Primera cita

Una taza de café [JongKey]

El bullicio de las calles de Myeng-dong le llega a Jonghyun como una dulce sonata. Ni siquiera los accidentales empujones o el aire frío de febrero pueden desmoralizado. Hoy comienza su segunda y única oportunidad de recuperar a Kibum. No es que crea firmemente que lo conseguirá, pero no está dispuesto a perderlo, así que llevará a Key por el recorrido de su relación, comenzando, por supuesto, por el principio…

“Jonghyun se calentaba las manos congeladas con el calor que desprendía su café y se lo llevaba a los labios para dar un trago. El líquido amargo y caliente bajando por su garganta era la mejor manera de empezar el día. Lo que no sería un buen modo de empezarlo sería llegar tarde a su clase vocal, por lo que aceleró el paso esquivando a la multitud que caminaba por Myeng-dong.

No había avanzado más de tres metros cuando se chocó con alguien derramando el café encima del desconocido.

-¡Lo siento! Déjeme ayudarle. Lo siento tanto.- decía avergonzado mientras intentaba limpiar su abrigo.

-Tengo todo el abrigo manchado de café… ¡No puedo presentarme así en mi primer día de trabajo! ¿¡Y sabes cuánto costó este abrigo?! ¡Lo has estropeado!

Jonghyun miró al chico y se sorprendió porque a pesar de sus desagradables palabras y su furiosa mirada tenía unos rasgos suaves y delicados. Sin embargo, el chico, por más bonito y frágil que pudiera parecer, le parecía demasiado aterrador. Pero claro, había sido su culpa por derramarle el café encima.

-Lo siento. Llevaré el abrigo a la tintorería y correré con los gastos.

-¡¿Crees que eso solucionará el problema!? ¿Se supone que tengo que ir por la calle sin abrigo con el día que hace?

-Te compraré uno en alguna tienda que esté cerca…

El desconocido le miró de la cabeza a los pies y pudo ver que no le gustaba lo que veía

-¿Tú? ¿Y qué vas a comprarme? ¿Una chaqueta como esa? Lo siento, pero no dejaré que alguien con tan poco estilo me compre nada.

Jonghyun sintió como la sangre le subía a la cabeza hasta el punto de poder explotar. Era maleducado, estirado y desagradable. Pero no podía dejarse llevar por el enfado, por lo que suspiró en un intento de relajación.

-Entonces eliges tú la chaqueta y yo la pago.

-De acuerdo, pero también tendrás que llevar la chaqueta a la tintorería. Al fin y al cabo fuiste tú quien tropezó conmigo.”

Jonghyun deja escapar una sonrisa al recordar cómo se conocieron él y Kibum. Al principio le había parecido un niño egoísta, maleducado y gruñón.

Sin embargo, cuando quedaron para devolverle la chaqueta ya limpia, se disculpó por haber sido tan grosero. Al parecer, ese había sido su primer día de trabajo en una revista de moda y estaba tan nervioso que se alteró cuando vio que, además de llegar tarde, aparecería hecho un desastre. Le había parecido tan honesto y estaba tan avergonzado cuando se disculpó, que Jonghyun no pudo evitar invitarle a un café para  dejar atrás ese mal recuerdo.

Poco a poco fue aprendiendo que Kibum era, en realidad, una persona que se preocupaba por los demás, que le gustaba cuidar a las personas de su alrededor y que era un chico muy divertido. Lo único que sí resultó ser cierto de su primer encuentro fue su mal genio.

Sin darse cuenta, se pierde en sus pensamientos y en los recuerdos que atesora como los mejores de su vida. Jonghyun ha vivido tantas cosas con Key que hasta siente vértigo. ¿Cómo se supone que deje marchar a la persona con la que compartió los mejores y peores momentos de su vida? Eso es simplemente imposible, no cree ser capaz dejarlo todo en el pasado. Pero eso no significa que Key se sienta de la misma manera… “¡Eso no importa! Haré que vuelvas a mí, Kibum”. No importa cómo, pero debe conseguirlo.

-¿No te da vergüenza pararte en medio de la calle con esa sonrisa de tonto?

-¡Kibum! Me has asustado…-dice sorprendido y dando gracias mentalmente de que no se le cayeran los cafés que lleva en la mano- Toma, compré dos cafés. Este es para ti, café de coco. -Key coge el café mirándolo atónico- ¿Por qué me miras así?

-¿Cómo sabes que me gusta el café de coco? Lo probé hace poco.

-Me lo dijiste el mismo día que lo probaste.

-Ya, pero pensé que no me estabas escuchando…

Jonghyun siente las palabras como un puñetazo fuerte y doloroso en el pecho. Es consciente de lo descuidado que se había vuelto en los últimos tiempos, a pesar de haberse dado cuenta cuando ya era muy tarde. Pero escuchar el ligero acento de tristeza en las palabras de Key hace que realmente sea consciente de lo duro que debió haber sido para él.

-Yo siempre te he escuchado… pero en algún punto de nuestra relación dejé de implicarme en lo que teníamos.- murmura cabizbajo.

-¿Y por qué te diste cuenta tan tarde?-murmura mientras gira la cabeza en otra dirección- Da igual, ya no importa.

Caminan en silencio uno al lado del otro y dando pequeños sorbos al café de vez en cuando. Jonghyun tiene la mente saturada de pensamientos llenos de culpa, mientras que Kibum, tratando de ignorar el aura abatida del mayor, se dedica a disfrutar de su café y a mirar los escaparates.

Jonghyun se maldice por haber sido tan bocazas y hacer que el ambiente se volviera pesado. No es como si no mereciera sentir esa presión en el pecho, ese sentimiento de angustia en cada uno de los movimientos indiferentes de Key, esa tortura al pensar que, quizá, ya lo ha perdido para siempre.

Pasado. Se pregunta si él ya lo dejó atrás, si él es solo eso para Kibum. Tiene miedo de saberlo y, de hecho, se niega a saberlo. Puede que lo más sensato sea dejarlo todo tal como está, aceptar que lo vivido con él son solo memorias, que soltar su mano es la manera de permitirle ser feliz… Pero Jonghyun no puede concebir la idea de vivir una vida sin él. Kibum es lo único que le queda además de la música; si lo pierde, perdería mitad de lo que es.

-¿Qué tal te va con tus diseños?- pregunta e, inmediatamente, se da cuenta de que no se lo había preguntado cuando aún estaban juntos. Key había empezado su carrera como diseñador hacía tan solo unos meses y él no le había preguntado ni si quiera cómo le iba. ¿Cómo pudo haberse vuelto tan desinteresado en los últimos meses? Jonghyun lo quiere de una manera visceral, pero en los últimos tiempos se había dejado llevar por su trabajo y la mala relación con su padre. “Patético, terriblemente patético. Eso es lo que soy”.

-¿Eh? Ah… mis diseños… van bien, supongo.-Kibum lo mira extrañado.

-¿Qué ocurre?

-Nada… nada.

-¿Y cuándo vas a enseñarlos al mundo?

-Todavía falta para eso, no es tan fácil como parece.

-Me lo imagino… debe de ser agotador.

-Sí que lo es, pero es algo que siempre quise hacer. ¿Y qué ocurre contigo? ¿No es difícil para ti también?

-¿Por qué?

 -¿El sello discográfico en el que trabajas no iba a sacar un par de álbumes y hacer debutar a un nuevo grupo? Tendrás mucho trabajo con las composiciones, las preparaciones para las presentaciones, los ensayos vocales y todas esas cosas, ¿no? Se te ve algo cansado.

Y Jonghyun, de nuevo, siente que se enamora un poco más de ese chico de apariencia arrogante. Siempre se ha preocupado por él, siempre lo ha animado y cuidado, incluso ahora que lo había dejado. Le dirige una mirada tierna, una mirada llena de amor y adoración, esa mirada que había enamorado a Key y que, inesperadamente, hace que su corazón tiemble ligeramente.

-Estoy bien. Pasear contigo hace que la presión se aligere y me siento relajado y a gusto.

-¿Por qué dices esas cosas de repente?

-Porque creo que no te lo dije lo suficiente. Sé que es tarde, pero aún así sigue siendo la verdad.

Kibum suspira y decide dejar el tema correr; no cree poder sumergirse en las palabras de Jonghyun sin dejarse llevar por el sentimiento de nostalgia y casi enfermizo que le provoca. Esas palabras son las que necesitaba escuchar hacía tiempo. “Ya es demasiado tarde”, se repite una y otra vez.

-Key… ¡Kibum, mira! ¡Vayamos a esa tienda!-exclama emocionado Jonghyun mientras coge el café prácticamente vacío del menor y lo tira a la basura más cercana junto al suyo. Lo agarra suavemente de la muñeca y, haciendo caso omiso de las quejas de Key, lo arrastra hasta la misma tienda en la que le compró la chaqueta cuando se conocieron.-El otro día vi ropa que estaba genial aquí. Te gustará.

-¿Me has pedido una cita para venir a comprar ropa? ¡No tienes remedio!

El más bajo solamente lo mira a los ojos mientras le sonríe, una sonrisa llena de afecto y alegría que consigue desestabilizar a Key por un breve instante. En un breve momento de pánico, se deshace de su agarre y camina por la tienda sin dirigirle la mirada.

-Si me has traído aquí espero que haya ropa que merezca la pena.

-Claro que sí, ¿no te fías de mi sentido de la moda?

Kibum lo mira con los ojos entrecerrados antes de encogerse de hombros.

-Supongo que te enseñé bien.-dice arrogante.

-Tuve un buen profesor. Mira esta chaqueta, ¿no te parece genial? Parece bastante alternativa…-dice sujetando una cazadora negra con tachuelas de colores.

-¡Es un horror! ¡Deja inmediatamente eso donde estaba! ¿Cómo te atreves a enseñarme algo así y decirme que está bien? Retiro lo dicho, ¡no has aprendido nada!

Jonghyun ríe a carcajadas al recordar que esa fue la misma reacción que tuvo hace seis años cuando lo llevó a esa tienda a comprarle la dichosa chaqueta.

-¿Por qué te estás riendo como un histérico? Estás llamando la atención. Cállate, chucho idiota.

Para de reírse tan pronto como escucha esa palabra. “Chucho…”. Le dirige una mirada que oscila entre el asombro y la esperanza, y Key se da cuenta no solo de eso, sino también del porqué.  Así que, restándole importancia al asunto, se da la vuelta y sigue mirando la ropa de la tienda.

En cambio, Jonghyun no es capaz de asimilar del todo esa palabra. Chucho es una palabra que no había escuchado desde hacía mucho; una palabra que le molestaba al principio; una palabra que llevaba deseando escuchar desde hacía demasiado tiempo.

Como si “chucho” fuese la inyección de optimismo y seguridad que necesitaba, se mueve por la tienda con renovada esperanza en busca de algo que le guste a Kibum.

Tras cinco minutos de intensa búsqueda encuentra la prenda perfecta; una camisa lisa y blanca con estampado de leopardo en el cuello. ¿Una mezcla de austeridad y extravagancia? No sabe si esa es la descripción que más le ajuste o si siquiera es eso posible. Pero es perfecta para Key.

-¡Kibum! He encontrado algo que te va a gustar.

-Si es algo como lo de antes mejor no me lo enseñes. Es más, no quiero ni verlo. Me preguntó porque me molesté en enseñarte a vestir bien si después me vienes con esas cosas tan espantosas. Pensé que te había enseñado algo. ¿Es que me hiciste perder el tiempo? Es tan…-Jonghyun, intuyendo que su discurso será interminable si no lo detiene ya, extiende el brazo y le pone la camisa frente a su cara.

Sabe que ha acertado porque Key deja tirado el pantalón que estaba viendo para coger la camisa con la mirada crítica e interesada de un fashionista.

-Así que no era tu sentido de la moda lo que estaba mal, ¿eh?

-Te veías adorable cuando te enseñé esa chaqueta, ¡no pude evitarlo!

- Lo que tengo que aguantar.- dice dramáticamente poniendo los ojos en blanco.- ¿Encontraste algo que te guste? Yo compraré solo esta camisa.

-¿Entonces te gusta? Lo sabía.

-¿Lo sabías? Habérmela enseñado desde el principio, graciosillo.

- Venga, vayamos a pagar.

-Pero tú no llevas nada.

-Claro que sí- Jonghyun agarra la camisa y camina hasta el mostrador decidido. Quizá no debería hacer lo que está a punto de hacer, pero, al menos, quiere darle un último regalo si es que no logra que Kibum vuelva con él- Cóbreme esto, por favor.

- ¿Qué crees que haces?

-Comprar.

-Pensé que era para mí.- susurra con una mueca.

-Y así es.

-¿Qué? Puedo comprarlo yo.

-Es solo un pequeño regalo.

-No es un pequeño regalo. ¡Ni siquiera es barata! No la quiero.

- Kibum, solo acéptalo.-Key lo mira receloso. En el fondo sabe que para Jonghyun no es un simple regalo y tampoco lo será para él si lo acepta.

-Emm... Entonces, ¿lo comprará o no?- pregunta cohibida la chica del mostrador mirándolos extrañada.

-Sin compromisos, ¿de acuerdo?

-Está bien.-suspira rendido.

Una vez fuera, caminan por las calles llenas de gente y tiendas y, como casi siempre ocurre estando con Jonghyun, no hay ni un pequeño momento de silencio. El más mayor no para de hablar sobre lo frío que es ese invierno, la nueva tienda de ropa vintage que han abierto cerca de donde trabaja y que, por cierto, le encantaría a Kibum, así que este toma nota mental de ir mientras se hace el desinteresado. También le comenta que ha visto aquella película bélica que habían decidido ver cuando aún estaban juntos; le cuenta cómo se le rompieron tres cuerdas a la guitarra, cómo perdió la base de una canción al haberse estropeado el ordenador y cómo su perro Roo hizo sus necesidades encima de una de sus composiciones.

-¡Tienes tan mala suerte! Me pregunto si fuiste tan malo en tu vida pasada para que te pasen tantas cosas.

-No es gracioso. Tuve que pasarme cuatro días enteros arreglándolo... La mala fortuna me persigue.- dice melodramáticamente llevándose las manos a la cabeza provocándole un ataque de risa.

Jonghyun lo mira reprimiendo una sonrisa. Al principio Key se había mantenido callado y frío. Pero, poco a poco, había conseguido que contestara a  las preguntas que hacía y que incluso participara activamente en la conversación, pasando de ser un monólogo a un diálogo entre amigos. Pero lo mejor de todo, sin duda alguna, era ver que todavía podía hacerle reír.

-Bueno, ya es hora de que me vaya.-señala Kibum  al parar de reír.- Tengo que acabar hoy unos arreglos de unos diseños.

-Claro. Diseñar tu propia colección de ropa debe de llevar mucho trabajo.

- La verdad es que si. No sé como saldrá.

-¡Seguro que te irá genial! Eres talentoso y trabajador. No hay nada que no puedas hacer.

-Eres un exagerado.

-No es cierto. Yo simplemente creo que puedes hacerlo.

Kibum, después de mirarlo con sorpresa, rehúye su mirada intentando que no lea sus pensamientos en la suya, tratando de esconder lo feliz que le hace al escucharlo y, al mismo tiempo, lo mucho que le entristece el que no se lo hubiera dicho meses atrás.

-Debo marcharme.

-Si... claro. Te mandaré un mensaje en un par de días con el sitio al que iremos el próximo día.

-Bien... bueno, me marcho... Adiós.

-Hasta luego. Cuídate.

-Sí... tú... mmm... tú también.

Y Jonghyun se queda ahí, quieto y logrando a duras penas contener sus ganas de correr hacia él y decirle que lo acompaña, de gritarle que lo ha pasado genial, de llorar  porque, a pesar de que esa tarde se había sentido un poco más cerca, no puede dejar de pensar que se distancia cada vez más mientras lo ve alejarse más y más. 

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Comments

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AzulTamashi #1
Chapter 3: Ooooh es genial en serio! puedes sentir la tristeza y la alegría que sienten al estar juntos!! Tengo ganas de llorar!!
AzulTamashi #2
Chapter 1: Vaya! No esperaba un fanfic en español por aquí!! Es realmente muy bello!! Espero que lo continúes. Tienes un subscriptor más!! :)