Cueva de Cristal

Crystal Cave (Cueva de Cristal)

TaeNy al fin y al cabo... es el primero que hago, so... adelante.¿? 

**

 

Jessica y TaeYeon se encontraban en un café en el centro de la ciudad, era día viernes por fin para ellas, quienes trabajaban cinco días a la semana. Con un respiro, todas decidieron relajarse y ponerse al día de sus pendientes, eso incluía a Tiffany quién aún no se aparecía por el lugar.
Algo que enloquecía a TaeYeon, era la impuntualidad que las personas tenían, por lo que en un gesto de desagrado, volvió a acomodarse en su asiento dejando la taza de café sobre la mesa de mala gana, Jessica lo notaba, pero no quería decir palabra alguna. ¿Miedo? No podía sentir aquello todavía, no hasta tener a Tiffany cerca de su novia.

 

—Sabes… Dicen que Tiffany se casará.— murmuró Jessica mientras no quitaba sus ojos de su novia, a la par que llevaba la pequeña taza de cerámica a sus labios. TaeYeon sabía aquella noticia, pero no la aceptaba, estaba esperando a que la ajena confirmara todo, debía hacerlo pero más que enojarse, se sentía estafada y engañada por Hwang.

—¿Desde cuándo eso nos incumbe, mh?— volvió a reponer la más baja con un tono de molestia, aunque aquellas palabras no fueran de aliento, a Jessica le aseguraban de una forma extraña que TaeYeon no se iría de su lado, por lo que simplemente negó a su pregunta para luego encoger sus hombro.

 

Jessica dejó la taza de café sobre la mesa y posó su diestra en el brazo de TaeYeon, realizando una suaves caricias en su piel. Tensó sus labios para intentar evadir el tema de Tiffany, sabía que producía cólera en la más baja por lo que con ese gesto, intentó apaciguar las aguas de su corazón. TaeYeon en cambio, sólo volvió a sentir otro escalofrío recorrer su cuerpo ¿Desde cuándo sentía eso por Jess? Su novia de hace cinco años ahora sólo le causaba molestia, aunque siempre fue así, antes no era tan notorio. Vagabunda de sus propios pensamientos, TaeYeon se dignaba a mirar solamente por el cristal que daba con una calle, cada persona que entrara al local debía pasar por allí. La estaba esperando, nerviosa y con un temperamento bastante sensible, comenzó a golpear sus dedos contra la mesa.

 

Hace tres años exactamente, por alrededor de Agosto, Tiffany se había declarado a TaeYeon en el mismo café, pero ésta no le podía corresponder, no quería perder aquella amistad que habían forzado por un estúpido sentimiento que para TaeYeon sólo causaría problemas, a raíz de eso, Tiffany se quebró. Tiff pensaba que la ajena la había cambiado por Jessica, una chica que había conocido en un bar, pero no fue del todo así. TaeYeon amaba a Tiffany como nunca había amado a alguien, su cuerpo deseaba estar con la calidez que el ajeno le otorgaba cada día, se volvió dependiente de su cariño y de su atención, lo malo es que se dio cuenta demasiado tarde, pensó que aquello duraría para siempre, pero no, ella misma creó al monstruo que Tiffany llevaba en su interior. Ante el cambio abrupto de Tiffany en su conducta, TaeYeon sufrió, sufrió bastante y así mismo, se vió reflejado en su inestabilidad emocional, pensó en algún momento de su vida que había amado a Jessica, lo pensó o por lo menos lo intentó, pero el día en que Tiffany se le declaró, TaeYeon habló con Jessica, fue honesta y cruel, sus palabras aún permanecen escritas en la memoria de ambas.

 

''Entiende, no te puedo amar, ya no siento siento nada, no tengo ningún lazo que me una a ti. Creo que esto simplemente fue un error, siempre me haces sentir vacía.’’

Aquellas palabras fueron las que quebraron el corazón de Jessica hace algunos años, clavadas hasta el fondo de su alma, su corazón se estremeció a la par que su ceño se fruncía. Jessica no pudo renunciar ante la compañía de TaeYeon, que más que amor, era una obsesión por no quedarse sola, ahora yacían cinco años de su compañía y no podía dejarla ir.
TaeYeon aún miraba por la ventana hasta que ella apareció, tensó sus labios en una leve sonrisa, se sentía bien, cómoda, de forma inconsciente un suspiro salió de sus labios; aquél que de la misma forma, sacó de los pensamientos a Jessica, haciéndole entender que Tiffany ya se encontraba en el recinto. Pero no todo era felicidad, ahí venía ella, su mano entrelazada a una que no era la de TaeYeon, su sonrisa ahora estaba embalsamada por una alegría que no le propinaba la más baja. El corazón de la más baja se achicaba ante cada momento de felicidad que podía presenciar ante la pareja que venía caminando.

Jessica y TaeYeon sonrieron de la forma más falsa posible, un espectáculo digno de ver, Tiffany sabía, sabía lo que ahí pasaba pero optaba por el papel de tonta, le hacía más fácil sobrellevar todo y así mismo, no causar más daño. Bastaron unos minutos y la pareja ya estaba sentada en la mesa, unos saludos informales rompieron la tensión que en el ambiente se provocaba.

—Ah… lo siento chicas, Khun decidió ir por una cosa antes de venir, por eso demoramos.— Inquirió Tiffany mientras tomaba la carta sobre la mesa, dejando ver su anillo de compromiso. TaeYeon lo notó rápidamente, tragó saliva y devolvió su mirada al chico. Lucía bien, era bastante guapo, se notaba que era de una familia adinerada a simple vista.

—Yah… MiYoung ¿Acaso no nos vas a dar la noticia? Con TaeYeon la hemos estado esperando toda la tarde.— comentó Jessica mientras su mano entrelazaba la mano de su novia, aquella pregunta hizo que el silencio se volviera aún más incómodo, Jessica era una experta en aquello.

 

—Sabes que detesto que me digas así, mh. Pero… sí, Khun me acaba de proponer matrimonio.— respondió Tiffany mientras alzaba su mano dejando ver un pequeño anillo el cuál poseía una piedra por encima. Los ojos de Tiffany se dirigieron rápidamente a los de TaeYeon, buscando alguna aprobación ante su acto, sin embargo, sólo obtuvo un ‘’Felicidades’’ de parte de Jessica, TaeYeon sólo se limitó a sonreír.

 

Las horas en ese café lucían eternas, por lo menos para tres personas de allí, Khun en cambio, no estaba al día de aquellas peleas que las chicas tenían, para él, todo lucía a la perfección. Ante unos cuantos comentarios, él intentaba hacer lo más amigable posible, por lo menos era su intención. Jessica y Tiffany se reían de sus bromas, aunque lo hicieran con una falsedad, ambas chicas estaban preocupada por la estabilidad de TaeYeon, quién de un momento a otro, frunció su ceño y se paró de su asiento. Por inercia Khun dejó de hablar, un poco sorpresivo ante aquella reacción, pensó que había dicho algo malo, algo estúpido o algo que a la ajena le incomodaría. Iba a comentar algo, a disculparse más bien con TaeYeon pero ésta ya se encontraba caminando hacia los baños.

 

—¿Dije algo estúpido?— comentó con un tono de preocupación el muchacho, miró a ambas chicas quienes se encontraban en una disputa por quién perseguir a la más baja.

 

—No, nada, sólo que Taeng anda en con las hormonas revolucionadas.— musitó Tiffany en modo de broma, notando que sólo Khun se había reído. —Iré a verla, esperenme aquí.— inquirió la misma chica mientras se apresuraba en perseguir a la más baja.

Jessica sólo se pudo disculpar con el chico, no sabía que pasaría, tenía miedo. No le gustaba dejar a aquellas dos solas pero para suerte del destino, Khun comenzó a sacarle plática.  

 

TaeYeon se encontraba apoyada en el mueble del lavamanos, con un ceño bastante fruncido intentaba calmar su corazón agitado. Sus pensamientos la estaban amenazando, uno que otro pensamiento insano acechaba su mente y sus sentimientos, no quería cometer algún error del que se pudiera arrepentir pero Tiffany dejaba aflorar todas sus emociones sin control alguno, y ante ese pensamiento la puerta del baño sonó. La voz de Tiffany se escuchaba desde afuera pidieron entrar, TaeYeon simplemente tragó saliva y se miró al espejo una última vez.
Se acercó a la puerta y quitó el seguro, Hwang notó aquello y supuso que eso le daba un paso para entrar, no demoró más de unos segundos y ya se encontraba dentro del baño. Otro sonido salió en aquel silencio, Tiffany cerró la puerta nuevamente con el seguro.

—Taeng… yo.— y antes de que la chica pudiese decir alguna otra palabra, TaeYeon ya tenía sujeta su cintura y a la vez, sus labios estaban pegados a los ajenos. Tiffany no tuvo tiempo de reaccionar, sólo empujó a TaeYeon un poco. —TaeYeon.— volvió a comentar con un tono de voz más serio, nerviosa, de todo los años que fueron amigas, ese era su primer beso con una chica, con la chica que quería, con la que había deseado tiempo atrás pero la misma que rompió su corazón en pedazos, sentimientos encontrados era lo que sentía Tiffany cuando miraba el rostro de TaeYeon.

 

La más baja no dijo nada, su mirada lo podía decir todo; no era una persona que se lanzara así como así a la vida, pero Tiffany le causa ese deseo, ese sentimiento de que todo valía si estaba con ella. Necesitaba volver a sentir ese cariño y calor que sólo esa chica podía darle. Las cejas de TaeYeon se fruncieron ligeramente, sintió aquella separación como un rechazo ''¿Así se había sentido Tiffany cando ésta la rechazó? ¡Dios! ¿Qué había hecho?’’ los pensamientos de culpa volvían a invadir su mente.

 

—L-lo siento… de verdad no sabía lo que hacía.— murmuró TaeYeon con una voz un poco quebradiza, aquellas palabras no se referían exactamente al beso que recién hubo entre ambas, sino más bien al mero hecho de no corresponderle hace unos años.

Sin poder decir alguna otra palabra, Tiffany elevó su mano y la puso en la mejilla de la más baja, tratando de consolar aquel sollozo que asomaba por salir de los ojos de Tae.

 

—Yeonnie… creo que el momento ya fue, no podemos culparnos ahora.— comentó con un tono bastante seco, sí, Tiffany estaba resentida. En cambio el corazón de TaeYeon volvía a partirse en miles de pedazos ¿Era eso posible? Tiffany volvió a pisotear su corazón, una y otra vez.

 

—Pero… Di que no me amas.— comentó a secas TaeYeon mirando el rostro angelical que Tiffany le ofrecía, la contraria esbozó una sonrisa, una falsa sonrisa que Tae sabía lo que significaba. —Di de una puta vez que no me amas, Hwang.— volvió a repetir esta vez, con un semblante más serio y desesperado. No hubo respuesta, sólo que esta vez la sonrisa de Tiffany desapareció. —Te esperaré mañana… aquí, en el mismo café, si me eliges, no te dejaré escapar nunca, no te soltaré de mis brazos, no te dejaré caer, Tiff. Porque serás mi chica, serás mi mundo completo… serás como una fotografía grabada siempre en mi mente, no podría olvidarte jamás.— volvió a comentar TaeYeon, girando ligeramente su rostro para depositar un beso en aquella mano que sostenía su mejilla. —Por favor… elígeme.—

 

El silencio nuevamente reinó en la habitación, sólo se podía escuchar ambas respiraciones agitadas, desesperadas, pedían a gritos que todo terminara de una vez, pero el orgullo y los celos, podían más que sus sentimientos naturales y honestos. Tiffany no dijo nada, y ante tal silencio y miradas mágicas, volvió a perderse en los pequeños ojos que lucían como delfines; TaeYeon siempre tenía ese poder sobre ella. No obstante, un golpe deshizo todo lo mágico del lugar, la voz de Jessica preguntaba si todo andaba bien. Ambos cuerpos se alejaron de inmediatamente ante el susto, pero TaeYeon aprovechó ese momento para depositar un corto beso en los labios impropios, tensando una sonrisa luego ante su acto triunfador. Sacó el seguro y se topó con el rostro de Jessica, su novia. ''¿Habrá escuchado algo?’’ pensó mientras le miraba de forma fija.

—Jess, nos vamos a la casa. Ya estoy aburrida y no quiero hacer perder el tiempo a la pareja de tortolos ¿Vienes conmigo o te vas a quedar con ellos?— preguntó mientras se disponía a salir del baño, dejando atrás todo recuerdo que tuviera que ver con Tiffany. Jessica sólo asintió, se iría con ella, mas no antes de decirle unas cuantas palabras a la chica que tenía en frente, Tiffany.

Asegurándose de que TaeYeon estuviera lo suficientemente lejos, se apoyó en el umbral del baño.

 

—Ni se te ocurra aparecer mañana aquí, sabes. Estoy bastante feliz de que tengas novio, de verdad. Así puedes dejar de molestar a TaeYeon.— acotó Jessica mientras se cruzaba de brazos. —Sabes… el día en que te declaraste, Taeyeon llegó riendo a la casa, contándome que su mejor amiga se había enamorado como una perdedora, Hwang, no pierdas el tiempo, TaeYeon no sabe ni siquiera lo que es el amor.— mintió Jess, esbozó una sonrisa y se despidió con su mano como si nada hubiese pasado.

Tiffany en cambio, destruida ante sus palabras, no sabía a quién creerle, sentía que en las palabras de Jessica por más mentiras que fueran, algo de verdad había. La agonía invadió su cuerpo, no pudo reaccionar ni decir nada durante unos minutos, necesitaba pensar. Su vista se posó en su argolla de matrimonio  ‘’¿Y si se iba con TaeYeon qué debería decir a su padre? ¿A sus hermanos? ¿Cómo quedaría ella?’’ Cada interrogante era peor que la otra, trató de reponerse y volver donde su novio pero aquella propuesta volvía a invadir su mente.

 

Las horas habían pasado, tanto Tiffany como TaeYeon se encontraban distraídas ante sus pensamientos y decisiones, Jessica en cambio, sólo evitaba de que TaeYeon saliera de su casa mañana.

—¿Haremos algo mañana? Es sábado, tenía planeado ir donde mi hermana, quiere hablar contigo.— mintió Jessica mientras se notaba la impaciencia en su voz, inquietante; su mirada seguía a TaeYeon por todo el departamento quién se negaba a cada invitación que le hacía.

 

Con su ceño fruncido, se acercó a la más baja rodeando su cuello, realizó un leve puchero mientras no dejaba de mirarle, en cambio TaeYeon se tomó por sorpresa aquel gesto, un poco inquietante sólo pudo esbozar una sonrisa nerviosa. Ante el silencio frío de la habitación, Jessica acercó sus labios de una forma más apasionada, quería volver a conquistar a la más baja, quería volver hacerla suya, pensaba que tenía el poder de quitar aquella imagen de Tiffany que tenía su novia, por lo menos, tenía aquella obsesión con TaeYeon. No obstante, TaeYeon no podía seguir, cada beso que sentía de la ajena le desgarraba el alma, sentía que engañaba a Tiffany, sentía que la hería con cada caricia que de cierta forma, le correspondía a Jessica.
Jessica estaba ganando terreno, TaeYeon no estaba dentro de sus cabales, pensaba en Tiffany; siempre pensaba en ella y ese momento no sería la excepción, ante la debilidad que mostraba TaeYeon, Jessica aprovechó de llevarla a la cama, la haría suya aunque fuera la última vez en su vida, porque lo sentía, sentía que cada día la iba perdiendo aún más. No se sentía amada y menos correspondida, ahora el o sólo se convertía en algo para satisfacer sus necesidades, o por lo menos así era para TaeYeon.


Tiffany en cambio, tenía su mente en otra parte, era tarde y yacía en el departamento de su novio. Khun después de todo era un buen chico, y eso la hacía sentirse culpable. Desde aquella tarde en el café, las palabras de TaeYeon no podía sacarlas de su mente; así mismo pasó con sus labios, los sentía siempre, aquél impulso que tuvo la había hecho realmente feliz. Sus pensamientos la distraían completamente,el chico en cambio comenzaba a acercarse a ella con una mera intención, unos cuántos besos en el cuello de Hwang y esta ya caía, pero esta noche no fue así, por lo menos a Khun le costó un poco más que sólo besos en el cuello. Algo frustrado, buscó el rostro de la chica, quería estar con ella, pronto serían noches inolvidables para ambos, estarían casados en un abrir y cerrar de ojos.

—Yeonnie...— masculló apenas Tiffany mientras su chico estaba a su lado, tratando de hacerla suya, aquél nombre que salió de sus labios hizo que abriera sus ojos de golpe, estaba extasiada pero no era por Khun, sino por TaeYeon.

—¿Qué? ¿Qué dijiste?— volvió a preguntar el chico, con el ceño fruncido, no hubo respuesta alguna. Sus miradas se volvieron a chocar con una interrogante pero Tiffany salía salir de aquella. Tomó su rostro y lo besó de forma apasionada, aunque fuera Nichkhun, en su mente podía pensar que era Taeyeon.

 

Ambas chicas con sus corazones agitados, sus almas se podían conectar la una con la otra aún estando a metros de distancia, kilometros, aquello aterraba a cualquiera. Khun y Jessica no eran correspondidos de la mejor manera, pero de alguna u otra forma, sus parejas les correspondían y le daban la ‘fidelidad’ que creían merecer.

 

El sol no demoró en salir, ya era un poco tarde a decir verdad y para TaeYeon, era bastante tarde, debía salir antes de que el cuerpo de Jessica comenzara a despertar para ir a buscar algo de comer. Miró con un poco de melancolía y culpa la figura de la chica, sentía en cierto punto que le estaba haciendo daño, no la amaba, no la quería, y realmente, no le causaba más que molestia. ¿Por qué estaba con ella entonces? Volvió a tragar saliva ante sus cuestionamientos, quedó observándola unos minutos hasta que se dignó a prepararse. Por otro lado, Tiffany era despertada con unos suaves besos por toda su espalda, Khun era un buen novio, siempre era atento. El sentimiento de culpa volvía a invadirla ¿Qué debería hacer? Debía tomar una decisión pronto, el tiempo corría y vendría detrás de ella y TaeYeon tarde o temprano. Con un gesto arisco, esquivó el contacto de aquellos labios con su piel, devolvió con una falsa sonrisa a su novio, besó su frente y se dirigió a la ducha; necesitaba sacar a TaeYeon de sus pensamientos.

 

Era la hora. TaeYeon se encontraba entrando por el umbral de café del centro, y antes de poder sentarse en algún lugar, buscó la mesa en donde hace años Tiffany se había declarado, aquél recuerdo le hizo sacar una sonrisa, una sonrisa amplia. Se sentó al lado de la entrada, tenía vista en la ventana por lo que la vería llegar en cualquier momento. Nerviosa, juntó sus manos por encima de la mesa, su respiración comenzaba a agitarse y cada vez era más fuerte, el reloj de su teléfono indicaba que sólo faltaban cinco minutos. ¿Y Jessica? Antes de salir de casa, le llevó un desayuno perfectamente hecho a la cama, después de aquella velada era lo ‘mínimo’ que podía hacer, el jugo de durazno contenía una pastilla para dormir; TaeYeon sabía que no estaba bien pero si estaba despierta, Jessica evitaría a toda costa de que fuera a juntarse con Hwang.
Una mesera la sacó de sus pensamientos al momento de prender el televisor de la cafetería, aquello le había molestado sin duda, puesto que era muy propensa para distraerse. Mantenía su mirada fija en el noticiero y de vez en cuando, posaba su mirada en la ventana, esperando.

Tiffany por otra parte, se encontraba almorzando con su novio en el departamento, un poco aturdida por la hora preguntó a Khun.

 

—¿Qué harás hoy?— musitó casi en un susurro, sin mirarlo siguió procesando su comida mientras lo escuchaba atentamente. Khun en cambio no respondió nada, sólo realizó un gesto con sus hombros en son de que no sabía. Tiffany sólo asintió y se paró de la mesa, depositando un suave beso en la cabellera del chico. Para Khun aquello fue un beso de despedida, para Tiffany ya era una despedida.

Pensando en si ir o no donde TaeYeon, tomó las llaves del departamento propio y arregló su bolso, en el camino tenía dos opciones, su departamento que estaba a quince minutos en vehículo, o el café en donde se encontraba TaeYeon, ahí podía llegar caminando en diez. En la calle, indecisa, miró hacia ambos lados, no sabía qué camino debía tomar; recién acabó de despedirse de su novio y ya pensaba en juntarse con TaeYeon. ¿Era eso normal? Su corazón latía con mayor frecuencia con tan sólo recordar su nombre, empuñó su diestra y la llevó a su pecho, deseando saber lo que haría.

 

El teléfono móvil de TaeYeon comenzó a vibrar en la mesa, sobresaltada y nerviosa, vio su remitente. ‘’Tiffany’’, logró murmurar mientras lo abría con rapidez. Tragó saliva y con un nerviosismo leyó el mensaje, su sonrisa se ensanchó más de lo que había pensando, Tiffany llegaba en diez minutos, en diez minutos podía arreglar las cosas. En diez minutos el alma volvería a su cuerpo solamente para reencontrarse con su alma gemela. Inquieta e impaciente, aquellos minutos se le harían eternos, no obstante, pidió dos cafés, sabía con exactitud los gustos de su mejor amiga, por lo que no le molestaría que pidiese algo por ella. No podía creer que el mensaje dijese eso, no lo creía, tenía el teléfono entre sus manos leyendo el texto una y otra vez. Nada podía interrumpirla, ya pasaban ocho minutos y el café estaba ya sobre la mesa, no quería probarlo, no aún, tenía que esperar a Tiffany, quería hacer bien las cosas esta vez. Notó como el vapor que tiraba el café se iba perdiendo en el aire, una sirena interrumpió su pensamiento pero no le preocupó, volvió a posar su mirada en el café. Quince minutos y aún no tenía noticias ¿Se arrepintió? Volvió el miedo a apoderarse de ella, posó su vista en el noticiero de hace un momento, una noticia había comenzado a llamar su atención pues lucía cerca de donde se ubicaba y fue entonces cuando otro texto le llegó.

‘Pensaste que todo sería así de fácil ¿no? ¿Ya viste las noticias? Es mejor que corras a ver a Tiffany, o quizá aún está tirada en el camino. Ven luego a casa, te amo.’

 

Sus ojos se abrieron como plato, no lo creía. Tiró su telefono en la mesa y volvió a ver la televisión, esta vez, la noticia ya había salido de las pantallas. Sin poder creerlo, posó su mirada en el ventanal, había una muchedumbre no muy lejos de allí, inquieta, se paró de forma abrupta y salió del local. Su cuerpo tiritaba, su respiración no tenía una frecuencia definida y por lo mismo, su corazón latía como un loco, la agonía y ansiedad comenzaban a manejar su cuerpo, corrió lo más fuerte que pudo hasta empujar los cuerpos que tenía en frente, haciéndose paso para poder ver el cuerpo inerte que yacía en el piso.

 

—E-esos… esos zapatos.— murmuró sin despegar su vista del cuerpo que lo cubría una bolsa negra. Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos de forma abrupta, su cuerpo se congeló al momento de intentar avanzar, no podía. Su pie pisó algo, con cuidado lo removió y notó la argolla, la argolla que Tiffany Hwang estaba usando ayer.

 

Los policías atajaron su cuerpo antes de que éste cayera en medio de la calle, un millón de preguntas iban y venían, pero TaeYeon simplemente no podía responder. Lágrima tras lágrima brotaba de sus ojos, agonizando, intentaba forcejear con los guardias para poder ver el cuerpo de la chica. Necesitaba verlo, reconocerlo, no lo creería. No hasta que uno de ellos se acercó a la chica preguntando si era amiga de Hwang MiYoung.
Su corazón se congeló, no podía hablar, no podía decir nada que no fueran unos quejidos poco entendibles, se echaba la culpa de todo, todo el tiempo perdido, todo lo sufrido no valió nada.
‘¿Cómo podía haber perdido tanto tiempo? ¿Cómo le hizo esto al amor de su vida? Era una idiota’ era lo que pensaba mientras los policías intentaban calmarla, aunque no sirvió de mucho cuando vio a Khun llegar.

 

Quería morir, quería encontrar al inepto que había atropellado a Tiffany antes de poder matarse e irse junto a ella. No podía controlar su ira en aquel momento, era un mar de emociones que no se podía contener. Recuerdo tras recuerdo, cada uno se hacía más intenso que el anterior, Tiffany quería estar con ella, pero el destino de cierta forma se lo impedía, o quizá, Jessica simplemente se lo impedía.

El día anterior, Jessica había contratado al ‘inepto’ para que siguiera a Tiffany, debía conseguir a cualquier precio de que esta chica no apareciese en el café, independiente de los métodos, quería a TaeYeon para ella y para su sorpresa… lo había logrado, logró deshacerse de un problema que tenía, eliminó de la faz de la tierra al único amor de TaeYeon, pues… ¿Si no era ella no lo sería nadie, no? Ese era su lema, el lema de Jessica Jung, quién no era la primera vez que hacía esto.

 

Los días pasaron, TaeYeon no podía vivir sin Hwang, después de todo, aparte de un sentimiento de amor, había una amistad de ocho años, ocho años en dónde se conocían completamente, era la única persona que le hacía sentir cómoda. El funeral no fue algo tan extravagante, sólo fueron los cercanos, Khun en cambio, era otra persona que sufría la pérdida de un ser amado. Jessica sólo podía estar callada, debía darle el espacio a TaeYeon quién no sospechaba ni lo más mínimo de que toda la culpa siempre fue y será de ella, por ahora, Jess estaba libre, libre hasta que la policía encontrara al inepto que podría declarar.  



***

Prometo que el próximo será más... ¿Feliz? ;; <|3
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Comments

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mayryy #1
Chapter 2: Wow que final, sin duda sabes como atrapar al lector, ellas estarán juntas después de todo. En serio me encanta como escribes. Aquí ahí talento!!! =)
mrsimplexd #2
Chapter 2: Me gusto mucho este final es original es perfecto :,)
loveable11 #3
Chapter 2: nunca habia leido algo asi tan </3 .... pero me gusto a pesar de que termino asi >w< espero que hagas otro con final taeny :''3
taesica33
#4
Chapter 2: genial espero y actualices pronto tu fic. Me encanto el final
Ai_kunst #5
Creo que ya está terminado.¿? Haré otro más feliz.¿?
mrsimplexd #6
Chapter 1: Maigot :O
taesica33
#7
Tae se suicidara
Taengfeel #8
Chapter 1: :O sin palabras
loveable11 #9
Chapter 1: T.T no no puede quedar asi ¡¡¡ y justo cuando escuchaba una cancion triste termina asi </3 ...... haz algo autora n.n ... revive a tiff okno .... pero no lo puedes dejar asi :c espero que actualices despues u.u ....
Dwarf23051990 #10
Chapter 1: Plop!!! Murió, me hizo llorar.. Ni leeré el otro cap, ya no sirve de nada.. :c