"Esta semana serán expuestas nuevas pinturas contemporáneas hechas por aficionados de la Universidad de Bellas artes, esperamos a todos durante..."

LuHan camino por las agitadas calles de Seúl, su semana había sido un completo éxito, su exposición fue pagada y comprada gustosamente por muchos ricos amantes de la bella mirada abstracta del rubio o simplemente porque deseaban algo con él y pensaban que para lograrlo debían adquirir algo suyo.
Error.
LuHan busca a una persona con quien compartir y discutir sus ideas, no, no a una persona, a un hombre, pues LuHan es homoual, si bien su belleza cautiva tanto a hombres como a mujeres, el jamás se sintió atraída por una, nunca. Y lo peor de todo es que siempre es buscado por ellas.
Casi siempre.
A sus veinticinco años esta solo, no recuerda la última vez que tuvo algo en serio, no es que no se haya dado un buen revolcón con algún tipo bonito en mucho tiempo, lo hizo, hace una semana exactamente, pero se siente vacío, necesita algo.
Necesita cariño. 
Necesita amor.

Camino dos cuadras más de lo pensado, rayos, no sabia que aquella universidad quedara tan lejos de su departamento. Cuando por fin visualizo el edificio dio un suspiro, nada mejor para un gran pintor que deleitarse observando el arte de la juventud de hoy, no es que él fuera una antigüedad pero asi se sentía.

Entro por un pasillo completamente blanco y reluciente, un aroma a flores artificiales impacto en sus fosas y no le agrado para nada. 
- Disculpe, ¿Dónde puedo encontrar la sala donde exponen las pinturas? - Cuestiono LuHan al primer hombre vestido formal que apareció ante sus ojos.
El hombre volteo y lo delinio con su mirada, simplemente asqueroso.
- Por allá - Apunto hacia el tercer piso - ¿Usted es-
- Él mismo, LuHan - Hizo una breve reverencia esbozando una sonrisa inerte, sin decir más se encamino.
¿Por qué siempre ocurría lo mismo? El o siempre estaba presente en los ojos de sus admiradores.

El salón era maravilloso, la iluminación lo hacia todo, dejo la bufanda que rodeaba su frío cuello en su bolso y comenzó a apreciar las obras de arte, realmente no le agradaba mucho el arte contemporáneo, es demasiado... Literal, explícito. Personalmente a él le gusta lo abstracto, jugar con los colores para que cada espectador se deleite con algo diferente. Observo más de cien pinturas no encontrando nada bello en ellas, cuando ya llego a las últimas diez visualizo una entre ellas algo peculiar, un hombre desfigurado con la mano en su entrepierna.
Finalmente, algo que valía la pena.
La observó con detalle, el hombre fue pintado sigilosamente dando a conocer sus magulladuras y moretones faciales. Para LuHan ello significó la debilidad de un hombre ante el amor, porque lo identificaba, porque se sentía como él.
- Hola - Dijo una voz tras él.