Part 2

10 years after

 

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2

 

 

 

Pasaron los años, y Seunghyun nunca regresó a aquel parque. Ambos siguieron con sus vidas, y aquel encuentro no fue más que un bonito recuerdo. Ahora Jiyong estaba disfrutando su juventud, siguiendo su sueño de ser cantante, y todos sus pensamientos giraban en torno a eso.

 

Iba a entrenamientos a una agencia prestigiosa, y junto con su amigo Youngbae, tenían mucho potencial para ser profesionales. El presidente les había dicho personalmente que debutarían ese año en un grupo; aunque ninguno sabía quienes eran los demás miembros. Pasaron algunas semanas y cuando el proyecto llevaba un poco más de forma, les mandaron llamar a la sala de juntas.

 

Jiyong y Youngbae estaban realmente emocionados, llegaron más temprano a la agencia y se sentaron en la sala. Ambos hablaban e imaginaban cómo serían los demás, bromeaban de vez en cuando y reían por lo bajo. Lentamente fueron llegando todos los mayores, y, aunque los demás miembros ya estaban ahí, a Jiyong le avergonzaba un poco mirarlos sin haberse presentado.

 

Llegó el presidente, y después de que todos saludaran, se sentó detrás del escritorio con algunos papeles en la mano.

 

-Bueno, ya están todos aquí. Así que empecemos. – dijo el presidente, revolviendo las hojas.- Antes que nada, deberían presentarse.

 

Todos terminaron presentándose, uno por uno. Jiyong fue el primero así que sólo se limitó a escuchar a todos los demás. Todo era normal hasta que un chico más joven que él y de cabello despeinado comenzó. Se llamaba Seunghyun. Jiyong agachó la mirada y sonrió para sí. Cada vez que escuchaba ese nombre no podía evitar recordar aquella tarde. Y aún con la sonrisa en sus labios y la cabeza gacha, acarició en su muñeca aquella pulsera que alguna vez fue de otra persona. Hacía tiempo que no recordaba aquellos tiempos, y se sumió tanto en sus recuerdos, que no escuchó cuando otra persona comenzó con su presentación.

 

-Hola, yo soy Choi Seunghyun-

 

Y de pronto, Jiyong dejó de sonreír. Habían pasado casi diez años desde aquello, había olvidado la cantidad de veces que había escuchado ese nombre. En la escuela, en la televisión, caminando por la calle. Pero esta vez era diferente. No sabía por qué, ni cómo, pero estaba completamente seguro que esa no era una persona con el nombre de Seunghyun; sino que ese era Seunghyun.

 

Tenía miedo de levantar su vista, sólo alcanzaba a ver de su cuello hacia abajo, no quería verlo a los ojos. Y aún así, una vocecilla dentro de su mente le obligó a voltear. Y cuando le vio, a penas y de perfil, supo que era él. Era su voz, era su rostro, eran sus gestos; ese era Seunghyun. Había cambiado, estaba más delgado y su cabello presumía otro corte, pero no cabía duda. Era él. Su cuerpo se tensó, su mente se puso en blanco y sus ojos se posaron inconscientemente en los de aquel hombre, aún más alto que él. Sus miradas se conectaron a penas unos segundos, y Jiyong supo que Seunghyun ni siquiera se inmutó. Seguramente no se acordaba de él ni de aquel día. Sonrió agachando su cabeza, melancólico y con algunos vagos recuerdos de aquel día en el parque golpeando en su mente.

 

Pasaron los meses. Todos eran amigos, vivían juntos en un pequeño dormitorio cerca de la compañía, se estaban esforzando en sus prácticas y, aunque parecía difícil, todo estaba saliendo bien. Jiyong y Seunhyun se volvieron cercanos. Ambosaban, ambos escribían canciones, ambos amaban la música. Para ese entonces, el pequeño ya había olvidado que ese hombre de espalda ancha y extraño complejo por las sudaderas estampadas, había sido su primer amor.

 

Fue hasta esa noche. Un bochornoso día de agosto, justo después de haberse presentado formalmente en un escenario con el nombre de BIGBANG. Sus meses de esfuerzo y años de esperanzas surtieron efecto y su sueño pasaba a ser realidad frente a sus ojos, a merced de los cientos de fans que en ese momento les apoyaban desde las gradas. Cuando la presentación terminó, el bullicio de los gritos y la música fue cediendo ante a la distancia y para cuando todos llegaron a casa, los alaridos y abrazos no se hicieron esperar. Ahora estando ellos cinco solos, incluso se atrevieron a soltar algunas lágrimas.

 

Pasaron la madrugada en vela, celebrando y riendo, hasta que de a poco todos fueron quedando dormidos. Todos menos Jiyong. Salió al pequeño balcón que se asomaba por su habitación y se recargó en la pared, mirando al cielo. Volteó hacia la ventana cuando se dio cuenta de que el mayor estaba acercándose a él.

 

-No sé cómo ellos pueden dormir. La verdad es que yo aún no soy capaz. – soltó Seunghyun mirando a las estrellas, pero dirigiéndose al líder.

-Lo sé. Yo aún siento que estoy como en un sueño, me da un poco de miedo despertar y darme cuenta de que no es real – dijo Jiyong agachando un poco la mirada, jugando con sus brazos, debido al viento que empezaba a enfriar.

 

Seunghyun vaciló. Asintió con la cabeza al escuchar las palabras del menor, diciéndole que él también pensaba lo mismo, y se fue acercando a él. Pasados unos minutos, ambos se encontraban sentados en el suelo, con la espalda en el cristal de la puerta. Su distancia era prudente, no alcanzaban siquiera a chocar sus pies. Y de pronto, Seunghyun habló:

 

-Yo a veces también pienso que es un sueño – comenzó, y Jiyong asintió levemente, sabiendo a qué se refería –, como aquella vez hace diez años.

 

Jiyong volteó a verlo casi por inercia. Su mandíbula se tensó, incapacitándole, sin ninguna posibilidad de decir palabra alguna. El ya estaba olvidándolo, estaba cerca de enterrar esos pequeños recuerdos, que si bien eran felices, no le servían de mucho, y venía el otro a crearle dudas. Las palabras de Seunghyun fueron directas y precisas, pero no dijo nada más. Tal vez sólo es una coincidencia, pensó Jiyong. Tal vez habla de algo personal, insistió. Y se enterraron en el silencio.

 

Perdió la cuenta de las horas que estuvo con Seunghyun en ese diminuto balcón, mirando ya a la nada. Perdía de a poco la conciencia, mirando la figura del alba desgarrar la oscuridad en el horizonte. Por un momento creyó haber caído dormido, pero la sensación de que alguien le cargaba le hizo dar un pequeño brinco. Y al instante siguiente, estaba siendo depositado en una cama. Tuvo la impresión de que la persona que le llevó en su espalda era el chico de voz gruesa que le revolvió la mente horas atrás, y por impulso, su mano derecha se aferró a la manga del suéter verde pistache que llevaba el más alto. Seunghyun volteó y vio a un Jiyong todavía adormilado jalando de su brazo, con un extraño gesto de añoro.

 

Se hizo un espacio en la cama, y se sentó. En un movimiento calmado, Seunghyun tomó del brazo que aún se aferraba a su cuerpo y lo levantó un poco al aire. Jiyong, que cada vez se incorporaba más, cambió a un semblante confundido. El mayor tomó la mano entre la suya y arrugó un poco la manga de su chaqueta, sólo lo suficiente para ver su antebrazo. Soltó una sonrisa y sus ojos se achicaron. Miró a Jiyong a lo ojos y le dijo:

 

-Gracias por guardarla hasta ahora – y cerró los ojos.

 

Se acercó al rostro sonrojado de Jiyong y depositó un delicado beso en su mejilla, cerca de sus labios. Igual de casto que el primero, igual de lento, igual de dulce. Se quedaron así, con paciencia, con sus ojos cerrados y con un leve cosquilleo recorriendo sus espaldas.

 

Se separaron lentamente, no muy seguros de querer hacerlo, y los ojos de ambos irradiaban felicidad. Era un brillo especial, diferente a todos; se asomaba por sus pestañas y terminaba en su suave parpadear.

 

Jiyong le sonrió. Aquella sonrisa que quería dedicarle desde la vez que volvió a escuchar su voz en aquella sala de juntas. Aquella que se ahogó durante diez años. Aquella que ahora no desperdiciaría y regalaría a Seunghyun en cada oportunidad que tuviera, para recuperar el tiempo perdido.

 

Agachó la mirada, aún con sus labios entonando alegría, y sus ojos reflejaron aquel objeto que vestía su muñeca. De material desgastado, pero de memorias incrustadas.

 

Nunca se había quitado esa pequeña pulsera, y aún después de diez años, no quería hacerlo. 

 

 

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¿Les gustó? Este es mi fic propio favorito, espero que lo hayan disfrutado~
Did you liked it? This is my favorite own fic, and I hope you enjoyed it~
 

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Comments

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Atenais #1
Chapter 2: Oh, la historia es adorable. Me encantan estas historias dulces e inocentes. Hace tanto que no leo un fic en castellano.
Muchas gracias por compartir, espero que sigas escribiendo GTOP. ♥
Whynot
#2
Chapter 2: Lo adore, y me encanta qu este en español, soy de Mexico hahaha lo adore! Gran historia
Whynot
#3
Chapter 1: Me encanto! Es increible, tan tierno!