*Dara*

Al bajar del avión, comenzamos a caminar hacia la salida, mi padre ya nos estaba esperando sentado en una de las bancas.

-Hola mis amores ¿Cómo están? Bienvenidos a Corea del Sur

-Hola papá

-Hola hijo ¿qué tal el vuelo?

-Bien gracias, solo que me siento un poco cansado

- Y qué hay de ustedes chicas ¿Cómo se sienten?

-Ay Yoon Su, yo me mareo y eso lo sabes

-Lo se linda, ahorita vamos a comprarte algo para el mareo

-Y ¿qué hay de mi princesa? ¿Volviste a sentir miedo?

-Sí, pero eso ya es normal en mí

- Que les parece si los llevo a donde será nuestra casa

-Pero primero vamos a comer algo, eso de viajar en avión me da hambre

-Mono, tu siempre tienes hambre

-Haha está bien primero vamos a comer algo, vayamos al restaurant que está cerca de la casa ya comí ahí y la comida es buena

Salimos del aeropuerto, tomamos un taxi y me fui sentada del lado de una puerta, al pasar por las calles comencé a recordar que si vinimos a Seul, fue ya hace mucho tiempo, estaba muy pequeña y además creo que Sang Hyun aún no nacía. El taxi se detuvo en una calle muy linda, enfrente de mi estaba una casa realmente hermosa de 2 pisos, por fuera se veía muy grande y tenía un jardín lleno de flores.

-Bueno hemos llegado a casa (hablo mi padre)

-Wow! (todos dijimos al mismo tiempo)

Mi padre comenzó a bajar las maletas del taxi, abrió la puerta de la casa, entramos y me volví a sorprender por lo linda que era la casa, por dentro ya tenía muebles y todo

-Díganme que les parece la casa, a mí me gustó mucho, incluso ya hasta me la entregaron amueblada

-Los de esa compañía deben de apreciarte mucho papá, ¿Estás seguro que los de la compañía no son ladrones?

-Sang Hyun!

-Déjalo Eun Han y no, no son ladrones hijo

-Bueno pues vayamos al restaurante que dices, por que en verdad me estoy muriendo de hambre.

Salimos de la casa, caminamos unas 2 cuadras, llegamos a un restaurant de buen ver, llego una chica a atendernos y todos pedimos de comer. Después de unos minutos nos trajeron de comer, mientras comíamos mi padre nos platicó de cómo era la compañía, dijo que incluso era más grande que la que estaba en Japon, tenía muchos trabajadores y que aún no conocía a su jefe pero todos decían que era una buena persona. También menciono que todos los que están en la calle la mayoría trabaja en la compañía, y que esta no quedaba muy lejos. El mono como era obvio sacaba sus bromas y los de las otras mesas se nos quedaban viendo.

Al terminar de comer, bueno mis padres y yo, por que el mono seguía comiendo, mi padre le dijo a mamá sobre algunas escuelas que había empezado a ver.

-Hay una escuela que queda cerca de la casa y por lo que veo no está nada mal