Zero

Prey

La carga de los hombros de Tiffany se levantó al ver como su paciente predilecta gesticulaba sin problema delante de ella. Su rostro aún tenía sombras negras, verdes y moradas que poco a poco empezaban a amarillear. A pesar del mal aspecto que lucía, el hecho de ver como se volvían a formar pequeñas arrugas en la nariz de Taeyeon le indicaron que ya no dolía.

 

—¿Qué planes tienes para el futuro?

Taeyeon frunció el ceño ante la pregunta, sin creerse que fuera realmente en serio.

—Pudrirme en la cárcel.

—¿Y algo más específico? —La funcionaria ya se esperaba una respuesta similar.

—Suicidarme en cuanto tenga tiempo a solas y mis cordones en las zapatillas.

—No deberías bromear sobre eso con tu psicóloga, sobre todo porque entonces debería aplicarte el protocolo anti-suicidios y no creo que quieras eso.

—¿Tan malo es?

—Bueno, primero te dan las zapatillas sin cordones, y después acabas con una persona acompañándote hasta para ir al baño.

—Vale, no más bromas sobre acabar con mi miserable vida.

—Estás apelando tu caso ¿tienes esperanza?

—No.

Tiffany leyó el ambiente, y decidió que sería mejor volver al tema del juicio en otro momento. Había métodos que consistían en ser más insistente con el paciente. No era su estilo, prefería que las personas se abrieran con ella por iniciativa propia, era un proceso más largo, pero también obtenías confesiones veraces.

 

Y pensándolo bien, tal vez era mejor no tener esperanzas, Tiffany intentaba tener nuevas noticias del caso, pero hasta donde sabía, no se habían encontrado pruebas nuevas ni nada que pudiera dar la vuelta al caso. Entonces Taeyeon volvería a salir culpable como la vez anterior.

—Hay otras metas más a corto plazo. Incluso pueden ser cosas que a priori parezcan tontas.

Taeyeon esperó a que profundizara en la explicación.

—Por ejemplo, estudiar. Hay personas que se sacan una carrera, o incluso sacar abdominales, aprender a cocinar… —Tiffany se quedó pensando ejemplos y vio que Taeyeon también parecía pensar—¿Se te ocurre algo, aunque sea pequeño que quieras hacer?

—Algo que me gusta hacer—empezó a decir vacilante—es pintar.

—¿Cuadros?

—No… —Taeyeon sonrió y agachó la cabeza tímida—tenía libros para colorear. Libros para niños—explicó para que no cupiese duda.

—¡Eso está muy bien! —Verdaderamente le parecía algo bueno que su paciente realizara ese tipo de ejercicios. Disfrutar este tipo de pequeñas actividades era importante para mantener a raya los episodios depresivos —. Cuéntame qué pintabas.

—Todo tipo de libros. Tenía de personajes de dibujos, de paisajes realistas… según si me llamaba la atención lo compraba o no. Y tenía una caja con 50 acuarelas que estaba aprendiendo a usar, era difícil porque si usabas más agua de la que necesitabas… —Taeyeon estuvo hablando varios minutos sobre sus pinturas. Cuando conseguía que hablase naturalmente sobre un tema, Tiffany se sentía realizada. No sabía si su paciente era de pocas palabras o que simplemente no le gustaba que ahondasen en su persona. Era comprensible, a veces es complicado hablar sobre uno mismo. Pero en momentos así disfrutaba de la distensión que se creaba en el pequeño despacho con la chica.

***

Tras esa sesión lo primero que hizo Tiffany fue ir directa en busca, una vez más, de la ayuda de su amiga Yuri. Tuvo suerte y la encontró en la clase, así lo llamaba su amiga. No podía llamarlo despacho porque compartía el espacio con las otras dos psicopedagogas de la cárcel. Además, la sala realmente simulaba una clase de colegio, poseía una pizarra y estaba decorada por posters sobre distintos temas como la anatomía humana, un mapamundi, etc. En el centro habían juntado varías mesas rodeadas por sillas. Allí estaba sentada Yuri, escribiendo algo en un gigantesco cuaderno que podría pesar cinco kilos por lo menos.

 

Las dos amigas concluyeron en que a Taeyeon le podría resultar beneficiosa la terapia ocupacional, así que Yuri le explicó a Tiffany donde encontrar a Boa, y la psicóloga no dudó un segundo en hacer lo que estuviera en su mano para ayudar a su paciente.

 

Boa que era una de las pocas terapeutas ocupacionales del centro, se ofreció para que Taeyeon comenzara a tener citas con ella. Por supuesto, tenía que quedar aprobado por Jessica primero.

 

Era natural que la administración fuera caótica y lenta, si todo tenía que pasar por una sola persona. Pero Jessica no permitía que se llevara nada a cabo sin revisarlo antes. Para ser una persona que quería tenerlo todo controlado, se pasaba la mayoría del tiempo evadiendo sus responsabilidades, se rumoreaba que a lo largo de la semana podía acabar con 5 botellas de vino ella sola. Por no mencionar el poco tiempo que llevaba Tiffany trabajando allí y las pocas veces que podía encontrarla en su despacho. También se decía que un hombre trajeado y engominado le hacía muchas visitas.

 

Creía que sería difícil poder ver a la directora, es verdad que tenía varias reuniones al día, no tantas como Tiffany se esperaba, porque al día siguiente la vería.

 

En realidad, tenía sentido, la mayoría de las personas que trabajaban aquí no querían cambiar nada. La mayoría estaban descontentos, pero era más sencillo resignarse. También es verdad que el papeleo para llevar a cabo ciertas propuestas no era lo que se dijese fácil y rápido. Aún por encima, Jessica echaba todo para atrás, a pesar de ser tan joven para ostentar ese cargo, no era una mujer innovadora.

 

—¿Intentas encasquetarle tu paciente a otra? —Jessica estaba sentada en su silla del despacho como si fuese su trono. A Tiffany siempre le había dado sensación de vanidosa y egoísta, pero hoy había algo que infundía temor en ella. Solo le faltaba una corona y un cetro para que Tiffany se arrodillara ante su presencia.

—N-no—titubeó. Se sentía completamente intimidada, tal vez porque las únicas veces que la había visto no fue para proponerle nada.—. No quiero que Kim reduzca sus horas conmigo, solo que le añadan esta terapia a su horario.

 

La Sra. Jung se levantó y caminó lentamente por el despacho, sin rumbo, mientras leía detenidamente los horarios de los terapeutas impresos.

 

—¿En qué beneficiaría a la paciente?

—Kim sufre episodios tanto de ansiedad como depresivos cuando no tiene la mente ocupada, para evitar que los episodios sigan ocurriendo y se perpetúen en el tiempo, propongo esta terapia que esta demostrado que minimizaría los síntomas, también puede ser una vía de expresión, la paciente ya tenía este hobby, podría ser útil para la comunicación en mis terapias…—tenía más cosas que decir, había preparado una ristra de razones en el informe que había redactado ayer por la noche nada más llegar a casa, pero su jefa no la dejó continuar.

—La señorita Kim ya tiene bastantes actividades, no sé si sería beneficioso que se olvidara de que está en una cárcel, con tantos entretenimientos.

Tiffany quiso replicar, la malicia que tenía aquella mujer era abrumadora. Sus palabras iban cargadas de veneno. Tenía muchas cosas que contestar y no pudo decir ninguna puesto que Jessica decidió que allí terminaba la reunión.

 

***

Pasaron dos días laborales para que Yuri volviera a ver a Tiffany. Fue a buscarla a su despacho porque no la había visto en la cafetería ni recorriendo las zonas comunes como siempre solía hacer.

Tiffany la invitó a entrar ojerosa, con los ojos irritados por la luz de la pantalla de su ordenador además de por la falta de sueño.

Saludar a Yuri solo le había distraído un segundo de su tarea, continuó tecleando imperturbable.

 

Tiffany le contó lo que pasó con Jessica, en ese momento se encontraba redactando un informe de diez páginas para entregarlo. Y ese era solo el de Taeyeon. Llevaba tiempo planteándose cambios de terapia y otras necesidades para algunas pacientes más, y lo único que había hecho esos dos días era redactar todo para no poder obtener un no por respuesta. El de Taeyeon estaba más que terminado, Boa también había añadido su recomendación, pero Tiffany recordaba los ojos de la directora al rechazar su iniciativa, tenía miedo de volverse a enfrentar a Jessica. No estaba segura de si era por mantener su puesto de trabajo, aunque dentro de ella sabía que no peligraba, al fin y al cabo era funcionaria.

 

A Yuri no le comunicó ninguno de sus temores, no obstante, algo tuvo que notar su amiga ya que le pidió la copia de los informes para ayudarla.

 

Por suerte o desgracia para Tiffany, había tenido todo el fin de semana para prepararse. El lunes, a un segundo de llamar al despacho de Jessica, se preguntó por qué estaba tan atemorizada, y también por qué una mujer que había heredado aquel negocio de su familia pensaba que tenía potestad para opinar en temas de salud que no tenía ni idea.

 

Tiffany achacó su torrente de pensamientos al cansancio acumulado por llevar días redactando informes.

 

Le entregó tres informes. No quería sobrepasarse y que directamente se los rechazara, pero tampoco quería volver a ese despacho en mucho tiempo.

 

Jessica los miró, impasible, era difícil saber qué se le pasaba por la cabeza. Se dedicó a leerlos en silencio, sin dirigirle la palabra a la psicóloga. A la media hora de silencio a Tiffany le empezaron a doler las piernas, no quería sentarse, eso le hacía sentir vulnerable ante la presencia de la directora. No supo decir cuanto tardó exactamente Jessica, pero por fin alzó la cabeza y lo único que dijo fue que debía hablar con el coordinador de su departamento, el Dr. Young.

 

La reunión con el hombre fue bastante desagradable, lo que le había parecido amabilidad el primer día que habló con él, se había convertido en demasiada amabilidad, con cumplidos sobre lo guapa y joven que era. Tiffany trató de ignorarlo. Mientras Young ojeaba los informes, pudo echar un vistazo a su despacho, no era del todo visible pero podía notarse el desorden: papeles sueltos donde no debería de haber, alguno en el suelo, carpetas numeradas con fechas colocadas de forma totalmente aleatoria, empezando en 2013, siguiéndole 1999, 2017… No tuvo tiempo para más, el coordinador le dijo que se lo leería con más detenimiento y en los próximos días le diría algo.

 

Era curioso como podías recetarle antidepresivos a tu paciente sin tener que pasar por ningún proceso, aunque no analgésicos. Y para algo como solicitar nuevas zapatillas o nueva terapia, ya había pasado por dos personas.

 

***

Después de comentarle a Yuri que los informes estaban ahora en posesión de Young desde hacía días, la psicopedagoga se ofreció a hablar con Jessica. Pero qué tenía ella que aportar si ni si quiera era su paciente, pensó Tiffany.

 

Aquella propuesta quedó en el aire y Tiffany lo olvidó, sin embargo, el lunes por la mañana, fue Boa quien le comunicó que ese mismo día vería a Taeyeon

 

***

Las primeras sesiones con Boa no habían sido más que un papel, un lápiz y unas cuantas pinturas. No era todo lo estimulante que Taeyeon hubiera deseado, y le daba vergüenza dibujar como una niña de 7 años, pero era entretenido. La terapeuta también le facilitó un pequeño bloc de notas y un lapicero que llevaba siempre consigo, le recomendó concentrarse en eso en los momentos de agobio.

 

Boa notó que Taeyeon no era una persona especialmente creativa, se le ocurrió para los próximos días llevarle guías para aprender a dibujar y también dibujos impresos para que simplemente colorease.

 

Para la cuarta sesión Taeyeon ya se había soltado, sin importarle lo feo que fuera su arte. Boa estaba sentada eligiendo música, ambas habían decidido que ayudaba mucho a crear un mejor ambiente. Taeyeon se encontraba extremadamente concentrada en una fotocopia echa a un libro de arte sobre como dibujar perros. Estuvo la mayor parte de la sesión retocando, lo que parecía una nube gris con tres puntos negros a modo de ojos y nariz. La terapeuta se sorprendió cuando el papel dibujado se empapó de lágrimas repentinamente.

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Niberian
Hola eh... no creo que haya alguien esperando que updatee esto pero la que ha sido mi novia durante 4 años me ha dejado jej, no es por contar mi vida pero lo q menos me apetece es ponerme a escribir, no sé si seguiré con esta historia algún día o escribiré otra cosa, mientras tanto cuidaos mucho ;)

Comments

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taesica33
#1
Hola cuando volverás a escribir
Soneforever2
#2
Chapter 1: Though my spanish skills are pretty low I like this story a lot. Good job author