2: Como en los viejos tiempos
Even if you didn't say anything...2.
─Estaré ahí en un segundo. –Dijo Jimin antes de colgar el teléfono. ─Lo siento So yung, pero me tengo que ir. ¡Fue un gusto volver a verte! –Se acercó y antes de irse me abrazó.
─Adiós Jimin, ¡espero verte pronto! –Y con eso, Jimin comenzó a correr hacía los dormitorios de hombres.
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Caminaba por los pasillos del edificio de mujeres (batallando mucho, ya que tenía que subir y subir escaleras y traía 3 maletas cargando conmigo), tratando de buscar mi número, lo cual era muy difícil de hacer, ya que los cuartos estaban revueltos. Un solo pasillo empezaba por el número quince y terminaba por el uno. ¿Tiene eso sentido?
Subí y bajé en busca de mi dormitorio, y después de unos 30 minutos, por fin pude encontrarlo. Era el número 510.
Toqué la puerta 3 veces, pues estaba casi segura de que iba a tener una compañera de cuarto. No pasó nada.
La volví a tocar y esta vez me abrió una mujer, no muy alta, rubia y delgada.
─ ¿Qué se le ofrece? –Parecía no estar sola, ya que escuchaba voces detrás de la puerta.
─Mmm... Este es mi dormitorio. –Dije, un tanto nerviosa.
─ ¿En serio? –Su cara se iluminó un poco al escuchar eso. ─Pensé que no tendría este año, es un alivio, así no tendré que estar sola. -─Ni siquiera me dio tiempo de reaccionar cuando ella ya me estaba abrazando fuertemente mientras brincaba un poco. ─ ¡Eres bienvenida! -Sonrió ampliamente y yo le dediqué una sonrisa un tanto tímida…era muy extraño que alguien te recibiera así, sobre todo cuando no se conocen. Sonreí, pero se me quedó viendo.
─ ¿Pero qué haces ahí parada? ¡Entra! -Hizo una seña para que entrara, mientras ella iba con las otras personas.
Y así lo hice. Entré, solo para encontrarme con otras dos personas (que eran hombres, cabe decir) sentadas en la mesa. Me entró un poco de vergüenza, pero en vez de demostrarlo intenté verme lo más segura posible.
─Ven aquí. –la muchacha me dio un pequeño empujón para acercarme a la mesa y presentarme. Una vez estando más cerca me dieron aún más nervios, ya que aquellos dos no dejaban de verme.
─Mira, él es Hoseok y él es Yoongi. –“Hoseok y Yoongi” me saludaron casi al mismo tiempo y yo me limité a sonreírles.
─Puedes decirme Suga, y su nombre es Hoseok, pero puedes decirle J hope. –Yoongi dijo, de una manera tan natural que me hizo sentir como si nos hubiésemos conocido desde antes.
─Soy J hope y soy tu esperanza. –Todos carcajearon y yo sonreí ampliamente.
─No te ilusiones, le dice eso a cada chica que conoce. – “Suga” dijo.
─Mi nombre es Hye Sun, ¿el tuyo? –Finalmente habló mi compañera de cuarto. Me senté en la esquina de la cama, que estaba a unos cuantos metros de la mesa.
─So yung. –Hice una leve reverencia y justo después de hacerla, recordé que había dejado mis maletas en la entrada. Me paré exaltada, y me dirigí a la puerta. En el instante en que la abrí, sentí como alguien me empujaba levemente hacia un lado. Me sorprendí y tarde un poco en procesarlo.
Solo miré a Yoongi recogiendo las maletas. Cuando pasó a mi lado, le tomé de la muñeca y él volteó… nos miramos a los ojos. No lo había notado, pero tenía unos ojos pequeños, de color oscuro y una mirada muy llenadora.
─ ¿Sí? –Preguntó.
─No tenías… que… -Evadí su mirada, pues me era muy incomodo y lo primero que miré fue mi mano sobre la suya. Al instante la solté y volví a verlo. Seguía viéndome a los ojos.
─No era ninguna molestia, son demasiadas maletas para ti. –Se volteó y siguió su camino hasta la litera de arriba. Subió dos maletas a ella y la que tenía llantitas la dejó en el piso. Volvió a su lugar y yo fui a cerrar la puerta.
─ ¿Desde cuándo eres tan caballeroso, mi amor? –Al escuchar eso volteé un poco mi cabeza, aún no había cerrado la puerta.
─ ¿De qué hablas? Yo siempre he sido así. –Cerré la puerta y me di la media vuelta, solo para encontrarme con Hye sun sentada sobre las piernas de Yoongi.
─ ¿A qué te refieres con siempre? Tú eres Suga, el frío sin sentimientos, ¿recuerdas? -J hope se burló. Yoongi le dio un pequeño golpe en el brazo y luego abrazó aún más fuerte a Hye Sun.
─ ¿Ustedes están en mi contra? –Se quejó.
Tock tock tock.
─ ¡Por fin llegó! –Gritó J hope.
La puerta se abrió de golpe.
─ ¡Ya lle…! –Su cara de confusión era priceless. ─ ¿So yung? ¿Qué haces aquí?
─ Esta… -Alguien me interrumpió.
─ ¿Se conocen? –Yoongi dijo, confundido al igual que Jimin.
─ Sí, nosotros… -Alguien me volvió a interrumpir.
─La pregunta es, ¿Se conocen ustedes? –Dijo Jimin, mientras se sentaba en el suelo.
─Esta es mi nuevo dormitorio, al parecer lo compartiré con Hye Sun. –Hye sun puso los dos pulgares arriba, en forma de aprobación.
─ ¿Y ustedes? ¿Cómo se conocen?
─Nosotros…
─Solíamos ser amigos en la secundaria –Jimin me interrumpió, de nuevo. ─Y nos hemos vuelto a encontrar hace un rato afuera –Señaló por la ventana mientras hacía una mueca.
─Bien, creo que nosotros ya nos vamos, llegaste demasiado tarde Jimin. –Dijo Hye Sun.
Todos excepto Jimin y yo se levantaron de sus sillas y se dirigieron a la puerta.
─Lo sé, lo siento. Los estuve buscando en el dormitorio de hombres. –Recordé cuando Jimin se despidió de mí y echó a correr al dormitorio de hombres.
─ ¡Adiós! –Se despidieron Yoongi y J hope y al mismo tiempo salieron por la puerta. Hye Sun se esperó y me volteó a ver.
─Siéntete como en casa, querida So, instala tus cosas y escoge la cama que quieras, a mí me da igual. ¡Nos vemos! –Sonrío y cerró la puerta.
Querida So…
Hubo un pequeño silencio incomodo.
─ So yung. –Salí de mis pensamientos.
─ ¿Sí, Jimin?
─ ¿Quieres salir a divertirte? –Dijo, con una mirada traviesa. Así que, no había cambiado nada, ¿ah?
─ ¿Salir a divertirnos? –Me puse de pie y él lo hizo también.
─Tú sabes, como en los viejos tiempos. –Sonreí.
─Me encantaría, Jimin. –Jimin sonrió y no pude evitar reír. Tenía una sonrisa tan linda.
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Jimin y yo paramos después de haber corrido al menos 3 cuadras.
─ ¿Viste su cara? –Empezó ─ ¡Fue tan divertida! –Carcajeamos un poco más ─ ¡Juro que jamás la superaré!
─Yo tampoco lo haré –Paré de reír ─Eso en verdad fue divertido.
─ ¿Sabes? Deberíamos hacerlo más seguido.
─ ¿Más seguido? Jimin, yo llegué hoy. –Me volteó a ver, y no sé porque pero, sentí un escalofrío.
─Tienes toda la razón. –Dejó de caminar –Pero de todos modos… ¡Oh! ¡Mira! ¡Ahí venden nieves! ¡Hay que ir! –Jimin tomó mi mano y comenzó a correr, obligándome también a correr.
Hoy estaba siendo un excelente día. No podía imaginar cómo serían los siguientes meses… ¿O sí?
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Segundo capítulo. No sé cuantas personas estén leyendo mi fic, pero aunque sean pocas, espero les esté gustando y prometo que trataré de subir capítulos más seguido <3
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