Una lágrima rodó por mis mejillas al reconocer la verdad que estaba sucediendo ante mis ojos. Frente a mí estaba ella, sus lágrimas corrían como dos cascadas y sus manos apretaban las mías con miedo, mi corazón latía torpemente. ¿Qué habíamos hecho para que esto saliera tan mal? ¿Por qué no solo me di cuenta de que estábamos cayendo en algo que jamás debimos seguir? – Bajé la vista con dolor y comencé a escuchar sus palabras.

-¿Esto es lo que quieres? – Preguntó con su voz temblorosa - ¿Me dejarás ahora? – Apenas podía reprimir el dolor que sentía con solo pensar en el hecho de olvidarme de ella, pero tenía miedo. ¿Quién no podría tenerlo? - ¡Maldición respóndeme!

-¿Qué quieres que te diga? – Pregunté alzando la vista mis ojos rojos e hinchados, temía volver a llorar frente a ella, una sonrisa irónica apareció en sus labios por unos breves segundos antes de volver a mirarme con tristeza. – Yo no sé qué hacer, sabes que soy joven.

-Y yo también lo soy pero te necesito ahora, debes estar a mi lado. Te lo suplico – Rogó mirándome a los ojos. ¿Cuánto dolor podíamos seguir cargando? Separé mis manos de ella y retrocedí unos cuantos pasos - ¿De verdad nos dejarás ahora?

-Lo siento – Retrocedí otros tres pasos más, se puso de pie mientras permitía que las lágrimas continuaran corriendo, sus manos llegaron hasta su vientre un poco abultado. ¿Qué debía hacer ahora? La había embarazado y no estaba lista para ser una ‘padre’ en este momento, volví a retroceder.

-¿Olvidarás lo que tuvimos? ¿Por lo que tratamos de ser felices alguna vez? – Me detuve unos segundos, unas lágrimas comenzaron a formar nudos en mi garganta, no sabía que decir. No podía con esto, debía escapar. Tan solo olvidar lo que había sucedido;  Alcé mi mano y comencé a agitarla antes de voltearme y empecé a correr aun con sus gritos llamándome - ¡¿Así quieres olvidar todo lo que tuvimos Taeyeon?!

“Perdóname Tiffany” – Lágrimas rodaron por mis mejillas mientras me alejaba cada vez más del lugar en el que habíamos estado.

Tan solo tenía 17 años, los había cumplido apenas hace un mes y mis sueños estaban comenzando a ir por el camino correcto, con la chica ideal, con una carrera como cantante en ascenso, estaba preparada para dar el siguiente paso, ser una estrella… pero no tenía miedo de eso, no, jamás pensé en temer a mi futuro, solo temo haber cometido el peor error de mi vida, al decidir no hacerme cargo de mi hijo, que crece lentamente en el vientre de la chica a la que tanto amo.

Y ahora te veo desde lejos, siempre estudiando, sola en un lugar, a veces llorar, y otras comienzas a reír, tu melodiosa voz me invita a buscarte pero vuelvo a recordar la manera en la que te dañé, una chica morena a veces te acompaña y acaricia tu rostro, siento que todo mi ser comienza a hervir cuando la veo tan cerca de ti, pero ella está haciendo bien, solo quiere volver a verte sonreír, sé que no lo harás con honestidad, un ser dentro de ti crece y es mío, lamento no ser la persona correcta para ti, estoy segura de que odias el hecho de no estar con la persona que amas, odio el hecho de ser la persona en la que más confiabas, me odio por ser tan idiota para haberte dejado. He sido una tonta sin remedio, y creo que no cambiaré las cosas en este momento.

El tiempo ha pasado lento pero esa chica morena sabe de la existencia del pequeño ser que crece en tu vientre, no sabes cuantas lágrimas he dejado que corran libremente en caída libre, he intentado cometer actos suicidas. Jamás pensé en el hecho de que me dolería tanto verte ser abrazada por alguien más y que ese alguien se agachara frente a ti y besara con delicadeza tu vientre, que lo acariciara y le hablara con tanto cariño. ¿Por qué yo no soy tan valiente para enfrentar las cosas? Estoy inmersa en este mundo donde la música me está haciendo crecer pero ¿Qué clase de persona es en la que me estoy convirtiendo? Te voy olvidando lentamente y a esa criatura, sé que por mi bien, por tu bien y por el de ese ser, es lo mejor que puedo hacer, lo único para lo que puedo ser buena.

Ya no sé cuánto tiempo ha pasado, te he visto un par de veces, y una sonrisa tonta ha adornado mi rostro unas cuantas veces al ver tu vientre crecido, puede que hayan pasado unos 7 meses, desde lo sucedido. Hace dos meses cumpliste tus 17 años y la primera persona que te abrazó fue esa chica morena llamada Yuri. ¿Sabes lo que ha dicho? Todo el mundo lo comenta pero tú no lo sabes, es un secreto que debería hacerte feliz, ya que ella piensa pedirles a tus padres el permiso para comprometerse contigo. Ha sido una excelente chica ¿verdad? – No veo la razón por la cual debas rechazarla, no importa si ese hijo es mío, ella te hará más feliz de lo que yo podría hacerte, mi carrera como músico irá en ascenso pero no te tendré a mi lado, sabes que yo lo decidí así. No pienses que sufro, no necesitas hacerlo, de eso me encargo solo yo.

Hubo un momento en que volví a acercarme a ti y Yuri me miró con miedo y enfado; ye habías desmayado y tenía miedo de lo que pudiera sucederle a mi pequeño dentro de tu vientre pero sobre todo a ti - ¿Qué es lo que te sucede? – Preguntó con brusquedad Yuri mirándome brevemente, me agaché a su lado y le miré – Mi-Mi-Miyoung – Tartamudeé nerviosa, llevó su mano a mi hombro negando brevemente. – No tienes por qué acercarte, estoy aquí para cuidarla – Respondió suavemente tomándola entre sus brazos, le miré unos segundos más, hace tanto tiempo que no veía tan de cerca, a Tiffany, mi corazón latió sobresaltado por lo que pasaba por mi mente y poco a poco comencé a retroceder. Tenía razón Yuri, no había motivos por los que tuviera que entrometerme, ella era su novia ahora y el ser que cargaba en su vientre, era su hijo, aun cuando llevaba mi ADN, seguía siendo ella su ‘padre’ porque aceptó a Tiffany con el hijo incluido.

La vida a veces te hace cambiar de opinión, puede dar un giro de 360° y sin saberlo estas tomando decisiones erráticas, mi error fue escoger la música en vez de a Tiffany, si tan solo la hubiera escogido a ella, jamás tendría que estar volviendo lo más rápido posible en un avión a Corea.

Mi corazón latía acelerado, bajé la vista una vez más, el reloj avanzaba tan lentamente y el vuelo seguía siendo lento, la irritabilidad me ganó y gruñí, nos faltaba aun una hora de vuelo, debía volver a Corea, tenía que encontrar el hospital general de Seúl. ¿Por qué esto tenía que estar ocurriéndole a ella? ¿Qué había hecho para sufrir de esta manera? – Mi corazón volvió a apretarse con fuerza, llevé una mano a mi pecho, dolía como si de un ataque se tratara, tenía que verla, al menos una sola vez, tenía que saber si estaba bien. Y todo por esa llamada de Yuri.

“¿Quién habla? – Pregunté tranquilamente sin mirar mi teléfono, un suspiro me dio a entender que si había alguien del otro lado del teléfono.

-Taeyeon soy yo, Yuri – Pronunció suavemente, fruncí el ceño extrañada por su llamada – Han pasado nueve meses ya… ¿sabes? – Su voz se notaba un poco triste, mi corazón comenzó a latir torpemente – No es necesario que vengas… no sé de todas maneras si quieres… bueno…

-Yuri, dime ¿Qué pasó con Tiffany? – Pregunté con miedo de lo que pudiera escuchar por el auricular, un suave gemido llegó hasta mi oído que estaba pegado al teléfono.

-Es Tiffany… o la niña – Respondió con dolor – No podrán salvarlas a ambas, solo una – Agregó, mi corazón se rompió en dos. Mi Tiffany, mi adorada chica, la mujer que amo, se iría de este mundo, o el fruto de nuestro amor. Lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas – El doctor dijo que no se trataba de la alimentación, tampoco de las vitaminas, más bien que Tiffany estaba cargando con una profunda depresión desde los primeros meses de gestación. – Tragué saliva, todo había sido mi culpa, si hubiera sido valiente, si tan solo hubiera dejado mi carrera, porque había decidido abandonar mi sueño, mi verdadero sueño. El ser la ‘padre y esposo’ de mi amada Tiffany.

-Tomaré un vuelo a Seúl, estaré lo más pronto posible allá, no quiero perderla.

Corrí por el lugar buscando a Yuri, todo lo que había hecho durante todo este tiempo era equivocarme, mi vida había sido un error pero cuando Tiffany apareció en mi vida, todo volvía a tener sentido, mi mundo había dejado de ser gris y no sé porque no me di cuenta de esto antes. Encontré a Yuri arrodillada llorando, mi corazón dejó de latir y mis pies siguieron su camino por inercia, la morena me miró un par de segundos antes de ponerse de pie y mirarme con más dolor – Esto… - Tragué saliva mientras intentaba respirar más tranquila - ¿Tiffany? – Pregunté débilmente, un gemido desgarrador volvió a escapar de Yuri, me abrazó con fuerza – Los doctores dijeron… dijeron que no pudieron salvarla… y la niña al nacer sufrió un ataque cardiaco porque la sangre no estaba bombardeando bien. – Mi mundo se cayó, mi corazón se partió en dos - ¿Qué le hiciste? ¿Por qué la dañaste tanto?

-Te equivocas, yo la amo – Intenté defenderme.

-¡La amabas, no te das cuenta de que ella ahora está muerta! – Me gritó con dolor mientras las lágrimas continuaban corriendo por sus mejillas y las mías.

-¡No! – Me separé bruscamente de ella, poco a poco retrocedí.

-¿De verdad te alejarás? ¿Ni siquiera la despedirás? – Continué avanzando, mi corazón ya no latía, mi cuerpo solo se movía por la última voluntad que debía cumplir. - ¡Cobarde!

“No me despediré de ella, porque volveré a estar con ella y mi hija ahora”

Corrí escaleras arriba, si ella no estaba en este mundo conmigo, yo estaría con ella en el otro, abrí la puerta sintiendo el viento golpear contra mi rostro, era un día gris como mi mundo, y el viento soplaba con fuerza, caminé lentamente hasta la orilla, lágrimas continuaban corriendo por mis mejillas, alcé la vista – Juntas para siempre Tiffany. – Pronuncié débilmente antes de volver a bajar la vista, 50 pisos del edificio, una larga y silenciosa caída. Tomé una bocanada antes de impulsarme y sentir mi cuerpo como descendía a causa de la gravedad. Pronto estaría de vuelta contigo Tiffany. Te amo…

-¡Ttae-ttae! – Caí al suelo, volví a alzar la vista, me había caído de mi ¿cama? Comencé a tocar mi cuerpo, alcé la vista.

-Mi… habitación – Observé todo el lugar.

-Ttae-ttae si no bajas a comer me comeré tu desayuno también – Abrió la puerta mi hermana menor con una sonrisa antes de salir corriendo. Todo… había sido un… sueño. Abrí mis ojos como platos al darme cuenta de aquello, me puse en pie rápidamente y bajé rápidamente las escaleras.

-¿Cuál es la prisa Ttae-ttae? – Preguntó mi hermano comiendo una rebanada de pan con mermelada, volví a mirarle robándole el pan que tenía preparado en su plato - ¡YAH!

-Debo irme, tengo que ver a Miyoung – Inquirí en voz alta antes de meter el pan en mi boca y salí corriendo rápidamente de mi casa.

Necesitaba hallarla ahora o ahora, no quería volver a vivir lo que viví en aquel sueño. ¿Cómo había podido ser tan estúpida? Me detuve a mitad del camino al escuchar el timbre que me alertaba una llamada entrante, tomé un respiro antes de contestar - ¿Diga?

-… ¿Ttae-ttae? – Mi corazón volvió a latir al escuchar aquella voz, todo mi mundo dio un vuelco. Ella aún estaba aquí - ¿…Ttae…?

-Sí Mushroom… ¿Qué sucede? – Pregunté al escuchar su tembloroso tono de voz, me preocupé de lo que podría estar sucediéndole - ¿Pasa algo?

-¿Pu-pue-puedes venir al parque? – Preguntó tartamudeando – Necesitamos hablar.

-Claro, iré en un segundo – Antes de despegar el teléfono de mi oreja escuché un suave quejido del otro lado – Miyoung…

-¿Si? – Pregunté con la voz aún más apagada.

-… Te amo – Declaré antes de cortar la llamada y comenzar a correr hacia el parque.

Sentía la necesidad de verla, quería abrazarla, besarla, y tan solo apretarla contra mi cuerpo rogándole que jamás se alejara de mi vida, inclusive si ahora llegase a suceder lo que en mi pesadilla ocurrió. Porque mi nuevo sueño era compartir una vida con ella.

La vi de pie frente a los árboles que dejaban caer sus amarillentas hojas, un sonrojo adornó mi rostro al admirarla. ¿Es que me estaba volviendo a enamorar de la persona que ya amaba? – Sonreí abiertamente y comencé a correr tan o más rápido de lo que corría mi corazón, necesitaba alcanzarla. - ¡Miyoung! – Le llamé alegre, se volteó a verme, sus ojos llenos de incertidumbre, rojos e hinchados, me detuve tan cerca que podía sentir su respiración sobre mi rostro, acaricié suavemente sus mejillas secando sus lágrimas. – Tranquila, estoy aquí.

-Ttae-ttae… hay algo que debes saber – Pronunció gravemente, le miré detenidamente asintiendo, tomó mis manos entre las suyas. - ¿Me prometes algo?

-Lo que sea – Respondí con calma, sus ojos volvieron a cristalizarse – Miyoungie dime ¿Qué sucede? No puedo ayudarte si tú no…

-Estoy embarazada Ttae-ttae… - Mis palabras se quedaron atoradas en mi garganta, creo que escucharlo de esta manera era más sorprendente que en el sueño, bajé la vista escuchando cada detalle, como había sucedido – ¿Esto es lo que quieres? – Preguntó con su voz temblorosa - ¿Me dejarás ahora? – Volví a alzar la vista mirándole con confusión, esas palabras, las tenía grabadas a fuego en mi mente y mi corazón y no permitiría que lo que ya viví, fuera un sueño premonitorio – Ttae-ttae… no quiero arruinar… tu carrera… es tu sueño y…

-No – La detuve en seco volviendo a mirar sus ojos chocolate, llevé una de mis manos a su rostro – Ser cantante es mi segundo sueño, mi nuevo sueño es vivir contigo para siempre y… supongo que nuestro pequeño nos unirá más ¿verdad? – Sonreí – Me equivoqué al rechazar una vez a nuestra hija… no lo haré dos veces, porque te amo – Confesé con una sonrisa más brillante, sus chocolates comenzaron a brillar antes de que una temblorosa sonrisa apareciera en sus labios mientras levantaba una ceja. – Tuve un sueño… es una larga historia, pero… quiero ser la ‘padre’ de nuestro pequeño – Agregué llevando mi mano a su plano vientre, acariciándole tiernamente. – Te amo Miyoung, aquí, en los sueños y en la otra vida, siempre te amaré – Besé sus labios cálidamente hundiéndome en su profundo amor.