Part 1

10 years after

 

10 years after

 

 

1

 

 

 

Ese día, Jiyong había peleado con su mamá. Había salido corriendo de su casa con un ceño fruncido adornando su cara. Sus pisadas eran fuertes y parecía que su mandíbula se apretada a cada paso que daba. Caminó unos cuantos metros y se sentó en un columpio. Siempre que su madre le hacía enojar, iba al pequeño parque que estaba a unas cuantas casas de la suya. A sus escasos 7 años, Jiyong ya había encontrado un lugar donde estar tranquilo cada vez que quisiera.

 

Pasaron unos minutos y seguía sentado, esperando a que su furia bajara más. Giró varias veces la cabeza en señal de disgusto, y en una de tantas, vio algo extraño al otro lado del parque. Sus pequeños ojos veían un bulto, pero su mente despierta le avisó que se trataba de un ser humano.

 

Estaba sentando a la sombra de un frondoso árbol de altura intimidante. Jiyong se acercó con disimulo y con un vislumbre de curiosidad, característico de niños como él. Y cuando se halló más cerca, se dio cuenta de que lo que creyó era una persona grande, resultaba ser un niño no mucho más mayor que él. Era más alto y de complexión robusta, un poco más rellenito que un niño promedio. Estaba solo. No parecía estar triste, pero no apostaba a que estaba feliz tampoco. Qué extraño, pensó Jiyong.

 

Y con la inocente incredulidad estampada en su caminar, Jiyong dio unos pasos hacia él y espero a que volteara a verle. Nunca pasó. Jiyong hizo una mueca y sin previo aviso, se dejó caer a un lado de él, llamando su atención. Por unos segundos, el otro niño había dirigido su mirada a Ji, pero se volvió rápidamente.

 

– Hola, me llamo Jiyong – dijo y le buscó la mirada, mientras sonreía con simpatía.



Pero el chico le evitó y no contestó. Jiyong lo miró detenidamente. Lo examinó de pies a cabeza, y se encontró con un pedacito de papel que sobresalía de la mochila que llevaba con él. Leyó con dificultad y sonrió con satisfacción.

 

– Con que te llamas Seunghyun, ¿eh? – dijo, y el aludido volteó con un cara de sorpresa. Pensó por un momento y después escondió su mochila. –¿Quieres jugar, Seunghyun? – y le sonrió otra vez.

 

El pequeño Seunghyun dudó unos momentos, pero había algo en Jiyong que le ofrecía tranquilidad. Así que, con recelo y la mochila aún abrazada a su cuerpo, le preguntó:

 

– ¿Jugar? ¿A qué?

– A lo que tú quieras, ¿te gustan las atrapadas?*

– La verdad es que no suelo correr mucho.

– ¡Oh, vamos! ¡Será divertido!

 

Después de eso, jugaron hasta que sus pequeños cuerpos no pudieron más. Corrieron por todo el parque, jugaron a las escondidas, a quién llegaba más alto en los columpios y bajaron por la resbaladilla un sinfín de veces. Pasaron las horas y volvieron a acostarse en el pasto. Tenían la respiración agitada, estaban completamente sudados, y sus ojos se cerraban fuertemente debido a las carcajadas. Cuando se hallaban más calmados, se removieron un poco y quedaron viéndose de frente.

 

– Oye, ¿y cuántos años tienes? – preguntó Ji con curiosidad.

– Cumpliré diez en unos meses, ¿y tú?

– Cumplo 8 el próximo mes. ¿Debería decirte hyung?

– No importa, después de todo, somos amigos… ¿verdad? – inquirió Seunghyun con duda

– ¡Claro que sí! – gritó Jiyong, con una enorme sonrisa inundada en satisfacción.

 

Seunghyun sintió felicidad. A veces le costaba hacer amigos, pero Jiyong era diferente. Cuando lo vio por primera vez esa tarde, pensó que lo espantaría y no quería acercarse a él, pero Jiyong era muy insistente y divertido. Seunghyun agradecía el por fin tener un amigo que no se burlara de él por estar más gordito que los demás o por no hablar mucho. Además, verlo le hacía feliz. Por dentro, Seunghyun deseó que ese día nunca terminara y que su mamá no viniera por él. Quería estar con Jiyong más de lo que pensaba.

 

Y algo que Seunghyun nunca había sentido antes, comenzó a subir a sus mejillas. Estaba sonrojado. Era una sensación cálida, que le llenaba de cosquillas y pequeñas descargas eléctricas. Se preguntó qué podría ser y, aunque era un poco lento y distraído, no tardó mucho en saber la razón. Era gracias al pequeño Jiyong.

 

Mientras Seunghyun estaba perdido en sus pensamientos, volteó inconscientemente para ver a Jiyong. Y, para sorpresa suya, el pequeño también volteaba para verlo. Por un momento, el corazón de Seunghyun saltó y en sus labios se ahogó un ligero grito. Se vieron directamente a los ojos con inocencia, y el color de sus rostros pasó a ser el mismo que el de un tomate cherry. No sabían por qué, pero estaban felices. Sonreían sin razón y despistadamente se separaron con miradas nerviosas.

 

Y de pronto, la voz de una mujer atravesó el parque. Era la madre de Seunghyun, quien le sonreía mientras le agitaba la mano en señal de partida.

 

Fue cuando la realidad golpeó a Seunghyun. ¿No era que sólo estaba ahí porque la hermana de su mamá estaba mudándose y sus padres vinieron a ayudar? ¿No estaba ahí sólo por un día? ¿No vivía el a cientos de kilómetros lejos de donde se encontraba parado? ¿No había llegado a ese parque escapando del aburrimiento de una casa ya sin muebles, esperando a que su mamá le llamara rápido para irse de ahí? Lo había olvidado. Había olvidado todas y cada una de las razones por las que estaba ahí. Esas mismas razones que le impedían seguir jugando al lado de Jiyong. Lo olvidó todo, sólo por unas horas de diversión, que estaba seguro, fueron las mejores de su corta vida.

 

 Seunghyun pasó de ver a su mamá y se paró del columpio. No quería irse, pero debía hacerlo. Se alejó por unos momentos de Jiyong y forcejeó un poco. Y cuando estuvo de regreso, se paró frente a él, mirándolo hacia abajo.

 

– Me tengo que ir, y no sé cuándo regrese aquí – Jiyong dejó de sonreír y le miró cabizbajo – Pero, ten. Así estaremos juntos – y le dio una pequeña pulsera de plástico, de aquel color verde que tanto le gustaba, con el nombre de Seunghyun escrito en marcador permanente.

 

Jiyong estaba triste, y por un momento dudó en estirar sus brazos, pero en su pequeño e ingenuo corazoncito de siete años, guardaba la esperanza de que se vieran de nuevo.

 

– La cuidaré siempre, y nunca me la quitaré – dijo Jiyong volviendo a sonreír.

– No te preocupes, me aseguraré de venir pronto y jugar de nuevo.

– ¡Que no se te olvide!

 

Y se escuchó aquella voz de nuevo. Seunghyun debía apurarse. Rápidamente arrancó una pequeña flor blanca del pasto y se la tendió a Jiyong, mientras le dedicaba una dulce sonrisa, de esas que desde hace mucho tiempo no le regalaba alguien que no fuera su mamá. El más pequeño levantó las manos para agarrarle, y mientras dirigía su mirada a otra parte, Seunghyun bajó su cabeza y acercó su rostro al de Ji. Fue un impulso. Una reacción espontánea. Cerró sus ojos fuertemente y levantó sus labios. Tomó aire, y suavemente los posó sobre su mejilla derecha. Apenas fue un roce, tierno e ingenuo, con la inocencia surcando en sus ojos, y las cosquillas subiendo a lo largo de sus cuerpos.

 

Seunghyun se alejó lentamente y se dedicaron una última sonrisa, con sus rostros tibios y sus manos llenas de sudor. Ji apretó fuertemente la flor, y con su otra mano se despidió con tranquilidad. Seunghyun caminó de espaldas unos pasos, sin dejar de mirar los ojos del más pequeño, y cuando ya podía escuchar la voz de su mamá más cerca, volteó con recelo, mientras aumentaba el paso y comenzaba a correr.

 

Jiyong se quedó de pie ahí unos minutos después de ver  la espalda se Seunghyun alejándose de él. Sostuvo la flor, y dejó caer sus brazos a los costados. Seguía con una ligera sonrisa en sus labios, pero la poca luz que se colaba entre las nubes y el cielo anaranjado, dejaba ver unas lágrimas bajando por sus mejillas. Y mientras pequeños espasmos jugaban con su cuerpo debido a los sollozos, el cielo se oscureció completamente.

 

 

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Espero que les haya gustado~
Hope you liked it~

 

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Comments

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Atenais #1
Chapter 2: Oh, la historia es adorable. Me encantan estas historias dulces e inocentes. Hace tanto que no leo un fic en castellano.
Muchas gracias por compartir, espero que sigas escribiendo GTOP. ♥
Whynot
#2
Chapter 2: Lo adore, y me encanta qu este en español, soy de Mexico hahaha lo adore! Gran historia
Whynot
#3
Chapter 1: Me encanto! Es increible, tan tierno!