De lo que sucede cuando perdemos el control (y otras cosas sin-sentido)

Description

 

Una pelea de amigos que termina de forma inesperada

KAI X TAEMIN

Foreword

Continuación de mi one-shot "My lady", aunque también puede leerse independientemente.

 

 

 

 

De lo que sucede cuando perdemos el control (y otros sin-sentidos)

 

 

 

 

Junio 2013

 

 

 

Había algo casi insano en la forma en que podía tomar su cuerpo sin el tapujo de lo que otros pudieran pensar, de lo que Kai pudiera pensar, y tan sólo tomar sus brazos mientras el otro lo acercaba rudamente por la espalda. Las piernas tensas. Lo arrastraba hasta la pared y entonces la cabeza de Taemin dolía por el golpe. Pero no lo suficiente. Aún podía registrar el calor de esa piel y la forma en que se traspasaba, como agujas, entre sus manos.

- ¿Así que eso? ¿Eso es lo que piensas?- Kai masticó las palabras y había algo lobuno, completamente peligroso en su mirada. Tenía las mandíbulas apretadas. Realmente, estaban muy cerca. Tanto que podía sentir su aliento y el olor metálico de la sangre en su labio.

Los mejores amigos estaban destinados a pelearse, después de todo.

- ¿Qué carajos quieres que piense, entonces? Se te subió tanto la fama a la cabeza que ya ni siquiera eres conciente de lo que haces, Kim Jongin- Taemin le respondió, sin embargo, optando por la ira en vez del deseo y de ese dolor sordo en el pecho y en la cabeza, tanto por los golpes como por el sentimiento.

Estrechó los ojos. Le dolían. En años no había tenido ganas de llorar y ahora eso. Quería llorar como un niño al que le han quitado algo.

Muchas veces se lo habían advertido. "En cuanto él alcance lo que quiere, va a cambiar". Jamás lo había creído hasta entonces, en que las eternas risas en los ensayos habían sido sustituídas por las fiestas con sus nuevos amigos de la banda.

"El síndrome del estrellato", le había comentado alguien en una ocasión. Pero Taemin jamás había creído que su mejor amigo sería así, ellos eran tan parecidos, después de todo, siempre focalizados en sus objetivos sin atender el resto.

Vale, se había equivocado. 

- Te estás haciendo mierda de fiesta en fiesta. Jodiendo con mujeres que ni siquiera conoces. Lo vi, Kai, incluso drogas... ¿qué demónios crees que estás haciendo? ¿Crees que todo es un juego? ¿Para qué demonios te esforzaste tanto en ser bailarín si vas a terminar todo de esta forma?- las palabras se le atropellaban en la boca. Y era casi un alivio que estuvieran en un lugar tan oscuro, el estacionamiento de esa puta discoteca. Que la música se escuchara fuerte y absolutamente nadie prestara atención a las dos figuras en el rincón porque todos, todos los que pasaban estaban absolutamente borrachos.

Menos él. Taemin podría desearlo. Sobre todo en ese momento en que le sostenía la mirada a su mejor amigo que, por meses, se veía irreconocible.

Kai estrechó los ojos. Las manos que aferraban su chaqueta de cuero, como si quisiera asfixiarlo, temblaban por la rabia.

- Tú no tienes idea de nada. Absolutamente de nada, Lee Taemin- le reconoció con la voz ronca y enviciada y el aroma del whisky y del o. Taemin lo había sacado a rastras del baño de hombres donde se hacía una paja vete tú a saber con quién.

Taemin sonrió.

- Ilústrame, entonces.

- No tienes una puta idea de lo que hablas... no me provoques...

- ¿Por qué?- la risa le sabía amarga. Entornó los ojos. Cerró la garganta- ¿Temes que te golpee tan fuerte que dañe tu perfecto rostro y así no puedas joder con más mujeres? O mejor aún, te daré en la entrepierna a ver si dejas a ese pequeño descansar un rato y...

Silencio.

Simplemente, no lo había visto venir.

Se había esperado un nuevo golpe de un momento a otro pero ahí estaba. Algo mucho peor e infinitamente mejor que eso. Porque nunca, nadie en su vida lo había besado de esa forma: fuerte y demandante, la lengua con el sabor al licor y la textura de seda, las manos fuertes de Kai tomándolo del cabello, acercándo su rostro y casi haciéndole daño. Y Taemin no supo si duró un segundo o quizás toda una vida, pero cuando el otro lo acercó bruscamente, mordió sus labios e inicio el beso, se quedó simplemente congelado y en silencio. Y abrió la boca por puro instinto, para poder respirar. Fue entonces en que Kai le metió la lengua y lo atragantó con las palabras y, por Dios, parecía que le estaba devorando incluso el corazón.

"No tienes idea", le susurró el moreno rompiendo el beso de un instante a otro, lo empujó aún más contra la pared, su pelvis chocaba contra su propia entrepierna y sus muslos fuertes lo oprimían, como si estuviera cazando a una presa. "No sabes lo difícil que es", le siguió diciendo completamente sin control, enterrándo los dedos en su cabello, y Taemin casi no podía respirar porque estaban tan cerca y todo eran risas lejanas, música distorcionada y la exitación de sentirlo cerca, adentro, cada vez más adentro.

El segundo beso fue más lento. Los ojos de Kai bajaron de su mirada hacia sus labios, y entonces con el golpeteo en el pecho Taemin pensó que debía apartarlo, que estaba borracho y que si eso seguía iba a tirar años de amistad a la basura. Pero el cuerpo no le respondía. Tenía la sangre fría y a la vez hirviendo, era casi el pánico lo que lo mantenía atado a ese lugar y que hizo que tan solo cerrara los ojos cuando lo vio venir. Primero, sus labios, luego, su boca. Y el abrazo estrecho de su cuerpo, su pecho firme, sus brazos fuertes, no se había dado cuenta de la anatomía de Kai hasta ese entonces, en que lo provaba y lo rozaba y que se exitaba tanto con sus ligeros movimientos de caderas cuando le metía la lengua...

Sólo cuando sintió esas manos grandes y fuertes bajando al cierre de su pantalón, Taemin se apartó y lo empujó.

Y lo vio incrédulo mientras trataba de recuperar el aliento y su corazón, furioso, renqueaba en su pecho.

- Si estás tan caliente que quieres joderte a alguien, ve y busca a cualquiera o págale a una puta- le dijo, de forma mortuoria. Su voz temblaba, no sabía si era por la ira o por el desconcierto o tan sólo por la forma en que Kai lo miraba y su mente se daba cuenta, paulatinamente que, demónios, ellos se habían besado.

Kai se había quedado quieto, como si no reaccionara. Su pecho, subiendo y bajando de forma brusca, era lo único que podía ver con claridad producto de las sombras. Todo parecía tan oscuro e irreal que podría hacer de cuenta que nada había sucedido, pero estaba esa ira y esa tristeza y la sensación en sus labios que se lo recordaba. Tenía el sabor del alcohol en la boca. Tenía el sabor de Kai en la boca y ni siquiera se trataba de que era otro hombre, no, es que era él... 

No.

Dio un paso atrás. Se sintió estúpido. Ojalá y Kai levantara la mirada. Le dijera algo, cualquier cosa, incluso si se reía como antaño como cuando eran niños y le gastaba una broma...

No.

Otro paso, se arregló el cabello de forma mecánica. Lo tenía que dejar solo. ¿Lo tenía que dejar? El pecho le dolía. ¿Por qué Kai no le decía nada? ¿Por qué ni siquiera se reía cuando ellos... ellos...?

No.

Cerró los ojos. Cuando se dio la vuelta y escuchó el sonido de sus propios pasos, por un segundo, pensó que eran los de otro.

 

 

 

 

 


¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨´

 

 

 

 


Incluso cuando el eco de sus pasos saliendo del estacionamiento se perdió, Kai se mantuvo de pie, a penas respirando. La mirada perdida, sin ver nada en especial.

De alguna forma la borrachera se le había pasado. Deseaba que aún siguiera con ella. El acohol podría matizar todo de cierta forma en que no se sintiera tan culpable ni tan desesperado. Y esa necesidad que nacía desde el fondo de su estómago, se regaba en su vientre y bajaba. Si estuviera borracho podría satisfacerla de cualquier forma, con cualquier persona, pero no, su consciencia sólo lo quería a él. 

Esto del amor era una verdadera mierda  

Cerró los ojos, se apoyó en la pared. Llevó una mano a su frente y bajó el rostro. Si Taemin supiera... todos esos intentos desesperados por alejarlo eran estúpidos si realmente no podía dejar de amarlo...

Recordó, entonces, las palabras frías de aquel hombre.

La gente está murmurando. Que ustedes no son sólo amigos. Se te nota en la mirada, Jongin.

Las palabras de aquel hombre y luego esos ojos, el sabor de sus labios y su boca... El calor de su cuerpo y el estúpido pensamiento de que era tan delgado, eran tan cálido, tan poco parecido a él y, a la vez, tan complementario...

Aléjate de él. Vas a joder su carrera. Ya hay suficientes rumores como para que agraves la situación. La compañía piensa darle un debut como solista, pero nada funcionará si no cesan los rumores. Si de verdad lo quieres, aléjate de él. 

Si de verdad lo quieres...

Lo quería. Tanto que costaba respirar. Kai se mordió los labios y aún con los ojos cerrados golpeó con un puño la muralla. Alrededor, todo eran sonidos lejanos de música y risas pero él se sentía lejano, como si lo apartara una cortina de humo invisible. Lejano y triste.

- ¿Y ahora qué?- susurró a la nada, escuchando el sonido de su propia voz viciada y ronca.

Por supuesto, no obtuvo respuesta. 

 

 

 

 

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¿Continuará?

 

 

 

Comments

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uxmary
#1
Si, porfavor!