Después de regresar por rumbos separados, Taeyeon y Kang Dae, estaban en sus respectivas habitaciones. Ambos tenían diferentes sentimientos fluyendo en sus corazones y pensamientos que hacían que su cerebro, estuviera a punto de estallar.

— El… me ama. —Susurro Taeyeon, mientras abrazaba fuertemente su almohada. — el me dijo que me amaba. Soy la mujer más feliz de este planeta, justo en este momento. Lo conozco desde hace poco tiempo, pero sin embargo, he llegado a desarrollar todo tipo de sentimientos hacia el. Lo que empezó con una fijación, después se convirtió en amor.  ¿Qué estará haciendo? ¿Estará pensando en mí? ¿Podría estar dormido, soñando conmigo? ¿Debería llamarlo? ¿Estará… con alguien más?        —Taeyeon aventaba su almohada al piso— no… que estas pensando Kim Taeyeon. Pon tu cabeza en orden. El dijo que te amaba… si, eso; el dijo  que me amaba. Lo amo.

La cabeza de Taeyeon daba vueltas mientras pensaba demasiadas cosas a la misma vez. Así mismo Kang Dae seguía dando vueltas en la cama de la habitación de huéspedes. Ya que Yuri, seguía enfadada con el.

Yuri sabia que algo pasaba con Kang Dae. El hombre al que le había jurado amor y devoción, ahora estaba distinto. Después de enterarse de que Kang había salido al cine con alguien más, sus sospechas cobraban sentido. Pero trataba de seguir inquebrantable, con una actitud fría, fingiendo no importarle.

— ¿Por qué? ¿Por qué ahora? Ahora que estábamos más felices, justo cuando pensaba que se mantendría por siempre a mi lado, apareció de nuevo. ¿Es que ninguno de los dos, se da cuenta, del daño que me hacen? — Yuri comenzaba a llorar, oculta bajo las sabanas blancas, como lo hacia la mayoría de las veces.

Pareciera que solo debajo de las sabanas, podía desahogar todas sus penas. Ni siquiera el alcohol ayudaba a que se soltara a llorar. Ese lugar entre las almohadas de la cama, con las sabanas cubriéndola, se había convertido en su fortaleza. — No puedo perderlo, no lo hare. El me pertenece, soy quien a estado con el la mayoría del tiempo, quien paso de ser su amiga a confidente, para luego ser su paño de lagrimas y después de todo lo que pasamos, convertirme en su novia. No te perderé… — Yuri secaba sus lagrimas.

— ¿Taeyeon o Yuri? ¿Amor o Lastima? ¿Qué diablos estoy haciendo?    — Decía Kang Dae mientras se recostaba y ponía su brazo sobre la frente— Amo a Yuri, ella siempre ha estado ahí conmigo, apoyándome, pero… también amo a Taeyeon, el destino la puso en mi camino. ¿Qué puedo hacer? No… mas bien ¿Qué debo hacer? No quiero imaginarme que pasaría si alguna de las dos resulta herida, pero eso es inevitable.  . Eso es lo que dicen. No imagino mi vida sin ninguna de las dos. ¿Y si me quedo con ambas? Que idea tan ridícula, ¿Qué eres un playboy? No imagino mi vida siendo uno. Más bien creo que no tendría vida siendo uno. ¿Taeyeon? ¿Yuri? Debería simplemente distanciarme de ambas por un tiempo, ¿para encontrar la respuesta? — Kang Dae se levantaba rápidamente, y se sentaba mientras se miraba a si mismo en el espejo frente a el— Joder… que hambre tengo.

Kang Dae salió de la habitación y para su sorpresa, al pasar por la de Yuri, la puerta también estaba abierta, así que decidió mirar un poco.

— ¿Yuri? ¿Estas despierta, cariño? — Kang se acerco a la cama, solo para observar que estaba vacía, justo en ese momento escucho el sonido de varios cubiertos cayendo en la cocina, así que decidió dar un vistazo y justo cuando estaba junto a la pared, encendió las luces — Yuri-ah!

— Ah… me asustaste… — Yuri soltó un pequeño grito.

— ¿Que haces aquí? Ya es tarde…

— Tenía un poco de hambre, y vine por helado, pero al tratar de alcanzar los cubiertos con el pie, se cayeron.

— Se que tienes un cuerpo flexible, pero hasta para ti, eso es demasiado, ¿no crees?

— Lo siento — decía Yuri mientras comía algo de helado— ¿y tu que haces aquí? ¿Te desperté?

— Para nada, yo también tengo un poco de hambre así que vine a ver que comía.

— ¿Quieres que te prepare algo?

— No, ve a la cama, son las 3:42am, si no duermes bien, no podrás estar activa en el trabajo.

— Simplemente no iré… — Dijo Yuri con cierto disgusto.

— ¿No iras? Já… tan infantil… — Kang Dae le arrebataba el helado a Yuri.

— ¿Y por que no vas tu a dormir? Dijiste que irías temprano a ver a un editor.

— Esta noche… no quiero dormir…

— Pues yo tampoco… — Yuri le quitaba el helado a Kang Dae y lo dejaba en la barra— Te extraño… extraño tus besos, tus caricias, extraño tener relaciones hasta que el sol aparezca. ¿A dónde te fuiste? — Yuri colocaba su rostro en el amplio hombro de Kang Dae mientras algunas lágrimas comenzaban a salir.

— ¿Estas llorando? Pensé que eras de hielo…

— Pues hasta el Hielo, puede derretirse… —Yuri se alejaba de Kang Dae.

— Me iré a la cama… ¿quieres venir? — Kang Dae tomaba a Yuri de la mano.

Después de encerrarse en el cuarto, Kang Dae y Yuri, se entregaron de nuevo el uno al otro, una y otra vez. En el acto en que las personas llaman o, y los amantes, hacer el amor.

La mañana llego y con ella el incandescente sol, que atravesaba las persianas de la habitación, donde Kang seguía durmiendo mientras Yuri salía hacia su trabajo.

— Cariño, me tengo que ir, se me hizo un poco tarde, te veo en la noche cuando llegue. — Yuri le daba un pequeño beso a Kang Dae en la mejilla, para después salir — Te amo, cariño.

— Yo también… —murmuro Kang Dae, mientras se levantaba y de la mesa de noche, recogía su celular. Para después de teclear algo, se metiera a la ducha.

Para: Taeyeon.
Necesito verte, sigo sin poder concentrarme. Te necesito, mi musa.
Te amo.
Kang Dae.

— Yo también… — decía Taeyeon con un ojo entre abierto, mientras aun estaba acostada en su cama.

— ¿Taeyeon?  . . . . ¿Yuri? — Kang Dae se preguntaba mientras se apoyaba contra la pared, y el agua de la regadera caía sobre el— Joder, que hambre tengo…