Las memorias que compartí con Tiffany son los recuerdos que me mantienen cuerda dentro de este departamento.

Era de conocimiento común que en la relación Tiffany era la más celosa y posesiva de las dos, porque créanme cuando les digo que yo también lo era, la diferencia radicaba en el simple hecho que no lo solía mostrar al menos públicamente.

Flashback

“yaah!” grite mientras corría de Tiffany quien me perseguía con ganas de vengarse de mí. Perfecto un árbol.

“Taeyeon! Vamos baby, prometo ser niña buena” si claro niña buena ni que fuera ciega para no ver que en sus manos tenia lodo que anteriormente le había lanzado “Vamos, bájate”

“No” hice un puchero.

“Vaaaaaaam”

”Tiffany, Holaaaa!”

¿Ah? Siwon que hace el acá. Aghh, cabeza de musculo.

“¡Siwon!” Ti Ti Tiffany no abraces al enemigo, no, me rehusó a ver esto y no hacer nada para evitarlo.

“Siwon, un placer verte” dije mientras saltaba del árbol en el cual me escondía, y ponía mi brazo alrededor de su cintura, es mía, acaso no lo puedes ver imbécil. Tiffany se apoyó en mi hombro, toma esa Siwon.

“Lo mismo Taeyeon” me dijo con una sonrisa típica de él, si claro que por el simple hecho de que me sonría no implica que no quiera algo con mi princesa. Estúpido, idiota, gorila…  Lamentablemente estaba muy centrada en mis insultos como para si quiera darme cuenta de que Siwon ya se había ido, y solo quedábamos ella y yo.

“Tae Tae, despierta” me beso en los labios, como quiere que despierte cuando sus labios son como un ensueño.

“umm frambuesa” dije saboreando sus labios.

“Estabas celosa Tae Tae, creo que es la primera vez que te veo celosa” me dijo mi princesa entre besos.

“Siempre estoy celosa” beso “cuando alguien está a tu alrededor” beso “la diferencia es que espero a que estemos solas” beso “para mostrarte cuan celosa soy” le dije bajando mi mano a su trasero y lo apretaba con dureza.

“Taeyeon” me pego molesta mi Tiffany, pero también sabía que en el fondo le encantaba.

“No me pidas resistirme a tu cuerpo, princesa” le dije dándole otro apretón, pero esta vez un poco más fuerte solo para enojarla.

“Aghh eres imposible” me dijo mientras se apartaba de mí y se iba en la dirección opuesta.

“¡Pero me amas!” grite. Pude ver como me levantaba el dedo del medio sin darse la vuelta. Mi amor, eres imposible, pensé entre mí, sin parar de reír obviamente.

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Ahora estaba en el cementerio, era el único lugar donde irónicamente nuestro cautivador nos dejaba ir, el trato era simple, podíamos ir siempre y cuando regresáramos en dos horas máximo, y obviamente nunca podíamos ir las dos juntas, ya que esa era su garantía, una se escapa y mataba a la otra sin dudar. Yoona me había rogado un montón de veces que huyera, ya que al fin y al cabo era su culpa de que estuviese con ella, en esta situación de infierno. Pero nunca le he dicho que si, quien podría, escapar sabiendo el destino que la otra llevaría.

Me gustaba el cementerio, si leíste bien, pero me gustaba por el hecho de que era el único lugar donde me sentía relativamente libre, no había paredes, en cambio había lapidas, eh bueno si lo pongo de ese modo, no suena muy bien.

Cuando vengo al cementerio me siento cerca de mi lapida, la cual es de carácter conmemorativo, sale solo mi nombre acompañado por la fecha de nacimiento y el año de mi presunta muerte. Suelo pasar aquí todo el tiempo, releyendo una y otra vez mi lapida, nunca eh podido acercarme más que desde donde estoy ahora que son como 5 metros, pero como estoy en una colina puedo verla perfectamente.

Me gustaría poder acercarme y dejar una nota que diga que estoy viva que mi secuestrador es mi tío, y que nos tiene a mí y a Yoona encerradas, pero no me atrevo, algo me dice que alguien me vigila siempre que me dejan libre y Yoona siente lo mismo, así que nunca nos atrevemos por miedo a que será o mejor dicho a quién será.

Ya llevaba un rato sentada cuando vi que alguien se acercaba, con cada paso que daba, mi corazón parecía agrandarse más y más, era ella, era Tiffany.

Seguía tan perfecta como la recuerdo, a pesar de que los lentes que llevaba tapaban sus ojos me daban la idea de que podía ver a través de ellos, y ver sus hermosos ojos marrones. Su tez estaba un poco más oscura, tal vez producto de que ahora era verano, su pelo estaba más largo que el que yo recordaba, sus facciones contaban ya que no era más una nena, su cuerpo estaba igual de perfecto…

“Mierda” murmure al esconderme detrás de una de las lapidas para evitar que ella me viera… Sabía que si llegase a verme no habría vuelta atrás y correría a sus brazos, pero tengo una vida que depende de mí, la vida de mi prima depende de mí. Desde donde estaba ahora podía verla perfectamente sin que ella me viera, pude ver cómo me dejaba flores en mí lapida, y se arrodillaba al lado de esta, por el cómo mueve su cabeza sé que está hablando pero no escuchaba nada, siguió de ese modo un rato, hasta que escuche su risa, su risa sonó un poco forzada, y triste, la cual poco a poco se fue acabando hasta terminar en sollozos.

“Tiffany” murmure mientras luchaba contra el deseo de correr y tomarla en mis brazos y borrar cada una de sus lágrimas, pero me detuve, y solo eso me hizo llorar de igual manera que ella. “Baby, no llores más, cuando tu lloras mi alma se llena de pena”

“Taeyeon” la escuche gritar mi nombre en su llanto. Fue en ese entonces en el cual tome una decisión, una decisión que cambiara de una vez por todas con este sufrimiento.

Lo siento, Yoona.

Gracias