Desde siempre me he preguntado… ¿Qué sería de mí si no la hubiera conocido aquel día?

Probablemente cuando hubiera llegado a la secundaria me habría fugado de casa quedando en el exterior, sola y a mi suerte, claro si antes no me volvía loca por el aislamiento… o en el peor de los casos me hubiera dado un tiro o saltado desde lo alto de la mansión de mis padres…

No soy depresiva, de hecho mis amigos suelen decirme que soy infantil, alegre y en extrañas ocasiones que soy el alma de la fiesta, y estoy de acuerdo con ellos, pero… cuando era pequeña existían y aún existen varias situaciones que me entristecían; Primero que nada, como mis padres son millonarios, dueños de la empresa más poderosa del país tienen que trabajar mucho, no tengo recuerdos de una navidad juntos, ni de una cena de día de acción de gracias. Mi cumpleaños solo era celebrado por mi hermano Jiwoong, recuerdo que ahorrábamos todo el año para comprar un galón de helado de chocolate y nos sentábamos a comerlo juntos hasta dejar vacío el bote para después llenarlo de agua y empaparnos. Además no me dejaban salir a ninguna parte sin que un par de guardias me acompañaran, mucho menos me permitían invitar amigos a la mansión… no sé qué piensen otras personas de esto, pero en lo que a mí respecta mi vida era miserable.

Literalmente tenía todo lo que deseaba y más, muñecas, vestidos, películas… todo lo que una niña de 5 años quiere. Pero solamente todo lo material, no pude sentir jamás el amor de mi madre, menos el de mi padre, y conforme mi hermano creció tubo menos tiempo para divertirse conmigo, crecí jugando sola en la mansión, rodeada de la servidumbre y los guardias que ni siquiera me dirigían la palabra.

Eso fue hasta los cinco años cuando ella llego a mi vida… exactamente un 19 de julio en un día normal de verano. Me sentía sola como siempre así que había decidido ir al parque. Me columpiaba, o eso pretendía pues mis piernas eran muy pequeñas y me costaba balancearme, mientras que a lo lejos dos guardias me vigilaban con gafas oscuras y carísimos trajes negros.

Lloraba en silencio en el columpio escuchando el cantar de las aves, y fue entonces cuando una dulce y melodiosa voz dijo:

-¿Por qué lloras niña?-Alce la mirada para verla, una niña con un lindo vestido rosa, zapatos negros y largo cabello oscuro me observaba fijamente.

-Nada, solo déjame sola-Recuerdo haberle dicho dándole la espalda aun sentada en el columpio.

-Mamá dice que si lloras mucho te saldrán arrugas-Caminó colocándose frente de mí y me tomo de los hombros dándome una sonrisa, pero no necesitaba su lastima, así que le volví a dar la espalda.

-Por favor déjame-Le suplique cansada, pero ella corría y se ponía enfrente de mi una y otra vez mientras yo me giraba dándole la espalda cada vez que lo hacía. Como había dado vueltas al columpio la cadena se desamarro haciéndome girar rápidamente en sentido contrario y caí al suelo-¡Auch!-Había caído sobre mi trasero y me dolía demasiado.

Ella empezó a reír después de ver lo que me había sucedido, no paraba de hacerlo y yo quería llorar, estaba empezando a molestarme, mire con enfado sus tiernos ojos color ónice mientras aplaudía carcajeándose y ella se detuvo asustada. La mire fijamente y empecé a reír reanudando la risa de ella también y posteriormente me ayudo a levantarme.

-Juguemos en los columpios, mis padres están trabajando, así que vine aquí, si quieres yo te columpio primero y después tu a mi-Asentí gustosa pues yo solo quería divertirme. Me subí de vuelta al columpio esperándola.

-Por cierto cómo te llamas-Pregunte sonriente mientras se esforzaba para empujar el columpio.

-Me llamo Stephanie Hwang, pero me gusta que me digan Tiffany, ¿y tú?-Los sonidos que hacia al tratar de empujarme eran tan graciosos que tenía que aguantarme la risa.

-Un gusto Tiphany, yo me llamo Kim Taeyeon-Respondí bajando del columpio-Y mejor yo te columpiare primero.

-De acuerdo-Dijo sentándose en el columpio emocionada-Y es Tiffany…

-Lo se Tiphany.

-¿Sabes? Dime como quieras…-Me sonrió mientras la empujaba al mismo tiempo que movía sus inquietos pies de adelante hacia atrás, una y otra vez.

Ese día jugamos en el parque hasta que el sol se había ocultado por completo, dos hombres vestidos de manera similar a los guardias que me cuidaban llegaron por ella en un auto y se la llevaron, sin ella preferí subir con mis guardias que me llevaron de vuelta a casa. Esa misma noche la volví a ver en la mesa de la mansión, nuestros padres, no solo eran socios… ¡eran amigos! Y ahí estábamos cenando en la misma mesa… ¿Quién iba a saber que desde entonces nunca jamás nos íbamos a separar?

Tiffany y yo asistimos a la misma primaria, a la misma secundaria, a la misma preparatoria, y actualmente a la misma universidad, nuestros padres se encargaron de que estuviéramos en la misma clase, pues nos necesitábamos la una a la otra para sobresalir, Tiffany era buena en las asignaturas que para mi eran complicadas y complementándola yo era buena en las que a ella le costaban, solo había una que ambas detestábamos… gimnasia.

De hecho gracias a que los padres de Tiffany convencieron a los míos que el contratar guardias para cuidarme era como tirar dinero a la basura, mis padres me retiraron la seguridad, y así pude divertirme con ella con total libertad, solo junto a Tiffany me sentía viva.

Hemos vivido tantas aventuras que decir todas es imposible, pero… por ejemplo; en el último de mis cumpleaños me invito a saltar en paracaídas, ella quería saber que se sentía aunque al final la tuve que consolar porque le había dado miedo y casi se hacía pipi, pero después se alegró porque yo lo disfrute.

Recuerdo nuestra primera pelea, fue por un peluche a los 6 años… y la primera vez que peleamos juntas, una niña boba molestaba a Tiffany en la secundaria, así que le di un golpe en la nariz que la hizo sangrar y Tiffany la abofeteo para después empujarla a la vez que atravesaba mi pie para derribarla. Si se metían con ella se metían conmigo también y a la inversa.

Como olvidar cuando se sentía mal en la escuela y tenía que cargarla hasta la enfermería, al día de hoy no sé cuántas veces me vomito encima pero no me importaba, después de todo ella hacia lo mismo por mi. Incluso cuando se resfriaba o tenía que quedarse en reposo yo iba a cuidarla y me obligaba a ver todas las películas de crepúsculo con ella una y otra y otra vez.

Incluso cuando su primer novio termino con ella… estaba tan triste que se encerró en su cuarto a llorar, no permitió que su hermano entrara siquiera, solo a mi me dejo apoyarla, le lleve helado de fresa, que por cierto es su favorito y me encargue de alegrarla con bromas, distrayéndola y jugando.

También nuestra primera fiesta con alcohol, fue en la secundaria, no quería ir para no exponernos a algún depravado que quisiera aprovecharse de nosotras, pero Tiffany me insistió tanto que accedí a acompañarla. Al final… si, se emborracho y tuve que llevarla a su casa cargándola sobre mi espalda.

Además gracias a ella conocí a mi primer y único novio; Leeteuk, un amigo de mi hermano, una vez mientras él estaba en casa ella noto que me miraba mucho y me animo a hablarle, de ahí nuestra relación creció. Pero como es mayor se tuvo que ir antes a estudiar la universidad en estados unidos, aun así ambos nos prometimos que si cuando volviera aun nos amábamos entonces continuaríamos lo que empezamos.

Sinceramente no me importan esos momentos