El Nuevo Pianista

Take Me Away

 

 

 

 

Lamentablemente ha pasado un mes ya desde la desaparición de la Pianista, los panfletos que cubrían los postes con los datos de la joven desaparecida empiezan a caerse de sus lugares por el viento y a volverse color amarillo por los rayos del sol, la lluvia lleva los papeles hacia las calles y los recolectores de basura barren los papeles sueltos, otros panfletos de anuncios y propagandas hacen menos visibles los panfletos importantes, la comunidad en general empieza a olvidarse de buscar a la joven y la internación de su madre, su único familiar, no ayuda en el impulso de seguir el caso, en internet las cosas también dejan de compartirse, la única esperanza es el Detective Shun, que lleva un mes buscando pistas. En la Capilla la gente aunque sigue expectante, no puede evitar olvidarse de la situación, y el Obispo del barrio solicita un nuevo Pianista. Desde la puerta una silueta de un joven portando el estuche de una guitarra aparece caminando hacia el salón sacramental, una chaqueta verde militar y unos jeans con botas complementan la apariencia pulcra del joven, en un ángulo de 360º conocemos al nuevo Pianista.

 

 

 

Pianista – Hola, soy Akanishi Jin, ¿ustedes pusieron un anuncio solicitando pianista?

 

 

 

Un hombre de aproximadamente unos 23 años aparece en escena como anteriormente hemos descripto, tiene el pelo morado desmechado y parece no tener barba, su apariencia pulcra da un aire a ser joven educado pero al mismo tiempo soñador, independiente y llama la atención por el color de su cabello.

 

 

 

Obispo – Si, pusimos el anuncio –mirando algo constreñido por la apariencia del joven- ¿sabés tocar el piano?

Pianista Jin – Por supuesto, sé tocar piano, guitarra y algo de violín, quiero ser un gran músico en el futuro.

Obispo – ¿En serio? Que bien, aunque nosotros solo pedimos tocar el piano, podrías enseñar a uno de nuestros miembros.

Jin – No me molesta venir los domingos, y congregarme con ustedes, yo estudio música en el conservatorio de la ciudad en la semana. Podría trabajar aquí el domingo.

Obispo – Está bien, ¿has leído el anuncio? , no pagamos pero damos recomendación.

Jin – Lo leí, estoy de acuerdo, no tengo el impulso de estudiar solo el piano y el anuncio me vino perfecto para incentivarme, no pido dinero ni nada, pero sí que me haga referencia de mi trabajo a sus conocidos.

Obispo – Aquí está el piano, este himnario es el que usamos, tocá este himno.

 

 

 

El pianista de pelo morado se sacó la chaqueta y se sentó en el piano, observó las estrofas del himno y miró algo extrañado, nunca antes había visto ese himnario, aunque tampoco se molestó ya que era la primera vez que iba a una capilla, y era sólo para tocar el piano, así que analizó un poco las estrofas y empezó a entonar, como si fuera una audición para entrar en alguna banda escolar. Empezó tocando la primera estrofa del himno, aunque se repite 4 veces solo tocó una vez, la melodía le gustó tanto que empezó a tocar de nuevo siguiendo el lyric de la 2º estrofa, el Obispo miró extrañado al ver que siguió tocando sin que nadie le pidiera, en la 3º estrofa él sintió un aura de bienestar que nunca antes había sentido, como una llamada a seguir tocando, tocó las 4º estrofa y sintió una comunión con alguien que no estaba viendo pero sabía que estaba escuchando. Al terminar de tocar el himno miró en el himnario la página siguiente que también estaba abierta y sintió el deseo de tocar ese Himno también, sin que nadie dijera nada acercó sus manos hacia las teclas y empezó a tocar, ante la mirada extrañada del Obispo pero al mismo tiempo de aprobación, el pianista cerró los ojos y empezó a tocar, se imaginó él solo sentado en ese piano en la oscuridad y la luz que lo iluminaba, sintió otra vez ese Aura agradable y ahora más familiar, la melodía ayudaba a la imaginación, y en un giro de 360º el pianista toca tranquilamente en medio de la oscuridad, cuando de repente siente un fuerte soplo directo a su cara y abre los ojos rápidamente y solo escucha el fuerte sonido de un gran soplo y toda la luz blanca cegando su vista, en ese momento torpemente toca las teclas y se interrumpe la melodía, el pianista abre los ojos algo asustado y sorprendido.

 

 

 

Obispo - ¿Te encontrás bien? –tocándole el hombro-

Jin – Si, si estoy bien –mira muy extrañado-

Obispo –tratando de que pase la tensión- Los domingos las reuniones son a las 9 de la mañana, llegá a tiempo así tocás estos himnos como preludio, los 2 siguientes himnos del himnario son los que vamos a cantar ese día.

Jin – De acuerdo –Se levanta del asiento del piano y sigue al obispo a la entrada de la capilla-

 

 

 

Ambos se van del sector del piano, el obispo mientras camina tiene una cara de agrado al ver que el pianista, para decir que no sabe tocar piano, hizo una gran presentación, en el piano, las teclas que tenía rotas, volvieron al estado normal.

 

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