Parte 1.

La primera vez que la vi.
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1). La primera vez que la vi.

 

No hay nada que Kim Taeyeon odie más que trabajar los sábados de verano por la tarde.

 

El café en el que trabaja desde los 16 años durante las tardes en las que no estudia es un lugar pequeño pero acogedor. Tan pequeño, que tan solo hay sitio para tres mesas pequeñas, un dispensario de azúcar, servilletas y sacarinas, un paragüero y una papelera junto a la puerta y la barra tras la que Taeyeon está todos los días a partir de las 5 de la tarde.

 

En un día normal el pequeño café recibe la visita en su turno de unas diez o tal vez quince personas que son fijas. Personas a las que Taeyeon conoce más que bien. Sabe los nombres de todos y los pedidos que le harán. Sabe quién le pedirá un café acompañado por un bizcocho, quién pedirá café negro y quién con leche, quién en lugar de pedir café pedirá té… de alguno de ellos, incluso sabe a lo que se dedican, si estudian o trabajan, si están solteros/as, si viven o trabajan cerca… tras cinco años trabajando en el mismo sitio durante casi los siete días de la semana, Taeyeon conoce hasta el más oscuro secreto del café y de sus clientes más habituales.

 

Por ejemplo, sabe que la señora Park se está divorciando porque su marido le fue infiel con la maestra de su hijo, sabe que Jackson Wang ha sido expulsado de la universidad por tener relaciones con una profesora, que dicha profesora (que conoció su café gracias a Jackson) ha perdido su trabajo y a su prometido, que Sulli (la chica alta y solitaria que viene siempre antes de la hora de cierre) está esperando un hijo del novio de su prima y que el señor Sooman (un hombre de más de sesenta años) acaba de conocer a su hijo tras no saber de su existencia por más de treinta años.

 

Taeyeon sabe demasiadas cosas sobre sus clientes para su gusto.

 

Además de los clientes fijos, al día se pasan también por el café una media de diez personas más. Todas esas personas no habituales. Gente que se pasa muy de vez en cuando por allí para pedir su café después de salir del trabajo, o en el caso de los estudiantes para descansar un poco tras largas horas de estudio, padres que premian de vez en cuando a sus hijos con un chocolate con churros… Taeyeon conoce a alguno de ellos, pero tan solo por el nombre. No son clientes fijos después de todo. De ellos no conoce ningún secreto.

 

Lo bueno de los días de entre semana es que sus veinte- veinticinco clientes, a veces más, se dividen a lo largo de la tarde y salvo a los universitarios que se sientan en las mesas para descansar y charlar entre ellos. Los demás hacen su pedido, le dan conversaciones mientras ella lo prepara (de ahí que sepa tanto de algunos) y después se marchan.

 

Sus días de trabajo son de los más fácil y “placentero” para ella.

 

Es por eso que Taeyeon odia tanto los días de verano, especialmente los sábados.

 

En verano, el café siempre parece estar más lleno que de costumbre con algún que otro turista tomando un “descanso” y más padres paseando que de costumbre. Pero incluso entonces es soportable.

 

Lo que no es soportable para nada, son los sábados por la tarde, sea verano o no sea verano. Pero más en verano. Todo el mundo ha decidido que los sábados son para salir con los amigos o familiares a tomar café en cualquier puesto que se encuentren en su camino; pero más especialmente en el suyo.

 

Una tontería si se lo preguntaban a Taeyeon. Para ella el sábado perfecto sería estar en casa todo el día con una persona especial, viendo películas, comiendo palomitas de maíz y hablando trivialidades. O incluso podría gustarle un sábado en algún lugar secreto y alejado. Siempre alejada de cualquier muchedumbre que pueda estropear su día.

 

El café en el que trabaja Taeyeon es conocido por su rapidez a la hora de servir los pedidos, por lo agradable que son sus meseros, por la rapidez del servicio y por lo deliciosos que son sus bizcochitos de zanahoria y chocolate. De ahí que tanta gente visite su local en los días de fiesta, fines semana y verano en vez de perderse por el mundo o quedarse en casa.

 

Lo malo de esos días, los sábados sobre todo. Es que Taeyeon tiene que atender a más de cincuenta personas en tan solo cinco horas; y la mayoría de esos clientes, salvo sus clientes fijos siempre deciden quedarse de charla dentro del café mientras el resto de sus amigos reciben su pedido, lo que hace imposible que el café tenga un ambiente acogedor los sábados.

 

Lo único que Taeyeon puede escuchar en esos días son los gritos de algunos de sus clientes intentando hacerse escuchar por encima del barullo que monta el resto de la gente a su alrededor. El café parece una discoteca en su hora de apogeo.

 

Y es que, ¿A quién se le ocurre quedarse dentro de un café en el que apenas caben treinta personas cuando ya hay otros veinte adentro? Solo aquellos que creen que un pequeño local de café es una discoteca.

 

Hay gente que nunca entenderá el significado de una cafetería de servicio rápido…

 

La gracia está en pedir tu café, esperar tu café y marcharte con tu café.

 

El día de hoy Taeyeon ha atendido ya a diecisiete personas y tan solo son las seis de la tarde. De esas diecisiete personas (sin contar las otras diez que ha atendido su compañero) nueve han sido más que amables con ella, tres no han pronunciado más palabra aparte de su pedido, dos se han enfadado con ella porque no les gustó el café (como si ella tuviera la culpa) y tres le han cambiado varias veces su pedido (uno de ellos cuando ya había preparado la mitad del café) haciendo casi imposible que hiciera bien su trabajo.

 

Y ahora mismo Taeyeon se encuentra atendiendo a la señora que sigue insistiendo en que pongan un poco de whisky den su café; Taeyeon ya no sabe que más decirle para que entienda que no se sirve ningún tipo de alcohol en la cafetería.

 

La señora termina yéndose enfadada con ella por no atenderla como es debido. Como si fuera culpa de Taeyeon que no tengan alcohol en una cafetería…

 

Y luego por qué le pregunta el por qué odia los sábados por la tarde. Ha aprendido a odiarlos gracias a su trabajo.

 

Suspira pesadamente antes de atender a su siguiente cliente. Debe ser amable ante todo, él o ella no tiene la culpa de que algunos clientes sean personas desagradables.

 

Pero algo se roba completamente su atención. Un rayo de sol de carne y hueso que parece estar a punto de entrar a la cafetería.

 

Tras el gran ventanal de la entrada se puede ver claramente a una chica pelirroja, alta, ojos de chocolate y dueña de un cuerpo impactante.

 

El nuevo cliente es sin duda la chica más hermosa que Taeyeon alguna vez haya visto. Tan guapa que incluso podría ser una modelo. Tan guapa que ha conseguido dejar embobada a Taeyeon en tan solo un segundo.

 

Y como si la belleza de su rostro y de su cuerpo no fuera suficiente, la chica porta una preciosa y perfecta sonrisa que consigue iluminar toda la escena.

 

Tan absorta ha quedado Taeyeon en la chica pelirroja que ya se entraba dentro del local, que dicha acción hizo que Taeyeon ignorara completamente a un cliente que lleva casi un minuto llamándola repetidamente.

 

Sin embargo su compañero, que no es otro que su primo Heechul, sí que se ha dado cuenta de lo que acabó de pasar. Heechul también se ha dado cuenta de cuál es la razón por la que su prima pequeña se ha perdido en el “abismo” de su mente. Lo nota al seguir la mirada de Taeyeon, que sigue posada sobre la chica pelirroja que hace fila junto a otras dos personas.

 

Y aunque Heechul le encantaría tomarse su tiempo ahora para sacar a su prima de su letargo y reírse de ella un buen rato (pues es la primera vez que la ve casi babeando por alguien), sabe que ahora no es el momento. Ahora es momento de trabajar.

 

Sin embargo no puede evitar la sonrisa pícara que se posa en sus labios mientras llamaba a su prima.

 

“¡Taeyeon!”.

 

El leve grito del chico despierta por fin a la chica de su ensimismo. Da un pequeño salto y voltea para mirar a su primo sorprendida. No podía creerse que la haya pillado mirando a alguien de esa forma. No puede creerse que se haya quedado durante severos minutos mirando a una chica. Ella nunca había hecho algo así…

 

Por la sonrisa pícara en el rostro de Heechul, Taeyeon sabe que cuando terminen su turno el chico se va a reír de ella a más no poder.

 

Por la mirada enfadada que le da su cliente sabe que ya hay más de uno que se va a ir a disgusto con su trabajo, lo cual supone menos propina.

 

Y por la leve mirada que le da a la chica pelirroja en el final de la fila, sabe que no se ha dado cuenta de cómo la miraba. Menos mal!

 

Taeyeon se encuentra contando las cabezas que hay hasta llegar a la chica, todo haciéndolo disimuladamente mientras atiende a su siguiente cliente. Tiene la esperanza de que sea ella a quien le toque atenderla. Quiere saber si su voz es tan dulce como lo es su sonrisa.

 

Pero al mismo tiempo tiene la esperanza de que sea Heechul quien tenga que atenderla. Sabe con certeza que se pondrá tan nerviosa que podría ser una completa idiota delante de la pelirroja o diría alguna tontería… en cualquiera de los dos casos quedará mal ante ella.

 

Cuando por fin le toca a la pelirroja, Taeyeon nota tres cosas. La primera es que Heechul es quien la atiende, ya puede respirar tranquila. La segunda es que su voz es igual de hermosa que su sonrisa. Y la tercera, que no está sola.

 

No lo había notado antes. Estaba demasiado perdida en su sonrisa como para notarlo, pero a su lado están dos personas. Una chica morena y alta y un chico que bien podría ser el hermano de la chica morena. Y por el beso que éste posa sobre la mejilla de la pelirroja, seguramente es su novio.

 

Algo dentro de Taeyeon se rompe un poquito. Desilusión. Sabe que probablemente nunca volverá a verla, pero por algún loco motivo tenía una pequeña esperanza…

 

La ve marcharse de la cafetería junto a su novio y la otra chica mientras suspira levemente. Chicas como ella no se ven todos los días en una cafetería tan pequeña.

 

Chicas con una sonrisa tan brillante como el propio sol no se ven en ningún lado.

 

Después de todo, puede que Taeyeon ya no odie tanto los sábados por la tarde.

 

Desde luego, si tiene que pasar por más clientes intensos, tacaños y desagradables solo por ver una vez más esa sonrisa, lo haría a gusto.

 

 

 

2).La primera vez que hablé con ella.

 

Cuando Taeyeon vio a la pelirroja de sonrisa perfecta y deslumbrante aquel sábado de agosto, de verdad pensó que sería la única y última vez. Y tras un mes sin volver a ver a la chica en el café, Taeyeon no esperaba para nada volver a verla. Incluso se había olvidado de ella (solo un poco).

 

Es difícil toparse con chicas tan preciosas como ella más de una vez en la vida. Es como toparse de lleno con una celebridad; solo pasa una vez en la vida, y no todos tienen esa suerte.

 

Pero parece que la suerte está del lado de Taeyeon, porque desde hace casi dos semanas la pelirroja viene al café todas las tardes, menos los sábados y domingos para desgracia de Taeyeon.

 

Como si fuera un reloj. La puerta de la cafetería se abre a las seis y cinco de la tarde de manera suave. Tras la puerta siempre está la pelirroja de hermosa sonrisa. Solo que la bonita y reluciente sonrisa que acompañaba a la pelirroja en el verano, aquella vez que la vio por primera vez, ya no existe. Sí, la pelirroja sigue sonriendo. Le sonríe a Heechul cuando él es quien la atiende, le sonríe a ella cuando es su turno de atender su pedido y le sonríe al cliente que sale con su café en mano justo cuando ella entra. Pero ninguna de esas sonrisas es real. No tan real como la sonrisa que iluminaba aquel sábado de verano.

 

Tras recoger su chocolate con nubes, que la mayoría de las veces sirve Taeyeon, les da tanto a ella como a Heechul una leve sonrisa que nunca llega a sus ojos, y se da la vuelta para dirigirse a la mesa más alejada de la barra y de la puerta. Allí permanece sentada durante los siguientes treinta minutos, casi sin mover un solo músculo. Mirando a la gente pasar por el gran ventanal y tomando pequeños sorbos de su chocolate de vez en cuando. Incluso con la pelirroja dándoles la espalda, Taeyeon puede ver y sentir la tristeza que invade a su cliente favorita.

 

Pasados los treinta minutos se levanta de la mesa recogiendo sus cosas y el vaso de plástico vacío. Les da una última sonrisa que tampoco llega a sus ojos, y se marcha del local tirando el vaso en la papelera que está al lado de la puerta. Taeyeon está casi segura que la pelirroja es la única que tira su vaso en la basura en vez de dejarlo encima de la mesa, como lo hacen la mayoría de los clientes que utilizan las mesas en vez de la barra.

 

Muchas son las veces que Taeyeon ha querido ir hasta la mesa en la que se encuentra la pelirroja, decirle un “hola”, ofrecerle algo más para beber o comer… cualquier cosa que implique hablar con ella. Pero todas esas veces Taeyeon se ha encontrado paralizada por sus nervios. Como una niña de trece años ante su primer enamoramiento…

 

Nervios que no han desaparecido aun y que perduran desde hace dos semanas.

 

La primera vez que la pelirroja volvió a entrar a la cafetería, dos semanas atrás, Taeyeon se quedó inmediatamente sin habla. Tanto por la sorpresa de volver a verla tras un mes entero, como por el nerviosismo que invadió su cuerpo inmediatamente. Dicho nerviosismo impidió que fuera ella quien la atendiera. Tanto fue su nerviosismo que incluso Heechul lo notó. Y su primo, apiadándose de ella, fue quien de nuevo atendió a la pelirroja.

 

Lo único que pudo hacer aquella primera vez fue mirar de reojo a la chica, con su rostro agachado y limpiando un par de vasos que sin darse cuenta ya estaban limpios.

 

Tras aquel día, todos los que le siguieron fueron parecidos. Aunque día a día Taeyeon se ha ido acostumbrando cada vez más a la presencia de la pelirroja. Todavía ahora le cuesta decirle más de las palabras necesarias.

 

Con sus clientes Taeyeon siempre es alegre, amable y siempre intenta seguirles la conversación, pero con la pelirroja no es capaz de ser así. Con ella no es capaz de decir más de lo necesario. A veces no es capaz ni siquiera de devolverle la sonrisa que le da tras llevarle su pedido…

 

Y aun así Heechul quiere que hoy sea el día en el que por fin su prima le dirá a la pelirroja más de dos tristes frases. Heechul quiere que hoy le sonría, que sea amable y que coqueteé con ella…

 

Como si eso fuera tan fácil.

 

En momentos como este, Taeyeon se pregunta si su primo de verdad presta algo de atención a lo que pasa a su alrededor además de mirar su móvil y peinar su cabello en los ratos libres cuando no hay clientes. Porque si fuera así Heechul habría notado lo estúpido de su comportamiento delante de la pelirroja. Si su primo prestara atención no le pediría que fuera a darle conversación a la chica, que ya está sentada tomando su chocolate con nubes.

 

Pero en el fondo Taeyeon sabe que su primo si presta atención, y mucha. Después de todo observar a la gente es su pasatiempo favorito… después de molestarla a ella por supuesto.

 

“¡Venga Taeyeon!”. Le dice su primo zarandeándola levemente de un hombro y con esa sonrisa demasiado pícara en su rostro. Menos mal que el café está vacío, además de ellos y la pelirroja por supuesto. “Se van a pasar la media hora. Si no te das prisa se va a ir”.

 

“Bueno pues que se vaya, no tengo ninguna intención de hablar con ella hoy”. Le replica a Heechul apartándose de él empezando a organizar el poco desastre que tienen.

 

“¿Hoy?” jaaa. Como si tuvieras intención de hablar con ella algún día… si no eres capaz ni de atenderla bien”. Le reprocha dándole la vuelta por los hombros para poder verla, su sonrisa burlona aún en sus rostros.

 

“Pues por eso idiota!!! Si caso no soy capaz de hablarle sin tartamudear, cómo quieres que vaya y le hable…”. Le dice rodando sus ojos como si fuera la cosa más lógica del mundo. Que lo es. Seguramente haría el payaso enfrente de la pelirroja. “Y encima pretendes que coqueteé con ella…”.

 

“¡Pues claro! ¿No es eso lo que tú quieres también? Porque si no es así, no entiendo entonces las miradas de ensueño que le das”.

 

“Primero, no son miradas de ensueño”. No hay forma de que Taeyeon reconozca eso delante de Heechul. “Segundo, cómo quieres que coqueteé con ella si apenas puedo articular alguna palabra delante suyo. Además mírala”. Le dice girando ella misma para mirar a la chica pelirroja que permanece absorta en su asiento.

 

“La miro, la miro”. Se burla suprimo poniendo voz de tonto, recibiendo poco después un golpe de parte de su prima.

 

“Tonto”. Rueda los ojos una vez más y se inclina sobre la barra suspirando una vez más. “Hee, aunque pudiera ir y coquetear con ella, ¿De verdad crees que me haría caso? Para ella no seré más que una niña”. Reconoce mirando a la chica y determinando que debe estar entre los 24 y 26 años. “Y ni siquiera sé si le gustan las chicas”.

 

“Vale. Primero, tienes 21 años Tae, no eres una niña. Segundo, ¿Por qué no te haría caso? Incluso yo que soy tu primo debo reconocer que estás muy buena”. Heechul pausa un momento su discurso para hacer una falsa mueca de asco y Taeyeon aprovecha para rodar de nuevo los ojos. “No puedo creer que haya dicho eso. En fin… tercero, no sabes si le gustan las chicas pero hay posibilidades y con eso basta. Así que sal de la barra, ve donde ella y coquetéale. Y hazlo rápido, porque faltan cinco minutos para que se vaya”.

 

Taeyeon no se puede creer lo que escucha y menos aún se puede creer que de verdad se lo esté planteando. Después de todo, ¿Qué es lo peor que puede pasar?... que pierdan un cliente…

 

Girando los ojos una vez más y abriendo la puerta que separa la barra del resto del café, Taeyeon decide que está dispuesta a perder a un cliente pero por lo menos debe intentarlo.

 

Cuando menos se lo espera ya está caminando hacia la mesa más alejada del café. Está a punto de volver por donde vino cuando escucha la risa de su primo, y eso le basta para coger las fuerzas necesarias y hacerlo. Si vuelve sin haber hablado con la pelirroja su primo no dejará de molestarla hasta que se decida.

 

Sus nervios se apoderan de ella cuando se acerca a la mesa y de nuevo la invaden esas ganas de huir. La pelirroja ha girado su rostro al escucharla llegar y la mira expectante. No hay vuelta atrás.

 

“Ah, hola”. No puede decir más, su lengua se traba. ¿Por qué decidió hacerle caso a Heechul? A estas alturas de su vida ya debería saber que NUNCA debe hacerle caso. La pelirroja enfrente suyo le regala una leve sonrisa contrariada. “ahh, me preguntaba si querías algo más de beber o tal vez de comer. Los bizcochos de chocolate están recién sacados del horno”.

 

La chica pelirroja la mira con una sonrisa divertida y Taeyeon se maldice internamente. Su nerviosismo le ha jugado una mala pasada y ha dicho lo último de forma rápida y casi inentendible.

 

“Gracias, es muy amable de tu parte, pero lo cierto es que estoy a punto de irme”. Le dice regalándole una tierna sonrisa pero sin llegar a sus ojos.

 

“Oh, bueno. De todas formas, que sepas que si quieres cualquier cosa cuando estés sentada, solo tienes que pedirla… yo la traeré”.

 

Inmediatamente después de decirlo se arrepiente. Pero basta con ver a la pelirroja sonreír para ya no estar tan arrepentida.

 

“¿Sabes qué? Creo que voy a llevarme uno de esos bizcochitos. Después de todo estás siendo tan amable. Podrías ponerme uno de esos y un descafeinado para llevar, por favor”.

 

Taeyeon quiere decir algo más, pero lo único que sale de su boca es un suave “como deseé” mientras se aleja de chica.

 

Tras dedicarle una leve sonrisa nerviosa se aleja de la mesa directamente a preparar el pedido de la pelirroja, mientras esta se empieza a preparar para irse. No ha coqueteado con ella como quería Heechul, pero por lo menos le ha dado una buena impresión a la chica de sus sueños.

 

Heechul la espera en la barra ansioso por escuchar lo que tenga que contar, pero Taeyeon lo calma inmediatamente con un “calla”. Sabe que la pelirroja la sigue de cerca.

 

Prepara su pedido con rapidez y algo de torpeza, la pelirroja la mira desde

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Comments

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RaeJimSoneForever #1
Chapter 2: Me encantó ♡ Estuvo hermoso
LlamaAmerica #2
Chapter 2: Simplemente woooow que historia ahhhh!!!! Me encantó!!!! Gracias!!!! TaeNy<3
jhabbo #3
Chapter 2: que hermoso me encanto
Enssei #4
Chapter 2: Ternurita de TS <3
Gracias por compartir ~
Esperaremos con ansías las próximas historias <3
sone009_ #5
Chapter 2: Bello >.< me encantó
soshicat1992 #6
Chapter 2: Awww hermoso hermoso sin duda alguna *-* gracias por este oneshot :D
loca12 #7
Chapter 2: Se volverá en mi historia favorita si la continúas.
taenygt05
#8
Chapter 2: Que lindo ❤
roguecr #9
Chapter 2: continuala un capitulo o dos mas. xfis xfis sta muy bonito el fic.
Marcia2903 #10
Chapter 1: no seas mala siguela
Esta muy buena