Durante todo el día Taemin no había salido de la habitación donde lo había dejado desde que lo encontré. Varias veces toque la puerta para preguntar si estaba bien pero no había respuesta alguna, aunque sabía que estaba dentro pues dejaba alguna bandeja llena de comida para él y unas cuantas horas después, cuando regresaba, encontraba la bandeja con los platos de comida totalmente vacíos.

Eso de alguna u otra forma me hacía sentir aliviada.

Llega el anochecer, había tomado mi ducha y también estaba vestida cómodamente para irme a dormir pero, antes de eso, vuelvo a tocar la puerta de la habitación donde se encontraba Taemin. De nuevo, no había respuesta alguna.

Sin embargo me sorprende que pueda girar la perilla sin problema alguno, al parecer ya no estaba bajo llave y dudo un par de minutos si debería entrar o no.

Al final tomo el valor y entro a la habitación. Para mi sorpresa, estaba totalmente oscuro dentro de ella y la ventana totalmente cubierta con una manta oscura. A tientas busco el interruptor para poder encender la luz pero algo toma mi brazo y me detiene.

“No la prendas” escucho la voz de Taemin susurrar.

“Pero, no puedo ver nada” puedo escuchar a Taemin suspirar y me suelta.

“Enciende una vela entonces” y antes de que pudiese decirle que no tenía ninguna, siento como pone en mi mano dicho objeto, e incluso me da un encendedor.

Sin más que hacer, enciendo la vela y la pongo arriba del mueble que se encontraba a un lado de la cama. Con la poca luz, podía alcanzar a ver que el cuarto seguía igual como lo deje y Taemin se encontraba sentado en la cama, mirando hacia enfrente pero, parecía estar perdido en sus pensamientos.

Suspiro una vez más y me siento en la silla que se encontraba al final de la cama.

“¿Cómo se encuentra? ¿Le ha sentado bien la comida que le he dejado?” no había respuesta, ni siquiera un parpadeo de su parte. Seguí mirando hacia la pared que tenía frente a él pero permanecía inmóvil.

Para ser sincera, estaba preocupada por su actitud. Observo su cuerpo y noto que se ha quitado los vendajes. Al parecer ya estaba mejor y me sorprende lo rápido que han sanado sus heridas. Me levanto y me siento en la orilla de la cama y me acerco un poco para comprobar que está completamente sano pero no me atrevía a tocarlo.

Taemin parece notar mi acercamiento y respira hondo. Puedo sentir su mirada sobre mí pero no me intimida, así que me armo de valor y toco las cicatrices que sus heridas han dejado. Siento el cuerpo de Taemin tensarse en ese momento.

“Al parecer sus heridas han sanado por completo” le digo mientras pasaba las yemas de mis dedos por su abdomen “me sorprende la rapidez que ha tomado en curarse pero, me alegra que ya esté mejor” levanto mi mirada y me congelo al ver una pizca de tristeza, arrepentimiento pero también ternura en la mirada de Taemin.

“¿Te alegras por mí?” me susurra en un tono un tanto triste y yo no sé qué contestar.

Por unos segundos, permanezco en la misma posición, mirando cuan cerca tenía su rostro al mío, sintiendo su aliento chocar con mi cara. Los ojos de Taemin se encontraban entre-cerrados y yo dirijo mi mirada a sus esponjosos y suaves labios.

Comenzaba a sentir algo en mi interior, sentía algo parecido al dolor en mi estómago pero no me incomodaba, sentía mi corazón palpitar con tanta fuerza que temía a que este llegase a salirse de mi pecho. Los escalofríos y nervios no se hicieron esperar y recorrían cada parte de mi cuerpo. Y un calor extraño calentaba mi rostro y sabía perfectamente que, aun teniendo tan poca luz, se podrían notar mis mejillas tan rojas como un tomate.

Taemin toma mi barbilla y jala un poco más hacia él, son milímetros lo que nos separa y le escucho susurrar sobre mis labios.

“Dime ¿me extrañaste?” siento su otra mano acariciar mi mejilla y su mirada se tornaba más amorosa pero al mismo tiempo había deseo en ella “¿no hubo momento en que dejaras de pensar en mí?” me quedo totalmente muda y el único sonido que logro hacer, es el de mi saliva pasándose por mi garganta “dime, en todos estos años ¿seguía en tus pensamientos?” esta vez ambas manos de Taemin toman mi rostro y acarician con tanto cariño mis mejillas “eres hermosa, muy hermosa...”

Siento los labios de Taemin rozar los míos y una descarga eléctrica golpea todo mi ser, despertándome del encanto que el príncipe transmitía en mí. Antes de que hiciera una presión más profunda a mis labios, logro poner mis manos sobre su pecho y lo alejo suavemente de mí.

Taemin pasa sus manos a mi cadera y se aferra a ella. Yo todavía tenía mis manos sobre su pecho y mis brazos estirados logrando así una distancia entre nosotros.

“¿Qué pasa?” puedo percibir preocupación en la voz de Taemin y mi cuerpo comenzaba a temblar.

Estaba tan confundida, no sabía lo que estaba pasando, no sabía siquiera si podía confiar en el propio príncipe. 

Ace... Llámame Ace... Ace....

Ese nombre volvía a mis pensamientos. 

Taemin está muerto. Taemin ya no existe. Ahora solo queda Ace.

“¿Te encuentras bien?” vuelvo a escuchar su voz preocupada.

“Ace...” susurro y siento como el agarre de Taemin se afloja.

“¿Q-que?”

“Ace” esta vez lo digo con más claridad y clavo mi mirada en su rostro “ese es su nombre ¿no?” muerdo mi labio inferior con fuerza y sigo temblando.

La mirada de Taemin se dirige a mi cuello y puedo notar un gesto de culpa en él.

Las yemas de sus dedos tocan suavemente las marcas de sus uñas que ha dejado en mi cuello y yo dejo de temblar.

“Lo siento...” susurra y acaricia mi cuello con ternura “lo siento mucho...” veo lagrimas deslizarse por sus mejillas “lo siento...” esta vez su cuerpo tiembla y recarga su frente en mi hombro “yo no quería... no quería... lo siento tanto...” miles de disculpas escucho en sus susurros.

“¿Qué le ha pasado?” acaricio su cabeza y el aprieta mi blusa “dime ¿Por qué ha cambiado tanto?”

“Temo a que no me pueda controlar...”

“No me hará daño”

“¿Cómo lo sabes?” voltea a verme con desesperación y le sonrió con paciencia.

“Porque sigue siendo mi príncipe” acaricio su mejilla con cariño y Taemin tranquiliza “sigue ese corazón que conocí en usted. Confió en usted”

Taemin me observa con duda pero al final, acepta lo que le he dicho y le escucho suspirar.

“Sera una historia larga y difícil de entender”

“No se preocupe, seré comprensiva y paciente, después de todo, lo he esperado por 10 años ¿no?” Taemin ríe un poco ante mi comentario y yo siento mi corazón más aliviado.

❀

Taemin estaba maldecido.

Taemin cargaba con una maldición.

Taemin había cometido un error y era difícil de reparar, por no decir imposible.

“Entonces ¿lo ha contactado?” abrazo mis piernas con fuerza mientras permanezco sentada sobre la cama y Taemin seguía mirando los dedos de sus manos. Mirándolos pero no prestándoles atención.

“¿Qué opción tenía? Si no lo hacía, el reino perecería y yo no sabía cómo quitarme a ese demonio de encima pero, no lo contacte” Taemin suspira y estira sus piernas por la extensión del colchón “él vino hacia a mí. Él sabía por lo que estaba sufriendo. Él ya tenía todo planeado solo que, había esperado hasta que llegara el momento de la desesperación para hacer su aparición y hacerme su propuesta” los ojos de Taemin se opacan y sus recuerdos vuelven a su mente, torturándole una vez más.

Taemin sabía que no podría deshacerse tan fácil del demonio que le perseguía, pues después de todo, parte de su sangre habitaba en él. También sabía que no podría volver al reino pues este seria destruido por la ira de aquel ser maligno que le acosaba y Taemin no quería que se derramara sangre de personas inocentes.

Así que siguió huyendo, incluso mucho después de que me conociera, siguió huyendo, en busca de un refugio, de una solución. De alguna esperanza...

Pero nada aparecía. O por lo menos lo que el buscaba no llego, sin embargo otra solución se le presento y Taemin no tenía otra alternativa más que aceptarla.

“Tuve que hacerlo, por mi reino.... por mi familia... por mi padre” Taemin agacha la cabeza y parece querer llorar pero no estoy muy segura pues la poca luz que había en la habitación me impedía ver con claridad.

“¿Qué le ha pedido a cambio?” susurro en un hilo de voz y escucho a Taemin suspirar.

“Mi alma...” Taemin en ese momento levanta la cara y me mira fijamente a los ojos “mi vida le pertenece a él...”

En orden de destruir aquel demonio que atormentaba y amenazaba con destruir todo lo que él amaba, Taemin aceptaba aquella propuesta que se le ha dado y a cambio da su alma entera con tal de traer la paz a Muscadet.

“Hay algo que no logro entender” observo de manera curiosa a Taemin y este me responde el gesto. “¿Por qué sigue huyendo?” Taemin se muerde el labio inferior y mira hacia la vela que sigue encendida.

“Hubo un contrato, en el cual se establecía que mi alma seria arrebatada una vez que asumiera el trono. El día que mi padre murió, invente la excusa de que no estaba listo y le pedí a mi madre tiempo para poder recuperarme y analizar bien la situación. En realidad estaba buscando una forma de eludir aquel compromiso” Taemin suspira y toma entre sus manos aquel collar en forma de triángulo que no había notado antes y lo coloca sobre mi regazo “¿recuerdas ese collar?” esta vez me sonríe débilmente y yo tomo dicho collar entre mis manos.

“Lo traía en el primer encuentro” miro los pequeños diamantes que tenía en cada esquina y noto que siguen más brillantes que nunca.

“Mi alma se encuentra ahí” volteo a verlo totalmente sorprendida y por poco suelto el collar.

“¿Qué ha dicho?” Taemin vuelve a sonreírme y toma mis manos junto con el collar.

“Él se quiere apoderar de mi alma para así apoderarse de Muscadet. Por ser uno de los más poderosos de los reinos, quiere tener el control sobre él y así lograr conquistar el mundo entero. Habrá una guerra sangrienta si llegase a tener dicho poder. Necesita mi alma para poder llevar a cabo su plan. Porque no puede estar en este mundo, no se le permite y la única forma de poder estar en el mundo de los vivos es apoderándose de una alma que haya sido bendecida por los mismo dioses” siento las manos de Taemin temblar sobre las mías y me preocupo.

“¿Qué puedo hacer yo? ¿Qué puedo hacer teniendo su alma entre mis manos?” le pregunto asustada y Taemin recarga su frente sobre mis nudillos.

“Existe la tradición de que los dioses no bendicen a una persona. Se dice que toda persona tiene su alma gemela ¿no?” esta vez Taemin me mira con suma seriedad y yo vuelvo a sentir escalofríos recorrer mi cuerpo “nunca te has preguntado ¿Por qué siempre logras encontrarme en el mismo lugar?”

“¿Coincidencia?” respondo con duda y Taemin niega con la cabeza.

“Mi cuerpo está infectado de maldad, pero mi alma sigue siendo pura, sin embargo, esta sigue rechazando permanecer dentro de mí y es por eso que la he colocado en ese collar” esta vez Taemin se sienta a mi lado sin embargo no suelta una de mis manos.

“Pero, si yo tengo este collar...” siento un nudo en la garganta, no sabía cómo terminar mi oración y Taemin parece comprender lo que quiero decir.

“Sigo teniendo sangre de aquel demonio, sigo viviendo por esa razón pero, mi maldad crece y es por eso que debo desaparecer”

“No puede seguir huyendo. Mi príncipe, por favor...” sentía las lágrimas acumulándose en mis ojos pero no las dejaba salir.

“Si me quedo aquí puede que te haga daño, y aun teniendo el conocimiento de ello, no podré hacer nada porque mi cuerpo no me responderá y hará lo que sea con tal de dañar...” esta vez abrazo a Taemin con fuerza y siento como se sobresalta por mi repentino acto.

“No me harás daño” toda formalidad desaparece de mi lenguaje, lo cual toma por sorpresa a Taemin “te has detenido porque sabes muy bien que en el fondo no me quieres hacer daño. Tu cuerpo podrá tener sangre de un demonio pero también tiene sangre de un ser humano que ama a las personas y es capaz de todo con tal de no verlas sufrir...” siento el cuerpo de Taemin tan tenso pero yo sigo abrazándolo. Esperando que mi calidez logre atravesar aquella capa fría y maligna que le rodea y tal vez así, lograr hacerlo entrar en razón.

“El vendrá, me sigue buscando... el hará lo que sea con tal de tener mi alma, el...”

“¡Que venga! Yo no dejare que nadie te haga daño, te protegeré tanto a ti como a tu alma” miro una lagrima salir y deslizarse por las mejillas de Taemin y yo la limpio con la yema de mi dedo.

“¿Cómo? ¿Cómo piensas hacerlo?” no parece cuestionarme, más bien parece intentar creen en mis palabras, parece deseoso y desesperado de encontrar algún rayo de esperanza.

“No lo sé...” le respondo con toda la sinceridad del mundo mientras acaricio su mejilla “pero pondré todas mis fuerzas para protegerte. Porque, todavía creo en ti” Taemin posa su mano sobre la que tenía en su mejilla y cierra los ojos.

“¿Recuerdas lo que te dije? ¿Sobre como los dioses no bendicen a una, sino a dos almas?” le miro rozar con más presión su mejilla contra mi mano y abre los ojos justo en el momento que sus labios toca las yemas de mis dedos “¿nunca te has preguntado porque logras encontrarme siempre bajo aquel árbol?”

Esta vez me quedo callada y la luz de la vela se apaga, mientras siento los labios de mi querido príncipe besando los míos en aquella oscuridad que en cierta manera, no parecía tan oscura después de todo...

❀

Y así pasan 10 días y sabía que en poco tiempo mi padre volvería. Tenía que hablar con él y convencerlo de que me ayudara con el asunto de Taemin pero, al mismo tiempo me preocupaba. No sabía cómo lo tomaría mi padre y por eso decidí comentárselo al príncipe.

Este, por supuesto, rechazo mi idea, diciéndome que sería muy peligroso que mi padre se involucrara

“Ya con solo involucrarte a ti es demasiado peligroso... no me gustaría que hubiesen más heridos. Tampoco me gusta que tu sigas tercamente a mi lado porque sé que corres un riesgo y...”

“¡Ya le dije! No me apartare de su lado”

“De nuevo con la formalidad” Taemin me sonríe con tristeza “¿Por qué sigues tratándome así?”

“Déjeme quedarme a su lado, buscare una solución, ya lo vera” y Taemin parecen intentar creerme. Pero, la verdad, ni yo misma sabía si podía creer en mis palabras...

Busque en libros de hechicería, de demonios, escritos antiguos, fantasía, magia, maldiciones y bendiciones. Pero no encontraba nada, ninguna solución alguna.

Me acercaba a Taemin para ver si él sabía algo más, siempre me daba la impresión de que el me ocultaba información pero no respondía a mis preguntas.

“Solo, cuida mucho ese collar ¿de acuerdo?” era lo único que me decía.

Incluso, me atreví a preguntarle a mi tutor, claro sin hacer que el descubriera que tenía al príncipe oculto en una de las habitaciones de la casa.

“Lo siento, no creo que pueda ayudarte” suspira y mi tutor me sonríe dulcemente mientras acaricia mi cabeza “¿algo te preocupa?” le miro un tanto triste y no puedo evitar acercarme a él y abrazarlo con fuerza. Esto le sorprende mucho pero no duda en devolverme el gesto.

“Una persona, muy querida por mi está sufriendo, y yo no sé qué hacer. Quiero ayudarle pero, las posibilidades se me acaban y estoy desesperada” escucho mi voz un tanto ronca y quebrada. Sabía que quería llorar pero no podía dejarlo salir.

“¡Ah! Tu siempre tan preocupada por los demás” veo como mi tutor acaricia mis mejillas y me sonríe con paciencia “bueno, si tu voluntad y fuerza por ayudarle es grandes, entonces no te rindas. Puede que en estos momentos veas todo nublado y eso te desespera, pero se paciente y piensa bien las cosas, veras como todo se vuelve claro y ahí podrás encontrar solución alguna.” Mi tutor vuelve a sonreírme con un aspecto tan angelical y besa una de mis mejillas para calmarme. El siempre había sido tan cariñoso conmigo y estaba agradecida por tenerlo a mi lado.

Mientras le sonreía ya un poco más calmada, no había notado que alguien más nos observaba.

Desde la puerta un poco abierta del estudio, estaba una presencia mirando todo lo que pasaba. Presenciando cada detalle y movimiento. Pero no se quedó más tiempo, y se va del lugar donde estaba parado.

“Profesor...” mi tutor me mira con suma atención y yo paso saliva “acabo de recordar algo. Dígame ¿usted sabré sobre los dioses bendiciendo dos almas?” esto toma por sorpresa a mi tutor pero luego asiente.

“Así es, es una historia antigua de hecho” noto como mi tutor se acomoda limpia sus anteojos y puedo notar cuan joven es sin ellos. La verdad es que mi tutor no era tan mayor, creo que era 3 o 4 años mayor que yo pero, era una persona tan sabia e inteligente. Realmente le admiraba mucho “se dice que los dioses crearon a los humanos más perfectos del mundo. Eran dos, una mujer y un hombre. Estos se encargarían de mantener la paz y llenar de amor al mundo. El único defecto era que, no eran inmortales y que sus corazones eran tan nobles que fácilmente se podrían aprovechar de ellos. Al principio no había problema pero los demonios eran astutos y haría lo que fuera con tal de ver al mundo arder. Entonces, logran hacer que estos dos seres humanos se separan a través de engaños y dolor, y el balance se pierde. El respeto se convierte en repugnancia, la sinceridad en mentira y el amor en odio. Sin embargo, estos demonios no podían ser más fuerte que el lazo que los unía, pues a pesar de todo el daño que habían provocado, los humanos comenzaron a darse cuenta de lo mucho que se extrañaban y de lo mucho que se necesitaban. Y así fue como nació el perdón y su alma se volvió una sola. Pero, lo demonios no se quedaron tranquilos, menos el más fuerte y Dios de todos ellos.”

“¿Qué paso? ¿Qué les paso a esos humanos?” mi tutor suspira y mira hacia la ventana.

“Partieron su alma en dos” mis ojos se agrandan de lo sorprendida que estaba “en orden de que aquel ser maligno no se apoderara de aquella alma poderosa que los humanos habían creado, los dioses deciden partirla en dos y mantenerlas alejadas hasta que llegara el momento de la verdad. El momento donde esas almas volverían a unir fuerzas y de que por fin pudieran derrotar aquel ser maligno”

“¿Lo lograron?” mi tutor niega con la cabeza y se cruza de brazos.

“Se cuenta que estas almas nunca lograron unirse, pues ese ser maligno siempre lograba matar una de las reencarnaciones de aquellos humanos. Así no podrían conocerse ni unirse jamás. Sin embargo, se dice que uno de los humanos hizo un juramento de sangre bajo el árbol sagrado, recitando que cuando el tiempo correcto llegara, aquellas dos almas que estaban destinadas a ser una sola, se encontrarían ahí y esta vez, ningún mal podrá separarlas. De ahí nació lo de las almas gemelas” mi tutor me sonríe y se pone de pie, tomando sus cosas de la mesa “se ha hecho tarde, es hora de que me vaya”

“Déjeme acompañarlo a la puerta” me despido de mi tutor y le veo partir desde la entrada de mi casa.

Una vez que vuelvo a entrar a mi hogar, pienso en lo que mi tutor me ha dicho y algo dentro de mi mente capta algo.

Rápidamente me dirijo al cuarto donde estaba Taemin pero cuando abro la puerta, encuentro la habitación vacía.

Busco por toda la casa pero no había rastro del príncipe.

Taemin se había ido....

❀

Desesperadamente, busco a Taemin hasta el árbol donde lo había encontrado por primera vez, pero no había ningún rastro de él. Empiezo a preocuparme, comenzaba a pensar lo peor y mi miedo aumentaba.

Tenía un mal presentimiento y miles de preguntas comenzaban a rondar por mi cabeza.

Y si... ¿aquel ser maligno por fin lo encontró? ¿Se lo habrá llevado? ¿Le habrá hecho algún daño? Sobre todo ¿ya nunca más lo volveré a ver?

Me tiro de rodillas al suelo y llevo mis manos a mi rostro. Comienzo a llorar.

Le había prometido que lo salvaría y ahora.... ahora... no, simplemente no podía estar pasando todo eso.

Siento algo cálido sobre mi pecho y me asomo a ver el collar que Taemin me había dado comenzar a brillar. Lo tomo entre mis manos y el alma que lleva dentro parece palpitar.

Se siente tan cálido, tan pacífico y tan hermoso. Su pequeño brillo esta tan lleno de esperanza y de amor. Sabía que su alma seguía siendo noble, sabía que todavía había rastro del príncipe tan querido por su reino.

Llevo el collar hacia mi pecho y me aferro a él. Mis lágrimas siguen saliendo pero no me siento tan perdida. Algo tenía que hacer, mas sentía algo frustrada porque no tenía respuesta alguna. Yo solo quería ayudar a Taemin.

“¿Nunca te has preguntado porque logras encontrarme siempre en este lugar donde se encuentra el árbol?” escucho un pequeño quejido de frustración y enfado. Finalmente, levanto la cabeza y volteo hacia atrás.

Taemin se encontraba de brazos cruzados recargado en el árbol.

“Tae...”

“Ni lo digas” él suspira un tanto fastidiado y yo me pongo de pie “ya sabes cómo me pongo” le miro a los ojos y puedo percibir coraje y molestia en ellos. Todo su rostro reflejaba enojo y un poco de agonía.

“¿Dónde estaba?” me acerco a él e intento poner mi mano sobre su brazo pero me evade.

“Eso no te importa” me contesta de una manera fría.

“Lo busque por toda la casa, si deseaba salir me hubiera dejado una nota o algo, estaba muy preocupada ¿Por qué desapareció así de repente?”

“¡Ah! Ahora si te acordaste que existo ¿verdad?” me sorprende la rabia con la que me habla pero me confunde mucho su comportamiento.

“¿Qué le pasa? ¿Por qué se comporta de esa manera?” Taemin observa como sigo sosteniendo el collar con mucha delicadeza y puede notarse como su rabia aumenta.

“Dime ¿te sentías muy bien mientras abrazabas a tu tutor?” mis ojos se agrandan al escuchar su pregunta.

“¡¿Disculpa?!” mi voz se escucha en un susurro y Taemin se va acercando a mí poco a poco. Por alguna razón yo daba pasos hacia atrás y Taemin llego a acorralarme hasta que mi espalda pega contra el tronco de la pared.

Segundos después, escucho el fuerte sonido de las manos de Taemin golpeando el tronco y logrando así, mantener sus brazos a mis costados para que no tuviera alguna escapatoria.

“Dime ¿te gusto la sensación de sus labios cuando besaban tu mejilla?”

“¿De qué está hablando?”

“¡HABLO DE QUE ERES UNA MENTIROSA Y DE COMO ROMPISTE TU PROMESA!” Taemin alza la voz y yo me asusto al ver tanta furia en él.

“¿Qué?” mi cuerpo comienza a temblar al notar los ojos rojos de Taemin. No temblaba por miedo a que me hiciera daño, mi temor era el que Taemin perdiera la razón y que ya nunca más pudiera volver a ser el de antes.

“Claro, fui un total ingenuo al creer que una simple mujer como tu podría ayudarme” el desprecio que siento por parte de Taemin es totalmente hiriente “fui un idiota al confiar en ti, claro, con el serias más feliz ¿no? Con el no tendrías que soportar una carga, no tendrías que sufrir con un fenómeno como yo, es obvio, él es un humano puro y noble. En cambio yo... yo...” acto seguido, abrazo a Taemin con toda mi fuerza.

“Tú eres la persona a la que espere por diez años” siento el cuerpo de Taemin relajarse en mis brazos y hundo mi cara sobre su hombro “no cambiara nada de lo que eres, ni ahora ni nunca...” siento el rostro de Taemin recargarse sobre mi hombro y este comienza a humedecerse con las lágrimas del príncipe.

“Por fin me has hablado informalmente” escucho una pequeña risita corta y nostálgica por parte de Taemin “se siente como hace diez años, cuando todo parecía ser tan sencillo. Parecía estar en paz y armonía, y todo eso se debía a ti... solo a ti...” los brazos de Taemin rodean mi cuerpo y me abraza con calidez.

Con la misma calidez de mi príncipe. La misma calidez de Taemin.

“Te he hecho una promesa” acaricio la espalda del príncipe “de hacer lo que sea por salvarte y encontrar una solución” Taemin comienza a temblar y yo muerdo mi labio inferior “ya la cumpliré... cumpliré mi promesa...”

“Él ha llegado” Taemin susurra y yo asiento con la cabeza.

De repente el cielo se oscurece con grises y sombrías nubes. El ambiente cálido se torna frio y el aire escasea.

Lucifer había llegado.

“Por fin te he encontrado príncipe” mi corazón tiembla al escuchar la voz tan malvada y asesina de Lucifer “esta vez no dejare que escapes” y en un segundo, Taemin me empuja haciéndome caer al suelo y, justo cuando levanto la mirada, noto como una lanza perfora su pecho, dándole justo donde debería estar su corazón.

“¡TAEMIN!” grito horrorizada ante la escena e intento ponerme de pie.

“¡NO TE ACERQUES!” me detengo y permanezco inmóvil, mirando desde el suelo al príncipe, quien se encontraba sangrando del pecho “no lo hagas... por tu bien...” su voz se escuchaba dentro de mi mente pero él no movía sus labios. Me destroza el corazón cuan apagada y temblorosa escuchaba el tono de su voz.

“Hmm pero, ¿Qué es esto?” Lucifer observa el pecho de Taemin y saca la lanza con lentitud. Escucho el grito de dolor del príncipe pero este me sigue viendo con preocupación y temor a que me acercara “¡ya veo! No llevas tu alma contigo” Lucifer comienza a reír de forma burlona y descarada “¿crees que soy un estúpido?” Taemin le sonríe desafiante.

“No lo creo, lo confirmo” Lucifer golpea fuertemente a Taemin haciendo que este chocara contra el árbol.

“¡Príncipe!”

“¡Te he dado una orden!” noto como su boca sangra pero, en sus ojos estaba esa determinación que me paralizaba y hacia que obedeciera a sus deseos.

“Chiquillo idiota” dice Lucifer con desprecio “¿crees que escondiendo tu alma lograras salvarte? Tengo el poder de destruir y reconstruir tu cuerpo las veces que yo quiera. Sufrirás una terrible tortura, llena de repetitivas muertes dolorosas y agonizantes; a menos que...” Lucifer se acerca al rostro de Taemin y toma su barbilla con suma fuerza “... me digas donde se encuentra tu alma y así te liberaras de esta condena” de nuevo, Taemin le sonríe con descaro y desafío.

“Prefiero eso a ver el mundo perecer por culpa tuya”

“Insolente” Lucifer encaja esta vez su lanza en el estómago de Taemin y este grita lleno de agonía y dolor.

En el tiempo que Lucifer había aparecido hasta ahora, apenas me había dado cuenta de que este ser maligno no me había notado, y comienzo a pensar cual sería la razón.

Taemin seguía asegurándose de que no me moviera y yo sostenía el collar en mi mano, apretándolo con fuerza y observando con dolor el sufrimiento de Taemin.

No sabía qué hacer, lloraba incontrolablemente y me sentía totalmente inútil.

“Te prometo que hare cualquier cosa por salvarte”

Mis palabras llegaron a mi mente. Yo le había hecho una promesa a mi príncipe y era mi deber cumplirla.

Me pongo de pie y pongo el collar alrededor de mi cuello, el alma que llevaba dentro comenzaba a brillar cada vez más y puedo notar como Taemin me mira con mucha preocupación y temor.

“¡NO LO HAGAS!” pero es demasiado tarde, e ignoro su suplica.

En un instante aparezco frente a Lucifer con los brazos extendidos a mis lados. Firme con mi decisión, protegería a Taemin.

“Lucifer” mi voz jamás había sonado tan segura, hasta ahora.

Al parecer Lucifer por fin nota mi presencia y me sonríe con descaro y picardía.

“Vaya, vaya, vaya, pero ¿Qué tenemos aquí?” Lucifer me observa de pies a cabeza “que buen truco has usado príncipe, debo admitir que me has tomado el pelo” Lucifer toma un mechón de mi pelo y lo acaricia suavemente “pero, al parecer no te sirvió de mucho ocultarla pues, se ha movido de su lugar y ahora puedo verla” Lucifer sonríe de lado.

“Lucifer, no te atrevas a...” pero Taemin no termina de hablar pues Lucifer le da una patada en la cara y ríe con maldad.

“Déjelo en paz” le digo con coraje.

“¿Y tú que piensas hacer lindura?” Lucifer nota el collar que llevo colgando en mi cuello y parecer sorprenderse “con que ahí está” noto como acerca su mano al collar pero yo retrocedo y cubro dicho objeto en mi mano “más te vale que me lo entregues humana”

“No lo haré” Lucifer comienza a mirarme con molesta.

“Te conviene no retarme cariño” Lucifer se acerca a mi e intenta agarrarme del cuello pero, algo parece herir su mano y me mira entre sorprendido y confundido “pero ¿Qué rayos?”

“Estas bajo el gran árbol sagrado Lucifer, donde se hizo aquella promesa de las almas gemelas” Lucifer me mira con horror “y tú sabes lo que pasara contigo si intentas hacerme algún daño”

“¡Ah! Ya veo” Lucifer suspira y me sonríe con malicia “así que, ya descubriste que eres su alma gemela”

“Así es”

“Muy astuto Taemin” esta vez siento a Taemin ponerse de pie y recargarse sobre el árbol, me le acerco y acaricio su mejilla, limpio la sangre de su boca con la manga de mi blusa y le mire con preocupación. Lucifer suspira y ambos volteamos a verlo “en verdad que eres astuto Taemin, la has encontrado justo antes de que yo te encontrara” Lucifer aplaude en forma sarcástica y yo lo fulmino con la mirada.

“Ahora que no puedes hacer nada, sánale las heridas al príncipe y rompe cualquier lazo que tengas con él, para que así, no puedas volver jamás” y la risa tan burlesca de Lucifer me toma por sorpresa.

“¿Qué no te dijo nada?” volteo a ver a Taemin confundida por el comentario de Lucifer y este solo agacha la cabeza “puede que su alma se haya salvado por ti pero, su cuerpo no”

“¡¿Qué?!” susurro temblosa.

“Yo solo le ayude a deshacerse de aquel demonio que le perseguía pero, su sangre sigue mezclada con la de aquel ser maligno, por lo tanto, su alma no podrá habitar en él. Así que, no se salvara”

“No, no... ¡NO! ¡ESTAS MINTIENDO!” Lucifer sonríe de lado y coge su lanza.

“Es la verdad, Taemin morirá”

“¡NO!” vuelvo a llorar y volteo a ver a Taemin. Lo miro con la esperanza de que negara todo lo que Lucifer había dicho pero, el príncipe me mira con tristeza y culpa, confirmándome así, que todo era verdad.

“Lo siento mucho...” es lo único que dice y siento mi corazón partirse en mil pedazos.

“Taemin...” el príncipe no puede seguir en pie y se sienta en el pasto, recostándose en el tronco del árbol, inmediatamente me pongo de rodillas para quedar a su altura “Taemin...” el, débilmente limpia las lágrimas de mis mejillas y sonríe con dulzura.

“Gracias al cielo que te diste cuenta que eras mi alma gemela, yo no podía decirte nada porque así no era como tenían que pasar las cosas pero” Taemin acaricia mi mejilla y me sonríe entre lágrimas. Seguía viéndose tan hermoso como desde el primer día que lo conocí “mejor persona no pudieron haber escogido los dioses...”

“Taemin, para... no... no hables” el dolor en mi corazón era penetrante.

“Hiciste lo que pudiste... te lo agradezco....” poco a poco la piel de Taemin comenzaba a enfriarse y se tornaba más pálida de lo que ya era “ahora sabes la respuesta de porque siempre logras encontrarme bajo este árbol” Taemin sonríe dulcemente y yo beso sus labios con dolor y tristeza “perdón, no cumplí mi promesa.... perdón... disculpa por no haber logrado hacerte mi princesa...” la respiración de Taemin comenzaba a acortarse y sus ojos se fueron cerrando con lentitud.

Esto no podía acabar así...

Tenía que hacer algo. Yo tenía una promesa que cumplir.

“Lucifer” me pongo de pie y volteo a ver a dicho ser. Este me mira con indiferencia pero le ignoro ese gesto. Firme en mi posición y limpiando las ultimas lágrimas de mis mejillas, le miro con seriedad y digo con seguridad “haz que la sangre endemoniada que lleva su cuerpo desaparezca, para que así, su alma pueda volver a él. Haz que logre vivir y a cambio te daré algo que puede ser de tu conveniencia.”

“¿Y qué es eso que me puede ser conveniente?” la sonrisa de Lucifer se agranda al escuchar mi respuesta.

Vuelvo a mirar el cuerpo de aquel príncipe que yace bajo aquel árbol y sonrió al notar que su alma vuelve a entrar a su cuerpo, y esta vez de forma permanente.

Suspiro aliviada al ver sus heridas desaparecer y su respiración volver a la normalidad. Estaba inconsciente, pero vivo.

Su piel vuelve a tomar su color natural, sus mejillas empiezan a adoptar ese color carmesí tan adorable, y sé que cuando abra sus ojos, estos volverán a tener ese brillo tan lleno de compasión y cariño.

El príncipe Taemin de Muscadet había vuelto a la vida. Y pienso en que el reino es afortunado de tenerlo.

Vuelvo a tener otro pensamiento, un tanto egoísta pero, no podía evitar pensar en cuan afortunada era de que él fuera mi alma gemela.

Me acerco a él para depositar un tierno beso en su frente y al alejarme, una lágrima mía cae sobre aquella margarita que yace sobre su pecho. La margarita que había colocado ahí junto a una pequeña nota atada a su delgado tallo.

Le miro una vez más y me digo, que mejor persona no pude haber amado.

Nunca me arrepentiría de haberme enamorado del príncipe de Muscadet.

Nunca me arrepentiré de haber conocido a Lee Taemin.

❀

N/A:
Esta historia llegó a su fin, pero por parte de la narradora. 

Ahora falta solo el epílogo. Espero que hayan disfrutado la historia. 

¡Muchas gracias por leerlo! 

Esperen pronto al epílogo, vendra una grata sorpresa.