Una vez fuera paseé por los alrededores buscando... algo. Mis ojos miraban por todos lados como buscando algo que yo no sabía. O sí.

-¿Nunca te han dicho que no vayas sola por la noche? -escuché una voz por detrás de mi cuando entré en un callejón.

El corazón me dio un salto y me giré asustada para encontrarme con Kwon Ji Yong, mi compañero de clase.

-Ji Yong... q-que susto me has dado... -murmuré dando un paso hacia atrás.

-Llámame G-dragon por favor.

Asentí algo nerviosa y me disponía a irme cuando me cogió del brazo con fuerza.

-¿A dónde vas? -preguntó.

-A... dentro... Minzy debe estar esperándome -tartamudeé.

-¿Me tienes miedo o algo?

-N-no -intenté que mi voz no temblara.

-¿Entonces por qué estás temblando?

Me fijé horrorizada como la mano que él sujetada temblaba violentamente.

Le miré a los ojos y me encogí de hombros. Él me sonrió, una sonrisa que mezclada con el reflejo de la luna que le golpeaba en el lado derecho de la cara, dio bastante miedo. Al ver que no hacía nada di dos pasos hacia atrás, sin recordar que seguía sujetando mi brazo, por lo que él dio dos pasos hacia delante.

-¿M-me puedes soltar por favor? -intenté sonar firme.

-¿Ya te quieres ir..? -hizo unos falsos pucheros.

-Sí y... -gemí cuando apretó aún más mi brazo- me haces daño.

-Quédate a jugar un rato conmigo...

Aquello me paralizó y no vi venir sus labios, que se juntaron con los míos, haciendo que retrocediera hasta que me encerró entre la pared del fondo y su cuerpo. Intenté empujarle por los hombros, pero me cogía con fuerza de las caderas. Sus labios y lengua eran agresivos y apenas me daban tiempo a respirar. Antes de alejarse, mordió mi labio tan fuerte que en ese momento pensé que me desangraba.

-Venga... no intentes evitarlo... Ambos sabemos que tú también quieres... -susurró en mi oído.

Sentí sus manos bajando por mis hombros y al momento abrió mi camisa bruscamente, haciendo que los botones cayeran al suelo y acto seguido me la quitó del todo, dejándola caer en el suelo. Grité cuando mordió mi cuello. Sentí las lágrimas en los ojos mientras él mordía y besaba mi cuello y hombros.

¿Cómo me estaba ocurriendo aquello? Mi compañero de clase estaba abusando de mí y yo no podía hacer nada.

Subió una rodilla hasta mi entrepierna y allí comenzó a frotarla contra mí. Yo quería apartarlo, quería empujarle, pero mi cuerpo no respondía. Comencé a llorar, era lo único que se me ocurrió hacer mientras sentía sus manos tocando todas las partes de mi cuerpo. Aquellas manos que apretaban mis glúteos para luego subir y abarcar mis pechos. Me sentía débil e impotente cuando bajó una mano, desabrochó el botón de mi pantalón e inmediatamente, sin dejar de besarme bruscamente, se desabrochó el cinturón. Escuché la hebilla metálica y de nuevo, las lágrimas se acumularon en mi barbilla.

No entendía nada de lo que estaba ocurriendo. Mi cuerpo no se movía por mucho que lo deseara, estaba completamente paralizada ante lo que me estaba haciendo.

Entonces sentí como alguien tiró de él hacia atrás y le vi caer al suelo.

-Eres un hijo de puta -escuché a la persona que le había alejado de mí.

Me dejé caer al suelo y me abracé a mis piernas, volviendo a llorar. Entonces escuché un quejido y levanté poco a poco la cabeza. Delante de mí, G-Dragon se había levantado para enfrentar a quien le había separado de mí. Entonces, una mezcla de sentimientos entre alegría y miedo me invadieron cuando vi como Chaerin golpeó el rostro de G-Dragon con el puño cerrado. El chico se recompuso rápidamente y se lanzó contra ella, pero parece ser que iba demasiado borracho, o drogado como para acertar. Chaerin golpeó su costado con la rodilla, haciendo que el chico cayera al suelo con un grito de dolor.

-¿Qué mierdas haces CL? -gruñó el chico de rodillas en el suelo, intentando levantarse.

-No, ¿qué hacías tú? -su voz sonaba más seria.

-Sólo estábamos... divirtiéndonos un rato... -me miró y yo volví a hundir la cara entre mis rodillas.

Escuché un golpe y un nuevo gruñido. El ambiente se tensó mientras lo único que escuchaba eran gritos, golpes y quejidos. No se cuanto tiempo estuve llorando mientras escuchaba aquello, hasta que escuché unos pasos alejarse corriendo.

-Dara...

Apreté con fuerza mis piernas, estaba en estado de shock y no pude reconocer la voz, por lo que perfectamente podría ser G-dragon, que volvía para acabar con lo que había empezado. Entonces quien estaba delante de mi me abrazó. Cuando sentí el aroma de Chaerin, le correspondí el abrazo, llorando desconsoladamente en su hombro.

-Tranquila... Ya pasó -acarició mi cabeza, causando que una oleada de paz me invadiera.

Pasamos unos minutos abrazadas, ambas de rodillas. Ella acariciaba mi pelo mientras yo lloraba en su hombro. Cuando me alejó de su cuerpo me miró a los ojos y al momento desvió la mirada a mis labios.

-Tu labio, está sangrando... -murmuró.

Con la manga de la camiseta me limpió la sangre del labio, mientras, yo no podía apartar los ojos de mi salvadora. Se levantó y me tendió una mano para ayudarme a levantarme.

-¿Estás mejor? -preguntó.

No pude contestar, me limité a asentir con la cabeza. Ella se acercó a mi y limpió las lágrimas que caían por mis mejillas con sus dedos. Entonces se quitó la chaqueta que llevaba y me la entregó.

-Póntela, hace frío.

Acepté y me puse la chaqueta, ella me la abrochó, subiendo la cremallera con sumo cuidado. Entonces me volvió a abrazar cuando sentí una lágrima caer de nuevo por mi mejilla.

-Vamos, te llevaré a casa... -rodeó mi cintura con su brazo para llevarme hasta su moto.

-Minzy... -dije volviendo la mirada hacia el pub.

-Tranquila, cuando te deje en casa volveré y le diré que te has ido a casa porque... te encontrabas mal.

Asentí agradecida, esperé hasta que me pasó un casco y subió a la moto. Me senté detrás y rodeé su cintura con los brazos, pegándome a ella, a lo que sentí como su cuerpo tembló. La escuché suspirar y acto seguido arrancó la moto.

Mediante indicaciones que le iba señalando, llegamos hasta mi casa. Aparcó delante de la puerta y apagó el motor, bajando de la moto justo después que yo. Le entregué el casco, el cual colocó encima del asiento junto con el suyo.

Apretando su chaqueta contra mi cuerpo desnudo caminé hasta la puerta cuando sentí que me cogían del brazo. Me giré para ver como Chaerin me sujetaba mientras me miraba a los ojos directamente.

-¿Seguro que estás bien? -me preguntó con el tono cargado de preocupación y sinceridad, algo que me desconcertó.

-Sí... -susurré con los ojos llenos de lágrimas.

Seguí mirándole a los ojos sin entender porqué ella no apartaba la mirada, ni la mano. Esperaba a que dijera algo más cuando subió la mano de mi brazo hasta colocarla por detrás de mi cabeza, atrayéndome hacia ella. Sentí el corazón a mil por hora, inconscientemente entreabrí los labios, pero entonces sentí sus labios sobre mi frente. Los dejó reposando sobre mi piel durante unos interminables segundos y se alejó.

-Buenas noches -murmuró.

No pude contestar. Me quedé paralizada observando como se alejaba con las manos en los bolsillos. Sin volver a mirarme, subió en la moto y se fue.