Capítulo único

Coffee Shop

La campanilla de la puerta sonaba una vez más aquel día, indicando que un nuevo cliente entraba a la cafetería. Un joven alto entró por ella.

 

KyunSoo observó que el chico se sentaba en una de las mesas frente al gran ventanal del local. Desde hacía unos tres meses que aquel chico iba siempre a esa cafetería, solo, a la misma hora, se sentaba en el mismo lugar y decía casi exactamente lo mismo. KyungSoo hasta se sabía algunos de sus monólogos de memoria.

 

Al ver que el chico movía sus labios, él también lo hizo, pronunciando lo mismo que el otro que estaba sentado mientras se acercaba a la mesa en donde se encontraba.

 

 

"Un mocaccino, ¿cierto?"

 

 

Habían pronunciado ambos aunque KyungSoo lo hizo en un susurro.

 

Se detuvo frente a la mesa del chico y esperó a que este le dijera su pedido, aunque ya sabía que iba a pedir.

 

 

"Un mocaccino y una taza de leche descremada, por favor".

 

"Ahora les traigo sus pedidos, jóvenes".

 

 

Se dio la media vuelta y caminó hasta detrás del mostrador para preparar aquel café, dejando mientras, que su ayudante preparara la taza de leche.

 

Alzó apenas la vista hacia el chico, mientras vertía cuidadosamente la leche chocolatada en el café recién hecho. Seguía hablando y de vez en cuando reía y deslizaba sus manos sobre la mesa, encorvando ligeramente sus dedos como si estuviera cogiendo las manos de alguien más con suma delicadeza.

 

Luego de repartir la espuma sobre la superficie de la taza y dibujar un copo de nieve sobre la espuma, colocó las tazas de café y de leche, en una bandeja de metal y se dirigió de vuelta a la mesa del chico.

 

 

"...y el conejo no quiso darme un globo. Dijo que solo les daba a los niños. Le mostré mi sonrisa para que viera que era un niño bueno y me cepillaba los dientes, pero él insistió en que yo no era un niño".

 

 

Como siempre, el chico contaba lo que le había pasado en el día.

 

 

"Yo quería un globo para traértelo, sé lo mucho que te gustan los perros y el conejo tenía un globo en forma de perro".

 

 

KyungSoo sonrió casi imperceptiblemente al escuchar parte de su relato, y es que aquel chico siempre hablaba de manera dulce e inocente, su imagen también lo era, pero en cambio, su voz, era muy grave y desencajaba por completo con su apariencia de niño.

 

Depositó la taza de mocaccino en el lugar frente al chico y luego la taza de leche, en el lugar de él, sobre la mesa, e inclinó la cabeza antes de volver a su puesto, detrás del mostrador.

 

Estuvo viendo todo lo que hacía el chico, y es que verlo era como ver a un niño emocionado. Le gustaba verlo sonreír aunque aparentemente no había razón de ello.

 

Mientras limpiaba con un trapo una de las tazas, observó que el chico se inclinaba sobre la mesa y doblaba una servilleta, limpiando algo invisible delante suyo, en el asiento de al frente.

 

 

“Tenías espuma en los labios, amor”.

 

 

Le escuchó decir al chico alto, el cual sonreía y, aparentemente, según sus expresiones, se dejaba limpiar los labios por alguien más, entrecerrando sus ojos y bajando la mirada para ver aquella mano invisible.

 

 

“Gracias, amor.”

 

 

Dijo el chico, sonriendo con esa amplia sonrisa de brillante y perfecta dentadura, mientras se situaba nuevamente en su asiento y volvía a retomar su monólogo.

 

 

Ya iba a ser mediodía y el chico seguía hablando y hablando. Algunos clientes que entraban a la cafetería, le miraban extrañados en cambio otros simplemente lo miraban con lástima. KyungSoo, sin embargo, lo miraba con ternura. Sabía que al chico le había afectado demasiado la pérdida de su ser amado.

 

 

 

Seis meses atrás el chico y otro, habían comenzado a concurrir en aquella cafetería. Siempre pedían lo mismo: un mocaccino y una taza de leche descremada. Y siempre se quedaban platicando un par de horas, hasta que era mediodía, cuando ambos chicos tenían que volver a trabajar.

 

 

Dos meses después de verlos a diario, sentados en la misma mesa, el chico alto se le había declarado al otro, con un ramo de hermosas flores rojas y una caja de bombones. A esa hora la cafetería estaba casi vacía y los demás clientes solo aplaudieron ante tal romántica declaración. Aunque estaba seguro que si había más gente, uno que otro los habría insultado; aún era mal visto que dos chicos estuvieran juntos y ellos dos se habían atrevido a besarse frente a todos. El otro chico había aceptado y se le veía demasiado feliz.

 

Unas semanas después, como era costumbre, habían llegado a la cafetería, saludaron a KyungSoo y él les devolvió el saludo. Se sentaron en la misma mesa y pidieron lo mismo. Solo que, antes que llegase el mediodía, el chico alto fue a los servicios higiénicos y en ese momento el otro recibió una llamada, saliendo fuera de la cafetería a contestar esta.

 

En menos de un minuto, un chirrido de llantas indicaba que un auto intentaba frenar. A los pocos segundos se escuchó un estruendoso golpe contra un auto.

 

KyungSoo observó todo desde el lugar en donde estaba. El auto, en un intento de evitar el choque contra otro que venía en sentido opuesto, había avanzado hasta subirse a la acera y atropellando a un joven, que momentos antes se había encontrado mirando hacia dentro de la cafetería, viendo si su novio ya había salido de los servicios higiénicos. Era el chico bajo que había salido a responder la llamada.

 

El chico alto salió del baño y caminó hacia su mesa, pero al no encontrar a su novio, notó todo el alboroto de afuera y salió inmediatamente. En la acera se encontraba un tumulto de personas y se hizo camino entre ellas, recibiendo unos cuantos insultos por apartar a la gente sin pedir permiso, hasta quedar en frente de la persona que estaba desangrándose sobre el pavimento.

 

Tuvo que salir rápidamente, dejando la cafetería a manos de su ayudante y yendo a ver qué había pasado con el chico herido.

 

Intentó no alterarse cuando vio al chico con la frente manchada de sangre, la cual también salía por sus oídos, boca y nariz. Tenía múltiples rasguños en el rostro y sus ojos se esforzaban por centrarse en alguna persona conocida, luego de unos instantes se fijó en su novio. Con apenas fuerzas había estirado su brazo hacia él y este no dudó en acercarse, arrodillándose a un lado de él y sujetando su mano, dando toscas caricias en ella a causa de los nervios.

 

No quiso perder más tiempo y sacó su teléfono móvil, llamando a emergencias y luego anotando la placa del auto por si escapaba.

 

En menos de diez minutos, una ambulancia había llegado y un par de paramédicos recogieron al chico herido, subiéndolo a la ambulancia en una camilla. El chico alto había subido junto con los paramédicos para ir con su novio al hospital. KyungSoo se quedó frente a la cafetería, viendo cómo la ambulancia se iba, escuchando que el sonido de la sirena disminuía conforme el vehículo desaparecía entre las calles.

 

 

Pocos días después supo que el chico había fallecido. Estuvo preocupado por el chico alto, pero se relajó al ver que al poco tiempo había vuelto a visitar su cafetería, esta vez, solo.

 

Desde ese entonces llegaba a diario, hacía la misma rutina que cuando el otro chico seguía vivo. Hablaba solo, como si su novio siguiera estando en el asiento de al frente. Pedía las mismas bebidas y luego de hablar un par de horas, volvía a su trabajo. Siempre todo a la misma hora, pero diferente relato cada día.

 

 

El chico alzó su mano, llamando a KyungSoo para que se acercara a su mesa. Cuando llegó a ella, le entregó la cuenta e hizo una reverencia luego de que el otro le cancelara los pedidos.

 

Se quedó de pie al lado de la mesa mientras observaba que el chico alto iba a la puerta, deteniéndola y quedándose a un lado de ella por un rato, solo dejando que la brisa pasara por ella, saliendo luego y cruzando la calle. Le vio agitar su mano, despidiéndose, antes de entrar a un edificio lleno de lunas, desde el primer hasta el último piso.

 

Dejó escapar el aire de su boca, veía a aquel chico alto, despedirse a diario de alguien invisible, de alguien que ya no estaba en el mismo mundo que ellos. Inmediatamente sonrió al ver que había entrado un nuevo cliente, llevándolo hacia una mesa libre y regresando detrás del mostrador, esperando hasta que un cliente le llamara.

 

 

"Hey, KyungSoo".

 

"¿Sí?, JoonMyun."

 

 

Su ayudante volvía a preguntarle, como muchas otras veces preguntaba luego de que el chico alto se iba.

 

 

"¿En serio que eran novios?"

 

"Sí".

 

"Vaya que le afectó mucho".

 

"Amaba mucho a ese chico… Aún lo ama."

 

 

Luego de ello su ayudante no volvió a preguntarle nada más. El cliente le llamó y pidió un café americano. KyungSoo hizo una reverencia antes de volver al mostrador, viendo al cliente que abría un diario y empezaba a leer una de las secciones. Mientras preparaba el café para el chico, recordó que sabía sus nombres. El día de la declaración, el chico alto le había pedido que escribiera algo encima de la espuma del mocaccino que pedía el otro.

 

 

¿Quieres ser mi novio?, BaekHyun.

-ChanYeol

 

 


 

Espero haya quedado bien, tenía que escribirlo sí o sí, no se me salía de la cabeza y acabo de corregir algunos errores.

 
Gracias por leer.
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Comments

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Chis1992 #1
Chapter 1: Me dejo apenada, pero la historia es muy linda, un amor tan verdadero, pobre channie amaba mucho baek u-u
choisie13
#2
Chapter 1: Te odio... Con todo lo que mi corazón Baekyeolesco puede odiar a alguien que la deja así...
TE amodio... TT_________TT
-tiempo para volverse loca-
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!! POR QUÉ!!!?!????? Baek!!!!!!!!!!!!! Yeol!!!!!!!!!!!!...
mocaccino!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!.....
voy a hacerme un café, ya vuelvo, ¡¡PERO ESTO NO SE QUEDARÁ ASÍ!! TT__________TT-
AryaELF21 #3
Chapter 1: Ay dios lagrimones!! Este tipo de fic me deja mal T-T pero soy una masoquista y me encanta leerlos xD La verdad es que muy bonito y triste, es precioso vamos. Muchas gracias por subirlo ^^
woodoong #4
Chapter 1: skajdf ay ;----; fue tan hermoso!!! <3 ....se me ha quedado corto! <3 .....fue tan tierno ;--; y triste...me imaginé a Chanyeol sentado solo..frente a un Baekhyun...que solo él veia <3

PD: Tienes un talento para editar fotos *-* <3 me encantó!