Heartbraker

Heartbraker

Los ojos de la morena, se fijaron en aquella morena que sonreía coquetamente a una rubia. Ella suspiró profundamente, conocía a ambas. Una porque siempre le había observado y a la otra porque era su ex novia. ¿Qué me hace tan diferente de las demás? – Se preguntaba la morena todo el tiempo. Ella tenía un gran físico, era encantadora y muy guapa, un montón de chicas habían dicho lo mismo de ella pero esa chica de cabellos oscuros, jamás había puesto un ojo sobre ella. - ¿Sigues sin poder dejar de mirarla? – Yuri volteó a mirar, una bajita se sentó a su lado entregándole una lata de café.

-Taeyeon… ¿qué se puede hacer cuando tu mejor amiga se ha enamorado de tu ex novia? – Preguntó la morena abriendo la lata y llevándosela a los labios.

-¿Quieres que te odie porque te gusta mi ex novia? – Preguntó mirándole detenidamente, Yuri volteó por unos segundos y asintió – Entonces deberías haberme odiado tú, cuando te robé la chica que te gustaba.

-Fuiste muy cruel, te dije que me gustaba pero aun así, decidiste conquistarla – Taeyeon se encogió de hombros y golpeó el hombro de la morena - ¿Qué sucede?

-Quiero que seas feliz Yuri, no importa si la chica que te gusta fue mi ex novia… será incómodo estar cerca pero ¿te gusta Miyoung no es así? – Preguntó la bajita y Yuri asintió débilmente – Entonces intenta que ella te tome en cuenta, te apoyaré en lo que desees – Taeyeon dio dos palmadas en el hombro de Yuri y se puso de pie, caminando lejos de ella. Yuri se volteó a observarle pero Taeyeon era siempre la chica misteriosa que no expresaba sus sentimientos.

 

La interrogante de mi vida.

 

Al poco tiempo de conseguir que Miyoung se fijara en ella y consiguiera una cita, se dio cuenta de que ella no era su tipo, solo fue una ligera ambición que deseó por tanto tiempo. La muchacha que parecía maravillosa, que era hermosa para todos pero que jamás la apreciaría como ella deseaba serlo. Y apareció aquella muchacha alta de sonrisa infantil y mirada jovial. Yoona.

Yuri la observaba mientras ella ponía todo su empeño en un simple juego de baile. - ¿Te gusta verdad? – La morena desvió la mirada y se encontró con Taeyeon, no sabía en qué momento, pero ella apareció de la nada. Suspiró profundamente y asintió, sus mejillas ardían al pensar en la joven que bailaba – ¿Le has hablado alguna vez?

-Ella es diferente a Miyoung… sin ofender pero con ella al menos he tenido más de un palabreo y es una chica lista y muy divertida. En serio me gusta.

-Supongo que deberías intentarlo entonces ¿no? No pierdes nada con intentar, Sooyeon, Miyoung… tal vez ellas no eran las indicadas para ti – Inquirió la bajita entrecerrando los ojos, la morena la observó detenidamente - ¿Qué?

-¿Cuándo teñiste tu cabello? – Preguntó sonriéndole, Taeyeon tomó las puntas negras de su cabello y sonrió ampliamente, Yuri se detuvo dejando caer su mandíbula. Por un minuto sintió una perturbación en su pecho al observar esa angelical sonrisa.

-Bueno, no es mucho decir que poco nos vemos Kwon Yuri. Deberías visitarme más seguido y no romper tantos corazones – Inquirió poniéndose de pie, Yuri volvió a mirarle y Taeyeon acarició su cabeza antes de marcharse. La morena se puso de pie y volteó, observando por el camino que la muchacha se iba. Llevo su mano a la cabeza.

 

Taeyeon siempre había sido así en la vida de Yuri, desde los 15 años, cuando ambas decidieron que era tiempo de confesarle a la otra que a ninguna de las dos le interesaban los hombres. Fue fácil para una entender a la otra, no se esperaban que la otra estuviera en la misma sintonía pero eso las hizo más fuertes. A los 19 años, Taeyeon ya había tenido más de 10 relaciones frustradas, solo porque a ella le gustaban las mujeres más de lo que le gustaba el helado; Yuri en cambio, se sentía a gusto cuando le gustaba una chica pero se desilusionaba siempre al perder esa esencia agradable de las chicas. – Ambas eran buenas amigas y Taeyeon siempre la alentaba, muchas chicas pasaron por la vida de ambas pero había alguien que nunca había pasado por la vida de la otra y ninguna de las dos todavía conocía o quería comprender que les faltaba una parte de su corazón.

 

La morena continuaba recostada en el piso de su casa, era primavera, pero una muy veraniega y ella no podía soportarla con el aire acondicionado descompuesto; había terminado por sacarse casi toda la ropa, quedándose solo con una blusa de tirantes pegada al cuerpo y unos shorts de jean, estaba con sus ojos cerrados, escuchando el sonido de las campanas que tintineaba con el agradable viento.

Unos pasos se hicieron presentes en el lugar, pero no quiso abrir sus ojos, solo quería descansar en el lugar y pensar en el solo hecho de tener compañía le hacía sentirse un poco más cálida, más feliz. – Volviste a terminar con otra chica – Sonrió para sus adentros al escuchar aquella voz, era la persona que estaba esperando, la persona favorita pero que no quería reconocer se moría por tener en su corazón.

-Todo se tornó muy aburrido entre las dos… no me gustan las monotonías – Inquirió la morena sin abrir sus ojos, Taeyeon la observaba fijamente sin evitar observar todo el cuerpo de Yuri, estirada en el piso, con sus extremidades desnudas y ropa que se ceñía tan bien a su cuerpo. La mayor tuvo que morderse los labios solo para reprimir sus deseos y se volteó caminando de un lado a otro, respirando pausadamente.

-Así que no te gustan las monotonías… ¿quién lo diría? Cuando estabas con Sooyeon solías repetir las cosas día a día, solo para que ella no te olvidara… ¿por qué ahora no te gustan?

-Por lo mismo… porque quiero olvidarme de la Yuri problemática – Inquirió crudamente y abrió sus ojos, Taeyeon estaba allí, de pie, observándole, con la boca cerrada y sus labios sin un solo movimiento.

 

La morena tragó saliva cuando solo pudo darse cuenta de que estaba mirando fijamente los labios de la mayor y la evitó volteándose y dejando su abdomen contra el suelo. – Yo no creo que hubieses sido problemática… te enamorabas con facilidad.

-Y ese es un problema… Taeyeon, tú siempre has sido entre las dos, la más sencilla, has vivido tu vida tranquilamente y has estado con muchas mujeres pero yo siempre suelo terminar enamorada de una persona que no es la correcta.

-Nadie es correcto, solo se vuelve correcto para la persona que le ama… es lo mismo que la imperfección – Respondió y Yuri se quedó quieta, no quería observarla, pero quería preguntarle a qué se refería con todo aquello.

-Taeyeon…

-Solo sigue refrescándote y si encuentras a alguien, sé feliz ¿Quieres? – Inquirió y la morena se volteó al ver que volvía a marcharse sin más que decir, caminando escaleras arriba. Sí, porque Taeyeon ahora vivía con ella, pero aun así, albergaba tantos misterios y ella jamás deseó preguntarle si ella estaba bien.

 

Yuri muchas veces creyó que todos los secretos de Taeyeon se debían a que ella quizás también era sentimental con las mujeres que estaba pero que sabía ocultarlo muy bien frente a ella. Solo se quedó con ese pensamiento cuando la vio entrar borracha con dos muchachas entre sus brazos que reían divertidas y sus ojos no pudieron evitar bajar nuevamente a su diario. No importaba cuanto tiempo pasase, reconocería esa mirada fría como el hielo y esos ojos de media luna pero no sentía celos de Taeyeon en esos momentos por estar siendo besada de la forma más desenfrenada por esas dos mujeres al mismo tiempo, sino que sentía envidia de ambas que tocaban el cuerpo de Taeyeon a su antojo y de no ser por aquello; sus ojos no se hubiesen abierto de par en par al darse cuenta de lo que estaba sucediendo.

 

Jamás pudo encontrar alguien que calmara a su corazón, que le hiciera creer que de lo monótono podía encontrar cosas divertidas y que a veces lo correcto era la persona más imperfecta que el mundo podía juzgar. No pudo encontrarla durante tantos años porque siempre estuvo a su lado apoyándola y esa mujer era Taeyeon.

 

La morena subió las escaleras que dirigían a la habitación de Taeyeon la abrió estrepitosamente creyendo que encontraría a la mayor en aquel lugar, pero no estaba allí y suspiró profundamente; caminó unos cuantos pasos hasta sentarse en la cama de la muchacha de cabellos negros y comenzó a respirar lentamente, inspirando el agradable aroma de la mayor que estaba impregnado en el ambiente de esa habitación. Y terminó recostándose en esa cama, intentando percibir el calor de la bajita. - ¿En qué estaba pensando? ¿Confesarle que me gusta? Sería como querer escucharla reírse de una buena broma. Ella jamás se fijaría en mí. – Pensaba la morena y cerró sus ojos, intentando creer como sería la mayor con ella si realmente también le amara.

 

Una Taeyeon sonriente, que no teme demostrarle todo lo que esconde, que toma sus manos y la atrae hasta plantarle miles de besos en su rostro. Una mujer que no le tiene miedo a nada y se apoya siempre en ella. Una Taeyeon ideal, quería descubrir a esa mujer y no soltarla nunca más.

 

Sus ojos se abrieron lentamente y descubrió que había sido tapada por una manta mientras la luz de aquella habitación brillaba con fuerza; con sus ojos entrecerrados buscó en el lugar y se encontró a Taeyeon, sentada de espaldas a ella en su escritorio. Dejó escapar un suave bostezo y notó a la mayor girándose sobre su asiento. – Así que ya habías despertado.

-No… acabo de hacerlo pero… ¿en qué momento llegaste? – Preguntó suavemente y Taeyeon sonrió mirándole con una ceja alzada, la menor bajó la vista apenada. Al descubrir que le gustaba Taeyeon, también supo que el rostro de la mayor era un mundo de expresiones encantadoras.

-Debería preguntar ¿por qué te quedaste dormida en mi habitación si la tuya está frente a la mía? – Preguntó y la menor negó sacudiendo su cabeza, Taeyeon volvió a sonreír y caminó la distancia suficiente para acuclillarse frente a la cama, observando desde una corta distancia a la morena – Es agradable poder llegar y tener tu presencia a mi alrededor – Agregó causando que las mejillas de la morena se tornaran de un suave color rosa. ¿Le había dicho indirectamente qué le gustaba? O ¿sólo ella estaba tratando de sacar aquellas conclusiones para creer que podría corresponder sus sentimientos?

No pudo preguntar nada ya que la mayor, había vuelto a escapar del lugar y Yuri no dejaba de preguntarse ¿cómo es que ella podía desaparecer tan rápido de todos los lugares en los que estaba? – Bajó las escaleras con la manta puesta sobre su cuerpo y buscó la presencia de Taeyeon en todo el lugar.

 

-¿Me estabas buscando? – Preguntó detrás de ella y la morena se giró sintiendo que la manta se enredaba en sus tobillos.

-¿Cómo lo haces? – Preguntó observándole detenidamente.

-¿El qué? – Preguntó infantilmente y Yuri mordió su labio antes de acercarse y tomar el rostro de la mayor – Oye… pero ¿qué…? – Sus palabras habían sido silenciadas por la boca de la menor quien había estampado sus labios de la forma más desesperada contra la boca de Taeyeon.

-Me gustas Taeyeon… siempre me has gustado – Pronunció la morena separándose tras unos largos y desesperados segundos de la boca de Taeyeon, la más bajita abrió sus ojos al escucharle hablar - … no importa si no te gusto, solo quería… - Y ésta vez fue ella quien terminaba siendo acallada por la boca de Taeyeon.

 

La mayor comenzó a mover sus labios de la forma más deseosa y apasionada, dejándose llevar, deslizando sus manos alrededor del cuerpo de la morena, moviendo las puntas de sus dedos por la piel expuesta de la morena. Sonrió contra la boca de la morena cuando ésta dejó escapar un suave suspiro al sentir el agarrón de Taeyeon en su trasero. El aire les faltaba pero lo que menos deseaban era separar la boca de la persona a la que habían esperado tan desesperadamente por años. – Tú también siempre me has gustado Yuri – Taeyeon sonrió amplia y sinceramente cuando no pudo respirar más y agitada arrastró a Yuri hasta su habitación, la morena se sentó sobre la cama de la mayor y le miró detenidamente.

-¿Por qué entonces siempre me dijiste que luchara por otras chicas? – Preguntó la morena observando a Taeyeon voltearse frente a ella y quitarse frente a sus ojos la camisa blanca que lo único que hacía era esconder tras ese sujetador unos pequeños pechos que siempre había deseado probar pero que creía era un pensamiento demasiado lascivo. Su boca se secó y pronto la cerró apenada al darse cuenta de que había caído, unos centímetros sin poder dejar de ver a la mujer que tanto le gustaba; Taeyeon caminó hasta ella y se sentó a horcajadas sobre sus piernas. Yuri le miró atenta pero aunque tuviese por apodo “Rompecorazones.” Se sentía como una principiante.

-Lo hice porque creí que si me gustabas y yo no a ti, debía hacer lo correcto – Yuri levantó la vista sorprendida. Para Taeyeon ella siempre había sido la persona correcta; y ella no se había dado cuenta de aquello – Esperé por mucho tiempo y quizás el haberme quedado callada por tanto tiempo me impidió haber podido disfrutar más de ti.

-Ya eso no importa… quiero disfrutar ahora – Inquirió Yuri mirándole fijamente, Taeyeon sonrió y enredó sus brazos detrás de la nuca de la morena, atrayéndola para volver a besarla – Oye… ¿no romperás mi corazón cierto? – Se separó mirándole de manera interrogante, arrugó sus cejas y Taeyeon sonrió dándole un corto y casto beso.

-Solo si tú prometes que no romperás mi corazón – Respondió mirándole detenidamente y la morena deslizó sus dedos por la nívea piel de la mayor; sonrió tiernamente y se estrechó contra el cuerpo de la mayor – ¿Qué significa esto? – Taeyeon preguntó aquello deseando que el agarre jamás se acabara.

-Significa que jamás romperé tu corazón, estoy pidiéndote permiso para poder quedarme con el tuyo y quiero que tú te quedes con el mío – Confesó con tanta sinceridad que estremeció al cuerpo de Taeyeon y ella le miró sorprendida antes de besarla tiernamente, apoyando su frente contra la de la menor.

-Eres peligrosa morena, demasiado como para que termine enamorándome de ti.

-Ya no soy peligrosa, soy una leona que ha perdido su corazón. ¿Podrías ser capaz de encontrarlo y quedártelo? – Volvió a preguntar la morena y Taeyeon dejó escapar su risa de señora que le causaba tanta gracia a la menor, su corazón latió acelerado cuando Taeyeon la empujó recostándola sobre la cama mientras apoyaba todo su peso contra ella.

-Pues debes saber que a mí me encantaría quedarme con tu corazón, ya que lo encontré un poco solitario. ¿Qué hace una leona dejando su corazón en cualquier parte?

-Rogar con urgencia que su complemento lo encontrara – Confesó y Taeyeon volvió a sonreír antes de besarla – Oye… pero ¿qué significa esto? – Preguntó señalando a ambas – ¿Qué seremos de ahora en adelante? – Preguntó nuevamente y la mayor calló por unos segundos antes apoyar su cabeza contra el pecho de la menor.

-Significa que de ahora en adelante ya no existen más mujeres en mi vida, que ya no seré una rompecorazones y seré solamente tuya.

-¿Solo mía? – Preguntó la morena y la muchacha de cabellos negros asintió observando la sonrisa sincera de Yuri – No más rompecorazones. Nunca más, desde ahora solo soy la dueña del corazón de Kim Taeyeon.

 

Sonrieron ambas nuevamente antes de volver a besarse, disfrutando de lo que era sentir realmente el beso de la persona indicada. Aquel beso que jamás habían encontrado porque creían que no lo encontrarían en la boca de su mejor amiga pero que era el único capaz de hacerles ver la realidad que solo ellas podían conocer respecto a sus mundos.  

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Comments

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denizhi #1
Chapter 1: Que linda historia, buscar x todos lados cuando siempre la felicidad estuvo frente a tus ojos
YosoyEvelynDaiana #2
Chapter 1: I like it! Thank you is so good! ♥
Ajumma29
#3
Siempre me ha gustado esta historia y poder leerla aquí es genial <33
Realmente pienso que el TaeRi es una couple infravalorada pero muy linda, y tu demuestras lo hermosas que pueden quedar juntas. El final me encantó, fue super bonito <33
Esperaré más OneShots tuyos, adoro el talento que tienes escribiendo <3