“Dayu, mira.”

“Oh, las flores.”

Taeyeon comparte una sonrisa con Dayu. Sólo ellos, conocen el significado de las flores, que acaban de ver en el río. Flores de durazno. Solían hacerla sentir triste, pero ahora, solo elige quedarse con recuerdos felices... Esos maravillosos recuerdos, de aquellas veces que paseo bajo los árboles de flor de durazno, junto a una niña, que una vez conoció. Ha dibujado miles de árboles de flor de durazno desde entonces y resultó ser popular entre los clientes para su sorpresa. Sus clientes dicen que las pinturas son mágicas, que las pinturas de flor de durazno, les dan una inexplicable sensación de belleza, a pesar de estar fuera de temporada.

Y cada vez que Taeyeon escucha tales elogios, todo lo que hace es sonreír y agradecerle a su cliente. El secreto de los árboles de flor de durazno, es algo que ella mantiene como un preciado recuerdo en su corazón, hasta el final de sus días.

Su carruaje se detiene y la puerta es abierta por un apuesto joven. Ofrece una mano para sostener Taeyeon pero Dayu lo golpea con una sonrisa.

“No, no toque la mano de mi mujer cuando yo esté cerca.”

El joven simplemente sonríe de vuelta. “¿Eso significa que se me permite tocar la mano de la señora cuando el Maestro no esté cerca?”

Dayu suspira y niega con la cabeza. “Cariño, creo que Zhouwei necesita una charla”

Taeyeon se ríe. “Tú eres la persona quien lo contrató. Ten el placer de tratar con él. Voy a tomar una siesta mientras tanto “, contesta, tomando la mano de Dayu cuando sale del carruaje.

“No me case contigo para que puedas dormir todo el día.”

Taeyeon se encoge de hombros y alisa su larga falda, arrugada. “Es demasiado tarde para arrepentirse, mi querido esposo.”

Zhouwei cierra la puerta y hace una reverencia. “Señora, voy a cuidar de los caballos y el carruaje. Por favor, tenga un buen descanso “.

Taeyeon asiente con la cabeza. “Gracias, Zhouwei. Toma,” ella saca una moneda de su bolso y se lo entrega al joven,“ Gástala y toma una buena merienda antes de volver. Has estado trabajado muy duro “.

Zhouwei recibe la moneda con una sonrisa radiante. "Gracias señora. ¡Es la mejor!"

Dayu ríe entre dientes mientras observan como Zhouwei vuelve a subir al carruaje y se aleja de la posada detrás de ellos.. “Lo estás mimando demasiado”.

“Trabaja duro y es fiel a nosotros. Se merece una recompensa de vez en cuando.”

Dayu sonríe. “Gracias por entenderme de esta manera.”

Taeyeon acaricia el hombro de Dayu. “Ten cuidado de acuerdo.”

“Lo tendré pero”, Dayu comienza a decir pero Taeyeon entra en la posada, obligándolo a ponerse al día.

Momentos después, Taeyeon está acostado en la cama, durmiendo la siesta como planeaba. Habían conseguido una mejor habitación de la que pidieron, sin tener que pagar por ello. Bueno, con fue con monedas. Al parecer, mencionar su nombre fue suficiente para lograr el reconocimiento, ante los ojos de los propietarios de la posada, y antes de que ella supiera que había pasado, estaba poniéndose de acuerdo para hacer una pintura al dueño de la posada. Nada mal, para tomarse un descanso del trabajo.

Dayu salió a buscar Zhouwei y a explorar los alrededores. Esta no era la primera vez que visitaban Hangzhou, pero la última vez que pasaron por ese lugar fue hace años. En aquel entonces, no eran tan ricos como ahora y fueron relegados a las zonas más sórdidas para dormir, además, tenían que ser cuidado con el dinero que les quedaba. Pero a juzgar, por el trato que recibieron del dueño de la posada, las cosas ya no eras las mismas para ellos. Ahora, eran Lim Yu y Taeyeon, marido y mujer, conocidos por el increíble don de la esposa en la pintura.

¿Cómo habían cambiado las cosas?. Su determinación para llegar a Shanghai no había sido en vano. Shanghai resulto muy diferente de otras regiones en las que habían estado. Al ser una región costera, Shanghai estaba más abierto a las influencias del exterior y Taeyeon, había sido gratamente sorprendida al conocer pintoras, cuando llegó por primera vez. Ella aprendió rápidamente, que las pinturas vendidas en Shanghaise eran valoradas por la virtud de sus habilidades y no por su o, lo que significaba, ya no tener que usar un disfraz.

Incluso entonces, no fue un comienzo fácil. Como el centro de artes, Shanghai era competitivo.

Habían tanto pintores compitiendo por la fama y la fortuna, y ella siendo nueva e incluso entras las pintoras mujeres, era difícil. Pero después de un año de dificultades, la fortuna que le había abandonado en la Finca de los Hwang, regresó, y le dio un encuentro con un coleccionista de arte rico de una tierra lejana, llamada Inglaterra. Ese hombre Inglés. echó un vistazo a sus pinturas y compró cinco de ellas a la vez. Luego, a través de un traductor, le hizo saber que iba a volver por más. Y la vida nunca fue lo mismo desde entonces.

El sol brilla y los pájaros pían cuando Taeyeon por fin abrió los ojos de nuevo. Dayu estaba a su lado, dormido, roncando ligeramente. Se levantó de la cama y se refresco. Un cambio de ropa y se puso al día.