero no escuchaba ninguno.

“Tuvo que empezar de nuevo, empezó a aprender a leer los labios. La lectura era lo que la hacía recordar todo como antes”

Coloco el aparato para la sordera dentro de uno de sus oídos, dio unos golpecitos sobre su sien solo lograda escuchar un eco. Peino su cabello y se colocó su chaqueta para salir.

“Vivian con su madre, nunca conoció a su papá”

Caminaba por la calle en dirección a la universidad, viendo a su alrededor a los demás chicos que caminaban con tranquilidad y a otros que corrían para no llegar tarde, iba en compañía de sus amigas Yuri y Sooyoung, sus compañeras de toda la vida, se detuvieron al encontrarse con un par de chicas que saludaban a las ya mencionadas, por su parte solo les brindaba una sonrisa, vio a las chicas alejarse y a sus amigas mencionarse algo, comenzaron a caminar, esta solo caminaba de tras de ellas viendo cada uno de sus movimientos.

-¿Qué? –menciono al ser ignorada-

-Nada Taeng, que Hyoyeon nos va ayudar con el examen –contesto la más alta de las tres moviendo sus labios para que le entendiera-

-Ah

El profesor hablaba sobre cómo calificaría el examen, Taeyeon rascaba su cabeza y miraba a todas partes ya que no tenía ni la más mínima idea de que hablaba, llamaron a la puerta y todos voltearon para ver quien se trataba

El profesor prefirió hacer cambios en el salón, comenzando a mover a varios de sus estudiantes, la primera de ellos Kim Hyoyeon que al pasar por enfrente de Taeyeon movió su cabeza en seña de disculpa, pasaban los minutos y lo único que había logrado escribir era su nombre sabría que debió de haber estudiado como le dijo su madre. Miraba el examen aun en blanco faltaba muy poco para que terminara la clase cuando sintió un papel hecho bolita golpear contra su cabeza, tomo este la deshizo y se di cuenta que eran las respuestas voltio hacia los lados topándose con una sonriente Hyoyeon a la cual le murmuro un gracias.

A Tiffany la esperaba un largo viaje en coche, escuchaba la radio donde solo entendía un poco de aquellas canciones, ya que su coreano no era tan bueno.

-Su primera vez en Seúl –pregunto el hombre que conducía-

-Lo siento no habla coreano

-Le pregunte que de donde era

-Oh viene de california – su padre platicaba con el chofer como si fueran amigos de toda la vida, Tiffany los miraba con odio, para después desviar su vista hacia la ventana y ver la cuidad

Llegaron  a la casa de la Familia Kim, sabía que su padr