-Fall - Ed Sheeran.
-Everything Has Changed - Taylor Swift.
-Kiss Me - Jessica Jung. 

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Mientras el grupo más grande de chicas trataba 'amistosamente' de arreglar sus dificultades entre ellas mismas, un pequeño grupo, el de las más jóvenes estaba perdido dentro de la gran jungla que se escondía detrás de unas grandes palmeras en la orilla.

Una de ellas rondaba entre los grandes árboles tratando de buscar. Sin embargo, no buscaba a las demás, busca a cierta rubia. Lizzy fue una de las primeras en levantarse después del trágico impacto. Inmediatamente sus ojos rondaron por todo el lugar revisando si alguna de sus amigas necesitaba ayuda. Se encontró con una escena terrorífica cada vez que giraba a un lado, lo único que su cuerpo gritaba era encontrar a ese alguien especial para ella. Despertó a un par de chicas que se encontraban tumbadas y salió corriendo al saber que nadie buscaba a la rubia por la cual estaba tan preocupada.

'¿Dónde estas, Nana unnie?'

Lizzy se adentraba cada vez más a la jungla sin importarle su propio riesgo o cuán lejos ya estaba del resto del grupo. Su prioridad era encontrar a una de las princesas. Para ser más exacta a la princesa que había robado su corazón con sus miradas cuando ni Jessica o Victoria la miraban. O esas sonrisas por los pasillos en su dirección. Lizzy negaba rotundamente su gusto por ella, pero no podia negar cuanto le importaba su bienestar.

Rendida la joven se apoyo en un árbol, se sentía tan deshidratada y debil. ¿Cuánto tiempo habrá estado caminando sin rumbo alguno? Minutos, horas, no importaba, solo tenía que encontrarla antes de que el sol se oculte, lo que ocurriría en cualquier momento.

Un llanto femenino hizo que sus oídos inmediatamente reconocieron el pequeño sollozo no muy lejos de donde se encontraba. 

-"¿Nana?" Gritó sin pensarlo dos veces acercándose en dirección del sonido.

Los sollozos cesaron y fueron reemplazados por una temblorosa voz.

-"¿Lizzy?"

-"Sígueme hablando, Nana unnie." Lizzy sentía un gran alivio al encontrarla, la rubia estaba sentada debajo de un árbol ocultando su rostro, sus manos cubiertas de sangre, que lucía fresca. 'Aquí estas'. -"¿Qué pasó? ¿Qué haces aquí? ¡Tenemos que irnos! Limpiaré tus heridas, en el avión debe haber un botiquín."

Trató de coger su mano para disponerse a marcharse las dos juntas, pero Nana en un rápido movimiento tiró de ella haciendo que su cara este escondida en su hombre rompiendo en llanto nuevamente.

-"Quedate aquí conmigo."

La voz de la rubia no era nada igual a la de siempre. Nana tenía una voz decidida pero dulce, y ahora era todo lo contrario, era indecisa y agria.

-"Unnie... ¿Qué pasa? Mirame..." Lizzy se removió del abrazo y cogió ambas manos de la otra para poder ver su rostro lleno de lagrimas. Abrió su boca sorprendida al encontrar un largo y profundo corte en la mejilla derecha de la mayor. -"Nana..."

La herida aun dejaba ver un hilo de sangre deslizarce por su fino rostro. La mayor la miró acongojada y la menor no sabia que hacer. Su angel estaba dañado. 

-"¿Estoy horrible?" Lizzy limpió sus lagrimas con los pulgares y dejo un beso en su frente. ¿Horrible? Para ella Nana seguia siendo la mujer mas hermosa ante sus ojos. -"Ya no tengo nada, Lizzy. Todo lo que tengo era mi rostro, ya no soy bonita. Era lo unico que me hacia especial..." La castaña no sabia que responder, ver al ángel de Seúl destrozada ante ella sin dejar de llorar mientras la herida seguia abierta. Lizzy se molestó sujeto su cara entre sus manos y mirándola a los ojos le susurró.

-"Sigues siendo bonita, siempre lo serás. Eres hermosa, pero eres mucho más que solo eso. Eres inteligente y valiente,siempre cuidas de los demás aun cuando piensas que nadie se dará cuenta. Además, me encanta la forma en la que sonries." Lizzy le ofreció la mejor de sus sonrisas y la ayudó a levantarse. -"Vamos Nana, yo cuidaré de ti."

Nana no supo que decir o pensar, la pe