Las chicas habían llegado a casa de Victoria, tocaban con desesperación la puerta.

-Voy. –Al abrir la puerta se encontró con aquella chica que tanto le gustaba. –Krys. . .

-¡¡Victoria unnie!! –Las otras dos chicas salieron detrás de Krystal

-¿Amber, Sulli?

-Tenemos un problemilla. –Dijo Krystal.

-Llamare a sus padres.

-¡¡No!! –Gritaron las tres.

Amber y Sulli se arrodillaron y cada una se abrazó a un pie de Victoria.

-¿Qué hacen? –Pregunto ella.

-Por piedad. No queremos morir jóvenes. –Suplico Amber.

-Y vírgenes. –Completo Sulli haciendo que las demás la mirasen extraño. -¿Qué? Quedaba con la frase.

-Es muy tarde como para que estén fuera.

-Ya no somos tan pequeñas. –El tono provocador de Krystal fue notorio.

-¿Ahora que hicieron? –Victoria pregunto fingiendo no haber notado.

-Carreras de autos –Soltó Amber

-¡¿Qué?!

-Fuimos a ver rápido y furioso –Se le ocurrió a Krystal

-Pero esa ya no está en el cine.

-Rápido y fibroso. –Acomodo Sulli pero Victoria no se tragaba la mentira.

-Es una versión china. –Dijo Amber.

-Ya sabe cómo les gusta a los chinos piratear cosas.

Victoria la miro con enfado a ella se unió Amber, quien le dio un pellizco sin que Victoria lo notara.

-Yo soy china. Les recordó la mayor.

-Esta inútil quiso decir Tailandia, todavía se confunde, siempre reprobó geografía. Es una película parodia. –Corrigió Krystal.

-Me confundí, solo está en cines de quinta, nunca vayas a ellos. –Agregó Sulli.

-Te rayan el coche y eso nos pasó. –Krystal señalo el auto.

-La leyenda. –Decía impresionada. -Era cierta. –Se acercó al auto.

-¿Cuál?

-¿Es de Jessica no? –Pregunto encaminándose al auto, Krystal asintió en respuesta. -Una princesa en su auto de nieve.

Las tres chicas se soltaron a reír.

-No es nada gracioso, era para dar escalofríos y . . . -Por fin vio la ralladura. -¡Jesús!

-María -Dijo Sulli

-Y José. –Continuo Amber.

-Y yo soy atea. No hay quien me ampare, Sica me matara. –Chillo Krystal.

-¿Quién se los rayo?

-En el estacionamiento del cine de quinta. –Respondió Sulli.

-Llamare a Sica.

-Ah ah. –Krystal la sostuvo del brazo. -Qiannie please.

Victoria se sonrojo un poco y se sintió nerviosa.

-Préstanos dinero, lo llevaremos a encerar luego lo devolvemos y salvadas.

-Lo siento no seré su cómplice.

-Qiannie. –Krystal volvió a usar aegyo

-Es Victoria unnie. –Corrigió tratando de no caer.

-Me matara. Por favor y seré tu esclava por una semana. Hare lo que me pidas, puedo venir a trapear tu casa y

-Y hacer muchas cosas más. –Completo Amber.

-Te-te-te pondré a estudiar. –Sus nervios aumentaron de imaginar a la joven en su casa.

-Trato hecho. Dinero. –Estiro la mano.

Victoria saco su cartera y un fajo de billetes el cual Krystal arrebató. -Hey Krys

-Desde el lunes me pongo a tus servicios. –Hizo una reverencia.

-Arreglan el auto y se van a su casa.

-Sí. –Dijeron todas.

-Te amamos. –Termino de decir Krystal para irse.

-Krystal....Baby Jung... –Victoria estaba tan idiotizada que olvido cosas importantes.

Sus menores todavía no estaban en edad para conducir.

El dinero que les dio Victoria fue suficiente habían arreglado el auto, ya sólo faltaba devolverlo.

-Qiannie es un ángel la adoro. –Dijo Krystal.

Las otras dos chicas no respondieron, un aura de celos que Krystal no percibía era presente.

-Tan bella hasta de noche. –Volvió a decir.

-Es igual. –Soltó con recelo Sulli.

-La que es bonita es bonita. –El tono de Amber era peor.

-Como tú Amber. –La mencionada era alaga por primera vez por su amor, hasta que está completo. –Salvo que en lugar de bonita eres tonta.

-Pero que

-Jjajaja sí por tus idioteces casi descubren que andábamos en carreras.

-Cállate gigantona.

-Tontina que se viste de hombre.

-Invéntate tus propios apodos.

-Y tú deja de ser tan retrasada.

Mientras el Sulber peleaba un Porsche paso por el lado de Krystal.

Era una morena y del tipo que a Krystal le gustaba por lo que se quedó estupefacta.

-¿Cuál es tu nombre? –Le pregunto aquella chica.

-Kry . .Krystal.

-Yo soy Hyuna. Tienes un bonito auto Krystal.

-Tu igual.

-Estoy ofreciendo una fiesta en mi casa. Sígueme. –Le giño el ojo.

-¿Eh? –Se quedó perpleja mientras Hyuna arrancaba.

-¡¡Que la sigas!! –Grito el Sulber.

-¿Ustedes cuándo?

-¡Síguela!

Krystal acelero enseguida. Iba muy bien siguiéndole el paso hasta que el semáforo rojo se interpuso.

-Joder. –Se molestó, no iba a frenar

-Espera el semáforo. –Dijo Amber.

-Al diablo ella es super y. –Burlo el semáforo pero el sonido de una sirena se hizo presente. -¡No!

-La policía. Párate. –Dijo Sulli.

-Ahora menos.

-Nos alcanzarán de todas formas.

-Jamás.

-Algún día se te tiene que acabar la gasolina. ¡Detente! –Grito Amber.

YulSic

-¿Estas lista para continuar? –Pregunto Jessica sentada en la cama al lado de Yuri.

-Tendrías que estar castigada sabes.

-Tendría pero te encanta que te lo haga. –La fue besando.

-Hummm Sica. –El sonido del celular las interrumpía. -No contestes.

-Lo hare rápido.

-¡Sica!

Esta hiso caso omiso a Yuri y contesto. –Yobseo.

-¿Señorita Jessica?

-Soy yo.

-Llamamos de la comisaría, es usted dueña de un Camaro?

-. . .Uno muy bonito que está en mi cochera.

-Tenemos malas noticias. –El silencio se hizo por unos segundos. -Encontramos a su hermana con el.

-Engendro del demonio. –Murmuro Jessica tratando de no exaltarse.

-¿Qué pasa Jessi? –Pregunto Yuri besando el hombro de Jessica, pero recibió un empujón de esta.

-La hemos detenido y  

-¡¿Cómo está?!

-Su hermana y las chicas con las que venía están muy bien.

-¡La idiota esa no! ¡Mí auto!

-Intacto pero

-Voy para allá. –Cortó la llamada y empezó a buscar ropa para vestirse.

-¡Me empujaste! –Reclamo Yuri.

-¡¡Robaron mi Camaro!! ¡Krystal!

-¿Cuándo?

-Seguro mientras disfrutábamos nuestra intimidad, ¡Esa niñata! La mataré.

-Voy contigo.

-Apúrate.

-Calma quieres.

-Es mi bebe, mi bonito auto.

Cuando llegaron a la comisaria lo primero que hizo Jessica fue que la llevaran con su auto.

-Ellas se pasaron un semáforo y no tienen edad para conducir.

-Auto bonito. –Jessica lo revisaba por todas partes ignorando al oficial.

-¿Hay destrozos? –Pregunto Yuri.

-No.

-Amor.

-¿Si Jessi? –Pregunto Yuri.

-Tu no, el auto. Amor ya  paso. –Acariciaba el auto como si fuera una persona.

-¿Es normal? –Pregunto el oficial bastante sorprendido.

-Aunque no lo crea si, y viene lo peor.

-Te prometo que te cuidare más. Mami nunca dejara que te pase algo de nuevo.

-Pero que vergüenza. Como no le chocaron el estúpido auto. –Murmuraba Yuri muy enojada.

El oficial quedo aún más desconcertado por la aptitud de las dos.

-¿Entonces que pasara con las chicas? –Pregunto Yuri volviendo a la normalidad.

-Las encerré en una celda para que aprendan la lección, pasaran la noche en ella.

-Me parece bien, de verdad son rebeldes.

-¿Qué? sáquelas ahora mismo. –Rápidamente Jessica quedo frente al oficial.

-Señorita sus propios padres lo han aceptado

-Me importa poco. ¿Qué no sabe que son menores de edad?

-Es una represaría.

-Suéltelas, tengo amigos abogados, no querrá vérselas negras.

-Le digo que sus padres están aquí y lo aprobaron.

-Yuri el celular.

-Deberías de escucharlo.

-¿Estas de su parte?

-No pero

-¡Sáquelas! –Tomo al oficial de la camisa.

-Está bien está bien, vengan conmigo.

Dentro se encontraban los padres de todas.

Yuri fue a saludar a los padres de Jessica mientras está fue con el oficial a la celda.

En la celda.

-Nunca vamos a salir. –Dijo Sulli.

-Seguro mi Appa ya vino y me van a deportar. –Decía Amber.

-Saben esto es genial. –Krystal parecía feliz. -Una celda. Estamos en una celda.

-No estamos en la playa. –Dijo Sulli y recibió un golpe. -Auch

-La unica que puede ser sarcastica soy yo.

-Oficialmente somos bad girls. –Dijo Amber haciendo una pose guarra.

-Foto pa el face. –Krystal- saco su celular.

-¡¡Sí!! –Se tomaron una foto.

-¡¡¡Una Selfie!!! –Se tomaron otra.

-Sube la foto Amber. –Pidió Sulli.

-Estoy en eso.

-Etiqueta a todo el salón. –Ordeno Krystal.

-Alguien viene. –Dijo Sulli.

-De pronto hace mucho frío. . . –Dijo Amber.

-¡¡Jessica unnie!!

-Rápido pongan cara de perro atropellado. –Les aconsejo Krystal.

Enseguida abrieron la celda.

Al ver a Jessica ninguna la miro a los ojos. En silencio salieron de la celda y fueron con los demas.

-¿Las sacaron? –Pregunto el padre de Sulli.

-Jessica. –Grito el señor Jung.

-¿Qué?

-Era para que aprendan la lección.

-¡¡Con eso solo se volverán más rebeldes!! Con castigos no se llega a ningún lado.

-Pero ellas no entienden. –Está vez hablo la madre de Amber.

-¿Qué clase de padres son? ¿Castigos duros? Si supieran hablar con ellas no pasaría esto.

-Jessica no seas grosera muestra respeto. –La regaño su madre.

-La prisión es para los verdaderos delincuentes, no para chiquillas rebeldes que solo les parecerá más atractivo meterse en problemas.

-Unnie. . . –Por fin Krystal se acerco a su hermana todavia con miedo.

-. . . –Le lanzo su mirada fría.

-No me mates no me mates.

Jessica la abrazo. -Eres una babo.

-Amber vámonos. –Dijo el padre de está.

-Adiós chicas. Sica unnie perdón.

-Sulli. –Llamo su madre.

-Lo siento Sica unnie. Krys nos vemos en la escuela.

-Krystal Jung ya estoy cansado de tus estupideces. –El señor Jung la regañaba.

-Sera mejor irnos. -Yuri jaló a Jessica.

-Yul lamento que hayan tenido que venir. –Se disculpó la señora Jung.

-Omma no te preocupes.

Jessica aún seguía molesta por la aptitud de su padre quién siguio regañando a Krystal.

-Te meteré a un internado, esta fue definitiva.

-¿Internado? –Pregunto Jessica.

-Es lo mejor.

-Claro que no, que te cres viejo que

-No te metas Jessica cuando tu tengas hijos los educas como quieres. Oh ni vas a tener. –Miro a Yuri.

- . . . –Jessica se quedó callada.

-Appa. –Dijo Krystal.

-Ni siquiera tienes dinero para pagar un internado. –Le reclamo Jessica. -Deja que Krystal se venga a vivir conmigo.

-Jessica. –Dijo Yuri.

-Unnie.

-Si se va a vivir contigo todo lo que haga será tu responsabilidad.

-Acepto.

-Mañana pasas por ella a casa.

-Bien. 

-Omma vámonos, Krystal.

-Voy. –Se acercó con Jessica. –Unnie lo siento

-Solo te la pase porque mi bebe está intacto, si