*CL*

Seung por querer atraparme se tropezó y está encima de mi cuerpo, alzo mi mirada y enfrente de mi están esos hermosos ojos grandes, mirándome fijamente, siento su respiración mezclarse con la mía, pesada y profunda. No puedo evitar bajar mi mirada hacia donde están sus labios. ¿Qué me esta pasando? No puedo hacerle esto a Seung, ella es mi mejor amiga esto arruinaría totalmente nuestra amistad y no quiero que pase eso

-¿Seung? –susurro

Ella no me dice nada solo me está observando sin parpadear, hago un ligero movimiento de mi cabeza y ella se hace un poco para atrás pero no deja de verme

-Estas algo pesadita –le digo quejándome

-¿Huh? Ah

Seung lentamente se está poniendo de pie, yo me enderezo y me siento 

-¿Estas bien? –Me extiende su mano– te ayudo

-Gracias –tomo su mano y me ayuda a levantarme

Estamos de pie y el incómodo silencio invade la sala, así estamos estos 2 minutos sin decir palabra alguna, hasta que el estómago de Seung hace ruido

-Tu panza tiene hambre, no has comido ¿verdad? –hablo para romper el silencio

-Está bien –me habla seria y sin voltear a verme

Y su estómago vuelve a sonar

-Creo que tu pancita ya se enojó de que no le haces caso, yo también ya tengo hambre, te invito a cenar ¿qué te parece?

Seung está toda ida, así ha estado todo este tiempo desde que cayó encima de mí, me pregunto qué es lo que estará pensando no sé si este apenada por haber caído encima de mí, o el hecho de que por un segundo pensé en darle un beso quien sabe si se haya dado cuenta de eso. Muchas cosas están pasando por mi mente, y esto me está empezando a poner incomoda.

-Está bien –da un suspiro– tú vas a pagar –al final hace un gesto medio raro

-Bien yo pagare, vámonos pero ponte un suéter, ya es noche y tal vez haga frio

-De acuerdo, iré a mi habitación por uno

-No te vayas a tardar por favor –le contesto

-Hay, desesperadita –lo dice con un tono toda digna

Sale de la sala y veo como se dirige a su habitación, me siento calmada ya volvió a ser la Seung de siempre, no puedo dejar de volver a ver sus ojos y aun puedo sentir su respiración. ¡Ya CL!, esto no está bien, Seung por lo que veo ya está bien e incluso actúa normal y así debe de ser, ahora hay que seguir como si nada hubiera pasado…Si eso debo de hacer

-Si la señorita ya termino de hablar consigo misma ¿nos podemos ir? –me paso la mano de arriba hacia abajo enfrente de mi cara

-Sí, disculpa está pensando –le decía mientras caminábamos hacia la puerta

-¿pensar? Umm no sabía que podías hacer eso

-¡Hey! Se supone que la que hace de enojar aquí soy yo eh, así que cuidadito con robarme mi trabajo

-La alumna ha superado a la maestra –lo dijo con aires de superioridad

-Aha si como no –le contesto riendo

Salimos de la casa de Seung y nos subimos al auto

-Bien, ¿qué quiere comer la pancita enojona? –le digo picándole su estomago

-¡CL! No me piques, me da cosquillas –se ríe ligeramente– pues no lo sé, quiero un pastel de chocolate, ya sabes hecho, relleno y cubierto de chocolate

-No, ya en serio

-En verdad quiero un pastel así –se está sobando tiernamente su estomago

-Pues eso tal vez será después, yo me refiero a comida no a postre

-Ah ¿Tal vez? ¡Tch! Pues vayamos a un restaurante entonces, tú eres la que estos últimos días va diario, así que llévame a uno bonito

-Te llevare a uno que está en el centro

Enciendo el automóvil y estoy conduciendo hacia el centro, me estaciono enfrente del restaurante “Magg’s”

-Hemos llegado –le indico a Seung con el dedo el restaurante

 Nos bajamos del automóvil, le pongo seguro y cruzamos la calle. “Magg´s” por la parte de enfrente tiene un vitral muy amplio que te permite ver hacia afuera, ponen música clásica de fondo y la comida es buena. No tiene mucho que lo inauguraron, cuando es la hora de la comida el lugar está súper lleno

-¿Aquí comeremos? –me dice Seung sorprendida

-Sí, ¿No te gusta? Si quieres nos podemos ir a otro lugar –le digo amablemente

-No, no es eso, es solo que –me contesta algo nerviosa

-¿Qué? Anda dime

-¿No es muy costoso? –me pregunta con voz baja

-No y eso es lo que menos importa, además yo voy a pagar ¿no dices? Y esta bonito y tú querías venir a uno bonito

-Pero es que aun así

-¡Nada que! –le digo interrumpiéndola– ven entremos

La tomo del brazo y entramos al restaurante

-Hola buenas noches ¿mesa para 2? –nos habla un chico

< ¿Noches? es cierto, no sé qué hora es, bueno eso explica mi hambre> es lo que pasa por mi mente en este instante

-Buenas noches –contesta Seung– si por favor

-Claro, ahorita les indicare su mesa

 -¿CL? –me dice Seung tocando mi hombro

-¿Qué hora es? –le pregunto despistada

-Déjame ver, Ah mira, ahí hay un reloj, son las 7:35

-Sí que es tarde, con razón tienes hambre –le digo sarcásticamente

-Pues, no soy la única –Se está riendo

Mi estómago me delata gruñendo

-Listo señoritas, síganme por favor –nos habla el chico

Seung y yo vamos detrás de él. Nos muestra nuestra mesa, así que nosotras nos sentamos

-En un momento vendrán a tomar su orden, con su permiso –se retira

-¿Esto entra en tu definición de bonito? –le pregunto a Seung con una sonrisa

-Pues más o menos –se ríe– no es cierto, si la verdad es que si está muy bonito el lugar

-Bueno, eso me alegra

Cuando termino de hablar un mesero acerca a la mesa en donde estamos sentadas, nos da la carta y se retira

-Espero que la pancita enojona pida todo lo que quiera

-¿Segura? No sea que después me duela el estómago por tu culpa

-Lo que quise decir es que comas bien, no que te atasques de comida y si te duele ni modo tendré que cuidarte

-Que dulce de tu parte lo cua