La pelinegra se encontraba en un restaurante de comida familiar, aun traía el uniforme de escuela ya que todavía era horario de escuela. Veía con su típica mirada fría de familia, la cual cambio cuando vio llegar a una de sus amigas.

-Llegas tarde tontina. –La miro burlonamente.

-Vine corriendo además la prefecta no se iba, tuve que esperar hasta que

-Pudiste decirle que te sentías mal y te dejaba ir.

-No soy tú, sólo contigo cae.

-Tengo mis encantos.

-Encantos los de ella. –La tomboy saco su cámara profesional. -Mira la foto que le tome.

-Deja de fotografiar su trasero, ertida.

-Bien que te gusta ¿A quién no le gusta Victoria unnie?

Las dos se quedaron en silencio recordando lo atractiva que era su prefecta.

-Victoria unnie... –Dijeron a la vez que suspiraron.

-Dejen de suspirar como idiotas. –Una chica alta se les unió.

-¿Qué haces aquí? –Pregunto Krystal

-Seguí a está.

-Está tiene su nombre.

-Horrible por cierto.

-Cállate, mi nombre es el mejor ¿Dónde está Seo?

-Ahí la trae en la bolsa. –Contesto Krystal molesta por la pregunta tan obvia.

-Hahaha buena esa. –A la chica alta le causo gracia.

-No sé porque les hablo. –Se quejó la tomboy.

-Amber ¿Acaso vez a Seo por aquí?

-Ya Sulli ya, no me molestes.

-Tengo hambre. Pidan ya, me traen una hamburguesa doble. –Ordeno Krystal

-Vas Amber. –Dijo Sulli y se sentó frente a Krystal

-¿Yo por qué? –Pregunto con enojo.

-Por favor. –Pidió Krystal con una sonrisa haciendo que Amber se levantara en seguida  y fuera a ordenar.

-¿Ya fuiste con Jessica unnie? –Interrogo Sulli.

-Yap.

-¿Viste a tú unnie favorita?

-Gracias al cielo no, fui al trabajo de Sica.

-Todavía no entiendo porque odias tanto a la prometida de tú hermana.

-Porque

-Falle. –Amber volvía en compañía del gerente del lugar.

-¿No creen que es muy temprano para que estén fuera de la escuela? –Pregunto este

-No cree que no debería meterse en lo que no le importa. –Respuesta fría por parte de Krystal

-Sé de qué escuela son, llamare ahora mismo.

-No sabe nuestros nombres. –Se burló Sulli.

-Pediré que vengan por ustedes.

-Estamos muertas. –Dijo Amber

Krystal comenzó a reírse maliciosa mente mientras se levantaba.

-La avalancha. –Dijo el SulBer ya que conocían lo que significaba esa Risa.

. . .

La editora estrella seguía por los pasillos de la agencia de modelos, nadie se metía con ella, ni tampoco le hablaban mucho, su facha seria y cortante era más que conocida. Solo su jefa en turno, una alta morena era cercana a ella.

-Sica. –La morena ya mencionada la llamo. -Qué bueno que sigues por aquí.

-Ya me iba ¿Qué quieres?

-Me acaba de llamar el jefe.

-No me digas que cambiara el tema.

-Para nada, resulta que su hijo vendrá y traerá a su novia. 

-¿Y? –No entendía que tenía que ver con ella.

-Es modelo.

-¿Y? –Volvió a preguntar.

-Agrégala a tú artículo.

-Jamás. –Las modelos nunca fueron de su mejor agrado.

-Créeme, te conviene, si esa chica da una buena recomendación de ti, te irá muy bien.

-¿Quién es?

-Modela en Estados Unidos, no es cualquier cosa y te digo que es novia del hijo del jefe.

-Bien, la agregare, espero no arrepentirme. ¿Dónde la busco?

-Mañana llega. Tendrá una sesión fotográfica, pásate temprano. –Le indico con una sonrisa.

-Gracias Soo. ¿Y cómo es el misterioso hijo del jefe?

-Nadie lo sabe, esperemos que mañana se aparezca.

Jessica se fue pensando en su artículo, no le agradaba la idea de agregar a la dichosa modelo, sin embargo un posible ascenso o un aumento de sueldo le caería muy bien.

Autos... Lo tengo, escribiré mi artículo y de fotografía pondré mi hermoso camaro... con la fea, esa novia del jefe, digo lo único atractivo en las modelos es su cuerpo y ni tanto. Cuando tocas debes sentir todos los huesos...

La otra Jung sí que estaba en problemas.

-Corran. –Gritaba mientras escapaban de guardias de seguridad.

-Nos atraparan. –Se veía a Amber ya no poder más.

-Separémonos. –Tuvo la idea Sulli.

-Claro que no. –Dijo Krystal.

-Claro que sí, te seguirán a ti por haber lanzado la silla a ese pobre hombre.

-Nadie se va a separar. –Las otras dos tomaron caminos diferentes. -No me abandonen.

Krystal regreso su vista a atrás. -Me siguen a mí...

Como seguía viendo para atrás cuando volvió su vista al frente casi es atropellada, por un auto poco peculiar.

-Dios. –Quedo arriba del cofre.

No tardo en bajar una chica que se veía agradable.

-¡Pero qué demonios! ¿acaso quieres morir? –Le gritoneo aquella chica con lentes de sol y piel lechosa.

-. . . Un fantasma.

-¿Qué?

-Tú saliste de repente como un maldito fantasma y hasta pareces uno

-Malcriada te vas a enterar.

-Te denunciare me atropellaste... –Krystal vio como los guardias casi llegaban por lo que se le ocurrió un plan. –Omo, omo mi frágil cuerpo. –Se tiro al suelo.

-Hey ¿what’s up?

-¡Policia!

-Oh dios. Cállate. –Se creyó que los guardias eran policías por lo que subió a Krystal al auto.

-¡¡Me duele, no!! me secuestras.

-Te llevare al hospital

-¡¡Rápido!! La policía.

-¡¡Aigo!! –Arranco el auto sin esperar más.

La prometida de Jessica trabaja en una empresa muy importante, se desempeñaba como secretaria.

-En cinco minutos la junta. –Le anuncio a su jefe, desde el marco de la puerta.

-Gracias hermosa. Ven

-Tengo que.

-Ven. –La condujo a adentro. -Siéntate. Siempre tan hermosa lástima que te nos casas. –Acaricio sus hombros.

-Sí.

-Y con una mujer.

-Es maravillosa.

-Pero no tiene nada que no conozcas.

-¿De qué habla?

El hombre se paró a un lado de ella. -Conoce más gente.

-Imposible.

-¿Haces ejercicio? –Esta vez se atrevió a tocarle el muslo. -Tienes buena pierna.

-¿Necesita algo? –Pregunto levantándose de la silla y alejándose.

-Desde pues de la junta hay una comida.

-Ya le había dicho que no puedo.

-Entonces para la próxima.

-Claro.

-Por cierto te necesitare en mi viaje de negocios.

-Pero

-Es una orden.

-Como  diga con permiso.

Acoso, era lo que común mente le tocaba vivir. Luego de salir de esa oficina fue directamente con su mejor amiga.

-Yuri ho –Antes de que esta la pudiera saludar la había abrasado.

-¿Te volvió a acosar? –La vio asentir con enojo. -Desgraciado infeliz. Deberías decirle a Jessica.

-No puedo Hyo, si se entera lo vendrá a golpear y yo no quiero perder mi trabajo.

-¿Prefieres seguir aguantándolo?

-Necesito el trabajo por la paga.

-Todo por esa estúpida boda no?

-No es estúpida.

-Me dijiste que te parecía estúpido casarte.

-Jessi quiere hacerlo.

-Y a ti te encanta complacerla.

-La amo.

-Se nota. Oye después de la junta iremos a beber un poco, ven con nosotras.

-Tengo que volver a casa no alcance a preparar la comida.

-Que se compré algo.

-No me gusta que se alimente con comida hecha. Te prometo que otro día sí voy.

-Mañana.

-. . .Es sábado.

-Mañana y sin Jessica, en mi casa.

Krystal estaba impresionada, el auto de la extraña era distinto a muchos.

-Bonito auto.

-¿En dónde estás? –La pantalla que tenía el auto mostro la imagen de un hombre.

-Ya no tardo.

-Increíble. –Volvió a sorprenderse Krystal y se acercó a la pantalla.

-¿Quién es esa?

-Una indigente. –La empujo lejos de la pantalla. 

-Fantasma. Maldita gasparina. –Dijo enojada Krystal

-¿Qué fue

-Adiós amor.  –Apago la pantalla. -¡¿Cómo me dijiste?! Mocosa!!

-Ese hombre... ¿Esa bola de grasa es tú novio? –La vio poner una mirada asesina. -Oh my god jajaja se descubrió el misterio.

-¿Cuál? scooby doo.

-Él es quién te da dinero, alguien tan hermosa sólo se da por dinero. Auch –Recibió un golpe.

-Gracias por lo de hermosa y no me di por dinero. Me lo gano con el sudor de mi cuerpo.

-Y que lo digas, seguro te aplasta.

Detuvo el auto en seco -¡¡Sucia ertida!! ¿Qué edad tienes?

-Yo no me refería.

-Byun, byun, byun. –Salió del auto.

-Que no.

-Fuera de mi auto. –La saco de un jalón.

-No por favor me persiguen.

-Te entregare. –La sujeto fuertemente del brazo.

-Suéltame gasparina.

-¡¡¡Yah!!! Me las pagaras. –Apretó el agarre.

-¡Duele! Suéltame... ya verás.

Krystal se acero al rostro de la chica.

-. . . Aleja –Enseguida la mordió en el cuello. -Ahhh!!!

Fue como la soltó y Krystal pudo escapar.

-LOCA.

Maldita gasparina. Fantasma está más blanca que el cloro y eso que este es trasparente, por lo menos perdí a los idiotas del restaurant, pero también a tontina y a la gigante.

Cierta fotógrafa disfrutaba de su día de descanso hasta que interrumpieron en su casa.

Al abrir la puerta la otra persona entro rápidamente.

-Pásate bienvenida, estás en tu casa.

-Tengo un trabajo para ti. –Se sentó en el sillón.

-Ya te dije que no te filmare teniendo o con Yuri para tú debut o.

-Vete al carajo. –Le lanzo uno de los cojines.

-Hahaha es una bromita. ¿Qué quiere mi Jessi? –Pregunto sentándose en las piernas de