Segunda Cita

Una taza de café [JongKey]

-¡Vaya! ¡Esta composición es incluso mejor que la anterior! Que se te haya roto el ordenador es lo mejor que pudo haber pasado. ¡Escucha cómo fluyen las notas! ¡Es perfecto, Jonghyun!

-Jinki hyung… ¡cómo puedes decir eso! ¡Me pasé cinco días sin dormir!

-No seas exagerado.

-Me voy a morir. No puedo ni con mi propio cuerpo.-lloriquea posando su cabeza en el escritorio para cerrar los ojos y descansar.- Creo que dormiré un rato…

-¿Aquí? Mejor vete a casa. Pero espera… ¿no tenías hoy una cita?-pregunta alzando los ojos.

-¡Mierda! ¡Mierda! ¡Joder! Casi lo olvido, mierda. ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Qué hora es?

-Las cuatro.

-Genial, en cuarenta minutos tengo que estar junto al lago Seokchon.

-Pues ya puedes empezar a correr-le dice su amigo y compañero.

-¡Me va a matar!

-Anda, deja todo esto que ya lo recojo yo.- Jinki le quita las composiciones de la mano y agita la suya diciéndole que se vaya.- Te lo llevaré hoy a tu casa por la noche.

-¡Gracias, hyung!- agradecido, le da al mayor un beso sonoro en la mejilla.

-¡Ay, suéltame! Eres un sobón. ¡Vete ya, hombre!

Jonghyun, haciéndole caso a su amigo, echa a correr por los pasillos al mismo tiempo que se abrocha torpemente el abrigo. Una vez fuera, el frío le golpea el rostro helándole la piel. Le gustaría poder ir en coche hasta Seocho, pero con el tráfico que hay tardaría demasiado tiempo en llegar. Así que, muy a su pesar, camina a paso ligero por las calles de Seúl. De vez en cuando exhala con fuerza para que el vaho que sale cálido de su boca le dé en la cara. Otras veces, en cambio, corre alrededor de cinco minutos y, de ese modo, calienta todo su cuerpo al mismo tiempo que avanza más rápido.

Cuando llega al lago han pasado exactamente cuarenta y ocho minutos. Jonghyun palidece al pensar que ha llegado casi diez minutos tarde y que, cansado de esperar, Kibum ya se podría haber marchado. Mira su teléfono en busca de algún mensaje o llamada, pero no hay nada. En una situación así, Key le habría enviado un mensaje diciéndole el gran peligro que correría su más preciada parte anatómica si no llegaba en menos de lo que dice estás muerto. Sí, podía llegar a dar miedo, y en esos momentos deseaba que fuera suave y transigente.

Sin embargo, ahora que no se daba esa situación, se preocupaba. “¿Se habrá ido? ¿Habrá si quiera venido?”. Preocupado, corre en su busca por el paseo rodeado de cerezos desnudos por el invierno.

En uno de los bancos, rodeado por dos perritos inquietos y juguetones, puede ver a una señora son una amplia sonrisa en su rostro surcado de arrugas. Hay un chico hablando con ella mientras acaricia a uno de los animales y, aunque solo puede ver su espalda, sabe de inmediato que se trata de Key. Así que corre hacia ellos.

-¡Kibum! Perdón por el retraso. ¡Menos mal que no te has ido!-suspira aliviado y con voz entrecortada debido al esfuerzo de correr. Apoya sus manos en sus rodillas con cansancio y le dirige una sonrisa brillante a un Kibum notablemente molesto.

-Jovencito, no debería hacer esperar a las personas con las que ha quedado.-escucha. Es una voz temblorosa y agradable, pero que transmite firmeza.

-¡Qué maleducado soy! Lo siento mucho, soy Kim Jonghyun.-se presenta haciendo una reverencia.

-Me lo imaginaba. Este muchacho me lo dijo.-señala a Key.- Parece que está enfadado, ¡y con razón! Cuando has quedado con alguien, lo menos que puedes hacer es llegar puntual. ¡Y más con este frío que hace!

Jonghyun, arrepentido, agacha la cabeza y mira el perfil de Kibum, quien se dedica a acariciar a uno de los perros.

-Lo siento. Tenía que…

-Acabar el trabajo. Ya lo sé. Es siempre lo mismo, así que no tienes que decir nada. De todos modos, estoy acostumbrado.- manifiesta agriamente al mismo tiempo que le da el pequeño perro a la dueña.- Ha sido un placer conocerla a usted y a sus perros. Son tan adorables. ¡Y no espere demasiado para ir al médico! Lo mejor es que llame a su hijo para que la lleve y le mire esos dolores.

-Supongo que tienes razón, es solo que no quiero ser una molestia. Los jóvenes tenéis demasiadas cosas con las que lidiar como para preocuparos por una vieja como yo.-su tono de voz sarcástico provoca en Kibum una sonora carcajada. En cambio, Jonghyun no puede sentirse más que incómodo al notar la cercanía repentina entre ellos. Siente que sobra.- Bueno, marcharos ya y disfrutar. No os quiero distraer.

Después de una breve despedida, se ponen en marcha y caminan por el paseo que rodea el lago. Jonghyun se maldice internamente por hacer que las citas con Key tomen siempre ese rumbo tan penoso.

-Key… de veras lo siento mucho. Como te dije el otro día, perdí una parte de mi trabajo, así que tuve que trabajar hasta muy tarde estos días y a penas recuperé todo el trabajo perdido hace una hora.

Kibum posa su mirada en él por un instante y, aunque muy breve, se da cuenta de las ojeras bajo sus ojos cansados, la piel pálida con coloretes debido al frío y al esfuerzo físico que acaba de realizar, de la sinceridad y el arrepentimiento en su mirada.

-No importa. Mejor centrémonos en la cita. Supongo que tenías algo pensado, ¿verdad?

-¡Por supuesto! ¡Montaremos en un barco!-exclama con una gran sonrisa.

-¿Por qué quieres subirte a uno de esos barcos?

-¿No lo recuerdas? El día que te confesé que me gustabas nos subimos a uno, pero estaba tan nervioso que tuvimos que bajarnos antes de que se pusiera en marcha. ¡Fue tan vergonzoso! Y desde ese día siempre quise subir y acabar el recorrido.

-¿Y qué ocurre si te vuelves a marear? Tendré que cargar contigo como la otra vez, y no es que peses cuarenta kilos.

-¿Me estás llamando gordo?-Key solo se encoge de hombros.- ¡No estoy gordo! Oh… ¡ya sé qué pasa! Estás molesto por aquella vez que te dije que estabas comiendo demasiado, ¿no? ¡Era solo una broma!

-Ya no me interesa. Fue hace mucho tiempo.-miente.

-Eres tan malo…

-No fui yo quien te dijo que parases de comer porque estabas gordo.

-¡Pero no fue así!-lloriquea.-Además, solo estaba bromeando… Da igual. Eso ya pasó. Ahora subiremos a ese barco y yo, definitivamente, no me marearé.

-Más te vale, porque si no bajarás por tu propio pie.-señala con una amplia sonrisa.

Poco después, ambos se encuentran en el barquito y Jonghyun desea no haber sido tan bravucón y, en lugar de subir a ese infernal transporte, haberse quedado en tierra firme, donde no sentiría que vomitaría hasta las tripas.

-Te lo dije-dijo Key cantarín.

-Cállate.

-Por el amor de dios… ¡solo es un barquito enano navegando en un lago del tamaño de una taza! ¡El agua ni siquiera se mueve! Eres tan exagerado…

-Sí que se mueve… oh dios, me voy a morir.

-Vamos, vamos. Eso está todo en tu mente.

Cuando el trayecto por fin  ha acabado, Jonghyun se dirige con premura a la salida. Sus piernas tiemblan y sus manos agarran con dificultad la barandilla.

-¡Oh, dios! ¡Por fin tierra firme!-exclama yendo al banco más cercano para descansar su trémulo cuerpo.

-Eres un idiota. Fuiste tú quien quiso subir.

-Sí que soy un idiota.-Lloriquea.

Kibum se sienta pesadamente junto a él. Siempre supo que ese hombre era un impulsivo, pero siempre conseguía sorprenderle. Aunque, a decir verdad, ya no debería ser así desde que vio al más mayor parado frente a su casa, mojado y extenuado, después de recorrer medio Seúl por la noche solo para verle. Pero, a pesar de haberle parecido lo más estúpido del mundo, tenía que admitir que le había conmovido. De hecho, era una de las cosas más románticas que Jonghyun había hecho por él.

Romanticismo. Jonghyun le había dado eso en grandes dosis hacía mucho tiempo. Realmente no se quejó cuando esos detalles comenzaron a escasear hasta que, definitivamente, dejaron de ocurrir. Le gustaban, pero no le molestaba no tenerlos. Claro, siempre y cuando Jonghyun no se hubiera olvidado de él.  Key siempre le había echado la culpa a su trabajo y a su padre, y aún seguía haciéndolo. Pero, muy en el fondo, sabía que debió haber hablado claramente con él, preguntarle qué ocurría, decirle que no podía seguir así y no haberse sumido en el silencio y en esa actitud tan pasiva que había adoptando, como si estuviera viendo pasar la vida de dos personas ajenas a él.

Con un suspiro palmeó con delicadeza la espalda de Jonghyun, que  tenía la cabeza apoyada sobre las rodillas por el mareo.

-¿Tienes ganas de vomitar?

Jonghyun negó débilmente, ensimismado con las caricias circulares que Kibum comenzaba a darle en la espalda. Eran relajantes y suaves… y las echaba mucho de menos. Tanto que podría echarse a llorar ahí en medio de toda esa gente, delante de él y sin ninguna inhibición. Pero no debía porque entonces perdería un poco más  a Key. Se sentiría forzado y apartaría la mano, esa mano que tanto anhelaba. Así que solo se dejó llevar por los delicados roces en su espalda, el sonido de los zapatos contra el suelo mojado, el sedoso susurro del viento en su oído, los gritos asustados y divertidos de la gente en el parque de atracciones… ¡el parque de atracciones!

-Kibum, todavía hay un sitio al que tenemos que ir.-dice sin levantar la cabeza.

-¿Pero ya te encuentras mejor?

Jonghyun quiere decir que no para que no cesen las caricias, pero no puede quedarse eternamente ahí simplemente recibiéndolas pequeñas y, seguramente, inconscientes muestras de afecto de Key.

-Claro. Pongámonos en marcha.

Se levanta intentando ignorar el leve mareo y mira a su acompañante con una dulce sonrisa, una de esas sonrisas que a Kibum le abrigan del cansancio y del dolor después de un día duro.

-¿A dónde vamos?

-Ya lo verás.

Llegan a Lotte World poco después de cinco minutos y Key no se puede creer a donde lo está llevando Jonghyun. Dese afuera puede ver las vertiginosas alturas que alcanzan muchas de las atracciones, arrancando gritos histéricos de los osados que suben a ellas.

-Debes de estar loco si crees que iré ahí.-susurra pálido.- ¡Sabes que no me gustan las alturas!

-No te preocupes, no todas son así.

-Pues no pienso montarme en ningún trenecito.-dice provocando que Jonghyun estalle en carcajadas.- ¡No te rías! De hecho, hoy tengo el estómago revuelto. No sé si será buena idea…

-No te preocupes. Si te mareas siempre podemos pasear e ir a la pista de hielo.-sugirió mientras pagaba ambas entradas.

-¿Pagarás solo para ir a patinar?

-Antes podemos probar alguna… Ya sé cual.

-¿Cuál?

-Es una sorpresa.

-No me gustan las sorpresas.

-Amas las sorpresas.

-No cuándo van acompañadas de una sonrisa sospechosamente feliz.

-¡Es que estoy feliz!

-¡Antes no sonreías así! ¡Dime que tramas!

-¿Por qué tramaría algo? No te fías de mí.

Key lo mira de reojo y, aunque está seguro de que esconde algo, intenta desechar la idea. ¿Qué podría hacer en un parque de atracciones? Absolutamente nada fuera de lo normal o que lo pusiera en una situación complicada. Jonghyun no lo obligaría a subirse a una montaña rusa; tampoco es que se fuera a subir, siendo ese el caso. Pero parecía demasiado feliz…

-¡¿Me estás jodiendo?!-Kibum vio a dónde se dirigían y no le gusto para nada la idea.- Ni hablar. De ninguna maldita manera.

-Que malhablado eres a veces.

-No me cambies de tema. No entraré a ese lugar.

-Ahí no hay peligro de que te marees. Además, no tienes elección; yo pagué las entradas.

-Eres un… ¡tramposo! ¡Aprovechado!

-Venga, Kibum. No debes preocuparte. Yo te protegeré.

-No digas tonterías. Es solo una estúpida casa de los horrores. No es de verdad.

-Entonces, ¿cuál es el problema?

-Que no me gusta… no quiero entrar…

-¿Tienes miedo? Pero tú mismo has dicho que es todo falso. Venga, Key, venga.-dice con voz melosas y ojos de cachorrillo mientras sacude el brazo del menor.

Kibum cree que podría irse al mismísimo infierno si sigue mirando esos ojillos suplicantes y sus labios formando un adorable mohín. Es tentador, pero no debe… y a pesar de todo, se deja arrastrar por el mayor al interior de ese edificio oscuro y horrible.

-No me gusta, no me gusta nada.-susurra al ver los retratos en blanco y negro mal colocados en las paredes; al observar muñecos mutilados y con caras atroces colgar del techo; al escuchar los gimoteos y los lamentos atravesar las paredes.

Un suave roce en su mano lo sobrepasa; una mano cubriendo la suya. Y su corazón late con una velocidad inimaginable al darse cuenta de que es la mano de Jonghyun. Grande, fuerte y cálida.

-Estás temblando.-susurra Jonghyun acercándolo a él.- Estoy aquí.

“Maldito romántico idiota. Tú querías esto. ¡Maldición!”. Key quiere gritárselo, pero siente que si lo intenta, su voz sonaría temblorosa y patética. Así que solo desvía la mirada hacia algún punto del frente, deseando que esa interminable visita llegue a su fin.

Quince minutos después Key ya está afuera, pero no sin antes haber gritado, pataleado, corrido y, por supuesto, escondido detrás de Jonghyun y empujarlo hacia los trabajadores del lugar vestidos de monstruos y fantasmas.

-Vaya. Ahora sé que si una horda de zombis ataca la ciudad me utilizarás de carnada para poder escapar y salvarte.

-Para empezar fue tu culpa por obligarme a entrar.- Kibum lo mira con odio.- Y deja de fantasear. Los zombis se comen el cerebro de las personas, así que ¿para qué iba a usarte como señuelo?

-¡Oh! ¡Eres tan cruel y vengativo!

Aparenta indignarse, escondiendo su alegría bajo una máscara de enfado teatral. Key, siguiéndole la corriente, lo mira con aires de superioridad y camina hacia la pista de hielo sin inmutarse.

-¿Y crees que esté abierta la pista de hielo?

-¿Me trajiste aquí sin mirarlo antes?

-¿Mirarlo?

-Déjalo, da igual. De todos modos aún falta una o dos semanas para que cierren las pistas de hielo de la ciudad.

Sin embargo, al llegar allí se dan cuenta de lo equivocados que estaban, pues unas vallas de metal rodean la pista y sus alrededores.

-Cerrado por obras.-leyó Jonghyun en un cartel.- ¿Cerrado por obras? ¿¡Cuáles obras!?

-Seguramente aún no las hayan empezado.

-¿Y no podían esperar a que terminara el invierno?

-No seas crío. Si lo cerraron sería por algo.

Esta vez es Jonghyun el que le mira con odio antes de suspirar con tristeza. No sería la primera vez que iba a un lugar así con Key. Pero siempre que iban a patinar se lo pasaban muy bien y, además, sería una forma estupenda de acercarse a él. Incluso ya había planeado como simular una caída y arrastrar con él a Kibum. No es que quisiera causarle o causarse algún daño, pero sería una manera fortuita de volver a sentir el cuerpo del menor contra el suyo. “Adiós a mi bien planeada escena romántica”.

-¡Maldita sea!

-No hay nada que podamos hacer.

-Pero yo quería ir.

-Deja de dar lástima. Parece que al final has pagado solo para entrar a la casa de los horrores…-suspira- Vamos, te invito a un café.

-¿En serio?-pregunta emocionado.- Muero por un café. ¿Te he dicho ya que apenas dormí estos últimos días? Necesito un café muy cargado.

-Lo que necesitas es dormir.

-¡Pero no puedo dormir contigo! Así que mejor invítame a un café.

Kibum abre los ojos al máximo en sorpresa y lo mira estupefacto. Algo que, por cierto, no logra amedrentar a Jonghyun, quien le dirige una sonrisa brillante.

oOo

-¿Debería probar el café de coco?- pregunta el más bajo mirando la carta de cafés, chocolates y helados.

Están en una cafetería dentro del Lotte World. Es un establecimiento amplio con mesas de colores; cristaleras llenas de formas y dibujos infantiles por las que la luz entra convertida en miles de partículas coloreadas; música relajante y camareros sonrientes con uniformes divertidos y extravagantes.

-Creía que querías un café fuerte.

-No sé lo que quiero… pero mis ojos quieren cerrarse. Pediré un café solo. ¿Y tú?

-Mmm…un capuchino.

El sol ya se ha puesto y la ciudad se ha sumido en la noche; una noche llena de colores, de recuerdos guardados en una taza de porcelana y del dulcemente amargo olor a café. Jonghyun se empapa con todas y cada una de esas sensaciones; no importa que solo parezcan amigos, no importa que Kibum no responda a sus indirectas. Solo importa el calor que le provoca el café bajando por su garganta; el calor en cada uno de los acordes de la persona que quiere.  

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Comments

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AzulTamashi #1
Chapter 3: Ooooh es genial en serio! puedes sentir la tristeza y la alegría que sienten al estar juntos!! Tengo ganas de llorar!!
AzulTamashi #2
Chapter 1: Vaya! No esperaba un fanfic en español por aquí!! Es realmente muy bello!! Espero que lo continúes. Tienes un subscriptor más!! :)